miércoles, 30 de marzo de 2011

Arte versus pedofilia

                                                Bejarano, Agustín. Morir de bochorno. acr/tela (200 x 170 cm). 1996

En materia de pedofilia del dicho al hecho, entre La Habana y Miami, hay un trecho. Si a este "consagrado" del arte en la isla el destino le perdonó quién sabe cuantas infamias clandestinas, en Miami le ha tocado el descargo de su karma. Una carrera tronchada, una familia destruida y, sobre todo, una criatura con su inocencia lastimada, desconociéndose a ciencia cierta hasta dónde y cuándo. Allá en la sociedad del "hombre nuevo", el acto enfermizo tal vez hubiera sido penado con atenuantes atendiendo a su filiación, su apego al oficialismo y su estatura pública. Aquí lo que vale es la gravedad del crimen. La única compensación individual, si merece llamarse así, será el reconocimiento a través de una declaración confesa de que junto al talento siempre coexistió un ángel oscuro. Y los ángeles oscuros, bien sabemos, viajan intuitivamente hasta su morada natural: el espacio carente de luz. Allí donde la vida se torna en muerte por autoasfixia. A ello, quizás, fue a lo que finalmente el hombre sensible dentro de la bestia decidió enfrentarse. Pero posiblemente subestimando el peso de la justicia por estos lares. Para pensar y sufrir la distancia del trecho ético tendrá ahora mucho tiempo por delante. (JR)

sábado, 26 de marzo de 2011

el desastre arte américas 2011

 arte américas 2011 nos regala una verdadera ensalada mixta hiper-surrealista

alfredo triff

la feria arte américas de 2011 deberá pasar a la historia como la peor de su azarosa biografía. imaginen una mujer emperifollada con toda suerte de indumentos y atavíos de estilos diversos y contrastantes: rascamoños, collares diversos, botones refulgentes de fantasía, pendientes y colgajes, aderezos trastornados y coloridos. arte américas (aa en lo adelante) prueba fehacientemente que la coherencia del todo no tiene nada que ver con la incoherencia de las partes. (nuestro comentario en letra minúscula pretende emular el logo de aa).

no hablemos de la poca calidad de la presentación en sí, las obras colgadas con poco cuidado, sin coherencia entre galería y galería, letreros impresos con diversos tipos y cortes, piezas descuadradas otras semicaídas (o en el piso sin colgar), tramoyas obtusas, cables a la vista. no hablemos de la colocación caprichosa de los proyectos, kioskos de comida y esculturas mediocres. ¿cómo puede cada galerista "curar" tan malamente su propia selección? no se sabe. a no ser que el propósito sea vender a toda costa. sin embargo, el viernes por la noche a las 8pm la feria estaba vacía. 

¿quién concibió semejante disparate? ¿alguien supervisó el resultado?

algunas paradas en aa son dignas de algún pulguero elevado,1 lo que hoy en día aparece en las guías turísticas de dade como Arts & Crafts y que presentan eventos una vez al año a través de los cuatro puntos cardinales del condado. hay pinturitas y bisuterías para todos los gustos y edades. es decir, algunas galerías de aa merecen figurar en el Coconut Grove Arts Festival. otras son dignas del Pulguero de Opa Locka.

cuál es mejor contexto ¿pulguero o feria?

¡nada de rebajar con esto el status del pulguero! au contraire, este tiene su función específica. para analizar la relación entre pulguero y aa habría que hablar de la abusada "autenticidad".2 una buena pintura en el pulguero de Opa Locka tiene más mérito que esa misma pieza presentada en aa (fuera de su contexto, en medio de un espacio de espejismos y aperiencias en pleno miami beach, isla cosmopolita gentrificada, en el mismo lugar que ocupa nada menos que la alpina y correctísima Art Basel, cada diciembre). 3

aa es un travesti (con perdón de los travestis). no hay nada peor que pretender ser una feria del high art de las américas de manera tan cursi. 

ese "pretender" explica que por qué aa se vende al descaro. la comercialización del espacio dentro del centro de convenciones es bizarra. la prueba es el kiosko conspicuo de Tiffany & Co. (estratégicamente colocado en un axis de la expo) con un montón de señoras mayores probándose prendas. ¡con un cuadro de $15,000 se lleva un pulsito de tiffany a medio precio!

 kitsch como high art en aa

claro que habían obras meritorias, claro que podían contarse con los dedos de la mano algunas galerías presentando producciones más o menos interesantes. claro que esos mínimos espacios tienen valor, pero el todo, el peso del propósito sin propósito de aa es sencillamente aplastante. y no deja obra buena alguna respirar. 

reciclaje de plástico en aa

la falta de visión de aa queda resumida en un artículo de MAG Miami Art Guide titulado "arte américas 2010 renovada y renombrada" donde su directora dora valdés fauli expresa: "arteaméricas cubre diferentes formas de arte [...] es una feria, una feria boutique, dedicada básicamente al arte latinoamericano ". la declaración de valdés fauli no merece siquiera decifrarse.

aa debiera establecer un criterio de selección honesta que refleje su misión, cualquiera que esta sea. si el arte refleja los tiempos difíciles que vivimos, al menos podemos disculpar a aa 2011 por su falta de visión. esperemos que el 2012 sea mejor. y es que cualquier cosa podrá serlo.

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1el pulguero aquí no es tratado preyorativamente. 2cada vez más curadores se percatan de lo se ha llamado "contextualidad", cómo cada pieza (con)tiene un sentido específico que pierde cuando es separada de ese tiempo y espacio que ocupó. en su libro Reinventing the Museum, Gail Anderson toma el concepto de aura de Benjamin para analizar el problema de cómo preservar o sencillamente afrontar el problema de tiempo y espacio que el museo homogeniza. la presentación es fragmentada o sencillamente un travesti de su original, en el peor de los sentidos. Amy Levy en su libro Defining Memory imagina un jarrón de la dinastía Ming, presentado en una muestra junto a otros jarrones de épocas posteriores. ¿cuál es la misión del museo en este caso? no hablamos de museos sino de ferias y pulgueros, pero la idea no es muy distinta. 3 una feria de arte es tan signo como el arte que contiene. igual un pulguero, igual un circo de pulgas.

