miércoles, 4 de abril de 2007

Tráfico


Roberto Savino

Desconfío de quien asegure que el hombre contemporáneo no tiene tiempo para pensar. Todo lo contrario. Tenemos demasiado tiempo para divagar, para perdernos en la neblina de sueños diurnos. Por ejemplo, aquí yo, regresando de la oficina con la corbata todavía apretándome el pecado de Eva, juego a encontrar en los tres espejos del carro las caras mortificadas de los otros conductores que me acompañan, en una nueva escena de la lenta obra de teatro que se llama Tráfico. El folleto promocional asegura que la obra ha tenido un sostenido éxito en todas las ciudades del mundo, desde Miami hasta Beirut, pasando por Shangai, Maracaibo y los altibajos de San Francisco. Frente al volante, encuentro el reflejo de las frentes fruncidas, las orejas y las bocas inaudibles colgadas de un teléfono móvil y a uno que otro disidente meneando la cabeza al ritmo de alguna música. Observo: Por la vestimenta del conductor puedo ir adivinando de dónde viene, cuál es su profesión y hasta quién le espera al abrir la puerta de su hogar dulce hogar, cuando esta serpiente metálica e inmóvil termine de digerirnos a todos y nos bote al fin, en alguna de las calles de esta ciudad invadida por pinos y circundada por montañas afiladas. Pero tampoco allí estaremos libres, me temo, porque ya nos estarán esperando esos monstruos colgantes de tres ojos, con su rojo, verde y amarillo, para obligarnos a detenernos y de nuevo tentar lo que queda de la fracturada paciencia. Sólo al entrar en casa culmina, al fin, la función del día. Y tras la puerta se cierra el telón y se escucha el rugido ensordecedor de los aplausos. No sabemos si salir y presentarnos ante la audiencia, recibir el ramo de flores de tallo largo y dar un último saludo...hasta el día siguiente, detrás de la altísima fortaleza de terciopelo, que separa el estruendo de las butacas de la paz del televisor y de la familiar alarma que nos invita a abrir y disfrutar de otra cena más, cortesía de esa maravilla que conocemos como el microondas.

28 comentarios:

A.B dijo...

Yo escribo, ahora, por qué no hay mucho tráfico en el blog. Así nadie tiene la osadía de incordiarme por el espejo y, espero, llegar sano y salvo a mi mensaje que dice: De cualquier observación podemos escribir una nota... pero para que esté bien escrito, se requiere que el semáforo rojo nos deje la vía libre. La de mi calle ya se ha puesto del color de la esperanza. Felicidades

Amílcar

La Mano Poderosa dijo...

BEEP-BEEP! Coño, quien te enseño a manejar? Carajo, ese tiene su maquina tan chocada que se parece a un taxi de Vizcaino. Oh Shit, casi me choco, te apuesto que ni tiene seguro. Si no fuera que manejar en Miami es un deporte de contacto, montaria mi bicicleta mas amenudo. El secreto de sobrevivir y guiar su automobile en Miami, es igual que sobrevivir una batalla durante una guerra, "keep on moving, a moving target is harder to hit!

Anónimo dijo...

Para escribir con los semáforos en rojo, ahí tenemos a Uva de Aragón.
Para pintar con los semáforos en verde está Vizcaíno.

La Mano Poderosa dijo...

Yo siempre ando a pie! Ji, Ji...

Anónimo dijo...

Ahora Fidel Castro escribe en el Gramma,de asesino paso a periodista.Con wl trabajo que pasan los periodista para tener una
columna en el Nuevo Herald.
y lo POCO que paga el Herald !!!!!!

Anónimo dijo...

Como que Fidel escribe en el Herald?

Anónimo dijo...

Buena imagen del "dia a dia" Savino.
AT

La Mano Poderosa dijo...

Que pasaria si todos los monstruos colgantes en el mundo se ponen de acuerdo a la misma vez y se quedan en rojo? Se acabaria el trafico, o la orden civil?

jr dijo...

Yo también soy un animal de tráfico, Savino. Mi vida se reparte entre vivir y el incorporarme a ese ir y venir humeante y metálico donde serpentean las horas combustibles de la rutina. Fotodrama móvil de instantes de biografía compartida, en los que una mirada llega a ser o caricia o disparo y un parpadeo puede convertirse en final de la travesía.

Alfredo Triff dijo...

Roberto, la ironia respecto a la "modernidad" es para mi lo mas notable de tu relato. Ver nuestras vidas como tragicomedias en funcion de un publico indeterminado (el exito? the american dream? acaso nuestras conciencias?), y entrampados en la maquinaria de la supervivencia aun podemos reirnos del rumor de que estamos atrapados entre el trafico y la comida congelada. Reflexion necesaria.
Acabo de ver en el New Yorker una caricatura donde dos vagabundos borrachos conversan y uno le dice al otro:
- Y me dije: "Eh, espera un segundo, quizas ser un perdedor es una opcion plausible."

Un fracasado quizas sea un disidente en otro librito. Lo que si esta claro, es que en mayor o menor medida de autenticidad, todo es representacion.

RI

Anónimo dijo...

Pinos y montan~as afiladas?! De donde habla Savino? Pinos todavia, pero aqui en Miami lo mas alto que hay es el puente de Key Byscaine compadre. Yo no tengo problema de trafico porque desde hace dos an~os trabajo desde mi propia casa. Pero lo tuve y sufri mucho de la espalda cuando aquello yo cogia el Palmeto ida y vuelta.
Ahora cuando todo el mundo esta en el trafico yo me estoy tomando mi coffe y mirando las arecas. Si este no es el american dream no se que carajo lo es. MD

Anónimo dijo...

a boniatillo le gusta ser uno mas en la cola de carros proque siempre le ha gustado manejar. ademas, con un buen estereo instalado el deber se convierte en paseo......bueno no siempre, casi siempre se va manejando feliz. las carreteras aqui son muy bonitassss

Anónimo dijo...

