viernes, 30 de diciembre de 2011

El genio musical de Richie Flores (entrevista)

atRifF

Richie Flores es sin duda uno de los congueros más relevantes del momento. En él se conjugan las mejores virtudes percusivas: imaginación, alta velocidad, contrapunto y síncopa. Extrovertido, y lleno de energía, Richie es, además, muy buen amigo. Esta entrevista tiene lugar en un autobús camino al aeropuerto de Frankfurt. Están presentes además los bateristas Robby Ameen y El Negro Horacio Hernández.* (Richie es artista exclusivo de Pearl Congas).

¿Cuáles son tus influencias?

Saúl Flores, Mongo, Barreto, Tata, Patato, Cándido, Francisco Aguabella.

¿Con qué músicos has tocado?

Con Batacumbele a los 8 años. A los 18 años, en New York, con Eddie Palmieri. Después y no en este orden: Roberto Roena, Kip Hanrahan, Charlie Palmieri, David Sánchez, Danilo Pérez, Cachao y otros muchos. 

¿Te gusta enseñar?

Sí, me gusta ir a las escuelas primarias y darle algo a los jóvenes. La música te cambia la vida.

¿En qué estriba tu asombrosa técnica?

(Richie sonríe) Dedicación y una combinación de toque entre dedo y palma. Mi estilo de tocar las congas está influenciado por el sonido de la batería. Aplico los flam del drums a las congas.

(Robby Ameen interviene): Richie ha cambiado la técnica de las congas. Ha convertido las congas en un instrumento mucho más versátil y más complejo.

¿Cuáles son tus bateristas preferidos?

Están aquí con nosotros. (Risas)

¿Cuál es tu estilo de música favorito?

Si la música es buena, no importa de dónde venga. 

¿Qué hay en el futuro para Rochie Flores?

Seguir evolucionando. Ahora mismo, me interesa el música internacional. Quiero experimentar con otros instrumentos, como la tabla, el ashiko y el cajón.
 
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Richie es el conguero del album del Negro y Robby, (American Clave, 2003) La timba no es como ayer del Negro Horacio Hernández y Robby Ameen, (American Clave, 2003).

jueves, 29 de diciembre de 2011

EL futuro ya existe

Esta ciudad en 2,300 d.C. existe
atRifF

Ayer entre amigos A:R: comenta que hace veinte años un gitano le profetiza una enfermedad que le debe ocurrir a su amigo P, veinte años después. Esto es prueba que el gitano sabe "leer" el futuro. L., otro amigo presente, increpa que lo que sucede es que ese gitano se la pasa profetizando enfermedades a cada cristiano con que se encuentra. Concuerdo con L., A:R: parece dispuesto a defender su punto, pero pasamos a otro tema.

¿Será A:R: un eternalista? Cree acaso que el futuro puede verse, que está ahí, junto con todos los eventos de la historia "anterior" y "posterior". El eternalista no acepta la idea de "pasado", "presente" y "futuro". Por ejemplo, tanto la muerte de Martí en Dos Ríos y el relevo de Castro II, como la muerte de los dinosauros hace 65 millones de años, incluso el microsegundo después del Big Bang, todo eso existe. Como existen ciudades burbuja en Marte, en 2,300 d.C.

No es que A:R: tenga que creer que el futuro existe "ahora mismo". No, existe de la misma forma ue hablamos de "partes" en el espacio. ¿No hay acaso eventos pasando ahora mismo al otro lado de nuestra galaxia (en el espacio)? Para A:R: la existencia no tiene modalidad. No hay ni pasado ni presente ni futuro, simplemente existe "todo" en-bloque (del mismo modo que existen números complejos, gases ideales, Popeye, hobbits en Tierra Media y el arcángel Gabriel).

Para A:R: el tiempo no fluye, sino que está ahí de modo cuatri-dimensional.** La idea resulta atractiva cuando consideramos la teoría de la relatividad. De acuerdo a Einstein la simultaneidad no es universal (dos observadores con distintos puntos de referencia  pueden tener experiencias simultáneas diferentes). Pero esto solo complica el asunto, es decir, la diferencia que existe entre el 10 de marzo de 1952 y la entrada revolucionaria en la Habana en 1959 no es una de presente (1952) vs. futuro (1959), o de pasado (1952) vs. presente (1959), sino simplemente una de sucesión. Una ocurre antes que la otra.

Aclaro que A:R: no me ha dicho qué piensa del futuro. Simplemente asumo que es así. Me resulta más coherente y -por qué no-, entretenido.  
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*Por supuesto no debo usar el verbo en tiempo pasado. **Los objetos están constituidos de partes temporales. A:R: puede perfectamente asumir que las cosas existen en una especie de gusano espacio/tiempo. Por ejemplo, Colón el 12 de octubre de 1492, dos horas antes de avistar las costas de lo que él llama San Salvador no es un objeto completo, sino una parte temporal; la relación entre Colón (en 1492) y Colón (en 1502, mientras escribe El libro de las profecías) es similar a las dos ruedas de una bibicleta: son partes de un todo mayor. Todo depende cómo cortemos el tiempo. Si cada día de la vida del almirante fuese una parte, los 55 años de su vida suman aproximadamente 20,075 partes, si cada hora, entonces tenemos 481,800 partes.

domingo, 25 de diciembre de 2011

Se busca apellido respetable para el Miami Art Museum


No se pierdan próximamente en tumiamiblog, el análisis patafísico de la reyerta Pérez, que hemos bautizado así desde que un número de artistas, coleccionistas (hasta críticos de arte), repudiara la decisión del Board de Directores de MAM de cambiar el antiguo nombre del museo a "Jorge M. Pérez Museum" después la donación de 35 millones del empresario cubano argentino.

¿Será cierto, como juran los disputantes, que el repudio no tiene absolutamente nada que ver con el apellido "Pérez?"

¿Será cierto que en esta disputa no hay vestigio de racismo alguno?

Mientras, los dejamos la siguiente tarea: ¿Cuál de los siguientes apellidos mejor comunican la idea de respetabilidad, reputación y protocolo dignos de un museo?

Pérez,
Peret,
Faretz,
Peris,
Pharez,
Perheimz,
Pereshberg
Kèrézberg

(Si tiene algún otro apellido derivado de Pérez, en mente, por favor, sugiéralo).

viernes, 23 de diciembre de 2011

The Christmas Song - Mel Torme and Judy Garland



Vamos a ambientarnos. Entremos en un clásico con una diva insuperable. La Garland va a vocalizar junto al autor de una pieza que es ya tradicional en el cancionero navideño. Mel Torme la escribió con sólo 19 años. Quedó para inmortalizarlo.  Mel y Judy hicieron este dúo en el Judy Garland Show un día de diciembre de 1963. Mientras lo paladeamos, hagamos un paréntesis en la atención auditiva y fijémonos en la hermosa boca de Judy. Observen como va modulando astutamente la maniobra de las cuerdas vocales con la colocación de los labios. Vean como su sensualidad labial se hace técnica perfomática. De esa manera la voz se convierte en instrumento por virtud y por destreza. Las facciones de la intérprete sensible no sólo acopian glamour y belleza. También puede ser la desembocadura de un manantial inteligente. Disfrútenlo y adéntrese en el espíritu de estos días. Merry Christmas, bloggers! (JotaeRre)

Coreas navideñas

Fotos de la agencia norcoreana y de Lee Jin-man (AP)

miércoles, 21 de diciembre de 2011

¡Me cago en ti, Gran Camarada Kim Jong Il!



atRiFf

El video de arriba ha suscitado encontradas reacciones. La blogosfera soslaya el asunto como un chiste ridículo. Por otra parte, el NYTimes no sabe qué hacer con él y lo reseña como "una manifestación real". ¿Real porque ocurre? Lo que hay que preguntarse es qué hay detrás del llanto. Aquí hay dos aspectos: Primero, el llanto masivo de la plaza no es fingido, si por esto entendemos alguien que no siente lo que hace. Sin duda, existe un  sentimiento de pérdida por el Gran Camarada Kim Jong Il, (es como "ha muerto dios") pero lo que vemos es parte de un performanance oficialista con un componente automático. El evento sigue un riguroso guión sico-social que dice:

¡A llorar se ha dicho!

