sábado, 2 de febrero de 2008

...sino en su interior: La “Sala de billar” de Upmann, germánica en su contenido, con muebles dispersos, amplias ventanas y la mesa austera de corte primer imperio, debajo de una lámpara bavárica (atmósfera, casi protestante que evita la distracción ornamental y apunta al asueto sin culpa del burgués; Hermann debe haber sido un buen amateur). El tesoro del interior de la casa está a mano izquierda, cruzando el arco morisco de pared reticulada (sostenido por sendos pares de columnas enclaustradas) que conduce al estudio.