miércoles, 13 de julio de 2011

el arte contemporáneo no tiene futuro

art basel, basilea (2010).

aTriFf

axioma: el arte contemporáneo no tiene futuro.

análisis: con esto no digo que no pueda ser evaluado en el futuro, o que no sea apreciado (que lo es) en un futuro cercano. hablo de futuro como una propiedad siempre deferida del arte contemporáneo. cuando hablamos de arte contemporáneo pasa que parece no pasarle al tiempo, i.e., no tiene pasado ni futuro, pero eso no quiere decir que esté fuera del tiempo. y es que para entender el tiempo del tiempo es necesario hacer una disgresión.

¿por qué el arte contemporáneo ha sido siempre occidental?*

es una pregunta legítima, si tenemos en cuenta que el arte es una actividad humana. y ya desde este momento nos movemos de lo semántico a lo etnológico a lo estético a lo político. hay arte y arte. el primero está en el tiempo: no así el segundo. el primero es occidental, el segundo es no-occidental.

¿qué y cómo se mete el arte contemporáneo en el tiempo?

el arte no produce objetos técnico-funcionales (primer renglón de la modernidad) pero produce sin embargo objetos estético-culturales (renglón simbólico supeditado al anterior). la función de ambos es simbiótica: la modernidad -siendo en sí tiempo- le presta de sí al arte. lo que el arte hace es expresarlo, evidenciarlo. no hay contradicción alguna: decíamos que la modernidad es tiempo porque vive un éxtasis que aglutina lo-que-fue y se proyecta en lo-que-será. de ahí salen agonismos y futurismos. mientras tanto, el arte contemporáneo, no importa cuándo y donde no trans-curre.

no hay éxtasis, peor aún, no hay modernidad propiamente sin este eje axial pasado-futuro que irradia ese transparente ahora, moderno, pegajoso, que se adhiere a la piel y no se siente. el tiempo moderno es casi incorpóreo.

¿cuál es la cualidad esencial del arte contemporáneo? el aparentar ser diferente sin serlo. lo que en estética llamamos originalidad.

 dziga vertov, man with a movie camera (1928).

segundo axioma: el arte contemporáneo es articifialoriginal. la respuesta nos llega desde el berlín romántico hegeliano que hace estasis con las las vanguardias: el aufhebung.**

lo que no se explora es que desde la aparente originalidad del arte contemporáneo, éste ha llegado a un momento de evidente agotamiento. desde los años 90, y en particular con la llamada instalación, el arte se ha estancado. i.e., simula un cambio que no acontece.

hay tres maneras de identificar este problema:

1- la presentación de la representación del arte contempráneo es sinónimo de su debilidad. el arte contemporáneo se ve y presenta a sí mismo como re-presentación porque no le quedan reservas. ¿cuáles?

2- su capacidad de proyectar futuro (llamemos a esta propiedad perdida futuridad).

3- esta no-futuridad convierte al arte contemporáneo en artificial-original. el arte contemporáneo está exprimido. cualquier residuo de originalidad latente se evapora (no es que la originalidad se extinga, simplemente queda excluída). la originalidad desaparece desde el momento en que se presenta como original. ¿hay algo más predecible que eso? 

¿y la polea que transforma el arte en espectáculo?     

¡el capital! y de esto -dígase con solemnidad moderna- hablaremos en el próximo post.
______________
* cierto que hay arte chino e hindú contemporáneo, pero en tanto que manifestación de modernidad, y en este sentido ineludiblemente procedente de occidente. **término romántico hegeliano rico en significado (en español es como un "mantener-superar" a cada momento, implícito está en la idea de síntesis). el arte contemporáneo debe mantener su tradición de originalidad (lo que no implica que no pueda volver al pasado lo cual es también original) y superarla a cada momento. eso lo hace tecnológicamente eficiente.

26 comentarios:

Anónimo dijo...

es verdad es demasiado.....es como con la comida,hay que comer frutas y pintar graffitis.

Nina hagen

Heriberto Hernández Medina: dijo...

El arte es siempre presente. Lo demás es la perspectiva del hombre, la distancia a la que se sitúa para degustarle o despreciarle. Por eso uno puede sentirse a veces más contemporáneo, familiar o próximo a Dante o el Tintoretto, a Mozart o Jimi Hendrix, a Baudelaire o Elliot, que a muchas de los que saludamos a diario y lo son en el sentido espacio-temporal tradicional. Ya lo decía este último:

Time present and time past
Are both perhaps present in time future,
And time future contained in time past.
If all time is eternally present
All time is unredeemable.

Anónimo dijo...