Segundo, y la mejor parte del asunto: ese llanto público, contagioso y espontáneo posee un excedente inescrutable. ¡Por primera vez el pueblo coreano tiene la oportunidad de llorar en esa plaza! Traer a las delicadas mejillas ese lagrimeo primodrial que responde a la pesadilla que viven y que -por ser lo único que tienen- aman y desean. Cuando se vive así no queda otro remedio que llorar larga y copiosamente. Si el Gran Camarada estuviese vivo, ¿sería posible llorar así?

Luego, de una manera perversa -e inconsciente- la muerte del Gran Camarada Kim Jong Il les permite, por primera vez en sus vidas, decir públicamente con lágrimas: "Me cago en ti, Gran Camarada Kim Jong Il".

martes, 20 de diciembre de 2011

La blogosfera cubana independiente desde el lente americano


En la conocida revista digital Guernica aparece un artículo interesante de Julia Cooke sobre la blogosfera cubana titulado "Bloggers of Havana". Escribe Cooke: 
En en polarizado y emergente ambiente de la blogosfera cubana, los bloggers son marcados como propagandistas del gobierno cubano o del gobierno de EE.UU. "Mercenarios" es la palabra. Haciendo uso del humor y el comentario incidental, diario, casi periodístico, los blogueros evitan hábilmente la etiqueta de "disidentes". Al mismo tiempo, se crea espacio para una blogosfera más matizada, que sienta las bases para un país más conectado que contribuye a las discusiones que acompañan los cambios recientes en Cuba.
Se reseña el blog de Orlando Luis Pardo Boring Home Utopics así como el tweet del fotógrafo y periodista habanero. Este nos llama la atención: "que fin de mes, que fin de 2011, que fin de epoca, que fin de cuba...!!!"). Cooke parece simpatizar con el bloguero:
El fotoblog de Orlando Luis Pardo Lazo nace de una situación muy política: sus imágenes  sin comentario, y su contenido Twitter habla de una postura mucho más dura contra el gobierno de su país, que refleje un clima para lectores "menos radical".
Se menciona el blog del profesor universitario Raúl Reyes, Es estúpido escribir, donde encontramos este "Pequeño tratado lingüístico sobre la pinga", o la postdata desenfadada donde Reyes revela su sexualidad:
PD: Dedico este post a aquellos hombres a los que dejé por otros. No supe verlos, y no merezco absolutamente nada de consideración. Espero que me hayan sustituido ellos a mí también, y yo no sea más que un recuerdo insignificante y lejano. También se lo dedico a Michel, Sany, Osvaldo, Mayleni y Ray, por haber estado ahí para mí en aquella primavera oscura.
Observamos (sin ánimo de critica a Reyes) su manera de enfocar las relaciones como un dèjá vu de los años 70. El sexo sigue siendo una pastilla para pasar el rato, y cada rato sucede al anterior (¿qué sujeto acedémico enseñará Reyes?).

Lamentamos que la página Cuba Fake News, de Lizabel Mónica, especie de The Onion cubano, no ha sido mantenida desde noviembre ("contenido", "contenido", dijo el contén).

Ya Cuba tiene su Craiglist con la página Revolico. Buscando por dentro hallamos este simpático anuncio: "Negocio, necesito un Hyundai o Audi ya pero no tengo el dinero". Cooke apunta que un día después de la legalización de venta de casas, ya habían 4,300 propiedades listadas en Revolico, lo que habla de una fuerza internáutica incipiente.

Se menciona Estado de SATS de José Calaforra, espacio alternativo con muy variadas discusiones. La página cuelga videos y presenta artículos como este, firmado por Antonio G. Rodiles donde se trata el tópico del "contracastrismo":
Mucha de esa gente que llega de la Isla es postcastrista, mientras que los que los repudian desde el otro lado del estrecho de la Florida son otros mambises-rebeldes queriendo hacer otra revolución. Han quedado atrapados en el dilema castrismo/anticastrismo que tiene en ellos la fuerza de un paradigma, al estilo de Kuhn. Valdría la pena proponer para este caso un nuevo término, porque en verdad son «contracastristas», qué duda cabe, pero castristas al fin.
Un video reciente titulado "Los medios de información en la Cuba de hoy" tiene a Eliecer Ávila comentando (minuto 4:18): "Me llama la atencion que en nuestro país no haya un solo medio de discusión política abierta, cuando sabemos que en el mundo estos espacios a veces son los más vistos". Aclaro que si no fuera tan importante decir esto desde allí, el hecho de ver a este grupo de jóvenes conversando muy calmadamente tamaña banalidad pareciera la visión más auténtica de surrealismo jamás imaginada. 

¿Qué decir del artículo? Para alguien como Cooke, quien opera como observador imparcial, el desarrollo de la blogosfera independiente cubana es una buena noticia. Algunos de nosotros quisiéramos que el acceso a la internet se abriera a la normalidad, pero ya sabemos, se trata de Cuba y las cosas marchan a su tiempo.

Es un período prometedor. Mientras se derrumba el sistema, poco a poco los jóvenes blogueros independientes se abren paso. Mientras, los recalcitrantes vigilan y tratan de cerrar o deligitimar, pero no hay marcha atrás. La nueva generación termina por crearse su espacio y le gana el partido a la vieja.

¿Qué son algunos años más o menos para presenciar el fin de una dinastía?

lunes, 19 de diciembre de 2011

La cara de las cosas

atRiFf

¿Tienen cara las cosas?

La pregunta parece rara, pero es importante, si se quiere comprender la esencia de lo ético. Todo comienza con la filosofía de Emmanuel Levinas, para quien el Ser (del humano) es capaz de poder ver lo ético. En su Totalidad e infinito, en la sección titulada "Discurso", Levinas explora que lo ético del Ser es la posibilidad de ser-Otro, y cómo ese Otro en su irreducibilidad nos muestra -mostrar más que explicar, pues esa cara es por definición irreducible- la "eticalidad" del Ser. Levinas parte de que lo ética implica una óptica. Hay que saber mirar y el signo de ese saber es la cara: La cara del Otro me demanda. 

Sin embargo, Levinas no es capaz de extender esa cara a lo no-humano. Es como si la filosofía fuese concebida por, y por tanto, para, el ser humano. Pero entonces se ha renunciado al trabajo crítico antes de comenzar. En una de sus entrevistas Levinas responde a la pregunta "cuál es la cara de un animal" diciendo que "un perro puede tener una cara", pero inmediatamente añade que "no sabría decir si una serpiente tiene una cara". Es casi como si Levinas acepte el argumeno evolucionista: Podemos ver una cara en un perro, pero solo porque el perro imita nuestra cara (biológicamente el perro se ha montado un personaje genéticamente para interactuar con el ser humano). Le queda a uno un sabor antropocéntrico, pero no queda justificado. Más bien el asunto huele a narcicismo acrítico.

¿Qué cara?

La respuesta ha sido explorada por la filosofía hindú hace al menos dos milenios. La idea de ahimsa o no-dañar explora lo ético no desde una aprioricidad de lo moral, sino desde una exploración de la esencia del Ser que sería muy problemática para occidente: Ser es, sin diferencia alguna, ser todo. En términos levinasianos, esto significa que todo tiene una cara.

Lo ético consistiría en saber comprender las caras (desconocidas) de las cosas. Desconocidas porque no es sencillamente tan fácil. La pregunta que impera es ¿qué no es mi cara? Lo paradójico es "descubrir" una cara y terminar cara-a-cara la mía (y ese espejo facético nos persigue). Esta es la hipótesis del selfish gene de Dworkin y otros eticistas como Bill Hamilton y George Williams: somos altruistas porque somos egoístas.

¿Cierto o falso?

