miércoles, 8 de febrero de 2006

Frotar la tripa


Por Jesús Rosado

Contemplo tu aire de lirismo expectante, perdurable reminiscencia de las liras da braccio juglaresca que marcó tu génesis instrumental hasta que Monteverdi descubrió la dulzura de tus notas. Te miro, recreándome, no sin cierta tristeza, en la delicadeza de tu ébano, las tastieras de marfil, tratando de imaginarte el alma dentro del tórax resonante. El violín realmente tiene un alma que soporta los embates de una pasión enfrascada en un cantino delirante. Ese ha sido el desgarramiento que me falta. Siempre quise dominar el juego del arco friccionando la sensibilidad polifónica; pero Dios no me dotó con el don y es duro, durante toda una vida, tener un corazón consonante y, a la vez, dedos desmañados. Si el uso decoroso del arco no me fue posible, menos aún un pizzicato -lo más esencial de un violinista decente. Nada, al final tuve que conformarme con la ternura de escucharte y aprenderme de memoria a Mendelssohn y a Vivaldi. De ahí mi orgullo cuando le veo a él, su paso apremiado, organizando partituras o revisando el clavijero, mientras ensaya fugazmente un vibrato de prueba para, finalmente, acomodarte en el afelpado interior del estuche. Se dispone a hacer lo que yo no pude: poetizar tu acústica. Le va a mostrar al mundo que es un spalla y que sus concertinos son tan fieros como los de Menuhin. Cuando se dirige a abrir la puerta, arqueta en mano, suele volverse hacia mi silencioso paraje. Sus greñas perladas goteando la ducha reciente. Viejo, murmura intenso, voy a frotar la tripa, y con adolescencia renacida en su mirada y un beso, añade: Tú, que eres mi inspiración, ayúdame como siempre. Da media vuelta y parte. Entonces abandono el pretexto inmóvil del retrato tras el vidrio, neblinoso aún por el vaho de su aliento, y marcho tras la figura espigada de estuche colgante.Por nada del mundo me perdería el vuelo de los barriolages magistrales de mi chico.

58 comentarios:

Anónimo dijo...

El día que escuché a Menuhin y a Grapelli a dúo entendí lo que era un violín. Buena oda al "niño maldito" de los instrumentos.

Amílcar

Anónimo dijo...

El violin es mi instrumento predilecto. Mi papa no quiso que lo estudiara porque decia queno era para las ninas, sino para los ninos. Resultado: No estudie ninguno. Me encanta escucharlo, particularmente las conciertos barrocos de Haendel. Muy bonita historia Jesus.
La Cafeina

Anónimo dijo...

Rosado, visitado por los fantasmas de Benitez Rojo y Carpentier.
El criticon de PTS

Anónimo dijo...

Un tema para nostálgicos empedernidosnos, Rosado. Y no es que quiera parecerme a La Mano Poderosa en eso de citar, pero deseo comentar sobre un tango no muy conocido, de principio de los 40, que era interpretado por la cantante argentina Chola Bosch. Se titula “El embrujo de tu violín”. Me gustaba porque, bueno, tenía su nivel de nostalgia de milonga, pero la introducción de la orquesta era bastante larga para una canción de nuestros días. Recuerdo algunos párrafos:
"Sutil canción de amor
vibró en tu mágico violín
y a su conjuro arrobador
desfalleció el jardín.

El son de tu violín,
llovizna de oro, rumor de besos,
materno arrullo, fervoroso rezo.
Como un embrujo, su melodía
abrió senderos a mi fantasía.

Así, en mi juventud
presa en la cárcel del spleen
vino a prender una inquietud.
Rueca es tu violín
donde mi ilusión
hila sueños de amor."

Un ignorante de pacotilla

Anónimo dijo...

Bonito escrito pero debieron dejarlo para el Día de se los Padres.

La Mano Poderosa dijo...

Buenos Dias!

Dos maestros,
Eugene Delacroix con su Retrato de Nicolo Paganini.
c.1832, Phillips Collection, Washington D.C., canvas, 28 x 43 cm

Anónimo dijo...

Yo sabía que la Mano Picantosa la ponía

La Mano Poderosa dijo...

Ja! Ja! Y Mas Poderosas Cosas!

