miércoles, 1 de julio de 2020

suerte perversa


alFredoTriFf

Yuesneivi y Yanke caminan hacia el carro por el estacionamiento del condo de Yasmani en North Miami. No hay ni un alma alrededor.
Tremendo pari de veddá, ¿eh mami? Y buen reguetón que metió Yasmani. Cosita bien rica... cosita bien hecha... hey. La veddá quel Fredyclan está en ággo. Yanke ¿estás bien mi vida? Claro beibi, entero. Ve con cuidado que mañana tengo esa entrevijta ¿oká? ¿Cuál entrevijta? La entrevijta del trabajo en la agencia Yanke. Ah... sí. ¿Cómo ah sí, Yanke? Cuánta vece hemo dijcutío eso. No podemo seguín así sin dinero. ¡Ay Yujneivi deja el teque de la fula pa luego!
¡BANG!
Yanke ¿qué fuéso? Le dijte al carro ese. Ñó qué miedda. Tomaste demasiado. Te lo dije. Oye, tate tranquila que no es ná. No a pasao ná. Mira el Toyota ese, le apachurrajte el costao. Al carro de nojotro no le pasó ná. No te baje. Acabajte con ese, mira, tiene un asiento de niño atrá. Ay Yanke. Dale, móntate ya mujen, móntateeeee. Sal dejpacio plis. Ese es el carro de una mujen. ¿Y qué? Seguro que la tipa tiene seguro. ¿Seguro? ¿No viste el asientico de niño escachao? Oye, no joda máj Yuneivi. ¿Qué tú quiere? ¿Que llame a la dueña a ven si baja y que me arrodille a pedíle peddón? ¡Pa’qué bebijte tanto! Yanke, contigo siempre ej lo mijmo.
Siguen gritando. Al rato cunde el silencio. Yuesneivi piensa en esa madre que no podrá llevar a su hijo a la escuela al día siguiente, no se imagina que las dos mujeres tienen la misma entrevista en la agencia y que solo una obtendrá el trabajo.