Its just the beginning!

Anónimo dijo...

Primero que nada, gracias por sus comentarios y por compartir con todos su papel en esta inevitable obra, 'Trafico'.

Amilcar, has escuchado la cancion 'Color esperanza' de Diego Torres? Parece que estan sincronizados...

Es cierto, Mano, "manejar en Miami es un deporte de contacto". Y no solo en Miami. Recuerdo a i vecina en Caracas, una mujer italiana muy devota de rosario y de los buenos modales, que cuando manejaba se convertia en una amazona. Era, me imagino, su manera de despresurizarse.

Bueno, Cafeina, en esa isla estamos todos.

Inkieta, uno esta dispuesto a hacer cualquier cosa mientras se esta enfrascado en una cola para olvidar que, justamente, estamos atrapados.

Vizcaino, me alegro!

Gracias, Alfredo, por el comentario. Hay dia a dias que son un calvario, a menos que se le meta un poco de humor.

Alex, lamentandolo mucho, nunca he estado en NY. Imagino que sera muy distinto a como lo pintan en Seinfeld y en Friends, no? Espero que, aunque te enfrenten, nunca te devoren los monstruos colgantes. Saludos!

Mano, excelente pregunta. Alguna vez escribi un poema donde insinuaba algo parecido en un verso que decia algo asi: "cuando todos los semaforos se vistan de rojo / y desaparezca nuestra voacion para la espera"

Jesus, muy real ese presagio fatidico ("un parpadeo puede convertirse en final de la travesía"). Del trafico nadie escapa, y algunos ni siuiera lo hacen con vida.

Rosi, de eso se trata, de la ironia, de bufar lo trivial de la vida. Me gusta la forma en que planteas la cuestion del publico indeterminado; es mucho mas practico y certero de lo que me imagine al escribirlo. Con respecto a la caricatura del NYT, mientras sean otras personas el parametro con el que nos medimos, nada es definitivo y casi cualquier opcion, dentro de una ley racional, es una posibilidad. Gracias por el inteligente aporte.

MD, escribo desde Seattle, WA. Por cierto, una pregunta: a pesar de todo, no extranas salir de casa? Saludos!

Anónimo dijo...

Buti, espero que tu suegra este bien. Tema que recuerda que solo en lo que va de ano han nacido TRES bebes en las autopistas y calles del greater Seatle. Que tal? Increible...

Anónimo dijo...

Ay que increible, animate Savino y escribe un cuento de esos tres partos en carretera.

Anónimo dijo...

Vizca, te quiero cheoito,
La Mano

La Mano Poderosa dijo...

RI,
"Even a fool says a rhyme in time".
Shakespeare.

Anónimo dijo...

Vladimir Mayakovski hizo escala de barco de un dia en La Habana en viaje hacia Veracruz o NY. Su relato habanero ocupa acaso un par de paginas de Mi descubrimiento de America, un libro que, luego de la edicion cubana hace como veinticinco anos, no he vuelto a ver en espanol. Al bajarse en el Muelle de Luz, el Maya, un chico listo, se fijo bien en el letrero de la esquina antes de emborracharse en los bares cercanos. Casi se le va el barco en la noche. Buscaba la ulitsa "Trafico" y este letrero con flechita estaba en todas las esquinas. machetico

La Mano Poderosa dijo...

Mache,
Hace tiempo que no te veo, espero encontranos sobre tierra, mi ambia!

Anónimo dijo...

Seguro que yes, mi ambia!

Anónimo dijo...

Bueno, tráfico también es otra cosa, tu sabes, vaya polvito, hierbita, cra...no, no más que me censuran

Anónimo dijo...

Mache, perdona, tu comentario va su lugar necesario...

La Mano Poderosa dijo...

Mache, cuando nos vemos? Me dejas saber o mandame un email. Mañana estoy de Guinea Pig en el hospital! Cui, Cui, todavia no me fui!

Anónimo dijo...

Después de jubilar, yo fui a la oficina de Seguridad social.

La mujer detrás del mostrador me preguntó por mi permiso de conducir y verificar mi edad.

Miré en mis bolsillos y me dí cuenta de que había dejado mi cartera en casa. Dije a la mujer que siento mucho pero parecí haber dejado mi cartera en casa.

"Tendré que ir a casa y regresar más tarde." La mujer dice, "Desabrocha su camisa." Así que abrí mi camisa que revela el pelo rizado de plata. Ella dice, "Ese pelo de plata en el pecho es la prueba suficiente para mí", y ella procesó mi aplicación de la Seguridad social. Cuándo yo llegué a casa, yo dije a mi esposa
acerca de mi experiencia en la oficina de la seguridad social. Ella dice, "Usted debe haber dejado caer sus pantalones. Usted podría haber obtenido la incapacidad, también.

EL CAYUCO

Anónimo dijo...

muy bonito todo. lo peor del mundo es conectarse desde un celular sin acentos, sin la ene del palito chanfleao arriba. sin embargo, sin MAYUSCULAS, lo escribo: I love you; que bonito todo. hay MAS?

La Mano Poderosa dijo...

Good one Cayuco! Ja! Ja!...
A mi ni me dan la hora!

La Mano Poderosa dijo...

Ro, good one Bro!