lunes, 22 de julio de 2013

Una leyenda hace mutis

Foto: Pedro Portal
Myriam Acevedo fue icono alternativo de la escena cubana de los sesenta. Dueña de un histrionismo novedoso que afinaba con la devoción underground hacia el existencialismo europeo profesado en ciertos cenáculos habaneros, poco tuvo que ver su temperamento con las movilizaciones agrícolas, los gritos de paredón y los broncos discursos que tronaban en la otrora Plaza Cívica. Fue voz contestataria, emblemática en la bohemia insular. Protegió a los artistas en desgracia. Apoyó a desplazados como Virgilio Piñera a quien se asoció para revitalizar de manera innovadora el género del café-concert en El Gato Tuerto. Se desencantó tempranamente de las promesas políticas, al igual que otros tantos, y salió de Cuba en 1968, dejando con su partida un vacío enorme en el escenario que siempre se les antojó temporal a los que no podían concebir que longevidad y tiranía se reunieran en una misma certeza traumática. 

Esta segunda partida, ahora definitiva, la reafirma como mito generacional. Sus actuaciones memorables se preservan en la narración de aquellos que disfrutaron de su ángel escénico. Ellos darán referencia de su intensidad humana, de aquel carisma excéntrico y la elegancia avant-garde que la convertía en una suerte de Juliette Greco caribeña. Juliette fue musa de los existencialistas parisienses. Myriam fue inspiración para Sartre cuando éste viajara a La Habana a montar La ramera respetuosa. Algo de destino común merecieron ambas divas en sus respectivos espacios. Pero Myriam es una leyenda que inconfundiblemente pertenece al trópico. Bastará recordar el huracán contenido en su talento enigmático y la espontaneidad con que permitía que el escenario se prolongara irrefrenable hacia la realidad. Un carácter excepcional, según los que la conocieron de cerca. De esas presencias, mitad mundo, mitad teatro, cuya energía continuará pujando invariablemente aún terminada la vida. (JR)

10 comentarios:

Anónimo dijo...

jr,¿podrías escribir mi obituario? Yo lo puedo guardar hasta que me muera. JR,¿la señora era actriz? Parecía buena gente, pero nunca, oí hablar de ella. ¿Y de qué se murió? Parecía un poco joven para morir.

Anónimo dijo...

Jr, mira se murió jovencito Alejandro Santiago, un pintor mexicano. si no has visto el documental sobre su obra 2501 Migrantes míralo, es una preciosura. Ay! pobrecito. http://cultura.elpais.com/cultura/2013/07/23/actualidad/1374537862_520338.html

GeNeRaCiOn AsErE dijo...

Curioso como la digitalidad nos devuelve ahora lo que antes la censura nos privó, así de a poco recomponemos la memoria histórica, el vitral astillado de nuestra cultura.

Me pregunto si alguna vez podremos recomponer la pieza sin excluir un solo 'pedacito' de cristal.

Anónimo dijo...

Muy pocos recuerdan a Myriam Acevedo, ya que "brilló" durante la década de los sesenta en Cuba, cuando la influencia europea, el existencialismo, Sartre y su señora esposa, dominaban el escenario cultural cubano.
Su arte era controversial; "histrionismo novedoso" le llaman en el artículo.
Recuerdo una de sus actuaciones en "El Gato Tuerto" donde salió maquillada como un miembro más de "The Adam's Family" y empezó a cantar en ritmo muy lento: "Estaba la pájara pinta, posada en su verde limón..."
Lamento su partida, era parte de mi mundo juvenil en ese entonces.

Saludos, Jacobo

Anónimo dijo...

quE en paz descance, queria Myriam. tuve la suerte de tomar un taller con ella, bajo la supervisiOn de Teresa en Prometeo. y hay anEcdotas.
quE linda nota, jesUs.

RInguanzo

Anónimo dijo...

la foto de pedro es magnIfica. RI

JR dijo...

Nunca quisiera tener que escribir el obituario de alguien que aprecie. Sí, la señora era actriz. Murió porque ya le era pesada la materia.

Vi lo de Alejandro Santiago. Me pareció formidable. Su obra 2501 Migrantes sobrecoge por la laboriosidad y significado. Pero, lo que más conmueve era la manera en que ayudaba al prójimo

JR dijo...

GeNeRaCiOn... recomponer será una jornada larga, pero posible. Solo hay que emprenderla con amor. Gracias por tu visita y no olvidaré esa frase "el vitral astillado de nuestra cultura".

Jacobo, que bueno que intervienes. Tu testimonio es de primera mano. Uso "histrionismo novedoso" porque me veo obligado a mantener la distancia de quien no la vio entonces por ser muy niño. Tú pudieras retratarla mejor que yo.

JR dijo...

Rosie, algún día tienes que hablar o escribir de ella. Seremos todo ojos y oídos. Y sí, la foto de Pedro recoge esa afectación expresiva del ser nacido para las tablas.

Gracias por asomarte, querida amiga.

Anónimo dijo...

eso pasa cuando se escribe desde el iphone. quise decir...que en paz descanSe, querida Myriam. RI