viernes, 25 de marzo de 2011

Caracola ante el espejo



Hasta hoy creí ser una mujer madura, descubriendo de sorpresa que no es así. Parece que ahora (un poco tarde tal vez) he acertado a descubrir los deseos y razones que me hacen existir. Descubro que no quiero invertir mi atención en personas y razones que no me ayuden a crecer. Evito automáticamente todo lo que reste tiempo al disfrute natural de la vida. Atesoro afectos escogidos y me paro en los momentos mágicos que ocurren a mi alrededor. A veces me da un poco de miedo, creyendo llegar a la sabiduría, y la vida que se va yendo. Creo distinguir entonces, lupa en la mano, que las arrugas nacen de las palabras que arman las tomas de conciencia, el reconocimiento de los errores. Con lo coqueta que soy, me justifico entonces la aparición de los años en mi piel, y el tiempo -no desecho la posibilidad de un día ponerme en manos del bisturí. Me río de mi cada vez que me pesco en una metida de pata, es más, a veces tengo un deseo furioso de que me caigan situaciones interesantes en la vida para simplemente tener algo distinto que aprender, o para reconocer con valentía y mucha risa, que la he cagado. O que he salido de una manera digna y elegante del asunto. No lo niego, siempre quise tener una vida apasionada. Digamos que disfruto en este presente los errores que cometí porque de ellos y de las soluciones que encontré, me he construido a mí misma. Observo en el espejo: una mujer recia, reina de un pequeño ejército constituido por tres hombres que dan la vida por ella (y ella por ellos). Alguien que no ha dejado nunca de amar y crear. Puedo andar por las calles cabeza al viento que no hay dedo que me siga. Esta mujer que ahora con su recién estrenada madurez, aprende de sí misma, no le gusta la competencia ni las demostraciones filosóficas, razonadas, le aburre la sofocación por el poder y la fama. Encima, me he vuelto sorda a la opinión generalalizada. He dejado de “empujar” sin parar de “hacer”, viendo que delante de mi nunca hubo muro. Sé quien soy, no le tengo que pedir permiso a nadie ni tampoco espero aprobación de entidades importantes que determinan ¿qué? Si alguien me pregunta hoy que quiero hacer con el resto de mi vida, le digo: Lo que me da la gana por 40 años más. Y el goce de participar en la felicidad de muchos.

jueves, 24 de marzo de 2011

"nunca eludí riesgos ni violé principios constitucionales, ideológicos o éticos"


es lo escrito por el susodicho en su penúltima reflexión "los zapaticos me aprietan". la sentencia es casi una declaración/confesión en modo de negación. es decir, lo dicho queda casi automáticamente desdicho. veamos:

"nunca" dice el comandante, "eludí riesgos". la idea aquí es presentar una cierta idea de coraje, cualidad valorada en la Grecia antigua por filósofos y héroes. no puede esperarse nada menos de quien así confiesa. el coraje se da por sentado en un comandante retirado. se espera de su pedigree. el asunto concierne a su profesión militar. ser comandante significa -o presupone- no eludir riesgos (de aquí en lo adelante apuntamos a una primera redundancia). ¿y qué hay si dichos "riesgos" son contraproducentes con el cargo que el comandante ocupa? olvidamos que el comandante no es sólo encargado de asuntos militares. también gobierna. ostenta todo el poder (segunda redundancia).

al margen: si afrontar un riesgo constituye, de por sí, el comprometer el oficio mismo de que se trata (sea autoridad o salvaguarda, o protección), en este caso investido en la persona del comandante, entonces "eludir" el riesgo parecería lo adecuado. lo que decimos es que "no eludí riesgos" no es prueba (más allá de toda duda) de virtud.1

nos interesa lo que sigue: "ni violé principios..." 

(a) primero analicemos esos llamados "principios constitucionales". preguntamos, ¿cómo puede violarse -o no violarse- algún principio "constitucional" cuando dichos principios son, de facto, creados y legitimados por el propio agente que dice no violarlos?2 apuntamos por lo tanto a una posible tercera redundancia.

(b) pasemos ahora a los "principios ideológicos". sugerimos que la idea de ideología del comandante pasa por el tamiz marxista,  es decir, aquí "ideología" es una forma de creencia filosófica específica.3 si es así, puede discutirse que el ser uno consecuente con sus ideas no es en sí mismo una virtud mayor. ¿no es un miembro del kkk consecuente con su ideología cuando discrimina a alguien por el color de su piel?

(c) le sigue "ni violé principios... éticos". esta parte necesita un análisis más delicado.

el comandante debe separar acepciones. lo "ético" y lo "ideológico" no pueden ser lo mismo, ni uno colapsar en el anterior, pues volveríamos a una cierta repetición de lo mismo (la redundancia no es una virtud, ni siquiera de los héroes). luego entendemos que "ético" aquí significa moral. ahopra bien, quien fundamenta la legitimidad de un principio constitucional en base a su propio agente, peca de redundante (¡cuarta vez! lo crucial es que esta redundancia expresa un síntoma que atañe a lo moral).constitucional es eso que fija límites y define relaciones entre los poderes del estado. y nos atrevemos a sugerir que el uso que hace el comandante de tal poder es in-moral, si en vista a ese poder legitima el suyo propio (poder crea poder) indefinidamente, que como sabemos, es el caso.

en conclusión, tenemos una frase confesional aparentemente prometedora, que termina comiéndose la cola:


del azúcar, la melaza y el guarapo.
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1el guapo no exhibe coraje. no tener miedo alguno está desprovisto de cierta prudencia inspirado por el miedo. 2 ese agente al que nos referimos es el propio comandante. 3marx toma la idea de Destutt de Tracy. en la ideología alemana, queda claro que quien actúa bajo la influencia de "la ideología de clase" no es verdaderamente libres. ideología, desde el punto de vista marxista, es el resultado de la lucha de clases. el término refiere un cierto tipo de creencias filosófica en el "dominio del pensamiento" (Gedankenherrschaft). dice marx: "el mundo está regido por ideas, y las ideas y los conceptos son los principios de determinación." 4moral en este caso debe obedecer cierta simetría. un principio es moral si es aplicable tanto para A como para B como para C... de modo universal y reversible.

miércoles, 23 de marzo de 2011

 
Ileana Fuentes 

Marcó una Era, un estilo. Definió belleza sin despanpanancias. Buscó incansable la felicidad sin importarle el escándalo. Fue la más hermosa de todas las amantes de Marco Antonio y también de Richard Burton. La envidiamos por ese tronco de hombre, y también la aplaudimos. Nos enseño algo sobre el descomunal tamaño de los diamantes... y de los rubíes, topacios y las esmeraldas. Puso su fama y parte de su fortuna al servicio de las causas nobles,especialmente a la investigación sobre el SIDA. En efecto, ha perdido Hollywood, hemos perdido todos, pero queda su huella fílmica que se disfrutará por siempre, y su legado como ser humano. Fue, y seguirá siendo, la estrella.

Hollywood pierde, el cielo gana

                                                             27 de febrero de 1932 – 23 de marzo 2011

martes, 22 de marzo de 2011

Qué es la "soberanía" para el Susodicho


Ahora mismo, mientras los aliados de la OTAN bombardean las posiciones castristas/kadafistas, se escucha el tronar de voces, se discuten argumentos, se prescriben recetas, acápites, párrafos, artículos, apartes.

La-diplomacia-hecha-farmacia

Sale y brilla el tema de la soberanía. Vayamos a la definición par excellence de un castrista/kadafista, la defendida por Tomás Hobbes en su Leviatán.

Hablamos de Soberano (ahora Susodicho) como poder absoluto frente al súbdito. En el Libro 2 Capítulos 17-19 Hobbes define los derechos del Susodicho (castrista/kadafista) como sigue (y resumimos los 12 puntos de Hobbes en 8) :

1) Los súbditos le deben lealtad exclusiva al Susodicho,
2) Los súbditos no pueden ser liberados de sus obligaciones por las acciones del Susodicho,
3) El Susodicho no puede ser injusto, (acaso un desliz que Hobbes se permite, es muy difícil que un Susodicho lo sea, pero cabe la posibilidad)*
4) El Susodicho no puede ser condenado a muerte,
5) El Susodicho establece normas tanto legislativas como judiciales,
6) El Susodicho es comandante-en-jefe,
7) En tanto que comandante-en-jefe, el Susodicho elige sus ministros, oficiales, etc, etc, etc,
8) Al Susodicho le cabe el poder absoluto tanto de recompensa como de castigo...

