miércoles, 28 de febrero de 2007

Obra y zozobra de Osvaldo Rodríguez


Manuel Sosa

Uno de los grandes momentos en la trayectoria musical de Osvaldo Rodríguez (ese ya casi olvidado intérprete cubano, fue en el escenario del festival Varadero 70), cuando su grupo Los 5U4 fue aplaudido a la par de otros consagrados del pop hispano, como Los Mustang y Los Bravos. Los 5U4 probaron que era posible desprenderse de las fórmulas norteamericanas, y darle una faz distintiva a su repertorio. No hacían versiones ridículas de números ya conocidos (como era usual en España y México). Por ello, superaban a grupos cubanos que les precedieron como Los Llopis (una de nuestras grandes rarezas del rocanrol puro), o Los Bucaneros (enérgicos y limpios, pero demasiado predecibles). Si no me creen, usen la memoria, o sobornen a un programador de la radio insular para que les facilite la audición de piezas como En cinco minutos, Las seis cuerdas de mi guitarra, No voy a darte ese gusto, Por qué no me vas a querer, Quiero vivir, Son ideas, Camillero, y muchas otras. Como se acostumbraba, letras sobrias y melodía degustable. Y por qué no, se dieron hasta el lujo de tener su propio Yellow Submarine, al grabar la famosísima cancioncita Se me perdió el bastón, coreada hasta la saciedad por millones de compatriotas. Se debe añadir que Osvaldo y sus músicos eran ciegos (salvo uno, creo), lo que les hacía llamativos. Pero su ceguera mayor fue tratar de renovar el bolero tradicional, con sus “boleros electrónicos”, los cuales no fueron del todo felices. El amor se acaba fue quizás el único que se salvó de su empeño vanguardista. En lugar de boleros electrónicos, bien pudieran haber sido “boleros político-económicos”. Osvaldo se fue apartando del grupo, y vino a ser uno de los emblemas oficiales del gobierno a finales de los setenta, cuando cantó Canción del 20 Aniversario y Marcha del pueblo combatiente. La última imagen que dejó a la audiencia cubana fue al frente de La Pequeña Banda, entonando temas populares y pegajosos, donde daba la impresión de sentirse más a gusto. No he tenido suerte buscando información corriente sobre este gran cantante y guitarrista. Creo que vive en Miami y que canta ocasionalmente.

lunes, 26 de febrero de 2007

La "grave" influencia del pasado


Tumiamiblog
Súperimposición: Ramón Williams

En dos artículos diferentes publicados en el Nuevo (el domingo), escritos con motivo del cincuentenario de la muerte del pintor Carlos Enríquez, tanto el crítico Carlos M. Luis como el escritor Lorenzo García Vega atestiguan un incidente nada nimio (que de cierta manera añade una tirantez biográfica al testimonio de ambos). Comienzo con García Vega, quien manifiesta: “Recuerdo que hace ... una eternidad, yo estuve en La Habana, junto con Lezama, en el café Reboredo de La Habana Vieja, y entonces, como si fuera un espectro, irrumpió la figura de Carlos Enríquez.” ¡Qué coincidencia! Carlos M. Luis también estaba allí: “Hace cincuenta años me encontraba sentado en el café de Reboredo de la calle O'Reilly en La Habana con Lezama Lima disfrutando de una de sus animadas conversaciones, cuando pude observar de repente un cambio en su semblante. Era que se aproximaba ... Carlos Enríquez”. Si estaban los dos con Lezama en el café Reboredo, ¿por qué no se mencionan el uno al otro? Acaso tendría que ver, aunque elípticamente, con el subtema que García Vega desarrolla, incluso con más fervor que su homenaje a Enríquez. Me refiero al pasado. De modo hermético escribe García Vega: “¿Qué es la apreciación del pasado?” “Entrar en un pasado es saber lo que puede significar el pasado...” “Entre las cosas peores está (...) la total pérdida del sentido del pasado.” “¿Qué significa la pérdida del sentido del pasado? La imposibilidad total de acercarse al pasado como tal, es decir, como pasado” “¡Un pasado que sólo espera una oportunidad para volver a llegar a ser presente!” “Ese pasado, que hoy se obstina en no pasar y aspira a suplantar el hoy...” Veamos esta otra: “Si tratamos de acercarnos a un aniversario cubano, esto queda empañado con la patológica visión del pasado”. Me atrevo a especular que tanto para Carlos Luis como para García Vega, el pasado (como estipula Harold Bloom) “se torna en influencia”; patología heavy que los aturde y embala sus artículos alrededor –no ya de la figura de Enríquez- sino de ellos mismos alrededor de Lezama.

