domingo, 13 de junio de 2021

Trivialicemos el pánico a la muerte

Memento mori, Pieter Claesz (1597-1661)
alFredoTriFf


Desde un tiempo acá observo que mis estudiantes jóvenes no presentan argumentos, sino protestas adornadas de retórica. La discusión se estanca en el frenesí ideológico del convencido que lanza frases hechas. Discutir es ya no es debatir, sino arengar.    

Les presento un ejemplo de mi clase Phi 3010 Honors en blackboard, plataforma para enseñar online. Un grupo de los mejores estudiantes de la institución.    

La discusión comienza con una cita de Wittgenstein en Tractatus 1,1: El mundo es la totalidad de los hechos, no de las cosas.

Trato de esclarecer la frase cuando Mario me interrumpe: 

– Si me permite, la totalidad de los hechos es que estamos destruyendo el mundo. 

Acto seguido, Breanna pide la palabra: 

– No hacer nada al respecto es un crimen. 

Reparo en que ambas sentencias corresponden a cintillos noticiosos que he leído una y otra vez. 

No creo que haya dudas de que el mundo está sobrepoblado – agrega Eduardo.

Apunto que Wittgenstein puede esperar y encauso la discusión: 

Mario, qué significa "destrucción". ¿Hablas de sobrepoblación? 

 No solo eso... está el cambio climático, la pandemia...  responde. 

 Sigamos con la sobrepoblación. Hay criterios opuestos en la demografía que nos llevan a querella entre mercantilistas y fisiócratas. Los primeros le apostaban al crecimiento, los segundos a lo contrario. De ahí sale la conocida tesis de Malthus.  

– Los 7.800 millones de habitantes del planeta, ¿no le parece alarmante?  alega Eduardo.

– Eduardo, aceptar una premisa no significa conocerla. "La tierra es plana" no es la misma idea en 1321 que en 1521 (en el segundo caso ya se conoce que es falsa). ¿En relación a qué es 7.800 millones de habitantes del planeta un valor adverso? 

En 1980 éramos 4.000 millones. El crecimiento es evidente, ¿no? – interrumpe Máximo. 

Respondo que el crecimiento es una función de la natalidad y no tiene porqué ser constante. Toda variable numérica puede crecer o decrecer. 

Máximo responde con un emoji burlón: 🤣

 Mario, Eduardo, Breanna y Máximo, les sorprenderá saber que todo depende desde dónde acotas la curva. Les doy un ejemplo: En la historia del clima se observa un calentamiento de 1° Celsius desde fines del siglo XIX, pero dicho calentamiento es realmente un enfriamiento, si vas atrás al calentamiento medieval de 2° Celsius sobre la temperatura de 1880.

Ana sale en mi ayuda. Muestra un pronóstico demográfico actual indicando que la tasa de fertilidad está en caída. De 2020 a 2100 el número de personas de 80 años aumentará de 146 millones a 881 millones (la edad media aumentará de 31 a 42 años). La fertilidad de más de la mitad del planeta está por debajo de 2.1. 

– Profesor, acepto la premisa de Mario porque no hay suficientes recursos para auto abastecernos – alega Raúl. 

Respondo que deben haber suficientes recursos cuando la economía mundial creció un 3.5 % en 2019 y un 3.6 % en 2020. Crecimiento es sinónimo de riqueza. Hay recursos, puede que hasta demasiados, aunque no descartemos que estén mal administrados. 

Percibo la frustración. Para mis alumnos el futuro es un callejón sin salida.  

  Les propongo dudar un poco más. Dudar no hace daño. Aceptar es peor, si lo aceptado termina siendo falso. El pesimismo está de moda porque las malas noticias traen pingües ganancias. 

Juventud es futuro

Una persona joven sin una idea clara del futuro está perdida. El asunto no es predecir el futuro, sino imaginarlo y hacerlo posible. ¿No es en el futuro donde pasarán la mayor parte de su vidas? El potencial de esas vidas aguarda avante

Paradójicamente el futuro NO ES. La vida transcurre en un presente continuo. Esta noche espero cocinar carne con berenjenas, me veo preparando la comida, luego sentado en la mesa compartiendo con mi musa. Ahora mismo ni siquiera tengo los ingredientes para la cena. 