Falso. No es por huírle al yo que se escapa el poder apastante del yo. Después de todo somos, aburrida y evidentemente, YO. Comprender al Otro levinasiano es poder verme en el (lo) Otro. Ese ejercicio termina por limar el borde de la densa materia yoísta. Ver el yo de las cosas sería un imperativo de la filosofía janinista de Majavirá. Pero no por huírle a nuestra cara. Podemos extenderle una cara a todas las cosas (no importa que sea la nuestra). Con suerte, poder ver el YO de las cosas.

Ese principio ético queda patente en el Isa Upanishad, VI:
Quien ve a todos los seres en el Ser y el Ser en todos los seres, nunca se aparta de él (el Ser).
(Continuará...)

domingo, 18 de diciembre de 2011

Alexandre Desplat - Lust Caution



Mencionar el nombre de Alexandre Desplat es dejar numerosos temas de sensibilidad pendientes. Estamos ante uno de los autores más prolíficos de música para cine en la actualidad. Se puede pensar en los que le antecedieron en términos épicos o líricos, John Williams o Francis Lai, por ejemplo, sin embargo Desplat evade las derivaciones a base de talento y reinterpretación de la intención discursiva. Su poética asume identidad e historicidad distinguibles, se ha adueñado de una manera de expresar el sentimiento cinematográfico que lo ha hecho clásico. Los devotos a la banda sonora saben que están ante una personalidad ajena a imitaciones. Desplat es negación del pragmatismo en la música. Se arriesga a ser romántico una vez más. Y esa vocación wertheriana lo consagra como demiurgo. Sus piezas son tan imperfectas como tiernas por su rebelión ante el mercantilismo y por el apego a la emoción. Cultiva el subjetivismo apasionado con tal ahínco que el racionalismo y la mentalidad comercial quedan desplazados ante la belleza del espíritu libre en el arte. Sucede en una época en que se suponía que la cultura automatizada era la dueña de lo instintivo y conmovedor. Desplat es amor a la música. Es intensidad. Nervio delicado. Francés afrancesado en su modo de crear. Para los que pensaban en el agotamiento es originalidad inesperada. Lo demás es cordura. Material discernible para el que anhela amar. (JotaeRre)

viernes, 16 de diciembre de 2011

Christopher Hitchens, EPD

Hitchens en 1999

Hitchens, bon vivant, jodedor, fumador y bebedor empedernido, ha muerto. Perdió la batalla contra el cáncer, pero disfrutó mucho la vida. Murió con candor y valentía, escribiendo hasta el último suspiro. No era su ateísmo lo que más me atraía, sino su prosa sofisticada y combativa. Con Hitchens el lenguaje construye conceptos y se escurre por senderos inesperados acechando con la estocada. A Hitchens hay que leerlo en inglés. Recomiendo Arguably  y Letters to a Young Contrarian. Aquí va la No. 7:
How to ward off atrophy and routine, you ask? Well, I can give you a small and perhaps ridiculous example. Every day, the New York Times carries a motto in a box on its front page. "All the News That's Fit to Print," it says. It's been saying it for decades, day in and day out. I imagine that most readers of the canonical sheet have long ceased to notice this bannered and flaunted symbol of its mental furniture. I myself check every day to make sure that the bright, smug, pompous, idiotic claim is still there. Then I check to make sure that it still irritates me. If I can still exclaim, under my breath, why do they insult me and what do they take me for and what the hell is it supposed to mean unless it's as obviously complacent and conceited and censorious as it seems to be, then at least I know that I still have a pulse.

You may wish to choose a more rigorous mental workout but I credit this daily infusion of annoyance with extending my life span.

jueves, 15 de diciembre de 2011

La persona del año en Time Magazine


Sí, viene el fin de año y hay que dar gracias por bla bla bla, pero ¿no crees que hay razones suficientes para protestar?

Tino Contreras estereofónico



Otro mundo, otra moda, otras noticias, otras preocupaciones, otro sonido, otra esperanza, otra historia por venir. Todo otro. Queda la música.

miércoles, 14 de diciembre de 2011

Waldo Balart, la libertad y el futuro

aTrifF

Ayer, durante la presentación del film Waldo Balart en concreto, de Luis Deulofeu, moderada por Alejandro Ríos y la Olga Conor, en el Instituto Bacardí de la Universidad de Miami, el pintor homenajeado dijo entre otras cosas:

1. "El color es la libertad" 

2. "Todo es futuro" ...(dicho balartianamente: "todo es devenir")


Hubo dos colores protagonistas: el verde y el negro (la esperanza y la desesperación).

1. La libertad significa la lucha por cerrarle el paso al ímpetu de la voluntad. Voluntad no es libertad, sino el principal antagonista de la libertad. La voluntad es pujo ciego por vivir. La libertad es un saber vivir, siempre opción-de, siempre elegir-entre, contrarresto de la voluntad. El límite de aquella, sería el fin, su icidio -límite, puesto que no hay libertad (ni voluntad) más allá de eso.

¿Por qué el color? El color es energía. Libertad => cambio. El color es cambio y por tanto mezcla. El color no puede vivir solo. Tiene que devenir en espectro. Ser color es ser familia. Ser color es ser otro color. El color es la libertad. Se es y no-se es.
 

2. ¿Futuro? Lo que le atañe al ser urgentemente. El pasado "fue", ya no existe (¿será en blanco?). No puede vivirse de nuevo. "Vivir en el pasado es un crimen", dice el octogenario artista (algunos viven en esa dirección).

Lo pasado es un affair ideal y acumulativo no exento de importancia, claro, pero a la vez, su trampantojostálgico termina carcomiendo la energía. La libertad se experimenta corporalmente, en carne y hueso. Ahora = Agudo filo entre ser y no-ser.

Presente es de-venir en ese otro del futuro al que vamos y que espera. El otro color. Elegir por encima del presente al borde del futuro.

martes, 13 de diciembre de 2011

Hoy: Proyección del documental "Waldo Balart en concreto"

Tras la cámara, Andy Warhol, durante el rodaje de su filme The Loves of Ondine, (1967-1968). Frente al lente, uno de los protagonistas, el pintor cubano Waldo Balart.

El documental Waldo Balart en concreto, escrito, dirigido y coproducido por Luis Deulofeu, cineasta cubano radicado en Madrid, se mostrará hoy martes 13 de diciembre a las 6:30 p.m. en la Casa Bacardí, sede del Instituto de Estudios Cubanos y Cubano Americanos de la Universidad de Miami, que dirige Jaime Suchlicki (Avenida Brescia, 1531, Coral Gables, 305- 284 - 2822). La presentación estará a cargo del conocido crítico, periodista  y promotor cultural,  Alejandro Ríos, director del programa La mirada indiscreta del Canal 41-WJAN/América Tevé y fundador del Ciclo de Cine Cubano en el Miami Dade College. El evento contará con la presencia de Waldo Balart. La entrada es libre.

sábado, 10 de diciembre de 2011

Mika Suite (Locomotion) - MIKARIMBA - Blue Note Tokyo



La nota de blues es la que le da el sello al género. Su fruición en el pentagrama colorea las derivaciones con que el jazz emprende sus horizontes a partir de los ancestros africanos. Esta incidencia le dio nombre a unos de los más prestigiosos centros de jazz en New York, por donde ha transitado la crema de sus cultores. A su vez, la franquicia ha extendido tentáculos a diversas capitales del mundo. No se concibe megápolis sin esta referencia sonora. Hoy día, uno de los más prestigiosos es el Blue Note de Tokyo. Además de lo que ha significado como meca de cocina gourmet,  por la plaza del cenáculo asiático del jazz han transitado Sarah Vaughan, Tony Bennett, Roberta Flack, Chick Corea, Oscar Peterson, Maceo Parker, Dr. John, David Sanborn, the Milt Jackson Quartet, the Jim Hall Quartet, and the Kyle Eastwood band. Su éxito es reflejo de que el diálogo musical entre Occidente y Oriente es un hecho y de que el jazz es un lenguaje plural entre los enamorados de la poesía melódica. El Blue Note de Tokyo ha demostrado con el tiempo que tiene swing, ese término tan vernáculo que retrata cuando un escenario combina sabor y avant-garde. Por ahí, en estos días, ha estado en el trasiego perfomático un pernoctante de este blog, repartiendo violinazos a diestra y siniestra entre otras figuras prominentes del starring jazz. Y acá, andamos aguardando noticias de ese trajinar bohemio. Mientras tanto, he aquí un ejemplo de como en Japón se le hace culto a una expresión imprescindible al entendimiento universal. (JotaeRre)

jueves, 8 de diciembre de 2011

Y[oyito] generation: el naufragio moral


 

Jesús Rosado

¿Por qué Y(oyito)? Bueno, es que el juguetón diminutivo que da nombre a la conocida fonda de Hialeah, la ciudad estadounidense de mayor densidad poblacional venida de Cuba y donde se congrega habitualmente el comensal criollo, se asocia a uno de los sucesos más sangrientos en la historia del condado, en el que el protagonista fatal fue precisamente un cubano. El acontecimiento, por su condición de masacre, se convirtió ante los medios y la opinión pública en la expresión extrema de un proceder oscuro que parece caracterizar a ciertas facciones de las últimas oleadas migratorias provenientes de la isla.