Música en Cuba


Alfredo Triff

De la charanga nos llega la contradanza y el danzón. De éste último se dice, según Serafín Pichardo: “Esguince tiene de elegante rango/ y sacudidas gráficas de tango/ de tiple y de bandurria suavidades / y de congo tambor sonoridades”. Cadencia armónica, acento, esfera de ambages; la autoctonía separa el ritmo puro de su esencia y lo suaviza, sin perder identidad (repito: el ritmo puro puede matar). “Aé Cumayé/ Yo nunca tiro al camino/ Hueso quemao/ Y no le pido a lo muerto/ O a lo enterrao”. En toda melodía debe haber su “amarre” secreto. El que sabe tiene que coincidir con Machito: “No hay un compás que se le escape a la clave.” ¿La clave? Célula métrico-mística por excelencia: Es ebbó; purificación sonora. “Fue a casa de un babalao/ donde me consulté/ y entonce Orula me dijo/ lo que tenía que hacer”... Si el guaguancó es carabalí (y el secreto de su baile y su lenguaje babalao) el hechizo de la clave da paso a la sublimación del ritmo en melodía: Son montuno (donde hay más de negro pero un tanto de punto guajiro). El son es la cábala que viene desde el siglo XVI con La Mateodora. “Son”, conjugación de “ser” en su tercera persona, apunta al grupo, la cofradía. Son los que son (reiteración del pregón). Así nos lo pinta Guillén: “¡Que rompa el son caliente y que lo baile la gente, pecho con pecho, vaso con vaso y agua con agua con aguardiente!” Sea polka, zapateo, guaracha, son montuno, rumba, danzón, bolero, cha-cha-chá, mambo o timba, la música cubana es una. Hagamos un corito que dice: “Nos complace a la verdad/ el ver a los caballeros/ aceptar los guaracheros/ con tan buena voluntad/ para pagar su bondad/ nuestro canto le ofrecemos/ y al terminar bailaremos/ otro golpe de fambá/ fambá, fambá/ fambá, fambá...

domingo, 25 de febrero de 2007

Oscar Night: Voto por Little Miss Sushine


Jesús Rosado

Los primeros diez minutos de un filme son decisivos para que funcione el gancho. O lo tomas o lo desdeñas. En el caso de Little Miss Sushine, un proyecto independiente dirigido por la talentosa pareja de Jonathan Dayton y Valerie Faris, los primeros quince minutos son tan inusitadamente divertidos y tan divergentes con el cine convencional hollywoodense, que el público le apuesta el tiempo restante a favor de su realización alternativa. Farsa inusual, concebida como road movie, la película se aleja de los estereotipos para acercarse a la dramaturgia distintiva de Sideways, Lost in Translation, Big Fish, My Big Fat Greek Wedding y otros exponentes de cierto género de comedia inteligente. El argumento serpentea entre una familia que emprende un vertiginoso viaje a través de California para que la pequeña Olive llegue a la final del concurso de belleza infantil Little Miss Sushine. La niña había quedado como finalista en un certamen local pero la ganadora fue descubierta usando píldoras dietéticas y ha sido descalificada, por lo que Olive dispone de sólo dos días por carretera para llegar a tiempo al concurso. Desde entonces se desata una alocada carrera familiar salpicada de un humor deliciosamente cruel, que recrea el soberbio guión escrito por Michael Arndt y que complementa las sobresalientes actuaciones de Greg Kinnear, Toni Collette, Paul Dano, Steve Carell, Abigail Breslin y el superdesempeño de Alan Arkin como el abuelo drogadicto. Con la fluida interacción, el reparto logra achicar las distancias ficticias y darle un toque de autenticidad al seductor disparate, cuyo contenido asume “como las familias realmente se relacionan y se aman”, según afirma su productor Albert Berger. Fresca, delirante como el viejito heroinómano e inquietante como el adolescente devoto de Nietzsche, la trama resulta ser una fábula que versa no sobre la fauna familiar, sino sobre la familia como fauna. Una risita crítica en torno al zoo social norteamericano, que deja su mayor irreverencia para los minutos finales, cuando se convierte en diversión cáustica, dejándonos pasmados entre el pudor y lo sarcástico. Después del desenlace, nuestras claves éticas nunca volverán a ser las mismas.

sábado, 24 de febrero de 2007

Libertad para Abdelkarim Suleimán


Tumiamiblog

¡Qué bochorno para Egipto! El bloguero Abdelkarim Suleimán (conocido por el seudónimo de Karim Amer) ha sido condenado a cuatro años de prisión con trabajo forzado por, desde su blog, "atentar contra la religión y por difamación contra el presidente de la República". La noticia fue dada a conocer por Dalia Zidayza, activista por los derechos humanos que ha seguido el proceso en El Cairo y recogida por el diario El País. ¿El delito de Suleimán? Ser "inusualmente hostil contra el Islam" y -no se pierdan esto- "propagar información perjudicial para el orden público, incitar al odio a los musulmanes e insultar al presidente Hosni Mubarak". Visita el blog del valeroso Karim (quien era estudiante de leyes) aquí; puede quedar poco tiempo.

