sábado, 6 de marzo de 2010

Dios los cría y el afán crece



Pero si algo como oler el tufo procerista toma años -y la toma de La Habana por lo ingleses tomó mucho menos- es que, como dice José Antonio, el tufo eres tú. Debe haber otro síntoma que te aqueje. No el choteo, ¡deja eso!, que el choteo es arma poderosa para desarmar cualquier busto de LA CAUSA, aunque sí, te doy la razón, es "el cerril afán de protagonismo". A eso un procerista le da la vida entera. ¡Qué aforismo ante el espejo! Dios los cría, y el afán crece.

Pero si de aprender a golpes se trata, nunca es tarde, si la dicha es penúltima.