En el caso de Yoyito Cafe, el horror se origina en el ímpetu machista y la práctica de la violencia doméstica, un fenómeno exacerbado tras el arrasamiento del remanente ético en el paisaje bajo el castrismo. Quien sigue la prensa en Miami, lo sabe. Uno tras otro, como cuentas de un rosario diabólico, periódicos y noticieros nos desgranan el último hecho brutal ocurrido en la escena cubano-miamense. Un anciano que descarga la pistola sobre su compañera sexagenaria. Un duelo mortal entre dos Yarini sagüeseros por una “hembra”. O, más burdo aún, una contienda a tiros para conquistarse el derecho al parqueo junto a un edificio en la Pequeña Habana.

Pero la cosa no se limita en el drama a domicilio. Se desborda a proyecciones públicas de amplio alcance, enrojeciendo aún más la crónica, compitiendo con la noticia del narcotráfico mexicano o el bajofondo de Centroamérica. Efectivamente, junto al cubanazo de visita que se involucra en un confuso incidente de pedofilia, los titulares pregonan la captura de redes de fraude al Medicare, donde pululan los Reynier y las Yamilé de manera tan profusa que hay analistas que vinculan el lucrativo delito en la Florida con la tutela de los servicios de inteligencia de La Habana.

O qué me dicen, por ejemplo, del caso de Yanny Águila, el cubanito de 24 años llegado a Miami hace poco más de un lustro, quien al paso de tiempo se convirtió en promotor de la venta de armas a una organización terrorista del Medio Oriente. O cuéntenme del sacrificio ilegal de caballos para comercializar la carne, negocio manejado por cubiches que tiene su centro de operaciones en las fincas de Ockeechobee. O recordemos lo sucedido no hace mucho con el sonado caso de treces estafas hipotecarias donde estuvieron implicadas Yaneislys Acosta, Yurima Espinosa y otro puñado de timadores cubanos.

Ahora, hace apenas dos días fue arrestada Kenia Quiala Bosque, acusada de intentar vender su crío de ocho meses por la cifra de $7000. Dios nos coja confesados ¿Cuándo habíamos presenciado semejante desmadre cubano? A una mamá en nuestra tierra querida, siempre se le ha erigido un obelisco en la memoria, tributando la entrega y el sacrificio. ¿Qué frenesí es éste? ¿Depauperación moral que perfila al homo castrensis tras décadas de sojuzgamiento? ¿Neurosis cultivada sobre la formación disfuncional de un inmigrante traumatizado desde la procedencia con sus consecuentes fallas de adaptación? ¿O serán los efectos de la actual crisis económica en los grupos advenedizos? Tal vez, es todo junto.

La diferencia entre este antisocial de nuevo tipo engendrado por el castrismo, que viene saltando orillas en las dos últimas décadas, con la de los delincuentes cavernícolas que Castro infiltró en el éxodo del Mariel estriba en que aquellos fueron extraídos de la cárceles donde cumplían condenas por los crímenes cometidos. Estos de ahora no. Estos son entes pre-delictivos, algunos incluso hasta con instrucción por encima de la media, pero aspirando a ser carne de presidio desde la misma calle. En Cuba, vivían como normalmente sobrevive gran parte de la población en la isla: inventando, sustrayendo, empobreciéndose espiritualmente, acosados por las miserias y las bajas pasiones humanas, intoxicándose de marginalidad. Hasta que el modo de vida aberrante los convirtió en psicópatas encapsulados. Protohistoria del desdichado chupi-chupi. Acá, pierden la perspectiva de que viven en un estado de derecho, quebrantando leyes que propician y velan por la convivencia.

Me cuenta un colega que recientemente el Board de Educación aplicó una encuesta en escuelas de Hialeah. Las respuestas entre cierto segmento aún cercano a la actualidad cubana fueron tremendas. El holiday preferido era el 26 de julio. La queja fundamental era la falta de dinero para salir en las noches y divertirse. La mayor aspiración era el retorno a Cuba. No crean que es fácil ir tecleando estas circunstancias. Más difícil aún, es discernir cómo abordar socialmente un problema que impacta negativamente a una comunidad nutrida por exiliados laboriosos. Pero no podemos darle la espalda, hay que desnudarlo al ojo público y afrontarlo en su real dimensión. La matanza de Yoyito es la amarga alegoría de una generación torcida. Un conjunto humano pendiente del salvavidas, cuyas actuaciones desviadas son sombras sobre nuestro presente y que urgen de corrección civilizada para que no nos oscurezca el futuro.

martes, 6 de diciembre de 2011

Yo no soy cubano


Rosie Inguanzo

La noche calurosa y el sopor en el barrio afea las fachadas; pero los aires acondicionados disparados en este restaurante no se justifican. La ventolera artificial sopla sobre mi cabeza; el frío cala y desvalida, sudan gélidos los cristales al chocar contenidos por el calor afuera. Me invaden la vergüenza, el asco y el desprecio. Las mesas inundadas por seres que consumen sin conmiseración morirán groseramente- cavilo. Nuestros vecinos en la mesa continua me atormentan. El hombre grita porque no sabe, no puede hablar, y su mujer resopla entre el pan con mantequilla, los plátanos maduros fritos, el congrí y las masas de puerco fritas. Baja las cantidades que se le atragantan en el pescuezo (cuello tienen las vírgenes), con batido de mamey, y entre resoplido y resoplido hablan mierda a borbotones. Ella entierra sus uñas postizas y perladas en el pan con mantequilla sin percatarse que su arduo corazón trabaja el triple. Lo peor no es que sean gritones (me suenan los oídos y me pregunto qué me trajo aquí), lo peor no es que coman como animales, que eructen, que se tiren pedos espantosos, lo peor no es que cagarán gigantescos mojones de carbohidratos (la grasa que ingieren se queda ahí dentro), lo peor no es que sus mentes sean aún más nocivas, lentas como las digestiones interminables, dilatadas y ruidosas. Lo peor, no. Lo peor es que carecen de misterio. Si supiera que no me iba a sentir culpable después, con atomizador de pimienta acallaría sus comentarios racistas de ahora. Aaaaah! se burlan de la portada del Times con la familia Obama. Cuerpos voluminosos, desdén sobre la miseria atroz de sus imbecilidades diarias, de sus intempestivos gritos, sus risotadas estruendosas, sus letales juicios y animaladas sexuales, sus alientos: "Qué oscuridad en la portada" [...] "Vistes, vistes [sic] a la mona Chita"?! dice apuntando a Michelle.
  