viernes, 23 de febrero de 2007

Miami Feedback


Adalberto Delgado

Hoy me voy a los 60's y 70's... al Miami de peñas y música folk. Coconut Grove (una aldea de gente-alante), guardaba esa tradición que comenzara en San Francisco a mediado de los 60's. Uno de estos rincones era The Feedback, donde se presentaban poetas como Joan Baez, Janis Joplin y muchos otros, en sus giras por Miami. Una noche, mis amigos Mario Fernandez, "Futi" Angulo y yo chocamos con --nada menos que-- Carlos Santana, quién se dirigió a nosotros en español, preguntándonos por un sitio where he could jam esa noche. Para ir a Feedback tenías que ser hippie (el lugar no se prestaba para otro tipo de gente). Vendían comida orgánica, café y jugos tipo smoothie. La entrada era gratis; sólo costaba el consumo. Siempre estaba lleno, no importa qué día de la semana. Ser hippie y cubano era un peligro (si salías fuera de esos círculos). Cuando caminábamos por La Pequeña Habana (muy distinta a la de hoy) nos gritaban nombretes y nos acusaban de comunistas (lo cual era insólito pues éramos hijos de exiliados). Muchos de nosotros fuimos a la guerra, otros nos dedicamos a protestar contra ella. Claro, siempre existió el famoso cubichón recalcitrante y "cheo a la moña". Éramos amantes del rock y también saboreábamos el guaguancó y las descargas. Todos los domingos los percusionistas nos reuníamos con la tropa hippie y formábamos rumbones en Peacock Park del Grove. Todos con el pelo por la cintura, luciendo camisetas tee dye y las famosas "campanas" rematados con chancletas a-lo-Ravi Shankar. Estipulábamos no separarnos jamás de nuestro poético guaguancó. Otro día les contaré de otras covachas... rememoraré incidentes en el Jai Alai, Pirates’ World, Dinner Key Auditorium y The Image, The Place, The Climax, Evil People y Haven and the World.

jueves, 22 de febrero de 2007

Miami brillará



El socio del Vedado

Date la vuelta y mira. ¡Anjá! Esto es Miami, ni pueblo ni gran ciudad. Convulsa y joven, nada estéril, Miami nace como la gran nación de los que huyen, de los que buscan, de los dispuestos a la acción (por eso no es de extrañar que se levanten capitales y en el forcejeo por crecer se desperfile como la ciudad añorada o el recuerdo de otra gran ciudad). No soy un defensor a ultranzas de Miami; la intento ver calmado y distanciado. A veces creo que le pedimos mucho a una ciudad de cien años, o que nos contentamos con muy poco y no presionamos lo suficiente. Y es que le hemos puesto un mote que le quedaba grande: El puente con América o La puerta al Sur (en lo macro-económico puede que sea puente y sea puerta, pero sus ciudadanos la obligamos a brillar en lo cultural y en lo artístico). Brillará, no lo pongo en duda. Ya parece que en el glamour Miami se cuela cada vez con más fuerza: la moda, los perfumes, la pluma y la lentejuela. En ocasiones le ha arrancado a Los Ángeles sus alfombras rojas y algunos de sus laureles. El mundo parece descubrir un cosmopolitismo más heterogéneo en Miami que en otras ciudades tradicionalmente hispanas de los Estados Unidos. Ahora, es posible que no sea el brillo que pretendemos muchos o que sueñan otros. Quizás Miami sea conocida en el futuro como ciudad superflua o fatua, repleta de kitsch y de flamingos, sonoramente salsera y monocorde. París hay uno, y hay otro Londres y un New York. En un salto en el tiempo quizás un Miami de malls y discotecas donde el neón, junto a la palmera, despierten en el viajero la misma sensación que hoy nos da la Torre Eiffel, la impresión de destino, una señal en el mapa turístico. ¿Es ése el Miami que queremos?

miércoles, 21 de febrero de 2007

El hombre


Grazia Deledda

En la antiguedad se decía que los hombres eran valerosos, hábiles, dispuestos a todo, que sabían despreciar la muerte. Se engañan, el hombre se ve obligado a mostrar su valor, nada más que eso; por eso se ejercita en actos de violencia; para hacer alarde de su valor.

martes, 20 de febrero de 2007

Wo ist Machetico?

Las Ronettes

Tumiamiblog

The Ronettes ("the original bad girls of rock & roll,") es de los mejores de los super groups de muchachas de principio de los 60 y "Be My Baby" fue su hit soberano (la crítica lo considera el álbum más romántico de la era temprana del rock). Ronettes salen del Harlem latino de Washington Heights. Las hermanas Veronica (a.k.a. Ronnie) y Estelle Bennet (mitad blanca mitad india americana) y su prima Nedra ya cantaban la pepillada desde fines del 59 (inspiradas por grupos doo wop como Frankine Lymon & the Teenagers y The Darling Sisters). Debutan en 1961 en el Peppermint Lounge, que es el centro del twist de la época. Un single de esa época fue "I Want a Boy", a los que siguen "I'm on the Wagon," y "Good Girls," hasta que Phil Spector las descubre y las moldea a su manera. ¿La imagen? De sexy fémina, con una pizca de la guapería del hood, pestañotas seductoras llenas de mascara, cara exótica y sonriente, coronada con un peinado “cachucha” y la saya bien apretada. "Be My Baby" fue escrita por Spector y Jeff Barry; arreglo que desgarró el corazón de toda una generación de jóvenes. Después hubo hits como "Do I Love You?" y "Is This What I Get for Loving You?", piezas clásicas ("Walking in the Rain" ganó un Grammy). Un día Spector dejó a su mujer para casarse con Ronnie y se la llevó a su mansion en L.A. Lo que sigue es una historia de horror: Spector era tan posesivo que no dejaba salir a Ronnie de la casa sin su permiso (luego se supo del abuso físico y mental a que la sometió). Después del divorcio, Ronnie (ahora Spector) se lanzó sola, pero sin éxito. La saga concluye en 2001, cuando una corte de New York falla en favor The Ronettes, ordenando a Spector que pagara $3 millones en regalías; billete que nunca llegó a su destino. "Ha habido grupos de muchachas" –dijo el crítico Carl Wilson en 2003, "pero ninguno pudo llevar a las masas a la histeria (que sólo Elvis consiguiera) como The Ronettes."

