sábado, 17 de marzo de 2012

Paquito D'Rivera: Alguien tiene que joderse, ¿no?

Humor de Pong
atRifF

Quisiera comentar la entrevista de Paquito D'Rivera con Armando López en Diario de Cuba titulada "Artistas de la isla en Miami, obra o conducta". 

Pieza súmamente reveladora. En el tapete está qué significa que un artista que viene de la isla haga -o no- declaraciones de este lado del charco que parezcan coincidir -o no- con la propaganda castrista.*

A raíz de una polémica por un concierto en Miami apareció una respuesta en Diario de Cuba. Escribía Andrés Reynaldo en su pieza:
La contradicción es insalvable. La autonomía de estos artistas depende del criterio de la Seguridad del Estado. Una nota discordante aquí o allá puede anular lo mismo un permiso de salida que un permiso de entrada. En suma, puede destruir un modus vivendi
La entrevista de Armando López demuestra que esa "contradicción insalvable" no es nueva. Paquito la protagoniza. Volvamos a la entrevista:
AL: (minuto 0:13-0:20) Algunos arremeten con los artistas que vienen de la isla y me pregunto: Es el mismo perro con diferente collar?
PDR: Hay mil sitios para ir a tocar, pero ellos quieren tocar en Miami precisamente. (0:42) ... ellos tienen derecho a ir y los otros tienen derecho a protestar, es una cosa complicada, por eso yo me fui de allí...
¿Cosa complicada? Es el derecho de libertad de expresión que debe disfrutar tanto el que viene de la isla como el que protesta. Aunque se haya ido de Miami por la dinámica, no olvidemos que el disfrute de la libertad es la razón que Paquito vino a vivir a este país.
AL: (1:01) ... pero hay artistas que no son grandes, que no tienen trabajo en otros lugares, que vienen a Miami porque la tía los invita, y se consiguen una pinchita en un cabarecito... y viene un periodista y le hace pregutas difíciles  y le dice... mira yo no soy político, porque el tipo tiene que tratar de defenderse...
PDR: (1:13)... ese es el precio de ser un pusilánime (risas), uno paga ese precio, tú no quieres hablar de eso porque te perjudica. Eres un perfecto pendejo, y tienes todo tu derecho de serlo además (risas).
AL: (1:36) Pero tú cuando saliste con Irakere, ¿alguna vez criticaste a la revolución, al comandante, a la dictadura?
PDR: (1:37) No hombre no. ¿Estás loco?
Es decir, Paquito deja claro la insalvable contradicción: mientras se está allí hay que hablar bien de aquello. Explica entonces que recientemente en Canadá se encontró con un periodista que le pregunta "cómo está aquello" y él responde "aquello es una porquería" y el peridiodista canadiense le recuerda: "eso no fue lo que tú y Arturo me contaron en 1978 cuando estuvieron aquí en Canadá" y le enseña la entrevista en una revista en francés y Paquito  responde (minuto 2:36): "bueno ahí tiene la respuesta de lo que es aquello allí. Ahí mismo tiene la respuesta".

¿Qué respuesta? Lo sorprendente, lo extraordinario: esa respuesta no es otra cosa que lo que Paquito admite (en 1:13) para un pusilánime.

Ahora todo cambia, pues se requiere cierto valor para asumir la insalvable contradicción de ser uno un pusilánime. Felicito al músico y escritor que lo dice con la sonrisa en los labios. Paquito encarna nuestra tautología política castrista mejor que nadie. Decimos: Paquito es Paquito, que es decir mucho. Observe la próxima pregunta de López, que resulta tan política y capciosa como, bueno, como la de ese periodista conminando a un artista de la isla a que se defina.** Paquito responde ¿aparentemente pusilánime? O responde en síncopa, con swing.***
AL: (3:35)...imagínate un actor que tiene 65 o 70 años, ¿cómo vamos a pedirle que declare algo en contra del régimen? Si declara algo en contra de aquello no puede regresar a Cuba. Y tampoco le podemos pedirle que se quede?
PDR: Alguien tiene que joderse, ¿no?
___________
*El tema es tan variado como nuestra historia. Pregunto, si la contradicción es insalvable, ¿no debiéramos asumirla? Y entonces ¿sigue siendo "insalvable?" **La entrevista de López puede verse como un ejemplo sutil de retórica: Sacarle a Paquito una dura admisión que, de cierto modo, Paquito estaba listo a confesar (¿retóricamente?). ***No discriminemos por tanto a otro músico el derecho de "tocar con swing".

5 comentarios:

JR dijo...

Lo único que puedo decir es que es la confesión más honesta que he presenciado en los últimos tiempos venida de un cubano. Esa manera desinhibida de asumir a cabalidad el miedo y el pragmatismo condicionado por un régimen es un testimonio que bordea pánicos, cinismos y mezquindades sembrados en la identidad nacional. Paquito hace gala risueñamente de la chotardía ("choteo de la cobardía").

Tinta y Veneno dijo...

Con los cubanos, los jazzistas y los músicos “pop” se dedican también a la política. Recuerdo a Furtwängler, Elisabeth Schwarzkopf, al propio von Karajan, que tuvieron nexos con Hitler. Mostraron otra dignidad al enfrentar su oscuro pasado. Nunca cultivaron el jardín de la hipocresía y la contradicción.

Anónimo dijo...

Lo más curioso es que si es salvable, pero sucede que miramos a otra parte. Yo prefiero mirar a Gorki Avila aunque no me guste el Rock. ¡Oh, si al menos no existiera para que la tesis no se haga pedazos! Maldita piedra en el zapato. LS

Anónimo dijo...

Lo de Paquito es muy grave, con todo lo gracioso que resulte. Lo primero, es que acepta que en Cuba todo artista finge. Lo segundo es que vivía en una nube que le impedía ver que aunque él lo haya hecho, son varios los que no lo hicieron. Y lo peor, es que siempre ha dicho lo que ha convenido en cada orilla. Allí, castrista, aquí anticastrista. Nuestro gran saxofonista debería saber que hay gente que ha ido dos y tres veces contra la corriente. Y que ser "rosadito" como dice despectivamente, o rojo o azul o lo que sea no es un problema. El problema es simular y fingir lo que no se es para seguir cogiendo el avión o una medalla.

Anónimo dijo...

Paquito, que tú y Arturo Sandoval, con Irakere en Canadá, hayan tenido que aplaudir al régimen, es lo mismo que sucede a Juan Formell y los Aldeanos en Miami, deben aplaudir o callar, decir que no hablan de poliítica, si quieren volver a ver a sus familias en Cuba. Emplazar a los artistas de la Isla, a hablar en contra del régimen es ingenuo, estúpido, o peor, hacerle el juego a la tiranía. Este Armando López Opina, entre chistes y música, propina una patada al trasero de los extremistas, en la Isla y en Miami. ¡Tremendo programa! Solavalla