A. y yo intentamos una conversación:
-Yo no soy cubano. Yo no puedo enumerar cuántas cosas en ese disco duro de la identidad son falsas dice.
-¿Disco duro de la identidad? ¿qué será eso? ¿no caduca? (cavilo mientras miro afuera) Va a llover. En cualquier momento rompe; fíjate qué cargado está el cielo.
Normalmente, cuando tú aceptas que eres como tú eres ya hay una falsa conciencia.
¿Por qué? –pregunto.
Tú no eres nunca lo que tú crees que eres; siempre te estás retratando para una ocasión específica.
(Le mira el escote a Mariselle, la camarera que es una criollita de Wilson, su nombre prendido en un broche de plástico verde sobre el seno; yo también se lo miro guiada por sus ojos. Ella huele a colonia de violetas barata. Fresca como una niña.)
¿No van a ordenar frijolitos negros con el arrocito? dice Mariselle arrastrando los diminutivos, buscando mi aprobación; pero niego con la cabeza, y le agradezco que me pregunte a mí primero.
He decidido ser flaca. (Lo miro y le digo a él la misma cosa).
...o retratándonos para una conveniencia ocasional compruebo que a él le gusta lo que dice, goza su propio discurso.
...hasta se cumple en la cocina. Hay ciertos sabores que me son más afines; ahí están mi madre y mi abuela, las pizzería de La Copa, el guarapo de Regla, el bocadito de pasta de jamón en la cafetería de El Encanto. Quisiera salir de la sangre y de la tribu y poder encontrar a alguien fuera de eso, en una burbuja.
Pero si todo ese discurso tiene que ver con el proceso de desarraigo, A.: "tú me rechazaste y yo me voy a comer el mundo". (Busco sus ojos pero me desestima el argumento). Eres por naturaleza un individuo irrestricto; no te suscribes a nada. 
(Ahora sí me mira; qué fácil: apelas al ego y él obedece, redirige la atención, cae.)
Ah, está bien asiente.
¿Por naturaleza o acondicionamiento? pienso en voz alta, cuando un relámpago de afuera ilumina la mitad de su rostro escuálido. 
Lo que me separa del orgullo de ser cubano es una posición bélica, de rechazo. Como principio yo no quiero ser yo. ¿Por qué? Porque encuentro muchos aspectos del yo que son vergonzosos.
(Una voz fañosa, mal colocada encima de la nariz, atraviesa nuestra conversación como un latigazo.)
¿Que, quéeeeeeeeeee? -grita mi vecina teñida de rubio amarillento con chispeantes uñas postizas rosa-plateadas, su vestido chillón bordado con perlitas y entallado en negro, su lujo arribista, sus soplidos y sofoques imponentes.
No son malos -dice para sentirse menos culpable.
No necesitan serlo; son nocivos. Son una plaga. Beben vino barato de aquí; son viejos e inmorales por ello. Me cago en su madre, gorda gritona.
Ahí están nuestra dieta y hábitos culinarios circunscribiendo nuestra conducta social: el chicharrón de puerco, buñuelos fritos enchumbados en almíbar de anís, pata de cerdo y panza de res, rabo encendido, potaje de frijoles negros, etc. Nuestras digestiones lentas y ruidosas, el espesor y la macicez de nuestras deposiciones, son directamente proporcionales a la solemnidad, la densidad y el tono grave de nuestro intelecto, la importancia personal, el jineterismo, la chivatearía, el desmadre, los niños balseros, la chicharronería, la misoginia, el racismo, la deshonestidad, lo antidemocrático, la incivilidad, el chovinismo, el derroche de hombría… (¡uffff qué nausea!).
Y por eso voy contra un yo que me apabulla. Hay que escapar de esa trampa, men. Sino la nostalgia se me convierte en un pilar de sal.
(Entra y sale un relámpago de la pecera, retratándonos a través del vidrio ahumado.)
Esta es la ciudad de los relámpagos. ¿Viste eso?; ¿quieres algo más? Estoy muerta de frío; no puedo con esto. Frío el cuerpo y el alma entrada a palos, me congelo.
(Mira afuera como si escapara de aquí, aunque el ambiente se matiza con Diana Ross…killing me softly...la oye y se entibia.)
Sopa con ira (soplo con ira la sopa de pollo con demasiado bijol, aunque buena), sino la vida es una mierda digo .
Y qué buen final caramba, qué buen final; pienso que transcribiré esta conversación en cuanto lleguemos a casa. Porque casi siempre conversamos para alguien: ese observador imparcial, ese juez. Ése que decidirá quiénes somos, qué tal pasamos la prueba, la infamia. Soplo mi sopa y empaño la mirada, refugiada en mí misma, en él, en la dignidad impecable de la llovizna contra el vidrio.

Ileana Fuentes sobre la violencia contra la mujer cubana en la sede de NACAW, NJ

Bajo el título: Cuba post 1959: Cincuenta años de violencia en contra de las mujeres, la escritora y activista de derechos humanos, Ileana Fuentes, Directora de la Red Feminista Cubana, ex-académica de la Universidad Rutgers, y miembro del Free Cuba Task Force de NJ, disertará el sábado, 10 de diciembre en los salones de la Asociación Nacional de Mujeres Cubanoamericanas (NACAW), radicada en el 308 38th Street, Union City.

Fuentes hablará sobre la violencia institucional que han padecido y padecen las cubanas, y en particular las opositoras y disidentes, en la Cuba actual, y hará un recorrido histórico, desde el presidio político de mujeres de los años sesenta, hasta el atropello de hoy en las calles de Cuba contra las Damas de Blanco y otras opositoras pacíficas.

Este evento se une a la observación internacional de los 16 Días de Activismo para la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, que se celebra entre el 25 de noviembre - Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra la Mujer- y el 10 de diciembre -Día Internacional de los Derechos Humanos. El evento es gratis y abierto a la comunidad.

Sábado, 10 de diciembre 2011 a las 2 pm - 308 38th Street, Union City, NJ 07087
Patrocinan: Asociación de Mujeres Cubanoamericanas (NACAW) y Red Feminista Cubana (REDFEM)

domingo, 4 de diciembre de 2011

gaticos y gaticos, de teresita ortiz en books & books

Cats & Cats
... en Books & Books
Curadoría y texto: Eduard Reboll

En el antiguo Egipto, la diosa Bastet se representaba con cara de gato y era la encargada de dar felicidad y armonía al hogar. En su vida peregrina, Mahoma, cita en sus Hadith (dichos del Profeta) que hay que respetarlos y cuidarlos bien; se dice que, su gata Muezza, sí entró en el Paraíso gracias a la confortabable compañia y ternura que le ofreció. Pero los gatos de Teresa Ortiz (Guantánamo, Cuba) no llevan la religiosidad de la cultura del Nilo, ni el rostro apacible y taimado de las tierras del Islam. Sus gatos, más bien, parecen sustraídos de la picaresca española, del tratado medieval de Le Livre de chasse de Gaston Phoebus, de la línea clara y volátil de lo narradores de cuentos japoneses como Kitamura, o artistas de la talla de Yoshitomo Nara. Estos felinos juegan o se pasean por el mundo montados mayoritariamente en bicicleta…homenaje directo a su octogenario padre que reside en Cuba y aún no la ha abandonado en su recorridos por la ciudad -intentando humanizar la vida cotidiana de su entorno. Hacen malabares, socializan entre ellos, van de excursión, ruedan por caminos circulares, prueban distintos biciclos hasta el punto de escoger la última versión en carritos Toys “R” Us,  para llevar a sus bebés.O consiguen, incluso, soñar que pueden ser actores importantes y rodar películas (hay composiciones que recuerdan escenas del  E.T de Spielberg) para la industria cinematográfica de Hollywood. Pero, puestos a especular, podríamos también hacernos las siguientes preguntas: ¿Son más gatos o son más “gatas”? ¿No les produce la impresión que, cuando están en grupo, imitan más a una manada de sus enemigos, los ratones, que a su propia especie?. ¿Por qué a veces los desfigura con su trazo como gatos-búho, gatos-lince, gatos-hombre, gatos-zorro o gatos-ardilla?. ¿Qué hay del anti-gato que nos muestra que nada tiene que ver con la independencia, soledad o nobleza de los que acariciaban escritores como Hemingway en Finca Vigía, los que canta en su oda Pablo Neruda, o los que revueltos en la casa acompañaron al mexicano Carlos Mosniváis hasta sus últimos días? Gatos al fin y al cabo. Domésticos o protagonistas como lo han sido a lo largo de la historia del cómic y el cuento: el gato Félix, Tom (& Jerry), Garfield, Pumby, el del Dr. Seuss, Hello Kitty, los Aristogatos, El Barón, etc. Pues bien, aquí les dejo con el gato (…o la gata) Ortiz. Llegó desde la más tierna infancia guantanamera, cruzando el charco en bicicleta y esparciéndose por los tejados y calles de la ciudad de Miami, o por la que, en estos momentos, tenga Ud. en sus sueños dibujada en un papel.