lunes, 19 de febrero de 2007

Logo de Marc Andries Smit

Lunes de noticias

Tumiamiblog

Buenos días blogolandia: 1- Otro ataque entre India y Paquistán (el síntoma refleja lo que se está llamando "la nueva guerra mundial" que no es de naciones, ni ejércitos, sino del terrorismo radical contra su propia población civil). 2- La blogosfera local está llena de noticias inútiles del Fifo. ¿Y por qué será que los blogs miamenses no hablan de los problemas del patio? (Negación limitada). Casi nunca oigo a un politólogo nuestro (de esos que salen en TV) comentar, por ejemplo, el incremento de las tropas en el nuevo cordón de Bagdad y los resultados inmediatos de dicha política). 3- Oh my, another attack! 4- Cierro con la cultura (tema políticamente incorrecto): ¡Qué gran idea hacer un mundial de baile!

domingo, 18 de febrero de 2007

¿Y Machetico?

Música en Cuba (descarga en dos partes)


Alfredo Triff

La música y la pintura se llevan tanto que el parnasiano Verlaine nos habla de “una tonalidad llena de esmaltes” (Rimbaud por su parte le canta a un paisaje “lleno de eufonías”). Si se habla de música cubana, es difícil percibir en esa alegría tanto acecho de dolor. Nuestra historia encierra un comercio siniestro de masas sometidas. De ahí el hechizo musical de melodía y ritmo. Ahora nos inspira; luego, nos lleva a la esencia que fascina y enloquece (tanto “música” como “cubana” llevan lo femenino en la palabra). Pero esa música tiene su color. Sigo el paso del poeta decadente, ya criollo. El súper romántico (así puede llamársele a ese dandi Julián del Casal) blanquito y muy enamorado por cierto, pregunta: “¿Conocéis a la mulata Dominga, con ritmo de café mandinga?” La música es tal vez el componente más impetuoso de nuestra identidad. Nada raro considerando que para el negro la música es el medio idóneo para expresar su cultura. Si el español tuvo al esclavo como bestia de carga y a la negra como objeto de placer, el retoño bastardo lo trae de nuevo a la negritud. Hablo de la mulata, “el mejor descubrimiento español”. Escribe Navarro y Gonzalvo en una popular zarzuela de fines del siglo XIX: “En el baile y en la vía/por su casa por su talle/siempre en vuelo, la mulata/es objeto de conquista”. Si hay música hay baile; encuentro donde puede iniciarse un amor (acaso prohibido). La danza es el germen de la subversión (en Cecilia Valdés, la zarzuela de Gonzalo Roig, los enamorados se encuentran en un baile). Nuestro poeta matancero Plácido lo sabe, cuando apunta de primera mano: “Hállela en el baile/La noche de Pascua/Púsose encendida/Descorrió su manta”. La música proporciona la mezcla que se revierte en puro sabor. Primero el ritmo que es lo más puro, pero también el mayor peligro. El ritmo de la rumba nos lleva de lo afro-disíaco, al rapto total . Felipe Lopez de Briñas lo admite: “Los aires rompen el cielo/De la nocturna charanga/¡Oh! ¿Qué impresión es ésta?/¿Qué plácida embriaguez?/Es la cubana danza."

sábado, 17 de febrero de 2007

Touch of Evil

La famosa secuencia inicial es una coreografía de absoluta sincronía. Cada persona, paso, carro, señal dan cuenta de una minuciosidad impresionante: se nos presenta, mediante una cámara en toma ininterrumpida, a una pareja dirigiéndose, y luego manejando, un carro portador de una bomba. A su paso por un viejo pueblo mexicano, éste adelanta y se deja adelantar por otra pareja que camina hacia la frontera (Charlton Heston y Janet Leigh), éstos últimos se detienen frente a un oficial que les indaga por su procedencia (momento en el cual se da cuenta del papel primordial de Vargas como investigador y héroe). El carro les alcanza y les pasa nuevamente. El público los observa de frente, de lado, desde arriba, los persigue, los deja ir, los detiene…y tras unos segundos después de un tic-tac, percibido por la copiloto, sufre con ellos la explosión. La descomunal expresividad de la cámara merece un aplauso. Los movimientos de planos secuenciales, así como la fotografía de Russel Metty son grandes destacados. No se puede dejar atrás ese juego de luces y sombras que representa, de algún modo, la misma ambigüedad que refleja la trama de la película. Se trata de la claridad, escasamente arrojada, en las escenas y en la resolución del caso (o tal vez del personaje de Quinlan, que, de cierta manera, parece ser más central que la misma historia y que el mismo héroe). Por otro lado está la música de Mancini con una mezcla deliciosa y pertinente para cada escena. Jazz, bossa-nova, salsa, rock'n'roll y, por supuesto, música mexicana, son los ingredientes principales. La banda sonora fue utilizada de manera dietética; es decir, sonando de fondo en numerosas escenas en las que hay puesto un tocadiscos, una pianola o una banda que interpreta sus piezas en "directo" (Tomado de Touch of Evil en Wikipedia).