Muy, muy interesante estos planteamientos, y razonados abiertamente, invitan a colgar mi modesta opinión, aquí va:
El arte contemporáneo es y no es original. Su no originalidad es tautológica: El arte contemporáneo va contra lo que se considera original y/o nuevo. Sin embargo, es original quizás porque usa materiales que nunca antes fueron usados, por ejemplo, el arte digital. En ocasiones lo representado es convencional pero no su contextualidad, pienso por ejemplo en una instalación en una estación de tren. Es original con respecto a su clasificación o topologías de aquí el gran problema que se le presenta a la crítica cuando se encuentran con objetos híbridos tales como los libros de artistas. El arte contemporáneo en su corto recorrido es factible que ha hecho un trueque de “auras” perdurables por “auras” desechables como respuesta a un futuro incierto, prescindible, que más bien es un presente de signo negativo (dada las circunstancias inciertas que vivimos actualmente).
Los objetos artísticos y sus creadores contemporáneos pareciera reclamar una profunda reflexión teórica pero al mismo tiempo se banalizan por intentar territorializar espacios que antes fueron ajenos. Superviven o mal conviven en una desigual lucha con los mass media para lograr tal como estos ser aceptados y consumidos simultáneamente tanto por la "Santa Inquisición " del intelectual exquisito como por la rudimentaria ama de casa . En este proceso arte y creador pierden ímpetus y se convierten en espectá=culos (Hay muchos artistas payasos, por allí fu-mean) . Pero pienso que es un período de reacomodos o reterritorializaciones del arte y los artistas, y de verdad espero que asi sea.
Saludos, voy a cenar taquitos de chapulines. Judith G.

Anónimo dijo...

Espeluznante! arte contemporáneo: mucho blablabla, poca sustancia. Ni que decir de los criticos y los teoricos, la verbalizacion de la nada...

A.B dijo...

Yo entré en el mundo del arte a partir de analizar su función. En mi época la función venía de la máxima marxista de "transformar la realidad". Fracasé como artista porqué nunca dominé las técnicas y porqué siempre estuve más interesado en la "idea" o en la "ideología de la idea" que en la consecución del objetivo como "cosa" material. Y entonces me deleité en ver "la lírica" de los demás y a dialogar con los hacedores de cosas para ofrecerles mi modesto punto de vista. ¿A qué viene este discurso?. Pues bien este discurso aparece porque el arte ha abandonado sus técnicas clásicas que son las que han forjado su historia: pintura, escultura, grabado...y ha entrado en el mundo completamente de la "idea". Y hoy más que nunca son las ideas las que revolucionan el mundo y no un paisaje abstracto con textura de barro.Uno de los primeros indicios de este cambio "ideologico" fue con la instalación en los 90 pero llevamos veinte años y ....
( acabenlo ustedes)

Amílcar Barca.

Alfredo Triff dijo...

Gracias por los comentarios, amigos. Creo que cada uno contiene una dosis importante de verdad que complementa al otro.

Anónimo dijo...

Querido Amilcar creo que la “función” de “transformar la realidad” del arte se mantiene en toda época y momento. El problema es que la realidad se muestra cada vez menos humana (por no decir que los humanos hemos fracasado) entonces el arte termina siempre con un rostro desfigurado. El arte contemporáneo es como esas mujeres que de tantas cirugías plásticas terminan pareciendo una grotesca caricatura de si mismas, pero esta mujer sin lugar a dudas se ha transformado. En cuanto a ti, no creo que has fracasado por la falta de dominio en las técnicas, sino porque tal vez te interesó más el producto y reconocimiento de otros que el proceso y disfrute de crear en la soledad de tu espacio, que por cierto, te lo garantizo, es la más orgásmica felicidad. Para ti la cosa puede cambiar, si de verdad deseas, tanto mas cuanto haz disfrutando que han hecho los otros. A lo mejor, puedes retomar tu trabajo y planteártelo de otra manera: quizás no darle importancia al consumo y mercadeo de tu arte y disfrutar el mero hecho de aprender y descubrir por ti mismo los vericuetos artísticos . En cuanto a lo que dices con respecto al abandono de las técnicas por los artistas, hummm, no estoy tan segura de ello. Los artistas ha dejado unas técnicas nuevas y ha retomado otras, algunos mezclan o “hibridean”… En fin, sigue también escribiendo que lo haces muy bien. Saludos Judith G.

JR dijo...