Mi terraza en Tejadillo


Ernesto González

Los sábados por la noche y los domingos el juego predominaba en el burgo de costura y tijeretazos de la calle Tejadillo, con su cocina, un cuartico con la litera de los jimaguas, la cama de Tita y Pichi y un cuarto de seis metros por cuatro. Lo sé por las veces en que fue medido en mi presencia, por presuntos compradores, en esas empresas de Tita destinadas a mejorar la vida de sus hijos. Mi terraza, la llamaba Tita, fantaseando con el traspaso del frescor del portal, el patio y el traspatio de la casona de Ciego de Ávila, a una azotea de La Habana Vieja. Al solar se entraba por el portón de madera, se atravesaba el patio de cemento y se tomaba la escalera de caracol a la cual los jimaguas conectaban un cable de doscientos voltios, al atardecer, para evitar equivocaciones de la gente. Un grito de ¡sube! aseguraba la desconexión del sistema de seguridad, uno daba seis vueltas en espiral ascendiendo por la escalera estrecha, y entraba mareado y encogido al único burgo auténtico de la ciudad.

Habíamos sacado la mesa para la terraza, y jugábamos canasta. Tita y Consuelo seguían concentradas en las cartas que iban recibiendo de mis manos, revisándolas y organizándolas por su valor en las suyas. Mami se casó hoy por la tarde, soltó mi marido.
¿Cómo?, ¡no lo puedo creer! Mi suegra ni chistaba. Las cartas apiladas en el canastero aumentaban. Con la esperanza de llevarse la tonga de cartas para hacer canasta de canastas, a Tita poco le importaba el resto de la humanidad. Hasta podía ser bombardeado el barrio y destruida «mi terraza». Tita sólo tenía ojos para el abarrote de cartas en el canastero colocado al centro de la mesa. Miró con ojos de viciosa a su compañera de juego y dijo: Jueguen, niños, por favor, jueguen.

Ángel y yo estábamos perdiendo, nos veríamos obligados a entregar el paquete de cartas que ansiábamos los cuatro. Con Tita y Consuelo lo mejor era perder, eso nos evitaba presenciar una bronca infinita en la que las dos se acusaban por malas jugadas. Ángel taponeó el paquete con una «flor». Consuelo se quemó con el gnomo rojo que corría de extremo a extremo de las comisuras de sus labios y lo escupió: ¡Coño!

Ángel estaba luchando por irse. Quiero decir, por irse del juego. Cerrarlo, soltar las cartas de mano para que no se las cuenten y terminar el juego sin que las vencedoras posibles completen su canasta de canastas. Por eso a Consuelo y Tita cada tapón que las alejaba del paquete, les caía como una zozobra. Las dos encendieron cigarros. Mi impaciencia por saber quién era el nuevo marido de mi suegra y enterarme de los pormenores de la boda, la resolvió Ángel con un seis que echó en el canastero.

¡Al fin, cará!, soltó Consuelo parándose para ir al baño. Raras veces un contrincante se les había ido a estas jugadoras de la época y tampoco sucedería esta vez. Tita suspiró y cogió las cartas de mi marido y las mías para contar su valor. ¿Para qué vas a contar?, dijo Ángel, no pierdas el tiempo, ahí está la canasta de canastas. ¡No, no, no!, insistió Tita, hay que contar y pagar. Las deudas de juego son deudas de honor.

Ángel desembolsó los cuatro pesos y veinte centavos. Tita separó dos pesos y diez centavos para Consuelo y su mitad de la ganancia la guardó en el monedero. Enseguida, con mayor alegría por haber completado su canasta de canastas que por tener marido, Tita se viró hacia mí: Ay, hija, lo que no me gusta es que es bajito y colorado. ¿Sabes cómo le dicen sus compañeros de la prisión? El pescadito.

Ocurrió un milagro de pulcritud y hábitos escolásticos, de sistematicidad y ornato nunca vistos en las habitaciones de los Augiers desde los tiempos de la casona de Ciego de Ávila, cuando aún no habían emigrado a La Habana. El derrame de ceniza y nicotina de los ceniceros grandísimos, que trasnochaban y dormían apestando a demonio encima del televisor y en las losas del piso, desapareció como por encanto. Se transfirieron al infierno los cabos manchados de pintura de labio de Consuelo y los de cigarros caros de las clientes barnizadas de Tita, junto con ciertos cabos al natural que también contenían los ceniceros. Los despojos de la costurera haute couture de Tejadillo, como se auto-proclamaba Tita, se desvanecieron. Esos desperdicios que un día juré no volver a barrer, por resurrectos y desafiantes, veteaban la superficie de «mi terraza» con trozos de lamé, licra, ballenas para el busto, hombreras, lentejuelas, canutillos y lazos de las clientes venturosas, junto con los colorines, el brillo y el láster de las menos afortunadas cuyo costo de hechura Tita rebajaba a petición.

Los desayunos, almuerzos y comidas en casa de Tita siempre habían gozado de la filosofía de sírvanse que los calderos están llenos. Era una invitación perenne de mi suegra a la familia y a cualquier visitante, para que vaciaran las cazuelas desde las hornillas donde estaban colocadas. Esas comilonas de casa de mi suegra, que ignoraban las complicaciones estomacales, adquirieron una fidelidad británica a los horarios. Las peleas entre los jimaguas, y con Pichi a la hora del baño, las discusiones sobre béisbol de sus hijos varones y sus historias de conquistadores, ya no eran mitigadas por los exabruptos sin asperezas de Tita, sino con frases delicadas: Niños, hablen bajito, por favor, tranquilícense. No me dejan oír, muchachos, no me dejan oír a Felipe, por favor.

Las frases de Tita, que controlaban las furias adolescentes de sus retoños, nunca habían sonado demasiado fuertes, y ahora eran de una total levedad. Un milagro restituyó a los Augiers el orden de la vida de los tiempos de su casona de Ciego de Ávila. Un milagro realizado por el rebrotar del amor en el alma de Tita. Y causado por un solo pescadito.

Tita venía a casa a menudo a ver a su nieto. Le traía pantaloncitos y camisitas confeccionados con retazos y muy bien combinados por la maestría de la única haute couture de La Habana Vieja. Un día le pregunté si eran reales las especulaciones que tejíamos mi marido y yo.

Ay, hija, el hombre me está rondando, y yo no me decido. ¿Y por qué, Tita?, Felipe es una persona agradable, un hombre tranquilo, serio. Ay, no sé. Tanto tiempo sin tener marido... Esto no estaba en el programa. ¿Te agrada? Sí, sí. ¿Y entonces? Hay una situación difícil, mi nuera. No le habrás cogido miedo al sexo, ¿no? Bueno, sí, en parte. Pero, además... ¿Acabarás de hablar, chica? Ay, Ely, no lo vas a creer de una costurera: tengo un solo blúmer sano, mi hija. ¡Ay, Tita, vieja!

Me los mostró al día siguiente. Los blumers de Tita habían recibido una descarga de fusilería de variados calibres. Ni ella, con lo magnífica que era dando puntadas y haciendo dobladillos invisibles, hubiera podido enhebrar el campo de batalla hueco y ajado que eran sus blumers en la gaveta del escaparate. Arriba, Tita, la embullé, mañana nos vamos para las tiendas a la caza de blumers. Con dos que me tocan a mí y dos de tu libreta podrás ir tirando. Vas a ver. Ni te molestes, que no hay. No importa, vamos a las quincallas de los repartos.