viernes, 16 de febrero de 2007

Amores in/temporales


Amílcar Barca

Nuestros amores tienen, como buenos que son, la pátina del desasosiego y el brillo de lo imprevisible. Queman. Ponen huevos en la hiel de la oración cuando los declaramos abiertamente... y se dulcifican a la luz de la noche entre el humo del tabaco y el humo de la memoria. Se mecen. Entre la pasión por la noticia de última hora y el chisme, flotan en la voz de los teléfonos. Se pierden en las preguntas. Abrigan la respuesta convenida. Son amores imposibles y a veces rozan la traición serena del cuchillo. Un día se levantan con la prisa de la carne y a la mañana siguiente se escinden en el desayuno. Tenemos amores religiosos que guardan la belleza con un dios a la medida y amores literarios que persiguen, como Don Juan, la vanidad. Con la barriga orgullosa, hay amores palpables de mujer que sostienen el fruto de la carne en sus entrañas. Amores de corazón tan blanco que llevan el color de la sangre en la culpa. Amores a una cama que no existe y amores de cama que no se dan al llamar la puerta en una cena. Hay amores poéticos (“Me puso sus dos ojos sobre mis dos ojos. Y todo lo vi ya negro".- J.R. Jiménez). Amores a los zapatos de una ciudad. Amores perros. Amores tibios que lucen su mejor vestido durante los fines de semana. Desnudos. Amores libres de ataduras. Secretos...que se esconden junto al frío diminuto de febrero. Amores por un país que ya no existe y a una infancia de Alicia. Amores viejos con el jugo de la adolescencia en la camisa. En fin, así son nuestros amores: magistrales como la medida del tiempo que los rige y los deshace. Amores.

jueves, 15 de febrero de 2007

Odiseo


Luis Soler

Estoy en una celda pútrida y húmeda de dos metros y algo, por casi tres. No puedo moverme pues me duelen hasta las puntas de los pelos. La golpiza de ayer fue la peor. Tres reclusos y dos guardias; era un festín. Lo disfrutaban. Al final me orinaron en la cara, en el cuerpo y me arrastraron por un pasillo hasta aquí. Los pies me quedaron fuera y con la puerta de metal me golpearon en los tobillos. Creo que tengo uno fracturado. Me ladeo un poco y con ayuda de los codos llagados, logro virarme. El dolor es masivo y cabalga con mi sangre en un viaje anatómico: húmero, rótula, sartorio, testículos, hígado, omóplato, esternocleido mastoideo, glotis, parietal izquierdo. Busco una zona sana del cuerpo para refugiarme en ella y la consigo en el recuerdo. Miro al techo; alrededor del bombillo sin luz un dibujo de letras, retahila de palabras escritas en círculos. ¿Cómo hicieron para escribir allá arriba? Noto que sólo veo de un ojo aún cuando el otro no lo tengo cerrado. No quiero quedarme tuerto…sonrío acordándome del dicho: “En el país de los ciegos…” ¿Qué hago aquí? Al principio lo vi como una forma “fácil” de salir; ahora…no sé. Rabia hasta el tuétano. Ira que no se calmará con un par de jeans. No contaba con el tiempo; ocho años más así es imposible. La ventanita está cubierta de excrementos. Hubiera preferido los típicos barrotes. Tengo que limpiarme la costra de sangre en la nariz que no me deja respirar. Veo lucecitas de colores y alcanzo oír un goteo. Repto hacia el sonido. Lo pruebo; es agua. Me lamo los dedos, me limpio y siento la deformación de mi cara. El ruido de las galeras es un ruido blanco. Un ratón llega, y otro. Están enloquecidos con mis postillas. Me acomodo bocarriba a ver si puedo leer lo que dice el techo. Las letras danzan con espasmos capitales. “Pedazo de mierda tirado ahí abajo, no eres nadie; todo fue por gusto. Nadie te tomará en serio; te enfrentas, no a una verdad, sino a un canto de Sirenas. A un viaje largo por las tinieblas. Tú lo sabes y lo que es peor: no tienes arco ni nadie te espera."

miércoles, 14 de febrero de 2007

¿Hacia dónde vas?



Rosie Inguanzo

Vengo a rescatarte,
a rescatarnos.
Sin propósito, de pura inercia.
Pero, ¿de dónde? ¿Hacia dónde vas?
¿Y hacia donde he ido?
Imagínate que mis manos son silencios escritos,
murmuraciones al oído,
libros que no leí, postres que no probé
y el café que quedó sin tomar en la terraza.
Cavilaciones obscuras a la luz de la vela
en torno a tu paso,
y de todo lo inútil que reclama su lugar en el mundo,
en mi mundo,
de parajes vacíos y altares ardientes,
lejanías.

Siempre te quiero decir algo;
digamos que todo;
algo en todo.
Sobre la palma de tu mano mensajes de humo.
Curaciones, cesaciones y trampas secretas.

Todo lo que no vi lo perdí para verte,
para ganar la vida de golpe desoladora y bella.
Todo lo que se esfuma
se me queda en el hambre,
en la caricatura de mí que juega a la muerte,
planeando enfriarme hasta quedarme quieta;
cara o cruz de un extravío.
Entonces me siento en un banco a la intemperie
y veo pasar la nada.
Pasan los buenos días,
los quizás y los que lloran,
y todos los elementos de un desastre.
Y me alimento a boca llena de un vientecito ligero.

