sábado, 18 de agosto de 2018

Aretha Franklin - Think

-  Jesús Rosado 


 ¿Cómo te llamas?
-          Franklin
-          Te llamas Francisco ¿y te americanisaste el nombre?
-          No, me llamo Franklin. Como ves soy negro. Soy pichón de jamaiquino,
-          Ya. ¿Eres hijo único?
-          No, tengo un hermano que se llama Johnny. Y una hermana.
-          Por lo que sé estuviste en la operación de recogida de hippies del parque Fe del Valle en 1968.
-          Sí.
-          Según tengo entendido fuiste de los que te sentaste en la calle Galiano e interrumpiste el tráfico, convirtiendo el día en una jornada de protesta
-          Fuimos tres. El único negro era yo.
-          ¿Quién fue el primero que se sentó?
-          Fui yo, señor
-          Te siguieron los otros dos?
-          No me siguieron, sencillamente lo hicieron. No había líder.
-          ¿Tuvieron miedo?
-          Puedo responder por mí. Lo tuve, pero estaba tan obstinado con la ola represiva, con la persecución, que me importaba tres pitos que me mataran.
-          ¿Cómo empezó todo?
-          Los hippies nos reuníamos en el Parque Fe del Valle. Le habíamos cedido a los homosexuales el espacio del Ten Cents.
-          ¿No era eso un gesto de prejuicio y exclusión hacia los homosexuales?
-          Seguro. Pero era el pensamiento de la época. Y aun así creo que fuimos justos. Ellos tenían su espacio. El gobierno era el que no respetaba eso. Cada vez que podían le echaban a la policía encima.
-          Bueno, ¿entonces que pasó?
-          Nada, nos sentamos justo en el medio de Galiano frente al Ten Cents y se paralizó el tráfico. Se creó una crisis en breve tiempo y acudió la policía en masa. Contabilizamos 27 patrulleros y cinco carros jaulas. Era septiembre de 1968. Estaba reciente lo de mayo en París.
-          ¿Por qué lo hicieron?
-          El movimiento hippie en Cuba era totalmente pacifista. Reclamábamos derechos civiles. Queríamos una juventud tranquila con derecho a libertades. Queríamos escuchar la música que nos prohíbian.  Libertad de pensamiento, libertad de expresión. Queríamos pelo largo y vestirnos como nos diera la gana.Bailar como nos diera la gana. Divertirnos como nos diera la gana.Y el aparato represivo del régimen castrista no transigía con eso. Se montaron entonces quioscos en el parque Fe del Valle para reclutar a jóvenes para la Columna Juvenil del Centenario. Era la estrategia para reprimirnos, desarticularnos. Para hacernos desaparecer. Un abierto desafío al movimiento libre pensador de los hippies. Querían sabotearnos el parque que era nuestro santuario. Y eso fue la causa del choque. Nos retaron y la respuesta fue contundente.
-          ¿Qué ocurrió?
-          Pues recogida. Eso significa violencia, golpes, centenares de detenciones. La policía se la vio difícil porque encontró resistencia. Y las chicas, sobre todo, les hicieron mucho daño con objetos cortantes. El enfrentamiento se extendió a otros puntos donde nos reuníamos en La Habana. El Carmelo, el Capri, Coppelia...
-          ¿Y tú fuiste preso?
-         
-          ¿Te procesaron?
-          Sí. Me condenaron a dos años que cumplí completicos
¿Qué pasó cuando saliste de prisión?
-          Nada. Me fui reincorporando a la vida.
-          ¿Cómo te las agenciaste para ganarte la subsistencia?
-          Bueno, hay una parte que no voy a hacer pública porque es la vía cotidiana en la que un cubano sobrevive. Pero yo domino perfectamente el inglés oral porque se hablaba en mi casa y en algún momento pude conectar con programas de enseñanza del inglés que me permitieron sobrevivir. Luego comencé a trabajar de manera independiente como guía de turistas y los llevaba al lugar de los sucesos del 68. Les contaba los que había ocurrido. Les hablaba de mis experiencias en prisión. Y les mostraba las huellas de los maltratos y el bayonetazo en mi espalda recibido de un carcelero. Pagaban bien por la historia y así con el dinero reunido durante décadas abrí entonces una paladar, y otra, y luego otra que atienden mis hermanos actualmente.
-          ¿Por qué no te vas de Cuba?
-          ¿Irme?¿Por qué? Esta es mi tierra y mi circunstancia. Yo soy negro. Tengo un capital. ¿Ir a probar en Estados Unidos? ¿Más discriminación? No tiene sentido.
-          ¿Te sentarías de nuevo en el asfalto de Galiano?
-          Jajaja. Para nada. Por mucha causa reunida, hoy día los conductores de ómnibus nos pasarían sin escrúpulos por encima. Todo ha cambiado, my friend. La época es otra en todas partes.
-          ¿Qué música sonaba en aquella tarde de 1968 cuando decidieron retar a un régimen?
-          Aretha Franklin. Habían instalado unos altavoces. Y ponían canciones de Silvio y Pablo o a cantantes afroamericanos para atraernos hacia los quioscos de reclutamiento. En el momento en que se creó el conflicto se escuchaba a Aretha. Primero fue Respect. Mientras la oíamos nos preparamos y tomamos la decisión. Ya sentados irrumpió Think. Esa pieza se repite y repetirá irrevocablemente en mi memoria. Fue el trance, el éxtasis. La gloria. El olvido momentáneo del horror.  Después, ya conoces, fueron los golpes, el dolor, la rabia, la memoria imborrable…
Aretha se ha ido ¿Y ahora?
Aretha nunca se irá. Ella es el soul. Ahí están los que la siguen. Los reguetoneros. Los cronistas actuales. Las verdades se suceden en la música.
Hay mucha maneras de seguir entorpeciendo el tráfico.

1 comentario:

Alfredo Triff dijo...

q swing tenían esos hipangos cubiches sesentosos.