El Armagedón no habitó nunca el presente; la potestad de su amenaza es estrictamente futurista.  

Amor fati 

Lanzo una pregunta ácida: ¿Comenzó ya la destrucción del mundo? El SÍ incluye más de la mitad de la clase. 

 ¿No resulta raro que en plena destrucción del mundo estemos discutiendo tan plácidamente el asunto? ¿De qué evento  o eventos  se trata la destrucción? ¿En qué parte del mundo está ocurriendo la susodicha? Las noticias que he leído hoy no indican peligro de destrucción global. ¿No estaremos expresando una fobia al futuro? Se llama riesgo. 

– ¿Qué es riesgo?  exige Breanna y la escuchamos reír. 

– Riesgo es todo lo que no coincide con nuestros planes. Les propongo un ejercicio: TRIVIALICEMOS EL PÁNICO. 



Riesgos

El punto final de todos los miedos humanos es la muerte. 

Arriba les presento el cuadro numérico de muerte anual (por causa). Las primeras tres causas son enfermedades del corazón, cáncer y enfermedades respiratorias. La muerte anual por desastres naturales (tan preocupante para Uds.) es última en la lista, tan solo 10, 000 al año (pobre de ellos, tan solo me refiero al número).

¿Por qué vivimos en ciudades? Abro con la categoría del Bull's eye, la ampliación geométrica del desastre aplicada a los centros urbanos

* Nuestra ciudad de Miami, por ejemplo, muestra un 46% de riesgo debido a los huracanes; 43% por inundación y un 30% de mortalidad por causas diversas. Estas noticias no nos quitan el sueño. 

Los modelos indican que a más desarrollo más riesgo. Sin embargo, la creciente emigración a los países desarrollados en Europa y Estados Unidos deja claro que la gente prefiere vivir arriesgándose. ¿No será el  riesgo relativo?  

* A mayor densidad de población, corresponde un 25% de aumento de la hipertensión. Y es que vivimos sobremedicados, somos sedentarios, fumamos, bebemos. Nos matamos nosotros mismos, lentamente.    

* En los países desarrollados la depresión es la mayor causa de discapacidad. Cuesta creer que vivir bien pueda hundirnos en la depresión. 

* Europa es el continente con más suicidios y enfermedades coronarias del mundo. Precisamente el suicidio es la segunda causa de muerte en las edades de 15-34 años. No amar lo único verdaderamente nuestro que tenemos – la vida– es imperdonable. 

* Las clases media y rica esconden riesgos. Ambas exhiben un mayor índice de drogadicción, hipertensión, colesterol alto, obesidad (consumen una dieta pobre; ¿pero no eran ricos?) y sendentarianismo. ¿Será mejor ser pobre? 

* El índice de muerte en Estados Unidos es singular: ataque al corazón 1 de 6; cáncer 1 de 7; una simple caída 1 de 114; asaltos armados 1 de 285; enfermedades respiratorias 1 de 27; sobredosis de opioides 1 de 96; suicidios 1 de 88;  accidentes de tránsito 1 de 107; caminar inocentemente por la calle 1 de 556; atragantarse un hueso 1 de 2. 535, electrocución 1 de 13. 934. 

* 56 millones de personas en el mundo mueren por "causas evitables". ¿Evitables? Tabaquismo, mala nutrición, enfermedades sexuales transmisibles, obesidad, sedentarismo, alcoholismo, etc.  

Permítanme una pregunta capciosa: ¿qué hay de evitable cuando una persona ha muerto? 

TODA MUERTE QUE LLEGA ¿NO ES YA– INEVITABLE? 

Conclusiones 

La muerte es lo único inevitable.

Entre la vida y la muerte, la vida. 

Cuando te toca, aunque te quites y cuando no, aunque te pongas.

Aunque sea accidental, morir es natural. 

Buen amor y buena muerte, no hay mejor suerte.  

2 comentarios:

Hector Rodríguez dijo...

Trivialicemos la ignorancia y tendremos futuro

Alfredo Triff dijo...

Excelente Hector!