Que te llegue la noche en esta calle alguna vez,
de vecinos que gritan de lado a lado del abismo.
Ajenos-semejantes que aún saben de ti y te desconocen.
Que te desbordes, amor, en uno de esos días felices.

martes, 13 de febrero de 2007

Rap cubano y su evolución natural

Hermanos de Causa a finales de los 90: “Contra el viento, contra el tráfico, contra lo que sea, así me pongo yo, porque yo no tengo pelos en la lengua, porque no le tengo miedo a lo que venga” (el mensaje cambiaría durante los 2000).



Explosión Suprema: Original, metafóricamente suculento.



"¿Quién tiró la tiza? El negro ese, el hijo del doctor es el mejor".
Mejor producción, fuerte mensaje y desde adentro (Molano y el Clan 537, ya disuelto)


lunes, 12 de febrero de 2007

La crux y ficción según Alejandro


Ramón Williams

"La Muerte de Maceo" de Menocal (1906) desliza la caída del general mambí por el conducto de los descendimientos, desde la "Lamentación sobre el Cristo muerto" de El Giotto, hasta "La piedad" de Buonarroti. El "Retrato de Martí" de J. Arche, conjuga todo "Corazón Sagrado de Jesús" (invisibles aquí la víscera espinada y el fulgor) con la atmósfera metafísica y el trompe-l’oeil de los surrealistas. Ambas pinturas rodean, hablan de maneras de pintar sobre lo sagrado, de constituir el mito. Lo épico en ellas funciona como excusa para el puente entre lo religioso y lo estético. Sobre ese puente se desplazan las figuras del titán y del apóstol en dirección del museo y de los textos escolares de historia, instrumentos básicos de perpetuación y control de la cultura. Con sus cruces, Alejandro Mendoza se sirve de las distorsiones de espacio y tiempo históricos, sus curvaturas; viaja por vórtices al grado cero de la era, se desembaraza de unas alegorías y preña otras, conquista con lo directo de su retórica, de su lengua lapidaria. Alejandro inventa objetos encontrados (o los compra antes que se pierdan) y los incrusta en el fetiche resucitándolo insaciablemente en cada obra. Sobresalen bloques escalonados, remaches, candados, barrotes y sogas bajando desde los barrotes. Hay hélices y corazas. Objetos de pared, casi muros en sí mismos, portan en sus extremidades semánticas los estigmas (resistencias espirales de cocina eléctrica y no lirios) que tal vez pertenezcan también a quien ha elegido repensar el credo de la apropiación, el otro uso de los signos y las cosas. Las cruces de Alejandro se levantan de lo plano a lo volumétrico con soltura gestual y cautela de arquitecto. Las formas, zombis multifacéticos, se alzan de lo euclidiano y estimulan la glándula de la divergencia que nos estira la Z. Las del fondo del estudio llevan quizás un embrujo mayor; de buena madera, cuelgan llenas de nudos y huesos, cadenas, resinas y sustancias pingües por descifrar. Todas simulan, seducen e ilusionan con acabado semejante al del referente multívoco que las suscitó, sin esconder ni por asomo su ingeniería de atrezzo.

domingo, 11 de febrero de 2007

La guerra cultural de hoy


Manuel Sosa
(condensado de la versión original)

Todos tienen algo que decir, algún abatimiento que exponer. Del tema original han derivado otros que vienen a esbozar el sedimento que aguarda a ser expuesto. Y como todos tienen algo que decir, y no siempre afectuoso, es lógico que comiencen a quebrarse las cortesías habituales, los esquemas de comportamiento para con el escritor o el artista conocido que no se quiere bien. Bastaba una chispa para que se incendiara la santabárbara de un navío que sigue navegando por piélago inseguro. Pavón se ha convertido en la simple palanca referencial, la que inició el movimiento que ya ni le reconoce como causa. Para qué repasar lo obvio, si todo país necesita funcionarios que representen carteras tan delicadas como la cultura, administrativos que tasen y dispongan la utilidad del arte y la literatura. Se sabe que en Cuba ha primado lo ideológico (lo político) sobre la propia capacidad de dirigir o entender lo asignado. En medio de tanta desavenencia, (y al amparo de ella) se han producido ataques sin basamento alguno. Amigos de años se han querellado. Ciertos oportunistas han escrito manifiestos que pretenden acallar la voz discrepante de sus rivales literarios (tengo que explicarlo así, del modo más basto posible). Se reabren viejas heridas, pero surgen nuevas al calor del debate. Si cada escritor o artista en la isla tuviese acceso fácil a una cuenta de correo electrónico, se formaría el más grande caos de recriminaciones y ataques y reclamaciones jamás concebido. Yo creo que todo transcurre hacia un fin provechoso, pues aún no hemos aprendido a discutir como se debe y quizás sea ese el resultado de esta guerra: podremos medir nuestras diferencias por encima de ideologías y creencias personales. Los nombres que aparecen fortuitos, que se asocian hoy de modo aparatoso, como detalles de una liza mediática y entretenida a veces, vagaban hasta ayer y vagarán mañana en el mapa de un país disgregado como nunca. Todos ellos habrán de sufrir las consecuencias, como agravios, como distanciamientos, como rabias, como silencios. Ese es el temor que debemos tener hoy.