Incitador el planteamiento de TriFf. Me atrae mucho el comentario de Judith G; me seduce por las afinidades. Tomándolo cómo referencia me entiendo por qué prefiero formularme, ante el suceso pretendidamente estético en la contemporaneidad, la pregunta de ¿cuándo hay arte? Tanto en la reflexión interrogativa como en la posibilidad de percepción exclamativa es que entonces puedo establecer nexos entre tiempo y arte. Y, por consecuencia, aplicar los tiempos verbales de la memoria.

JR dijo...

No estoy de acuerdo con Amilcar con que el arte se ha apartado de sus caminos tradicionales. Ese es un error, a mi criterio, en que incurren muchos críticos e investigadores. Tal vez sus inclinaciones y sus gustos por el arte conceptual los traiciona. Hay que asumir de manera inclusiva que la realidad es que tradición y modernidad en el arte coexisten, convergen, debaten, compiten, evolucionan. Predomina, es cierto, un nuevo carácter en el suceso artístico, pero la expresiones históricas siguen posesionándose en momentos de inspiración, talleres, espacios, muros, gustos y hambre de coleccionismo. Por tanto, no limitemos la visión avant-garde del acontecer con restricciones teóricas. Hace poco estremeció en Cannes un filme silente rodado en blanco y negro. ¿Por qué no aceptar que Claudio Bravo convive con Jeff Koons? ¿Qué cosa es Mr.DOB? ¿Cuál es la virtud de esa joyita arquitectónica de Bofill que es el Teatro Nacional de Cataluña? El arte es extemporaneidad, hibridez, dinámica, contradinámica y retrodinámica.

Anónimo dijo...

Hey Amilcar el ejemplo me quedo mocho, me auto-cito:“El arte contemporáneo es como esas mujeres que de tantas cirugías plásticas terminan pareciendo una grotesca caricatura de si mismas, pero esta mujer, sin lugar a dudas, se ha transformado”( Aquí viene lo que tiene que ver con la realidad ): Tal como el arte contemporáneo una mujer con tantas cirugías como la citada ha transformado el espacio que ocupan sus tetas, culo, nariz, labios o lo que sea que ha decidió cambiar en su cuerpo. Esta mujer ha transformado asimismo la manera de cómo otros y ella misma se ve. Es posible que la mujer hasta se sienta más o menos segura de sí misma o que se suicide; es probable que “otros” piensen que todas estas cirugías que se hizo la mujer la pusieron fea otros pensaran que bella. Pudiera suceder que la mujer no parezca una caricatura de ella misma sino que se ajuste a los cánones de belleza occidental y se convierta en Miss Universo o lo que es lo mismo, la mujer se transforme en la prostituta personal de Donal Trump quien es el dueño del concurso del Miss Universo. En fin, que el arte contemporáneo tal como estas mujeres sicoplásticas si transforman la realidad, pero la realidad que trasforma es actualmente un cagadero que muestra un futuro igualmente escatológico y que siempre termina en las manos de personajes como Donal Trump . Chao, ahora si me voy a poner a dibujar. Judith G.

Anónimo dijo...

El asunto esta en que hoy dia cualquiera se hace llamar artista y cualquier cosa es considerado arte solo por el hecho que el "artista" lo considera asi. Es tambien el accseso a matriales y medios que nunca han existido en cantidades masivas y con tantisima variedad para tantisima gente. Lo unico autentico que le queda al arte es la originalidad. Cualquier cosa que se haga, siempre y cuando se pueda llamar "UNICA" se convierte en Arte o es aceptada como tal! Fue cuando cualquier orinal invertido pudo llamarsele fuente y firmado con cualquier nombre. Picabia le dio la ultimo golpe mortal al Arte para liberarlo definitivamente. Siempre ha coexistido con nosotros pero no le llamabamos ni respetabamos como Arte simplemente colectabamos objetos para venerarlos como nuestra historia y coneccion con Dios, imitandolo.

Anónimo dijo...

Estoy de acuerdo con Triff de que el arte contemporaneo esta estancado. Uno ojea revistas y visita muestras y es por lo general con muy pocas ecepciones mas de lo mismo.

Anónimo dijo...

Ciertamente, en la actualidad cualquier persona que se llame así misma artista lo es de facto, igualmente cualquier cosa puede ser arte, suena como una perogrullada, pero no lo es. Si esta persona hace alguna “cosa o actividad” que, con endemoniada suerte, logra entrar en la lógica de la circulación, consumo e intercambio cultural dentro del consagrado y “legitimador” circuito de los museos, galerías y, más recientemente , en otros espacios públicos, esta “cosa o actividad” es convertida por el imaginario social en fetiche estético o, si se prefiere, en arte. Arte que tú, mi querido Anónimo, en algunas oportunidades puedes disfrutar si sales corriendo a extasiarte frente a él antes de que lo encierren en una bóveda. Chao, voy a hacer mi siestica de la tarde. Judith G.