Hobbes, en teoría castrista/kadafista, deja claro que el Sosodicho es fundamento de todo conocimiento verdadero. El soberano representa el poder encarnado. Patriarcado.

El objetivo supremo del compacto es la paz civil (Hobbes presupone que el poder absoluto soberano salvaguarda la paz). Pero queda un acápite anti-castrista/kadafista pequeñísimo, casi sepultado en el Libro 2, entre los Capítulo 29 y 30, donde se sugiere que el oficio del soberano está diseñado para “procurar la seguridad de los súbditos”, y que cuando dicha responsabilidad no se cumple, “el alma ha desaparecido del Leviatán... solo queda un esqueleto”. Es ahí cuando Hobbes parece más consecuente con su primera verdad, la garantía de la paz. Entonces estipula que el Pacto quedará disuelto si ocurriera una guerra civil entre (las distintas) facciones. Es en ese momento que el oficio del Susodicho cesa, y automáticamente los súbditos tendrían el derecho de retornar al estado anterior al Pacto, al estado de naturaleza.

Por supuesto, ni Kadafi ni el viejo Jotavich estarían de acuerdo siquiera con ese piccolo acápite. No, pues todo castrista/kadafista se siente con un derecho mucho más allá de las ideas pro-soberanas de Hobbes.

Y es que no existen argumentos que puedan justificar la soberanía castrista/kadafista como no sea una y solo una: El oficio divino.

El voluntarismo que estipula que solo UNO puede hacer lo bueno malo y lo malo bueno. Que quede dicho: Ese no es otro que el Susodicho.
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*Hobbes parece decir que el soberano no puede romper el Pacto porque no es parte del mismo, es decir, no es un participante. El soberano encarna el Pacto (puede estar limitado por el mismo).Es como si el soberano no pudiese nunca dañar al súbdito: Por otra parte, tal parece que hay elementos que se contradicen,

A saber:

1. El soberano no es parte del Pacto. 2. El soberano no puede romper el Pacto. 3. El soberano no puede dañar al súbdito. 4. El soberano no puede ser acusado justamente por el súbdito de daños. ---> Se infiere que el soberano no puede ser acusado nunca de romper el Pacto -o de dañar a sus súbditos- pero a la misma vez, los ciudadanos pueden romper el Pacto sin daño alguno al soberano puesto que este no es parte del mismo. ¿Redundante?

lunes, 21 de marzo de 2011

A propósito de (vaginas) y monólogos, pero en cubano

Ileana Fuentes

Saludos, les habla la vagina. ¿El bollo? No, no, el bollo, no… que no soy ni hoyo, ni totomoyo, ni un pan recién horneado en espera de mantequilla.

Soy la vagina, la de los monólogos de Eve Ensler. Vengo aquí, a protestar. A protestar y a ponerles a todos sobre aviso: no se atrevan de ahora en adelante a deshumanizarme en su lenguaje vulgar. No soy la chocha, ni la coneja, ni el sapo, ni la araña. No soy la pepa ni la papaya, ni la concha, ni la selva. Tampoco una coladera, o una barbona, ni cucaracha, ni osa, ni borrega. No soy berenjena ni piraña, no soy la tuerta, ni la raja rajá.

Soy la vagina, pero ni siquiera me agrada ese clínico nombre. Llámenme coño, que es como mejor se me conoce en la cultura de los patriarcas. Soy el coño y el recoño de la mismísima madre, el coño para los berrinches y la interrogación. Un cubano hijodeputa me arrancó la primera mitad del cuerpo, y me dejó en un simple ¡ñó!, mutilado. Me lo han hecho a mí –la mutilación- porque soy hembra (a pesar del masculino coño, yo, el coño, soy hembra)… pero no se lo harían jamás a un macho, dejarlo emasculado con sólo sus “jones” impotentes y castrados.

Protesto, en el monólogo y en el oncólogo; por el proctólogo y el ginecólogo. Protesto por la frialdad lacerante de los espéculos rescabuchadores, esos instrumenticos de tortura con que la ciencia insiste para determinar el estado de salud púbica de mis más vulnerables profundidades.

¡Protesto! De una vez y por todas, sepan que no me gusta el rabo, mucho menos la picha; sepan que la morronga me da náuseas, la verga me causa alergias; que el chorizo y la longaniza me dan picazón… la salchicha y el pipi me dan cosquillas… la zanahoria y el pepino me afectan el pH… la morcilla me huele a coágulo, y pa coágulos, yo, que soy el sagrado canal de menstruaciones y fibromas, de fetos interrumpidos y placentas consumadas.

¡Protesto! Sépase que no me complacen los bichos o las morrongas, que los pitos y las cornetas son para las fiestas de fin de año… el órgano para las bodas, y para un solo en concierto la tuba, el instrumento y la flauta… que no sé qué carajo es eso de “miembro” con fantasías de pertenencia y derechos de propiedad, ni tampoco la cosa, el pancho, o el material… Estoy harta de monerías, de semántica fálica a costa de mis deseos, de mi pudor y de mi dignidad.

Yo, el coño –alias vagina, bollo, vulva- protesto. ¡Protesto! Sépase que me declaro en huelga. Me declaro en huelga de brazos caídos y piernas cerradas. Anuncio que a partir de hoy mismo quedará electrocutada, cercenada, o disecada la “salva sea la parte” del cabrón que se le ocurra torturarme con un tubo, una mandarria, una cabilla, o una tranca… que se antoje de desgarrarme con una manguera, un tiburón, un palo o una estaca... que se invente el reventarme con un garrote, una escopeta, una pistola o un misil…. que se proponga perforarme con un manubrio, un taladro, un tronco o un mástil.

De ahora en adelante, quiero oír sólo la palabra “pinga”. Pinga: imagen emocionante, imponente, desnuda, tierna. Coño: imagen energizante, poderosa, desafiante, osada. Coño y pinga. He dicho. Gracias.

