lunes, 14 de marzo de 2005

Oda a un hombre de sobremesa

Por Amílcar Barca (a Don Eulogio Castiello)

Una fotografía me retiene a ti. De espaldas al jardín, con tus enseres de cocina y hambre, libando el jugo de un asado al grito familiar y común de “todos a la mesa”. Bajo la sombra de la acacia. Con tus ojos abiertos como vitrinas. Hablando sobre el mar y el ingenio. Con el rojo adormecido del burdeos desvaneciéndose por el cristal de tu copa. Tus oraciones laicas, entre una tertulia de invitados atentos, a una isla de memorias que persiste. Los Coros de Nabuco susurrando a la buganvilla el eco y el misterio de sus voces. La citas ilustradas al Supremo; mis discrepancias como agnóstico meritorio. El barniz del aceite entre la porcelana de la vajilla y el resto de una hoja de lechuga de Boston. La España del 98. El general Weyler. Las aventuras de Martí en Zaragoza. La pátina limpia y húmeda del tocinillo. El deceso de las sombras en la hierba. Las seis en punto, desde el carillón del comedor. Otro café... más tertulianos... la noche de noviembre. Hoy el Gran Arquitecto circunda tu llamada y eleva su plegaria. Hoy regresa a mi memoria: “el día que el Supremo me llame mis hermanos repicaran tres veces en mi caja”. En el último golpe, antes que derrame la tierra entre el ataúd y las rosas, invocaré a mis fantasmas, para que hablen de ti junto al ron de la tarde en cualquier sobremesa que me reste. Desde aquel patio de Kendall donde el zapote y el mango se reunían con nosotros después de comer, yo percibí en ti, el valor del tiempo, la pasión que despierta la lengua tradicional que nos unía y sus metáforas apasionadas sobre el diálogo. Descansa en paz, hombre de bien.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Amilcar, ue estampa tan bien lograda de un cubanazo de Kendall. Se nota que lo querias bien. Te doy mi pesame y me voy al trabajo con el gusto por tus palabras.
Triff, lo que escribi ayer se lo trago la internet. Lo siento. Isabelita

Anónimo dijo...

Que son los coros de Nabuco, perdonen mi ignorancia. Y por otra parte, parece que Elugio era pichon de Espanol.
El bloguero de Jaialia

La Mano Poderosa dijo...

Amilcar,
Bello escrito, te felicito...

Jaialia, Nabuco es una opera del maestro italiano "Pepe" Verdi, los coros de Nabuco, tambien fue considerado como un coro "nacionalista" en Italia. Verdi era nacionalista y los nacionalistas decian que el nombre VERDI representaba "Victor Emanuelle Rei De Italia"... me imagino que en el escrito de Amilcar se refiere a la belleza de la obra de Verdi y no en el contexto politico de sus coros.
La Mano Poderosa

Anónimo dijo...

Amilcar, te estoy cogiendo miedo. Cada vez que leo algo tuyo, me erizo. Tienes el don de vibrar con la intensidad y la fragilidad de un ala de luciernaga. Cuando muera, quiaiera que alguien me recordara asi, pero para entonces, ya quizas no hay amilcar disponible.

Anónimo dijo...

Este hombre fue mi ex/suegro. El viernes anterior fue su aniversario. Era un hombre recto, disciplinado, gran conocedor de la cocina, erudito,irònico, autoritario hermoso, republicano y gruñon y, añado lo de masón, por si alguien no ha notado un par de discretos sìmbolos que aparecen en el artículo que son el Gran Arquitecto- refieriéndose a Dios-, los tres golpes en la caja antes de ir al "cielo", y la referencia a "hermano" símbolo que proviene de la fraternidad francesa."
Gracias a la persona que me ha puesto la refencia a Nabuco de Verdi
por supuesto no es una referencia polìtica sino un anécdota más dentro de un hombre culto y amante de la música clásica.

Amílcar.

Anónimo dijo...

Pues que viva Don Eulogio...