martes, 6 de febrero de 2007

César Vallejo

Reanudo mi día de conejo
mi noche de elefante en descanso.
Y, entre mí, digo:
ésta es mi inmensidad en bruto, a cántaros
éste es mi grato peso,
que me buscará abajo para pájaro
éste es mi brazo
que por su cuenta rehusó ser ala,
éstas son mis sagradas escrituras,
éstos mis alarmados campeones.
Lúgubre isla me alumbrará continental,
mientras el capitolio se apoye en mi íntimo derrumbe
y la asamblea en lanzas clausure mi desfile.
Pero cuando yo muera
de vida y no de tiempo,
cuando lleguen a dos mis dos maletas,
éste ha de ser mi estómago en que cupo mi lámpara en pedazos,
ésta aquella cabeza que expió los tormentos del círculo en mis pasos,
éstos esos gusanos que el corazón contó por unidades,
éste ha de ser mi cuerpo solidario
por el que vela el alma individual; éste ha de ser
mi ombligo en que maté mis piojos natos,
ésta mi cosa cosa, mi cosa tremebunda.
En tanto, convulsiva, ásperamente
convalece mi freno,
sufriendo como sufro del lenguaje directo del león;
y, puesto que he existido entre dos potestades de ladrillo,
convalezco yo mismo, sonriendo de mis labios.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Vallejo estab hablando de Cuba? Del Capitolio? Woooo!!!!

Anónimo dijo...

Un poema citadino muy subjetivo.
El estudiante

La Mano Poderosa dijo...

No me canso de leerlo. Muy dado a ese proceso natural. Al fin, seran los gusanos que triunfan.

Anónimo dijo...

Le salio el poeta a todo el mundo aqui. MD

Manuel Sosa dijo...

El otro día, en una fiesta entre cubanos aquí en Atlanta, mientras esperábamos el arrozconpollo, me presentaron a un sobrino segundo (no sé si es el término justo; el tipo es nieto de una hermana) de Vallejo. Me dijo que su abuela también había publicado poesía. Nos acompañó con el violín (a mi grupo)y se sorprendió de nuestra erudición vallejiana. Son esas cosas raras que pasan.

Hacía tiempo no entraba a Tumiami. Parabienes a AT & Company.

Anónimo dijo...

Hay que desandar alguna vez calzando los zapatos de Vallejo. Una tierna manera de melancolear entre la liquidez del tiempo. Por un momento el corazón dejará de ser fósil viscoso para hacerse pájaro sumergible. El poeta no sólo te dota con el paisaje sin cancelas sino también con sus ángulos de permanencia.

Alfredo Triff dijo...

Me alegro que estes mejor Ignorante. Sosa, nos alegra que vuelvas.