sábado, 10 de febrero de 2007

Nosferatu

“Cuál será el hechizo del monstruo, que hasta un humano codiciara agonizar con la vil mordida hundida en su cerviz” (music by Kronos Quartet).


viernes, 9 de febrero de 2007

ADN-ALIEN


Jesús Rosado

¿Quién dijo que con sólo cinco piezas no se monta un visual art show? La lograda dualidad artista-curador de Pedro Vizcaíno lo hace perfectamente plausible en ADN-ALIEN, la más reciente muestra de sus trabajos en Ardex Gallery. La aptitud para subordinar espacios le facilita a este creador disponer el set donde despliega desenfadadamente las tácticas lúdicas de una estética de criterios. En pocos pies cuadrados, la mezcla nerviosa de epigonografía diestramente aplicada estalla ante la mirada expectante para mostrarnos que por estas latitudes, el pop, el bad painting y el graffiti encuentran un ejecutante y un comentarista excepcionalmente sagaz en Vizcaíno, suerte de convertidor del art brut a la manera en que lo conceptualizó y recreó Jean Dubuffet. El primitivismo o el infantilismo wolfianos de las obras exhibidas, como siempre, representan pura apariencia. Quien se haya detenido prudencialmente ante "Gasoline War", la magnífica instalación sobre pared, se dejará seducir, primeramente, por el espíritu comic del planteamiento formal, reforzado por el uso de materiales marginales y técnicas no ordinarias. Pero más de cinco minutos de contemplación desentrañan un propósito mucho más severo: la denuncia visceral de los temas que amenazan al planeta. Convincente testimonio para no confundir en Vizcaíno el camuflaje de outsider con su ejercicio de arte sarcástico, de la misma forma que tras su premeditada desestructuración figurativa y la accidentalidad del trazo se agazapa un dibujo ingenioso y cínico, esa dicotomía abstracción-figuración que le definiera Cruz Azaceta a su quehacer. Confieso que antes de asistir a la exhibición tuve razones para pensar en la fatiga retórica de un artista que se viene reciclando últimamente con los mismos recursos. Sin embargo, fue grato hallar un resultado de variaciones visuales diferenciadas, aunque se presiente cada vez más difícil una propuesta sorpresiva. Me pregunto que nos deparará, en una próxima etapa, la probada capacidad del pintor de transformar materia en arte y hedonismo en intelecto en un mundo donde, como afirma mi amigo el crítico Eduard Reboll, “realidad y simulación parecen confundir sus fronteras”. Seguramente, el Vizcaíno incontenible no dilatará las respuestas.

jueves, 8 de febrero de 2007

Greta

Tumiamiblog

Les presento Grand Hotel: Una película fácil, escapista, de trama vacía, entretenimiento banal, empaquetada con estrellas, hecha durante un período de crisis global. Sin embargo, el filme se mantiene dando la batalla -y comienza a llamar la atención de una crítica que lo reconsidera, siete décadas después. Será por ella, de voz casi masculina, perfil apolíneo, mirada triste y lejana (pero sobre todo su insondable soledad). "Did they miss me? ... They didn't even miss me."

miércoles, 7 de febrero de 2007

¡Pueblo de Cuba!


Alfredo Triff

Se levanta un domingo inflamado en La Habana de agosto de 1951. En el límpido estudio de la CMQ Chibás lanza su perorata incendiaria. Grita y gesticula en la cabina, pero no ha podido presentar la prueba contra Aureliano Sánchez Arango (que tanto prometiera). Ha planeado tirarse un tiro que le roce la pierna, pero con el nerviosismo se descarga la pistola en la ingle. El traje de dril 100 se empapa de sangre. La Habana entera es testigo de la agonía. Llevan a Chibás al hospital (donde un joven periodista de nombre Pinelli lo entrevista en un elevador). Diez días después, un 15 de agosto, el médico y senador sale del hospital. La suerte lo acompaña: El golpe de estado liderado por el general Batista se descubre; los implicados terminan en la cárcel. Chibás sale electo presidente por el partido Ortodoxo en las elecciones de 1952. Durante los próximos cuatro años el presidente (presionado por un partido comunista que se ha hecho muy fuerte) comienza una política de nacionalizaciones contra las compañías norteamericanas. En las elecciones de 1956, Chibás vuelve a salir, aunque por un margen muy pequeño (lleva de ministro de justicia a un agitador, Fidel Castro Ruz). Muy pronto el gobierno se desboca en la crisis. Hay rumores de una intervención americana, pero Fidel Castro (apoyado por el ejército) se adelanta con un golpe de estado el primero de enero del 59. Chibás no puede creer que su brazo derecho lo traicione. Esa misma tarde, mientras Castro entra victorioso en la Habana, el presidente se dirige al pueblo desde los micrófonos de la CMQ. Nadie lo escucha. Todo el mundo está en la calle gritando: “¡Fidel, Fidel!”. La breve alocución (justo antes del disparo fatídico a la sien) nunca fue grabada. Comenzaba así: “Pueblo de Cuba....”