Repartiéndonos el tamaño y el peso de mi hijo Angelito, Tita y yo visitamos varias tiendecitas de Buena Vista y Almendares. Nada. Nos informaron que los habían sacado en Guanabacoa y hasta allá fue Tita sola. Nada tampoco. Yo guardaba dos blumers nuevos en mi cómoda y se los di.

Tita pudo volver a disfrutar del amor. En las fotos que me había mostrado, junto a Ángel el viejo y a sus cuatro capullos de varones, resplandecía una Tita como la que yo veía ahora. La Tita que desaparecía cuatro o cinco horas de «mi terraza», acompañada por un pescadito manchado de rojo que se la llevaba a la posada de 11. Después me convencí de que me había extremado en la comparación. A pesar de mi visión acrecentada por el gusto de ver a Tita sin soledad, supe que el amor la había retoñado. No sería el amor fructuoso que nos rodea de hijos y nos ilumina con devoción. El amor del pescadito era precario y gris por los años de reclusión y nunca llegaría a ser lo que Tita sintió por Ángel el viejo. Pero era un amor que desgranaba urgencias por sembrarse, y lo logró. Es que es así, cada mujer tiene dentro un despertar permanente que reverdece al contacto con la más simple esperanza.

«Mi terraza» fue fortificada por los Augiers, a pesar de las protestas de Tita, con cinco troncos que Pichi no había tallado, una talla de un metro que evocaba una pareja haciendo el amor, una plancha de cobre y unas cavillas. Eso y unos cien ladrillos eran el armamento con el cual mi marido y sus hermanos defenderían el burgo de su madre. Imagínense, se disculparía Luis después, estábamos en el mitin de repudio de Roly, y un tipo de cuarto año empezó a hablar de ustedes dos, que si la mamá de ustedes se iba, que si ustedes no habían ido a clases...

Como estábamos cerca de Tejadillo, ya tú sabes, completó un segundo compañero de los jimaguas, pa’llá, menos mal que pudimos avisarles. Entró al patio el grupo de la repudiación migratoria. Sin embargo, las vociferaciones de moda no hallaron eco en los vecinos de Tita, que cerraron puertas y ventanas. Oigan, hay un malentendido, los jimaguas no se van del país, recalcó una mulata que recogía sábanas y toallas de la tendedera del patio, es Tita, la madre, la que se va, ellos no. ¿Y cómo está tan segura?, atacó un gordo que nadie sabía de dónde había salido, en este país hay muchos tapaditos. Y siguió liderando el mitin con gritos de ¡que se vayan! Con esa premisa de equivocación, el bis de los universitarios se fue enfriando. Los jimaguas, arriba, asomados por las ventanas entreabiertas, notaron que sus compañeros de estudios se escabullían por el portón del solar hacia afuera. Hasta la instigación del gordo desconocido, hubo de recoger velas y desaparecer, vistos la deserción en masa y el aumento del silencio en el solar. Y el recitativo sin público ni orquesta acompañante que era su estampa de sudores y gritería, parado en el patio, manoteándole a la estoica placidez de «mi terraza».

Estábamos todos en allí. El policía de la motorizada, con la citación de la salida, subió la escalera de caracol a la cual los jimaguas le habían desconectado la doscientos veinte en su espera. Subió la gente de los cuartos de abajo. Del solar más familiar de La Habana Vieja no demoró nadie en ascender la espiral que conducía a «mi terraza», para despedir a Tita a las dos de la mañana. La besaban, la abrazaban repetidamente y se iban, porque sabían que Tita quería esos últimos minutos en Cuba, para sus hijos. Cuatro hombres llorosos, como hermosos troyanos que desearan reposar, rodearon a su madre y la abrazaron. Y se abrazaron a su vez, y se besaron todos, hermanos y madre. El olor a colonia en los pañuelos masculinos flotó sobre el grupo al secarse las lágrimas unos a otros, al besar las de Tita, al apretarse.

El pescadito y yo éramos dos intrusos sin territorio en esa pastoral de la despedida de los Augiers. Él, observándolos sentado a la mesa, quizás recordando que hacia donde se dirigía tenía tan poco esperándolo como tan poco le decía adiós desde donde partía. El pescadito pensaba, mirándolos, sin la alegría que esperaba verle. Yo, sin alegría, como esperaba verme. Volví a cojear. Mi clarividencia de hija volvía a cojear. Se me iba Tita, la perdía por no sé cuánto tiempo. Perdía a mi suegra querida, una suerte de torniquete que reimplantó la pata que debía haber sido mi madre.

Tita y el pescadito salieron de Cuba en una lancha el seis de mayo del ochenta. Tita dejaba en La Habana el llanto de cuatro hombres confundidos, un retoñito de varón que la extrañaría a diario y una nuera quejosa por el retorno de la cojera. Se iba a cumplir el destino rediseñado para ella por el arquitecto sin titular de su hijo.

A poco de haber llegado a Miami, y con la confusión de sus hijos fija en una sola imagen que se reproducía sin descanso, se sumaría otra ausencia al sobrecargado corazón de Tita. En la Oficina de Inmigración que programaba el futuro de los presos políticos cubanos, se le detuvo el corazón al pescadito. Felipe siempre me pareció un pescadito que vivía fuera del agua por una sed de supervivencia y condicionamiento de sus pulmones, no porque lo deseara. Como todo lo impuesto, el condicionamiento de sus pulmones era frágil y lo ahogó. En una cola para recibir su futuro, abandonaba a Tita a un destino remodelado por su hijo.

sábado, 3 de diciembre de 2011

Palo: Lengua larga



Hoy los dueños de la madrugada fueron estos laboratoristas del funk lidereados por Steve Roitstein, con el inmenso Ed Calle en el saxo, Raymer Olalde en los timbales y Philbert Armenteros en las congas. La autora de la pieza y vocalista es Leslie Cartaya, una intérprete sensualísima que seduce e induce, mareando a ambos sexos. Palo está al borde de la trasnochada de dos orillas, una investida del sonido afro, la otra, que aún hospedándose en Miami, registra el sonido newyorkino. Al punto, que después de disfrutarlo en el célebre nigthclub de la calle Ocho, te parece que a la salida te toparás los rascacielos de Manhattan con sus olores suburbanos, pero entonces la brisa salitrera que sube de Brickell golpea el rostro y la bocanada del Romeo y Julieta junto al trozo de luna te juegan cierta tetra habanera. Como para que los noctámbulos de Madrid o Tokyo languidezcan de envidia. (JotaeRre)

viernes, 2 de diciembre de 2011

15 Haikus


Andrés Reynaldo 

1
Dorado gajo
alumbra la ventana.
Su raíz muerta.
2
Bajo el lodo lleva un año
el sapo rey.
Pero despierto.
3
Yourcenar, Borges,
Jünger. Del viejo pozo
bebe el valle.
Bajo el río
va el hipopótamo
como la liebre.

5
Joven abeja
arremete su sombra
contra la pared.
6
Para seducir
muestra el lagarto
su oculta piel.

7
Toda una vida
para ir a la ciudad.
Y no ver la puerta.
En pocos días,
sin palabra, el hijo
educa al padre.
9
En la mañana,
el ruiseñor escucha
antes de cantar.
10 
El lobo muerde
el borde de la luna.
Sangra el roble.
11
Sobre el techo
se escuchan los pasos.
Lo otro no duerme.
12 
Diestro barbero.
Pero las otras manos
Cortan su pelo.
13
Tocas la puerta.
Pero no sabes por quién
debes preguntar.
14 
Poncio entregó
al judío. Así Poncio
entregó a Roma.
15
Entre mis manos
la hoja yo contemplo.
¿Contempla la hoja?

Esta noche en Miami...

cats and catsin Books & BooksBooks & Books
dibujos de Teresa Ortiz

“…her cats seem to be taken from the Spanish picaresque novel, from the Medieval Essay, “Le Livre de Chasse” by Gaston Phoebus, or from the clear and slight line traced by Japanese narrators such as Kitamura”...