domingo, 20 de marzo de 2011

Steps Ahead - In a sentimental mood / Trains



El DVD de esta presentación en vivo de Steps Ahead en Tokio, se ha ido encareciendo con el tiempo. Las razones las apunto: un all stars como el que configuraba al megagrupo -Michael Brecker, Don Grolnick, Mike Mainieri, Eddie Gomez, Peter Erskine- es muy difícil de reunir nuevamente. Por otra parte, el desempeño de esa ocasión fue exquisito en ejecución y empatía profesional entre los integrantes. Uno de esos performances magistrales que se catalogan como irrepetibles. Otro motivo ha venido a ser la muerte temprana del excepcional saxofonista Michael Brecker en el 2005, cuyas interpretaciones realzaban la excepcionalidad de la banda. En dicha actuación memorable, Brecker agregó a su virtuosismo natural el electrizante ejercicio con el steinerphone (EWI), un instrumento musical electrónico inventado por Nyle Steiner, cuyos registros y escalas inconcebibles revolucionarían el panorama sonoro de la época. La nueva herramienta había irrumpido con incalculables posibilidades de rebasar los límites de la acústica tradicional, pero para ello habría de ejecutarse con aire, digitación, talento desbordado, cualidades que justamente hicieron brillar en el mundo del jazz fusion a ese monstruo del saxofón que era Brecker. Y para despejar toda duda, en aquella noche japonesa del 30 de julio de 1986, sensibilidad e instrumento lo dejaron demostrado. (JR)

sábado, 19 de marzo de 2011

Estrena hoy: La retirada de Moscú


Rosie Inguanzo

Teresa María Rojas lleva la cháchara cantante de un desasosiego raigal, mujer que es toda nuestra entraña, parloteo inaudito, embestida jacarandosa, metralleta atropellada de nuestras inseguridades. Dispara hasta abocarnos conmovidos a la aceptación de la hecatombe, la vida y sus paradojas. Jorge Hernández es el marido que aguanta la diatriba interminable hasta hartarse. Javier Siut es el hijo de ambos. Servida en un trío de primeros actores, la vida y su mal entendido. La vida y su desvivir a pedacitos, su dulce acíbar. Un reguero de sillas –que mientras más regadas y más pateadas por los actores, más atravesadas en sus caminos truncados -prendidos a una felicidad asida con alfileres -más convencen del estorbo. La tramoya rosada se derrite como algodón de azúcar en la boca, revelándome el concepto del director Rolando Moreno: somos personajes de una novela rosa. Teresa nos recuerda que una siempre podrá inventarse el asidero, cuando ese desorden de la realidad nos deja sin aristas. Y el que pueda que se invente una torre de sillas -que son posaderas donde asentar el peso con que llevamos nuestra menuda soledad, el descanso del guerrero. Que nadie se deje engañar por el título que no hallará épica soviet. La obra nos vierte al perdón y a la tristona alegría, ofreciendo, al mejor postor en la sala de lunetas, el más grande consuelo.

lunes, 14 de marzo de 2011

Maneras de extender una mano (un mendigo en Santiago de Compostela)

Carlos Fuentes

La mano sea quizás la parte más importante del cuerpo del mendigo, no sus ojos ni su pelo grasiento y enmarañado, ni siquiera sus ropas bruñidas por el roce constante con la acera, no lo es su piel empercudida, ni su mirada, que recuerda la mirada de los santos que penden imposibles en el interior de la catedral oscura.

El hombre que mendiga, que busca de sus semejantes la limosna, respira en silencio y se rasca una oreja con sus dedos ociosos y huesudos sin levantar la vista del canasto y lo hace por superstición a veces y otras por cansancio y no siempre por vergüenza, pues el mendigo debe aparentar aún más tristeza y desdicha que la que en verdad padece, y más hambre y más sed. Sabe muy bien el hombre que pide, que su mano abierta no debe acercarse demasiado al hombre que cruza frente a él, que debe permanecer más bien cerca de su cuerpo y de su estómago, paciente y mansa. Solo así podrá el mendigo, recaudar algunas monedas antes de que la noche helada, con su inútil manto de estrellas, caiga implacable sobre él. Nadie debería conocer su nombre, ni siquiera imaginar que un nombre le fue dado. No estaría bien visto. Jamás debe reír; tal vez esbozar una sonrisa agradecida cuando se dé el caso. Zumo de lima chorreando por sus labios.

Hoy es jueves y es año Jacobeo y ha decidido esta mañana el indigente, orinar de cara al sol sobre una roca, mezclar su orín amarilloso con el puro linaje del rocío goteante de las hojas, arrastrado hasta él en suaves oleadas por el viento matutino. Ha dormido bien, pues antes de dormir estuvo bebiendo de un mal vino y cantando y escupiéndose las manos y fumando, que son de las cosas que más disfruta hacer un mendigo. Bebió de la botella y no de una copa acampanada y sus rodillas y sus codos fueron por esa noche la novia recobrada de blanco busto y ojos apestañados, azules y saltones y no los trozos secos de tanto mendigar que eran entonces. Soñó, pero olvidó su sueño.

El mendigo es emparentado a veces con los locos, con los genios extraviados, con los más ortodoxos peregrinos. Comió de un pan de maíz, de alguna fruta y salió andando como siempre a la plaza del mercado. Por el camino se detuvo ante un rosal de rosas enanitas que crecía al costado de un romero y otras hierbas silvestres; creyó entender el por qué de su estatura y palpó sus espinas y los diminutos pétalos sin distinción alguna, se pinchó un dedo en un descuido y tiñó con su sangre a dicha rosa, que agradecida le lamió su herida, como una dama que llora y luego besa, sobre el hombro, los labios de su amado.

El mendigo es un hombre rutinario, fiel a su patria que es la fuente, donde lava y observa, el contorno deshecho de su cara, donde escupe preciso, apuntando al centro de una diana de aros concéntricos que verá formarse en un instante sobre el agua, donde enjuaga sus pies un dios petrificado e indolente y hay monedas lanzadas también sobre los hombros, con los ojos cerrados y fe ciega en los milagros. Monedas intocables para él.

La mano extendida del mendigo es como un tigre que aguarda agazapado el momento justo para el salto, no su garra, sino todo él, solitario sobreviviente de su estirpe y su destino de felino insaciable y taciturno.

No son importantes los hombros del mendigo, pues nada tiene y nada carga sobre sus hombros. Aquí junto a la Catedral es mayor la caridad del hombre, que al sentirse más cerca de Dios busca sus ojos y su gracia, entregando el dinero que le sobra, imbuido también por la teatral espiritualidad del momento y la magnificencia pueril del decorado y luego está, añadido, el placer de dar sin recibir nada a cambio, como si fuese posible semejante axioma. El pedigüeño puro sabe todo esto, y sabe que no necesita tocar la flauta ni hacer mil murumacas, pues igual será recompensado por los advenedizos buscadores de recompensas. Hay una larga fila de ellos para entrar a la iglesia; esta vez, el que alcance a cruzar bajo el arco sagrado, será absuelto de todos sus pecados.

Dicen que Dios extendió también su mano, que la hundió dulcemente en estas tierras y así formaronse estas rías, y alrededor de ellas crecieron como moluscos pegajosos, estos pueblos de pescadores y marinos consagrados, tocados por Dios y por las olas. Santa ciudad y santo ciudadano.

Tampoco es importante la dentadura sana en la boca del mendigo y prueba de ello son sus dientes tan prietos. Vasijas, que van y vienen vacías de algún raro desierto, cavernas oscuras pobladas de murciélagos. Ni su lengua importa, mordida para sentir que siente, el sabor aún pagano y magro de la carne. Ni sus fosas nasales que no huelen el vaho que desprende a toda hora y que ahuyenta y atrae, según se mire, a moscas o a paisanos. Dar y recibir, mendigar y proveer: dos hermanos unidos al nacer, compartiendo el ritmo alborotado de un solo corazón, la misma arteria transitada por sangres semejantes. Alargar el brazo, extender una mano: un mismo gesto, una docena de músculos exactos que prestos intervienen en dicho movimiento. Como el hombre que escribe sus memorias, que da y recibe a la vez, que pierde y gana al mismo tiempo. Botarate, proscrito, aventurero.

