domingo, 12 de junio de 2011

Depardon y la ciudad-alien



No sé si tendría que explicar que el cine documental de Raymond Depardon es un landmark obligado en los anales del séptimo arte. De todos modos, para los que no conocen de su fructífera transición de la fotografía al cine, esta pequeña pieza realizada en 1985 les mostrará el absoluto desprejuicio con que Depardon intersecta la realidad con el filtro subjetivo, dejando sellado su suerte en la disección cognitiva.  En New York, NY, el documentalista francés optó por apartarse de la viñeta turística con  la que muchos procesadores de imágenes se placen ante la Gran Manzana, y decidió asumir la masa vibrante como una entidad viva per se. Él se encargará de sustituir por nueve minutos la corpulencia de acero y cemento por una bestia penumbrosa, visceral, rugiente, lamiente, de ingeniería felina casi táctil. Desde las sombras, el realizador aprovecha los destellos por momentos galácticos de la  luminaria tomada al vuelo, que uniéndose al soundtrack ambiental y a la silueta arquitectónica insinúan la madeja nerviosa, multicelular, del monstruo urbano. Bien alejada de las evocaciones paisajísticas, la poesía en este material no radica en la magnificencia de la captura audiovisual de una New York PM, ni en su apego testimonial, sino en la inmersión en los códigos atrapados tras la perspectiva inusual, en la que Depardon se aproxima a mole y movimiento con la mirada escrutadora del zoólogo ante un alien no conocido. (JotaeRre)

4 comentarios:

Claqueta Inc dijo...

Qué buen arte el de asociar: El que mucho asocia tiene un central...Las asociones surgen de presupuestos sobre la información compartida y las producciones adquieren forma a partir de los presupuestos que la fo-mentan.
Con el perdón de Depardon, piensen, amigos, en Arquímides, el punto de apoyo..: Como contemporáneos, dónde pondrían el baro, el tiempo, la energía (aquí y ahora)para los landmaks en el arte de su lugar y tiempo. Acaso prefieren esperar a que los otros (las metrópolis del arte) vengan a orientarles el qué; siguiendo así la historia derivativa de las vanguardias latinoamericanas. Hay una distancia entre la acción y la espera, la cita y la imitación, la apuesta y el acomodo a los resultados dados.

mantilla dijo...

Que buen documental.La ciudad en lo nocturno,lo nocturno en la ciudad.

Anónimo dijo...

Hermoso JR, la toma el pulso a la ciudad, y despierta en una el rubor de las vidas posibles en la gran manzana, los metaexilios. Las luces citadinas a veces parecen astros que han bajado. RI

mensajes claro dijo...

Muy buen documental ! . Gracias por compartirlo.