Curado por Eduard Reboll
Books & Books
265 Aragon Avenue, Coral Gables
Hora: 7:30 pm

jueves, 1 de diciembre de 2011

Ahora hay que decir: ¡sé mujer!



aTriFf

¿Por qué la mujer? Me meto en un terreno peligroso. ¿Es la mujer más valerosa que el hombre? No, el valor no es un asunto de sexo. Entonces mi pregunta pareciera vacía.

Pero no lo es. La pregunta se apoya en el vértice de la realidad. Hoy por hoy, cuando se trata de jugar al duro, el hombre le vende a la coyuntura. 

¿Me explico? El hombre cubano ha decidido mantenerse al margen. 

¿Qué nos pasa a los hombres? La pregunta es hueca. Hay una generación de mujeres señalando el camino. Y no necesitan de nadie para caminarlo.

Que no me digan ya más "sé hombre". Ahora hay que decir: "Sé mujer".  

Mujeres cubanas de nuevo a la carga

Tres valientes activistas, Ivonne Malleza y Blanca Hernández, apoyadas por Mayra Morejón, iniciaron una protesta al mediodía del miércoles 30 de noviembre en el Parque de la Fraternidad de La Habana, donde se escucharon gritos de libertad mientras la policía las arrestaba. De acuerdo a la información, las  mujeres son miembros del Movimiento Damas de Blanco Laura Pollán, aunque este tipo de acciones la hacen independiente de dicha organización. La noticia es reportada por Roberto de Jesús Guerra de la agencia independiente Habana Press y he aquí la trama gráfica del suceso:


Numerosas personas se agruparon alrededor de las mujeres dándoles muestras de apoyo hasta que arribó la policía y reprimió violentamente la protesta.

miércoles, 30 de noviembre de 2011

Presentación de La Práctica del Arte Concreto de Waldo Balart (fragmentos)



Jesús Rosado
                                                                              1

… el arte de Balart puede estar vinculado subliminalmente al de Carmen Herrera, Rafael Soriano o Sandú Darié, por citar algunos ejemplos del concretismo cubano, pero en verdad brota desde una filosofía muy personal y se surte de referencias universales e información histórica. A partir de ello, reimprime elementos innovadores y sorprendentes a la manera de desarticular y reconstruir el espacio sobre lienzos, papeles y volúmenes, experimentando con luz, colores y fosforescencias inéditas en los caminos del arte concreto en la contemporaneidad. Tal reformulación ha recorrido un camino de indagación y contemplación. Si bien hay un punto de partida instintivo hacia la idea, su traslación al planteamiento visual es filtrada por el discernimiento cognoscitivo. Esto ayuda a comprender por qué el arte de Waldo es un emisor de formas simultaneado con el procesamiento de conceptos.

Visto así, Balart se coloca junto a Enrique Riverón y Agustín Fernández como exponentes del tránsito de un pre-conceptualismo cubano hacia la postmodernidad, coincidiendo en que los tres han experimentado el influjo directo del mainstream.

Lo particular –y llamativo- en Balart es su condición de ión suelto. Por su fecha de nacimiento debía ubicarse entre las generaciones intermedias que siguieron a la vanguardia histórica del arte cubano, pero el momento, el lugar y la manera en que se inicia en la pintura, lo hace un caso atípico.

Además, aunque él mismo proclame su filiación raigal y su espectro cromático parezca portar genes de abolengo caribeño, su obra ha de aceptarse como el arte cubano más newyorkino, mediterráneo y berlinés que ojos humanos hayan visto.

Razones que descolocan la lógica del historiador obligado a reservarle un nicho aparte, sin obviar las conexiones inherentes a su contexto de origen.

                                                                            2

La otra faceta de Waldo que está visceralmente ligada a su pasión pictórica y explica lo que estamos haciendo esta noche es justamente el ejercicio teorético.

En el contexto cubano, las inquietudes intelectuales de Waldo llevadas a letra impresa lo asocian a un grupo muy selecto de artistas visuales cubanos que han ejercido la teoría, la crónica y la crítica públicamente…

… En el caso de Waldo Balart, el texto que presenta en la noche de hoy, si bien se puede afirmar que en el plano teórico viene a ser su capo laboro, en realidad, condensa una larga trayectoria como formulador de criterios; La práctica del arte concreto está precedida de una secuencia de reseñas periodísticas, artículos de ideas y conferencias iniciada a principios de los años ochenta. De manera coincidente, esa es la época en que se rebasa en el interior de la isla la etapa más gris del pensamiento visual y comienza a integrarse la propuesta conceptual a la obra de arte. Es un despertar estético que entraña confrontación y búsqueda de libertad.

Es mera coincidencia que Waldo entonces haya emprendido justo en esos años su participación más activa en el campo de la teoría. No hay conexión directa entre acontecer nacional y biografía exiliar. Ni remotamente ocurre algo semejante al caso de Ana Mendieta. Pero es inevitable pensar que hay algo metafísico en esta convergencia. Es como si se presintiera un eslabón invisible y metafórico.

                                                                              3

…el Waldo artista y teórico se insertan perfectamente en el criterio de que con el exilio forzoso la cultura cubana es compensada, sobre el escarpado desarraigo, por un desbordamiento. Las artes visuales junto a otras manifestaciones estéticas condenadas al destierro se integran al proceso de negociación de identidades que ha descrito tan acertadamente el ensayista Jorge Gracia.

Aquel artista cubano de la diáspora que ha logrado una obra vigente es porque ha sido capaz de sincretizar su identidad cultural con el contexto ajeno. Ha superado la división ficticia entre mainstream y periferia. Ha luchado por emanciparse de los estragos del colonialismo mental y fluye como partícipe de una cultura globalizada. Ha tomado y ha ofrecido. Y en ese intercambio la cultura cubana se ha enriquecido, expandido y sofisticado como complejo antropológico transterritorial.

“La libertad”, decía el escritor Manuel Azaña, no hace felices a los hombres; los hace sencillamente, hombres”. De la misma manera, la libertad hace artistas a los artistas. Los hace responsables, los destiraniza.

Eso fue lo que logró Waldo cuando llegó a New York y se redescubrió como ser humano y como artista. Su obra es resultado de una épica interior transgresora nacida en ese momento libertario. Una libertad que transitó de sensación y anchura de pensamiento a multiplicación de posibilidades en la estructura de colores y el juego con las formas.

El arte abstracto y, en particular, el arte concreto, en mi modesta opinión, es la expresión visual más disidente. Emerge y progresa radicalmente contrapuesto a la noción de poder y a las ideologías de control. Pero, lejos de enajenarse, viaja hacia el meollo de la vida. En el caso de Waldo viene a ser indagación sociológica traducida en lenguaje de proporciones y luz. Su taller es un laboratorio cerebral donde el experimento central versa sobre la existencialidad y el último noticiario político es definitivamente efímero.

En su ensayo trata de explicar ese camino hacia la libertad y los valores espirituales que subyacen en una propuesta que discurre por entre el uso riguroso de la geometría. Como Mondrian busca la esencia apostada tras la forma racional. Como Kandinsky hurga en la emocionalidad de los matices y colores. En su caso aporta un sistema alternativo de representación que le posibilite coherencia en medio de ese caos deslumbrante que es la creación.

Pero voy contradecir el mimetismo al que sucumbimos los cubanos. El modo de problematizar la composición denota en Waldo lo que Triff ha denominado concretismo balartiano, para personalizarlo como aporte. Si se quiere comprender la clave de ese fundamento estético hay que acudir al peregrinar expuesto en el libro. A interactuar con una intelectualidad original que está a medio camino entre transiciones generacionales e ideológicas y que pertenece más a los albores del siglo XXI que al curso del concretismo en el XX.

Olvidémoslo. Balart no es nuestro Kandinsky tropical, ni nuestro Mondrian caribeño. Waldo es Waldo. Es más: parece ser nuestro y, a la vez, no. Y es que lo he dicho, para los estudiosos sería más recomendable asumirlo con una lógica deslocalizada.