Heriberto Hernández Medina: dijo...

Yo creo, cada vez con más convicción, que la crítica ha sobrevalorado “la novedad” al punto que la ha convertido en condicional de aceptación o un valor a priori. Sobran ejemplos de cosas “diferentes” o de formas “nuevas” de acercarse a un tema sin que sean necesariamente portadoras de valores estéticos o trasciendan ese primer encuentro con el consumidor de arte y se consoliden como propuesta o producto artístico.

Anónimo dijo...

He leído el artículo con detenimiento y aún no lo entiendo. Si el arte contemporáneo no tiene futuro cómo es que se sigue haciendo y vendiendo arte? En qué sentido el articulista habla de futuro entonces, porque futuro es tiempo, a no ser que futuro sea una marca de zapatos o algo por el estilo. Por favor, que alguien me aclare ese punto.

Heriberto Hernández Medina: dijo...

“cualquier persona que se llame así misma artista lo es de facto”

Esta frase, sin intensión de perturbar su “siestica de la tarde”, suena como una gran verdad pero no lo es del todo. Romero Brito [por poner un ejemplo que salta a (hiere) la vista] puede poner esculturas hasta en los baños públicos del condado con una firma más grande que un banco de parque pero cualquiera que tenga una vaga idea de lo que es arte sabe que sus “productos” tienen el mismo valor estético que una maleta o una cafetera y como tal se venden. Trivializar el concepto a tal punto cuando parece a primera vista que se critica es al menos superficial. Ser artista implica ser portador de un “valor agregado” que es subjetivo y difícil de evaluar muchas veces, pero aunque abundan ejemplo donde se ha “pasado gato por liebre” o se han privilegiado “gatos” por falta de visión para apreciar las “liebres”, el tiempo (esa futuridad que no es más que la apropiación de un presente eterno) las pone en su lugar en algún momento. El “mercado del arte” no es el “arte”, como el “trafico de diamantes” no encarna la pureza de una valiosa gema. El “circuito de galerías” no es, nunca lo ha sido ni tiene por qué serlo, la imagen real del arte.

Alfredo Triff dijo...

El “mercado del arte” no es el “arte”, como el “trafico de diamantes” no encarna la pureza de una valiosa gema. El “circuito de galerías” no es, nunca lo ha sido ni tiene por qué serlo, la imagen real del arte.

Cierto, Heriberto. Pero lo que sostiene el arte -no como idea- sino como institución, hoy, es el mercado. La estética, hoy, es mercancía.

Anónimo dijo...

profundo, profundo, no veo nada

judith ghashghaei dijo...

El arte contemporáneo tal como lo entiendo tiene futuro pero , por lo pronto, es aleatorio, precario, incierto porque quizás no estamos distanciados históricamente de él como para ver sus alcances, trascendencia y caminos propuestos a las siguientes generaciones artísticas. El arte contemporáneo, aunque se expone y vende, no expresa un sentido esperanzador, bello, entendible o contestatario como sucedía en el pasado. Tampoco es consumido por una mayoría (aunque en realidad las mayorías en muy pocas ocasiones han sido inclinadas a disfrutar el arte) . El arte contemporáneo no posee una función “ancilar” educadora, alfabetizarte y hasta magica o religiosa como sucedió en ciertos períodos. Sin lugar a dudas, el A.C. es político en el sentido que expresa una particular visión del mundo lo más de las veces caótica y fragmentada, pero no es político como el realismo socialista que servía a una causa particular o burocrática. El A.C tampoco va contra corriente de los cánones académicos, ya eso lo hicieron los artistas de las vanguardias clásicas. Es posible que el A.C no tenga por intención señalar un “futuro” o futuridad porque hay en el planeta una paranoica saturación visual de imágenes y cosas. Quizás el A.C ya ha saqueado todo lo que había en las arcas culturales de la civilización occidental y de otras civilizaciones, ha agotado temas, motivos, técnicas. Ya lo experimental no sorprende a nadie, quizás justamente de eso se trata: de mostrar un rostro agotado y anciano, un futuro sin futuro, otro “cadáver exquisito” pero apestoso y con moscas, un presente continuo, acusador y enmarañado, un afirmarse como descarnada osamenta que contra viento y marea mediante la auto referencia abstracta y conceptual nos muestra un más allá que desde acá no podemos aprehender. Ojala que el autor aclare su punto de vista en el próximo artículo. Voy para la segunda siestica, solo son 20 minutos para poner el cogote en blanco y en la tarde llenarlo de boludeces otra vez, no sean envidiosos. Mientras llego a la cama voy a pensar en el Rey Midas de Miami, o sea: Brito. Aqui nos vemos pronto, chao, Judith G.

