martes, 28 de septiembre de 2010

Que todo huela a él este día

Ernesto González

Ni a Sary se lo puedo decir, no me entendería. Es duro no poder hablarle a mi amiga sobre estos cortos espacios de felicidad. Es precisamente esa intensa brevedad la que no aceptaría: ¿Cuál será tu futuro con él, Rosario, qué haces perdiendo tu tiempo con un chiquillo?, puede ser tu hijo, ¿estás enloquecida?

El tiempo, ese enemigo, esa barrera invisible alimentada por nosotros. El tiempo nos usa, nos manipula con descaro y en la vejez nos descarta. Los consejos de Sary girarían en torno a ese fantasma. Las comparaciones con ella, con otras. Enredaría el asunto sin necesidad, y al final: Es tu vida, no la mía, es tu derecho vivirla como te dé la gana. Mi querida Sary, cómo ibas a entender si yo me quedo por la décima parte y no deseo razonar, porque no sé cuántos días o semanas terminarán con esta fugacidad. Ahora mismo se ha interrumpido por horas o por días, no sé ni me importa.

Phill se acaba de ir. Me ha despedido con un beso de sus labios lozanos, de adolescente, me ha dejado su sudor, ese aliento irrepetible, el recuerdo de unos ojos maravillados. Va a comprarme un teléfono para poderme «textear» durante el día. No le importa haberme oído repetir que no soporto esas tonterías, la gente no está presente, no parece soportar lo que los rodea y se ponen a “comunicarse con sus seres queridos”, según rezan los anuncios, aunque sea para repetirse idioteces.

Esa comunicación carece de oxitocina, Phil, no libera en el cuerpo esa hormona imprescindible, sólo el contacto físico, la interacción real, lo consigue, no debieras perder el tiempo en “textearme” sino concentrarte en tu clase, en tus estudios (como cuando estamos solos, casi le digo). Me río. Comparado con los jóvenes de su edad, Phil no es tan disperso. Y en la intimidad, para nada. Sus silencios, su mirada, lo prueban. ¿Será la diferencia de nuestra tez o saborear a una mujer conocedora de los hombres?

(Sigue leyendo aquí)

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy bueno Ernesto. Me gusta mucho tu estilo.

Abel dijo...

en este pais ella ,probablemente, iria presa, donde queda el amor?!, donde queda la inmensa felicidad que conlleva una experincia sexual plena, no importa cual adolescente seas?!. Las leyes son demasiado rigidas, y es todo lo que tenemos!!
La vida es mucho mas que 17 anos!!

Anónimo dijo...

¿Y no se puede opinar en el post de los Estados Unidos?