martes, 6 de febrero de 2007

Epístola a los transeúntes

César Vallejo

Reanudo mi día de conejo
mi noche de elefante en descanso.
Y, entre mí, digo:
ésta es mi inmensidad en bruto, a cántaros
éste es mi grato peso,
que me buscará abajo para pájaro
éste es mi brazo
que por su cuenta rehusó ser ala,
éstas son mis sagradas escrituras,
éstos mis alarmados campeones.
Lúgubre isla me alumbrará continental,
mientras el capitolio se apoye en mi íntimo derrumbe
y la asamblea en lanzas clausure mi desfile.
Pero cuando yo muera
de vida y no de tiempo,
cuando lleguen a dos mis dos maletas,
éste ha de ser mi estómago en que cupo mi lámpara en pedazos,
ésta aquella cabeza que expió los tormentos del círculo en mis pasos,
éstos esos gusanos que el corazón contó por unidades,
éste ha de ser mi cuerpo solidario
por el que vela el alma individual; éste ha de ser
mi ombligo en que maté mis piojos natos,
ésta mi cosa cosa, mi cosa tremebunda.
En tanto, convulsiva, ásperamente
convalece mi freno,
sufriendo como sufro del lenguaje directo del león;
y, puesto que he existido entre dos potestades de ladrillo,
convalezco yo mismo, sonriendo de mis labios.

lunes, 5 de febrero de 2007

"Carne"

Tumiamiblog

El realizador argentino Gaspar Noé (nacido en 1963) debutó con el corto Carne (1991), producido con Lucile Hadzihalilovic. La película relata la venganza de un carnicero contra un hombre sospechoso de violar a su hija autista. Es el comienzo del estilo epigramista y novedoso de Noé, con títulos, advertencias, y notas dentro de la trama narrativa; inicia también su colaboración con el actor Philippe Nahon. Después le sigue Seul contre tous (1998), descrita por el propio Noé como “la tragedia de un carnicero tratando de sobrevivir en el estómago de la nación,” aunque es más que eso. Para algunos, la película de Noé buscaba deshonrar a Francia. Comparada con Taxi Driver y Los Olvidados de Luis Buñuel, el filme nos recuerda un poco a Saló de Passolini, en su tratamiento abierto del tema sexual y por la violencia que bordea lo pornográfico. La última producción de Noé es Irreversible (2002). Todo comienza cuando un hombre es arrestado en un gay club mientras otro es sacado en una camilla. El film viaja al pasado siguiendo a dos individuos (Vincent Cassel y Albert Dupontel) por una sucesión de cuartos oscuros con cuerpos semidesnudos, en busca de un tercer sujeto llamado “La tenia”. La cámara se mueve elípticamente y nos ataca la música discordante sobre el efecto estrosboscópico de una luz agonizante. No se sabe qué pasa pero se respira un aire de violencia salvaje. Noé tira fuerte, pero su shock libera (en el clip los avances de Seul contre tous).

sábado, 3 de febrero de 2007

Pura crema

Tumiamiblog

Cream, el primer gran trío de la historia del rock, tuvo una vida muy corta (1966-1968). ¿Qué hizo posible el mito? Era el momento preciso para que el rock gritara su nuevo dialecto y volumen: Blues con densa distorsión sicodélica. Clapton había tocado con Yarbirds y con la banda John Mayall's Bluesbreakers. El cantante y bajista Jack Bruce y Ginger Baker eran compañeros en la Graham Bond Organisation (piquete underground de R&B con influencias de jazz). Jack figuró también -aunque brevemente- en Manfred Mann. Cream se mete en un terreno por descubrir que requiere innovación. Clapton es adamantino, con solos azules de cualidad apolínea. Por otro lado está Bruce, con su voz atenorada, blusera, hábilmente apoyado en su bajo sin trastes. Si "I Feel Free" puso la banda sobre el mapa, luego vino "Disraeli Gears" del 67 (donde sale lo sicodélico del grupo, con melodías memorables, armonías efectivas y riffs que te sacuden). "Strange Brew" fue una canción poderosa. Pero con “Wheels of Fire” Cream se puso a la altura de Jimi Hendrix como el segundo acto de rock más importante del momento. Cream encarna el mito del nudo gordiano del rock: Ars longa, vita brevis. (En el clip la banda interpreta "Crossroads". ¡Pura crema!)

viernes, 2 de febrero de 2007

A.D.N. Alien y la Red Feminista Cubana


Tumiamiblog

Hoy viernes se inaugura la muestra “A.D.N. Alien” de Pedro Vizcaíno en la galería Ardex (506 Biltmore Way) en Coral Gables, (786) 552.7339. El Vizca, como le decimos cariñosamente, es un artista apreciado por blogolandia con una obra alternativa inquietante. Las palabras para su show han sido escritas por Eduard Reboll (otro querido amigo). Y es ocasión para vernos y pasarla bien. Mañana sábado 3 de febrero a las 3:00 pm, La Red Feminista Cubana te invita a una charla y celebración íntima de un derecho muy público por el cual lucharon cientos de feministas cubanas entre 1869 y 1934, con Mirta Rodríguez Calderón, periodista cubana que reside en República Dominicana (fundadora del Grupo Magín (La Habana 1993-1995) y miembro del Comité Asesor de Red Feminista Cubana. La anfitriona es la Dra. Carmen Díaz (querida bloguera). Lugar: 9421 SW 12 Street.

¿Alguna otra cosa? Go ahead. Es viernes de descarga. Desahógate.