Alfredo Triff dijo...

El arte contemporáneo tal como lo entiendo tiene futuro pero , por lo pronto, es aleatorio, precario, incierto porque quizás no estamos distanciados históricamente de él como para ver sus alcances, trascendencia y caminos propuestos a las siguientes generaciones artísticas.

Gracias Judith. Tus opiniones hacen pensar a cualquiera. Observa qué clase de futuro: Una obra "X" hecha hoy en 2011 en el futuro del 2111 será vista como "del siglo pasado". Se dirá era post-esto o pre-aquello (dependiendo cómo se vea el pasado de 2011 en 2111).

Es decir, la obra "X" nunca será vista como una reserva "para el 2111" nunca será "contemporánea", ni "futura", pues habrán obras del 2111 llamadas contemporáneas que cumplen esa misión. Con esta respuesta espero también responderle al Ano de las 9:19am.

Heriberto Hernández Medina: dijo...

“el arte -no como idea- sino como institución”

Confundir “el arte” con “un producto con más o menos valores estéticos” o con “un objeto artísticamente concebido” es reducir el arte a su gestualidad. Eso ha permitido que no nos suene como una monstruosidad la idea fascis(comunis)toide de el arte como institución. Que una obra de arte se venda o no, no sustenta su valor estético. Amigo AT, siento que tu provocación me hace decir cosas obvias pero no creo que sea tu intensión. El arte no es una institución y no hay mercado, por prospero que sea, que le sostenga. Cierto es que momentos bonanza económica no se corresponden necesariamente con etapas de florecimiento artístico y en muchos casos podemos constatar todo lo contrario. La estética, hoy, puede que tenga un “valor de uso”, puede que se comercie y hasta que sea la más común de las mercancía” pero el arte, por el solo hecho de serlo se queda fuera de esa transacción. Su esencia le sitúa fuera. Aun pensar en el arte como idea me resulta reduccionista pero es más aceptable. Lo que debería ser una institución es la siesta.

Alfredo Triff dijo...

Lo que debería ser una institución es la siesta.

Genial.

Pero es que arte es gestualidad (si con ello se supone un hacer). No hay tal reducción. Y no hay hacer en el vacío. Dices "su esencia le sitúa fuera". Ojo cuidado con "fuera", que todo "fuera" es siempre "adentro de" otra cosa

Ahora bien, si me hablas de la cosa, ya eso es otra cosa.

Anónimo dijo...

e verdad Heriberto, me he despertado a carcajadas con eso de institucionalizar la siesta, jajajaj, si, si, es lo mejor, yo te apoyo, te quedo buenísimo.
Querido AT, (prefiero decirle profe porque pienso que es profe), a veces me asalta la duda e inquieto cuando constato que después de las vanguardias clásicas no se ha hecho casi nada excepto por la parte tecnológica; me calmo cuando pienso que han habido períodos artísticos que han durado siglos; a lo mejor eso es lo que está pasando, seguimos atrapados o hacemos extensiones de las vanguardias de principios del siglo XX, pero sin generaciones o grupos, ni manifiestos. Probablemente los teóricos y críticos de arte están muy mal acostumbrados con el zapping y quieren ver otro programa de rapidito sin ver el final del programa anterior… Chau. Judith G.

Heriberto Hernández Medina: dijo...

O tal vez el binomio negación/novedad se ha constituido en imperativo tal que obstaculiza el natural devenir, aborta la gestación de reales renovaciones o simplemente de auténticas obras enraizadas en la tradición y enriquecida por los medios y las tecnologías actuales.

Heriberto Hernández Medina: dijo...

Ojo cuidado con "fuera", que todo "fuera" es siempre "adentro de" otra cosa.

Desde luego, no soy ajeno a esa matrioska filosófica, pero me refería a su cualidad intangible (usando la aserción legal) que le hace supra-circunstancial. A fin de cuentas una transacción comercial en la cual se vea involucrada una obra de arte, aunque sea el sujeto de ella, es un hecho circunstancial que esencialmente es trascendido por su valor intrínseco, aún cuando sea renominalizada por su valor comercial. Es muy simpático cuando sale una noticia de que la obra tal de fulano de tal ha sido vendida en tantos millones, pocas veces aparece una imagen de la obra y raras veces se dedica una línea a hablar de su valor artístico.

Anónimo dijo...

El arte representa su sociedad... Si el arte no tiene futuro, la sociedad tampoco.

Piet Hein