Está tronando en Santiago. La catedral sublimada por un halo de neblina que la envuelve en rancio misticismo. De allí parecen provenir los truenos, los juegos de luces que vemos en el cielo. Y un poco más allá, sobre los castros Celtas de Porto do Son, donde los enamorados han discutido hoy tan febrilmente, el fantasma brumoso de Finisterre.

Como el mendigo, la mano extiende el hombre que golpea a su hijo, el que se ofrece, el que jura solemnemente, el fanático dispuesto a matar antes de poner en riesgo la buena salud de sus ideas, el que duplica la apuesta, el que ase la manzana del árbol prohibido, el pintor, el espadachín, el verdugo, el juez, el borracho, el criminal, el que nació en el oriente y cultiva el arroz y el confederado de cuello colorado de Georgia y Alabama. Extiende la mano el que señala el pecado y el que muestra el camino a la libertad.

Frente a un sanatorio hay una casa de comidas donde sirven el mejor de los pulpos de Santiago y desde hace siglos, un niño aparecido, que entre sus manos tiene un pandero invisible que llora el canto gallego de sus ojos. Hay una barca muerta, cubierta de musgos resbalosos, atada firmemente al pie de un viejo hórreo de piedras y una gaita gimiendo a sus espaldas como un alma apresada por el tiempo. Y un paraguas de esparto para resguardarse del frío y de la lluvia y una mortaja de sol que envuelve al novicio forastero. Un mirador para ver al gran silencio milenario y unos caballos sueltos pastando entre la niebla que cubre la montaña. Hay un hombre pidiendo una limosna, arrodillado ante un cartón rasgado, que asegura con letras temblorosas, que es un hombre sumamente triste, no pobre, sino triste, mientras otro hombre que solo está de paso, le observa atentamente con las manos en los bolsillos y la barriga llena.

No son útiles ya más, ni el recto, ni los besos, qué decir del amor, mucho menos el sexo, inútiles la culpa, sus sueños, el odio, la fatiga, los toscos improperios. Por eso ha dejado cada una de estas cosas en su sitio, abandonadas allí donde no estorben al gesto impenitente de su mano. Nada hecha de menos. Su vida solitaria es suficiente, hasta la muerte, hasta el descanso total de su esqueleto, doblado al redil del fatigoso hábito. Intrascendentes son sus cejas piojosas, sus axilas profundas, sus pulmones, su hígado, su páncreas, su glande mortecino y magullado. Ya nada importan sus quince cicatrices, sus lunares, su perfil, sus antiguas ideas revolucionarias, su ombligo dromedario, los libros y las letras, las palabras, las unciones y las extremaunciones, y mucho menos, el verso incomprensible del poeta. A estas alturas, solo la mano extendida en el tiempo del mendigo importa y queda.

domingo, 13 de marzo de 2011

Siete inconvenientes de ser Oscar Elías Biscet




Jesús Rosado

- No ser blanco y no vivir agradecido y postrado ante la Revolución castroprocerista. Ni observar el legado del componente eugenésico y facistoide de la identidad vernácula a lo largo del último siglo. Mmm… mal precedente psicopigmentario para una épica prestablecida por el etnocentrismo hispanoinsular

- Tener miedo y saltar por encima del instinto al punto de convertir este salto en ejercicio de rutina. Este síndrome es preocupantemente atípico para los aplicadores de los excesos de poder y para los que pasivamente se pliegan al mismo. Genera turbadoras sensaciones de estorbo y envidia malsana tanto entre detractores como entre supuestos partidarios

- Ser cubano, caribeño, mestizo, afrodescendiente y no tener, sin embargo, temperamento para la violencia. Aquí hay un serio problema de coherencia idiosincrásica. Para los martianos, no hay nada más lejos del maceísmo. Para los aguerridos maceístas, simplemente este hombre no existe. Considérese como una mulatez desubicada antropológicamente

- No querer exilarse. Una actitud que se pudiera considerar poco historicista. Los grandes patriotas conspiran, parten al exilio y luego regresan a completar su obra. Permanecer en el territorio es una reiteración matemáticamente peligrosa que violenta la lógica de la recuperación postcarcelaria y la presunción de treguas. Para un gobierno, una sociedad y una historia nacional que se regodean en la coerción y la violencia esta conducta es completamente desleal y disfuncional

- Ser médico de profesión y no ser excombatiente de gesta o misión alguna, ni exmilitante de nada. Además, pronunciarse al mismo tiempo contra la represión, las violaciones del sistema sanitario, el uso de las armas y la pena de muerte. Un verdadero dolor de cabeza para los perseguidores porque tienen que estarle inventando causas penales a expensas del descrédito de las acusaciones. Y otro dolor de cabeza para los belicistas del exilio intransigente que lo menos que necesitan es un pichón de negro sin machete en mano y con vocación de Varela

- Poseer cualidades fotogénicas. Figura apuesta, rostro anguloso e interesante, expresión vivaz, noble y altiva, cercana a la beatitud presumida de Denzel Washington en su roles heroicos. Magnolia Pictures se gastaría su buena suma para usarlo en algún thriller de implicaciones políticas. Y aún con la sonrisa desvencijada por el maltrato, los fotógrafos de AP y EFE se disputan las mejores instantáneas del mulatón contestatario. Eso representa inconveniente sobre inconveniente. Primero, porque pone en peligro el control mediático de la publicidad revolucionarista de la dictadura. Segundo, porque el liderazgo senil de los Castro ha perdido, con los estragos de la edad y el desprestigio, el carisma fotográfico de antaño y cela las competencias

- Evidenciar un testoteronismo moderado, compatible con tiempos y contextos más emancipados. El moreno muestra fibra muscular, levanta el brazo con energía para hacer el signo de victoria, su voz se proyecta viril, el lenguaje corporal comunica firmeza, pero el discurso alza vuelo hacia el gandhismo, y ama a su familia, no le pega ni a una mosca, aguanta empellones policíacos con gallardía, profesa públicamente su devoción religiosa, perdona a sus verdugos… Habla de paz, de cristianismo, de respeto a los derechos humanos. Se muestra estoico tras las rejas. Es optimista y sereno en su callejeo disidente, ignorando soberanamente las tradiciones armamentistas y dramáticas de la cojonudez patria. Mi experiencia como cubano me hace dudar que ese camino le gane adeptos entre la tribu. Pero puede que me esté equivocando. A lo mejor Oscar ya significa otra cosa en nuestra modernidad. Tal vez este sea un auténtico prototipo del cambio. De ser así, a la larga sería un inconveniente más, en particular para él. Sobre todo a los fines de conservar una vida autónoma con probabilidades de longevidad

Visto así, para el cubano medio resulta todo un desafío ser Elías Biscet. Implica demasiado estrés apegarse a un perfil como el de él.

jueves, 10 de marzo de 2011

nota a las notas


Alfredo Triff

Añado una nota a la notas de Iván de la Nuez y Gerardo Muñoz en Diario de Cuba sobre el affair Galliano:

Si tarde en la noche de ese Marais parisino, en lugar de alabar a Hitler y denigrar a los judíos, el casi borracho de Galliano hubiese maldecido a los árabes (por ejemplo, su mala sangre, su desdén por la nacionalidad, su tribalismo, su misoginismo, su amor a las dictaduras, su atraso y retraso, su propensión al terror, su mal olor, etc, etc, etc), a la vez que hubiese ensalzado gobernantes ejemplares y fuertes que dicha raza merece, como Kadafi, Ben Ali y Mubarak, entonces sus palabras se hubieran recogido y publicado al día siguiente en los diarios y periodiquillos parisinos, pero de otra manera completamente distinta. Se hubieran -sino aplaudido- acaso estimado como un comentario pintoresco, casi arabesco, estético, casi analítico, entre político y épico.

