sábado, 11 de junio de 2011

fetichismo en el arte: la copia de la copia de la copia

aTriFf

vic muniz tiene un chiste en su libro reflex, donde cita una cita que ha sido citada en otra cita. muniz, maestro de citas citadas, disfruta de la seducción. para él la originalidad ha desaparecido. 

la copia de la copia

por ejemplo: las tres fotos de abajo corresponden a la foto original de walker evans y sus copias sucesivas por dos fotógrafos distintos: sherrie levine y michael mandiberg.


¿qué significa esto?

vayamos al arte como sistema (mercado, historia, artistas, críticos, coleccionistas, curadores, museos, galerías, revistas, un mercado específico, las relaciones entre cada uno de estos elementos, etc, etc). 

cuando levine repite a evans lo hace, según ella, para "atraer la atención sobre la cuestión de la apropiación". es decir, levine de cierto modo investiga el acto mismo de apropiar como epifenómeno circundante. sabemos que el postmodernismo es un estado de repetición del modernismo en otro contexto. cuando evans toma la foto de alice may burroughs en 1936, la misma muestra un mundo específico anclado en la vida. levine no puede repetirlo. lo que puede hacer es volver al asunto con un pretexto anclado en la práctica específica del arte como tal. evans hace arte, levine apropia y comenta a evans. levine está en función de evans. ¿y mandiberg? mandiberg no puede tener la curiosidad postmodernista de levine. mandiberg padece un doble alejamiento que lo lleva a copiar -¿por qué no?- como pulsión mimética, automática.


¿es mandiberg arte?** si levine es arte -como comentario de evans- mandiberg sería arte como comentario de levine comentando a evans. ¿dónde para todo esto? no tiene por qué parar. podrá muy bien continuar. pero no perdamos de vista que tanto levine como mandiberg están separados de algo fundamental que produce la primera foto. algo que paradójicamente ni siquiera existe en la foto original (que siempre fue, desde su propio medio, posibilidad futura de copia).***

fetichismo 

no habíamos dicho aún que cada copia pierde en mundo, pero gana en valor.

lo anclado en el mundo tiene poco que ver con la ganancia. no perdamos de vista: la función de la copia es producir valor: evans vale más desde que levine lo copia. la copia de levine vale más desde que mandiberg la copia y así sucesivamente. es decir, cada copia acrecenta el valor de la siguiente.

volvamos a muniz, ¿ha desaparecido la originalidad? no. la originalidad ha desaparecido para el mercado del arte como algo deseable. ¿por qué? porque habría menos arte (razón esta que permanece oculta).

el fetichismo en el arte significa una aglomeración de valor producida y regulada por el mercado del arte. mientras más arte sobre arte haya, más este último apreciará en valor como tal. cuando levine dice que copia para estudiar y abordar un "problema", responde de manera inconsciente a un síntoma que aunque comienza en los años 60 durante el arte pop, hace crisis desde los años 90 y 2000, en pleno post-postmodernismo. "copiar" es una polea de "ganancia" que produce más arte. arte como producto prenegociado conforme a las reglas establecidas del mercado.**** 

la copia en el arte responde primordialmente a un fetichismo económico, no estético.

la copia de la copia continuará, pero ya tenemos un arma para combatirla.
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*estas notas apresuradas se las dedico a carlos martín, a partir de una conversación reciente sobre repetición. **walter benjamin diría que levine tiene menos aura. ¿es esa idea peyorativa? sí y no. "aura" es una ambivalencia entre distanciamiento y autenticidad. aunque cada copia tendría menos aura, la copia como tal conforma la posibilidad del objeto de ser visto de nuevo. de cierto modo, cada evans que vemos no es más que una copia del original. ***me refiero al hecho de que la fotografía de por sí es un "copiar" la realidad. en este sentido, todo original es, ya, copia. ****en tanto que arte, dicha producción de copias es derivativa, de la misma manera que lo fue la burbuja hipotecaria de 2008.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Hummm creo que con este ejemplo la originalidad no ha desaparecido sino que se ha potenciado al actualizarse en otro lugar, en diferente tiempo y con otros espectadores. Es posible que la “originalidad” y/o “creatividad” en este caso no tiene que ver con la "unicidad", sino justamente con el poder de metamorfosearse en su multiciplicidad o producto en serie… Entonces, es de esperarse que la obra “madre” aumente su valor monetario y como objeto “consagrado” en la medida que existan más copias y citas de ella. Chao, voy a dormir. Judith G.

IváN dijo...

Hay un ensayo muy bueno de Jonathan Lethem: "The ecstasy of influence: A Plagiarism". Se puede leer en la red y va siguiendo una serie de apropiaciones, en la historia de la literatura sobre todo. Se puede entender como una historia del saqueo entre creadores, consciente o no. Salió en Harpers primero y hay una versión en español en la editorial mexicana Tumbona Ediciones. Bastante Tumiamero.

mauricio dijo...

buenas ideas pero no hay mucho que hacer sino dejar que las cosas tomen su curso. en el arte no hay bailouts.

siceramente.

Alfredo Triff dijo...

Buen punto, Judith.

Iván: lo miro y te cuento. ¿tumiamero? define.

Mauricio: de acuerdo.

Anónimo dijo...

me gusta la descarga pero me gusta la copia. sin copia no hay opriginal.