E indudablemente -lógicamente- Johnny seguiría a la cabeza de Dior.

democracia es una palabra-->una palabra no es un hecho-->la democracia no es un hecho


Cuán vacía puede ser una palabra frente al poder, en miami.bourbaki.

martes, 8 de marzo de 2011

Rollercoaster (1977)

8 de marzo 2011: Un importante Centenario

Ileana Fuentes

¿Cómo surge la observación de este día? ¿Fue para recordar la manifestación de marzo 1857, donde mujeres del sector textil manifestaron exigiendo mejoras laborales? ¿O el incendio de marzo 1908, en que los dueños de una fábrica de textiles le prendió fuego al edificio en medio de una huelga de trabajadoras, y murieron 129 obreras achicharradas? ¿O para conmemorar la celebración del Partido Socialista de EEUU del Día de la Mujer en Chicago, año 1908? ¿O se le debe a la feminista y socialista alemana, Clara Zetkin, que propuso dicha celebración en el Congreso Internacional de Mujeres Socialistas en Dinamarca en 1909? ¿O porque en 1911 otro incendio intencional cobró las vidas de 140 trabajadoras de una fábrica de textiles en Nueva York?

En 1911 las rusas celebraron el Día Internacional de las Obreras. Los gendarmes del Zar arremetieron contra ellas. En 1917, una huelga de mujeres efectuada el 8 de marzo desató la primera fase de la revolución bolchevique. En 1921 se celebró en Moscú la Conferencia de las Mujeres Comunistas donde se adoptó la fecha del 8 de marzo. Muchos países se lanzaron a la celebración de ese día a partir de entonces. Pero no fue hasta 1975 – Año Internacional de la Mujer- que Naciones Unidas oficializó la fecha. A 100 años de comenzada la tradición, cualquiera que sea su verdadero origen, hoy es día de honrar, recordar y celebrar a las miles de feministas que lucharon durante años –y a las que siguen luchando- por darle a la humanidad – y a las mujeres- un mundo mejor. Un mundo en que un enfoque pro-mujer posibilita cambios en actitud, protección, y leyes, para tratar asuntos tan importantes como:

➢ el femicidio impune (asesinato de una mujer), el mal llamado “crimen pasional”
➢ la violación sexual en términos de violencia contra la mujer, no como acto sexual
➢ el control de la natalidad, la planificación de la familia, el uso de anticonceptivos
➢ la interrupción de un embarazo
➢ el trabajo doméstico (del ama de casa y madre) como explotación no remunerada
➢ la re-valoración conceptual del trabajo doméstico en términos del mercado laboral
➢ la discriminación por razones de preferencia sexual
➢ la mujer en cargos públicos y de liderazgo social y económico
➢ la inclusión de la mujer en el sacerdocio en las religiones protestantes, y la batalla dentro de la Iglesia Católica por ese mismo derecho En el plano internacional, las feministas han denunciado y luchado –y siguen denunciando y luchando:
➢ por lograr derechos civiles y humanos de la mujer en muchas regiones del mundo
➢ por remediar la ausencia de derechos femeninos bajo sistemas fundamentalistas
➢ por impedir la compra-venta de esclavas, conocido antes como “trata de blancas”
➢ por erradicar la mutilación genital de niñas y adolescentes
➢ por erradicar el asesinato de esposas para incrementar la dote mediante segundas nupcias
➢ por erradicar el tráfico de mujeres para la prostitución y los harenes del Medio Oriente
➢ en contra de la prostitución en general, y la de niñas y adolescentes en particular
➢ en contra de la pornografía, especialmente la pornografía infantil
➢ porque las autoridades investiguen y combatan el asesinato y desaparición de mujeres
➢ por erradicar el aborto selectivo de fetos hembras –que constituye un genocidio de género- y el aborto obligatorio como política de estado en la China comunista

En estos 100 años las mujeres han ganado derechos –el voto, el divorcio, la planificación familiar, la propiedad, la educación, la herencia, la administración de bienes propios, la potestad de los hijos, el aborto, el derecho al trabajo equitativamente remunerado, el aspirar a cargos públicos-, y han ido ocupando espacios e influencia en la sociedad civil, en los negocios, en el gobierno, en el campo científico. Cierto que no en el mundo entero. En partes de Africa y el Medio Oriente continúa la mutilación genital de las niñas, el matrimonio obligatorio, el tráfico de mujeres para la esclavitud moderna que es la prostitución globalizada, la violencia de género, y la opresión del burqa. En el seno de las religiones fundamentalistas, siguen excluidas del clero, ciudadanas de segunda clase discriminadas por las jerarquías machistas que mandan.

Pero hay mucho que celebrar este 8 de marzo. No está todo logrado, pero hacia allá vamos.

(pulsa otra de Ileana Fuentes es Diario de Cuba)

domingo, 6 de marzo de 2011

Casa Vieja - Lester Hamlet



Jesús Rosado

En el momento que estoy escribiendo esta cápsula, la memorable Adria Santana está agonizando de cáncer, si no ha de estar muerta ya. Lo incierto proviene del hecho de que una actriz de estirpe siempre se aferra a la vida.

Casa Vieja, basada en la pieza teatral homónima de Abelardo Estorino, no es un excelente filme, sino un intento inusual y curioso que lo aparta de tanta mediocridad filmada bajo la sombra del ICAIC en lo últimos años. Viene de la mano de una dirección de actores y de un histrionismo experimentado que se resiste a recitar textos y los procesa desde las entrañas. Los protagonistas, actores conocidos por los cubanos, están desgastados por el castrismo. Albertico Pujols, monstruoso en su dotes, muestra cuarenta y cinco libras de más. Manuel Porto, claudicando con la edad y con su otrora incondicionalidad acólita, luce ahora una intransigencia disidente. E Isabel Santos, una de las mujeres más sensuales del cine cubano, envejecida y marchitada en su rebeldía, es desde su papel de basurera, metáfora de toda una generación amedrentada y desvalorizada a la fuerza. Adria, quema sus últimas canas, y lo que le resta de mirada intensa, en mutismos que preconizan una despedida ficticia o crudamente inficticia. Gordos, calvos, desfigurados y moribundos, dan el último de sí para honrar una hornada que puso en vilo la potencialidad actoral más allá del censor. Aunque los más jóvenes, lamentablemente, queden cortos.

De la propuesta, el indefectible Néstor Díaz de Villegas ha reseñado:
Una película imperfecta, irresuelta, aunque también un ejercicio de responsabilidad creadora, sólo por situarse en el polo opuesto de las ñoñerías de Fernando Pérez [Martí, el ojo del canario]. Los actores actúan (es decir, reconocen la presencia de la cámara), dirigidos con mano firme por Léster Hamlet, que les exige ciertas precisiones, ciertas gradaciones de intención, de silencio (¡sobre todo de silencio!)…
…Pocas películas tan escasas de recursos han logrado crear un ambiente más asfixiante: en algún momento entendemos que los actores representan su papel, aunque no tengan la culpa de que Cuba se haya convertido en un drama costumbrista con personajes baratos. Nuestra dramaturgia oscila entre una problemática social que exige realismo y la burda parodia que se conoce en los festivales internacionales como el "brete" cubano, y que consiste mayormente en armar escenas escandalosas…
Cuando he visto Casa Vieja junto a Adita, mi eterna cómplice de lunetario, no hemos podido menos que pensar en Teresa María, Larry Villanueva o la Inguanzo y en sus empeños de prolongar ese desborde del actor cubano sobre las tablas de cualquier arrecife. Vena, espejo y madera conectada. Son reflejos no solo del oficio, sino de una época ambivalente. Pero cuando hablo de desborde, es porque hay que dejar bien claro el origen de esas aguas. La diferencia está en las opalescencias, aunque siempre somos parte de la misma masa acuática. ¿Quién habló del río de la cultura cubana? ¿No fue Nicolás Quintana?

Acá tenemos la copia de Casa Vieja para los que quieran verla. Vengan por ella los interesados y brindemos con malbec por la despedida de Adria. Como lo hemos hecho por María de los Ángeles Santana solo semanas antes. Es lo que nos queda a la diáspora. Al  final, allá y acá, somos mineralmente víctimas de un todo visceral.

viernes, 4 de marzo de 2011

Las reflexiones kadafistas del susodicho


En su última reflexión kadafista-castrista el susodicho desbarra un híbrido entre apuntes biográficos y una defensa chueca. De la ensarta de disparates encuentro lo siguiente:
Lo acusan (a Kadafi) durante las 24 horas del día de disparar contra ciudadanos desarmados que protestaban. ¿Por qué no explican al mundo que las armas y sobre todo los equipos sofisticados de represión que posee Libia fueron suministrados por Estados Unidos, Gran Bretaña y otros ilustres anfitriones de Gaddafi?
¡Queriendo defenderlo y lo hunde! Y es que su ekobio Kadafi acaba de balacear al pueblo libio hoy en la propia capital Trípoli, después de las oraciones (la noticia no está en el periódico yanki New York Times, sino en AlJezeera). Y además ¿qué importa si las armas con las que el sátrapa balacea a su propio pueblo vienen de EE.UU. o del planeta Marte?

Leer al viejo Jotavitch causaría cólera, a no ser porque sus argumentos no son ya necesariamente los de un viejo senil. Son, en efecto, las ideas de una ideología senil.

El barril de crudo a $103!

Al paso que vamos nos vemos cogiendo el tranporteichon...

UPDATEUPDATEUPDATEUPDATEUPDATEUPDATE

El País:
Fuerzas insurgentes han emprendido hoy una marcha a la conquista de la ciudad de Ras Lanuf, donde están librando una dura batalla con los hombres de Gadafi, que se replegaron allí el miércoles tras su fracasado asalto a Brega. Fuentes médicas han asegurado a France Presse que los choques han provocado "numerosos muertos y heridos". Lo que está en juego en realidad es el control de la zona entre Bengasi, la capital de los sublevados, y Sirte, el verdadero objetivo de los rebeldes al ser la cuna del dictador y el gran baluarte de su poder junto a Trípoli. Al oeste, las fuerzas de seguridad fieles a Gadafi han atacado duramente a los opositores en Zauiya, la primera ciudad occidental donde triunfaron las protestas, dejando decenas de víctimas mortales.

Vuelven las protestas a Trípoli


Del New York Times:

Miles de manifestantes salieron de una mezquita en un barrio de Trípoli, después de las oraciones del mediodía del viernes, coreando consignas contra Muammar el-Kadafi, desafiando el intento de las autoridades de bloquear la capital. La protesta se disipó rápidamente, lo que refleja el temor generalizado de represalias.

Otra cosa... todas esas armas perdidas del arsenal libio pueden caer en manos de Al Qaeda

jueves, 3 de marzo de 2011

Nota apresurada en favor de las revoluciones árabes



La revolución está permitida siempre que haya injusticia y explotación, pero siempre habrá excepciones (geográficas) a la regla.

1- Kadafi se las trae. En su peor hora ha demostrado ser más castrista que el susodicho, que es mucho decir. A diferencia de los Ben Ali y los Mubarak, el sátrapa libio decidió el camino de la violencia. Aplastar brutalmente, disparar a matar. No debe sorprendernos. Era la política de estado castrista de Kadafi por las últimas cuatro décadas.

En estos días revolucionarios abundan las hipótesis y las tesis con hipo.

¿Cómo es posible, se preguntan algunos, que el dictador no se dé cuenta que su pueblo lo desprecia? Lo tildan de excéntrico, de delirante. ¿Y no es gobernar ininterrumpidamente por 40 años una forma de locura? “Kadafi no se cree el cuento de que el pueblo lo quiere” decía un conocido comentarista en la televisión. El panel asentía desde el sofá de los freudianos. Es precisamente lo contrario: se lo cree, lo da por sentado. ¿Quién dijo que una creencia ha der ser racional? Una creencia se tiene sin mayor miramiento (algo que sabemos desde que hay gente que creen o que hay seres en el centro de la tierra, o que la revolución árabe que vivimos es parte de un plan de Al Qaeda).

Las revoluciones árabes han de ser pacíficas y petrolíferas (asegurando el suministro ininterrumpido de hidrocarburos).

 2- Pasemos ahora al plano de la hipocresía: ¿No decíamos que la democracia es mejor, como sistema, que la dictadura? Si se trata de los árabes entonces titubeamos. Ahí están la censuras, las respuestas bizarras del gobierno chino e iraní, o el eje susodicho (Venezuela, Nicaragua y Cuba). Kadafi no es malo, es otra víctima del imperialismo neo-liberal. Luego están los europeos, tan corporatizados, tan sistémicamente organizados (cuando se trata de sus intereses financieros). Aquí la excusa es el que-sí-que-no de los mercados. Finalmente el tibio Obama (que ha decidido transar con una agenda de alianza castrista/sionista arcaica).

Le siguen los izquierdosos comemierdas, que no entienden cómo separar el academicismo de la realidad. Observan el mundo como si fuera una probeta fría. Veneran la diferencia pero odian el ajiaco. Que si el “post” del post-colonialismo, que si los rezagos ideológicos y su arqueología epistémica, que si la dialéctica del huevo frito (y mientras se les va la guagua). Ignoran lo extraordinariamente único de cada momento revolucionario; su ineluctable particularidad: Es decir, toda revolución es -como tal- esencialmente impostergable. Luego no será re-volución si en su curso no vuelve-ya-de-nuevo. Por tanto, no hay re-voluciones prevenidas -o atascadas. Una revolución es o no es.

Hay hoy un mapamundi árabe, religiosamente retrógrado, infestado de corrupción, paralizado, subvencionado por los peores intereses de un occidente timorato, con una población joven, pobre, explotada, pero sin embargo conectada con el resto del mundo. He ahí el paradigma. La revolución tunicina no es idéntica a su hermana la revolución egipcia, y ésta no es la misma que la de Libia. La constante es el peso sofocante del castrismokadafismo = la explotación (sea blanda a-lo-Mubarak o fuerte a-lo-Kadafi), la bota dictatorial de esos viejos generales artríticos, corruptos hasta el tuétano, armados hasta los dientes (chupacabras del heraldo público). ¿Cuándo aprenderemos que el poder ilimitado corrompe ilimitadamente?

La pregunta que se están haciendo algunos sesudos en sus sillones profesorales es si la democracia se trata de un “contagio”. ¡Qué fenómeno! ¿Cómo puede un jóven libio dar el pecho desnudo a las balas solo por embullo? Se abre un nuevo capítulo de las revoluciones del siglo XXI. La ola árabe es jóven, civilista, secular y globalizada.

Vivir en democracia es mejor que vivir en tiranía. Pero para vivir en democracia hay que haber vivido en democracia. Por lo tanto, si no se ha vivido en democracia, mejor vivir en tiranía.

No hablemos de los académicos escépticos/derechosos explorando si las revoluciones deben ser o no ser. Analizando, por ejemplo, la posibilidad de éxito de la revolución tunecina en virtud de la revolución iraní (el coco islamista) el tira-y-encoge de la diarrea sin magnesia, es decir, esa causa que es mejor que el efecto. Preguntamos: ¿Qué tiene que ver lo que pasa con la ciruela pasa? Otros parecen confundidos; aseguraban que los árabes (léase mahometanos) no podían ser nacionalistas. 

Los árabes son mahometanos, los mahometanos son terroristas. Por tanto, los árabes son terroristas.

4- Finalmente están los sátrapas castristaskadafistas y sus seguidores, echándole siempre la culpa a todo el mundo de sus desastres. Le tienen tremenda alergia al rechazo. ¿No dijo Mubarak que el alzamiento era provocado por infiltrados? Ahora Kadafi le echaba la culpa a Bin Laden del levantamiento en Libia. Su hijo Saif ya ha dicho que “AlJezeera es un agente foráneo” (¿de quién, del imperialismo yanki?)

Mientras tanto, la revolución está ahí, en cuerpo y alma. Si la palabra te molesta, mira entonces los cadáveres de esos jóvenes que se enfrentan a las balas. Prefieren morir a vivir humillados.

(Sin embargo, los sátrapas todopoderosos ríen, con sus manos llenas de sangre).
_______________
Después de la publicación de este post, he recibido comentarios como este. “No me gustan las revoluciones porque he vivido el resultado de una”. Lo comprendo. Pero quien así habla evalúa desde el presente. Pero dicha evaluación no sería posible sin la revolución que ha sido evaluada, lo que sugiere la posibilidad de que sin la revolución misma como tal, esa persona podría no pensar lo mismo de las revoluciones.

miércoles, 2 de marzo de 2011

Evento alucinante


 
El Instituto de Estudios Cubanos y Cubano-Americanos

Presenta

“VI CONGRESO DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA”

Simulacro

General Raúl Castro: Jaime Suchlicki

V.P. José Ramón Machado Ventura:  Brian Latell

Comandante Ramiro Valdéz Menéndez:  Andy Gómez

General Ulises Rosales del Toro:  José Azel

General Abelardo Colomé Ibarra:  Camilo Loret de Mola

Concepción Campa: Vanessa López


El Buró Político del Partido se reúne en preparación del VI Congreso del Partido Comunista. En este simulacro, los participantes evalúan la situación del país; los problemas a que Cuba se enfrenta y las acciones que el partido debe tomar. Los militantes del partido presentes en esta reunión podrán hacer comentarios y preguntas.

FECHA: Miércoles, 9 de marzo del 2011
7:00 p.m.
LUGAR: Casa Bacardi
Instituto de Estudios Cubanos y Cubano-Americanos
Universidad de Miami
1531 Brescia Avenida, Coral Gables

COSTO: $10.00 (Entrada gratis para Facultad, estudiantes y empleados de UM)

RSVP: Instituto de Estudios Cubanos y Cubano-Americano (305) 284-CUBA
(2822). Espacio limitado.

Nota: Se desconoce hasta el momento si se están efectuando audiciones para otros personajes de este "simulacro", un evidente tributo al legado de Ionesco.

martes, 1 de marzo de 2011

En busca de olores amados

Ernesto González

Salgo a caminar por La Habana Vieja, donde viví por tanto tiempo; salgo a caminar sin descanso por este barrio que nunca desdeña mis recuerdos. Tengo que salir porque me sobra soledad, y quizás aquí, entre los edificios achacosos y los parques secos, pueda, aunque sea por hoy, enmascararla para continuar. Mis ojos van recorriendo aquí y allá las descascaradas puertas, las grandes rejas de las ventanas con muchas de sus persianas rotas o negras por el churre, y las llagas dejadas por el hollín sedimentado; o aquellas otras, pequeñas ventanas horadadas en cualquier pared, que se abren hacia la calle, o en el peor de los casos hacia un patio interior, y que pretenden realizar las veces de pulmón pero se quedan en el intento. Esta esquina, con sus papeles sucios, con más suciedad y moscas alrededor de los tanques de basura, nunca alcanza a los vecinos para arrojar las culpas falsas de unas tristezas que he visto recoger en forma de trozos de madera, pedazos de espejos o sillas rotas. Esta esquina no es diferente de las que he ido dejando atrás. Sigo avanzando y ya estoy en la esquina de Merced y Picota, y veo junto al poste que sostiene los cables de electricidad —que parece ser lo único firme por todo esto—, las consabidas cáscaras de huevos rotos y las manchas que la clara y la yema han dejado en la acera, en las «cuatro esquinas de la limpieza», recurrentes esquinas que guardan esperanzas de negros jóvenes, de mujeres enamoradas o de viejas que ostentan sin miramientos una fe ancestral alimentada con dedicación.

Estas calles poseen toda la historia que se es capaz de contar. Un tesoro sin fin, extendido en una multiplicidad asombrosa que no entiende quien no haya vivido aquí. No quiero perderme en disquisiciones. Hoy quiero mirar adentro, quiero sentir como antes la calidez añeja de estos sitios y reencontrar a mis vecinos. Veré a Beba y a Blanquita, las dos hermanas solas desde mil novecientos sesenta y ocho, cuando perdieron a su hija de quince años por una fiebre reumática. Pobre Bebita, tan trigueña, de ojos azules, enferma y a los pocos meses de celebrarle la fiesta de los quince, muerta. Pobre Beba, que al año siguiente perdió a su marido consumido por una tristeza que él mismo renovaba cada minuto, la misma que forzó a Beba a salir todos los días temprano para el cementerio, donde se quedaba hasta las dos o tres de la tarde bajo un sol que rajaba las piedras, limpiando la tumba de sus seres más queridos, arreglando las flores compradas con el dinero dejado por la venta del dulce de coco.

(Sigue aquí)