Nicolò Paganini (1782-1840).
Little Facts on Paganini;
According to Philip Sandblom in his book Creativity and Disease few geniuses have experienced such lucky agonies as Paganini, bedeviled by a host of chronic complaints, including Ehlers-Danlos syndrome, marked by excessive flexibility of the joints. “This enabled Paganini to perform the astonishing double-stoppings and roulades for which he was famous”, Sandblom writes. “His wrist was so loose that he could move and twist it in all directions. Although his hand was not disproportional he could thus double its reach and play in the first three positions without shifting.”
It is well known that Paganini rarely practiced after his 30th birthday. Those who were closely associated with him used to marvel at his brilliant technique and watched him closely to discover how he retained it.
In performance Paganini enjoyed playing tricks, like tuning one of his strings a semitone high, or playing the majority of a piece on one string after breaking the other three. He astounded audiences with techniques that included harmonics, double stops, pizzicato with the left as well as the right hand, and near impossible fingerings and bowings.
Known as a gambler, he unsuccessfully attempted to open a gambling casino in Paris in 1838. Later he moved to Marseilles and then to Nice, France where he died on May 27, 1840.

Anónimo dijo...

Paganini???????????????
Y yo que pensé que la imagen era de Triff.

El Stradivarius

La Mano Poderosa dijo...

JR, Muy buen escrito.
Ya estoy escuchando "La Campanella" de Paganini, interpretado por Salvatorre Accardo. "What a great way to start the Day!"

Anónimo dijo...

Exquisito divertimento, Rosado. Forget Paganini, enter Alfredo Triff.

el Zurdo

Anónimo dijo...

Alguien me puede explicar qué coño es un barriolage?
El burro de Bainoa Beach

La Mano Poderosa dijo...

Modos de ejecución y efectos sonoros para el Violin;

Barriolage: Aquí el violinista sigue la misma nota de una de las "corde vuote" o cuerdas vacías (necesariamente las del re, el la y el mi) sobre la cuerda inmediatamente más baja, entonces con movimientos rápidos y zigzageantes provoca la vibración de la "cuerda vacía" y, por resonancia, la de aquella que está siendo presionada, así se obtiene un sonido de la misma altura que el de la cuerda vacía aunque con un timbre diferente.

Anónimo dijo...

est☺ está muy serio hoy, asere. me voy a escuchar salsa y regatón

Anónimo dijo...

Metafora: Paga - ? = nini

Anónimo dijo...

El vibrato (del italiano 'vibrado') es una fluctuación rápida de la frecuencia de un sonido. Este efecto puede producirse mediante el movimiento oscilatorio de la muñeca sobre la cuerda, por ejemplo de un violinista o del antebrazo, por ejemplo de un interprete del cello, el vibrato será más o menos intenso según el carácter o expresión que se quiera ofrecer. En los instrumentos de viento, este efecto se consigue mediante la variación súbita de la presión del aire, lo que produce la "vibración" deseada.
El Pie Poderoso

La Mano Poderosa dijo...

Hablando de tripas, es "pizzicato" o "Pissigato"?

La Mano Poderosa dijo...

AT, algo para domingo rojo!

Karl Marx and The Violin
Not many people know about the influence that the violin had on Karl Marx. The Marx family lived in abject poverty in London, and the violin was one of the few household artefacts to survive the death of the founder of communist theory. Of little interest to his wife or children, the instrument was pawned off to pay the gas bill at the turn of the 20th century. A quote from Das Kapital was written out by Karl on the back plate of the instrument. Marx's violin is kept under lock and key at the Rosenberg Museum, Slovakia

Anónimo dijo...

violin toco alfredo el viernes en book and books...y el que se lo perdio la peste!!

Anónimo dijo...

Mano: El viejo no es facil de convencer. No le gusto que Bakunin viniera a Miami. Me parece que quiere mandar a Lenin como emisario. Dejar ver que puedo gestionar...

Anónimo dijo...

A propo, no hemos hablado de dos violinistas importantes: Brindis de Salas y Jose White. Seria bueno aunar datos. Que se sabe de ellos?

Anónimo dijo...

En 1852, entre templos y jolgorios, tabernas, monasterios y caminos, el violín, ya había cumplido más de 300 años de zancajear por toda Europa; hacía un siglo que en la 'Siempre Fiel Isla de Cuba' negros y blancos, criollos y españoles domaban cuatro cuerdas con un arco de pernambuco y cerdas; y en eso, el 4 de agosto, en la calle Águila, en la casa que llevaba el número 168, en La Habana, nació Claudio José Domingo Brindis de Salas, quien sería poco tiempo después, 'El Rey de las Octavas'. En Europa En 1781 llegó a París el violinista italiano Giovanni Battista Viotti, alrededor de quien se formaría el movimiento violinístico de mayor importancia hasta su época y que propiciaría la consolidación de la escuela francesa de violín de la primera mitad del siglo XIX. Escuela que sería el centro del desarrollo y el punto en el que confluirían violinistas de todas las latitudes. Cuba no escapó al influjo. Silvano Boudet y José Domingo Bousquet estuvieron entre aquellos pioneros que llegaron a París en busca de la maestría técnica e interpretativa de aquella escuela. En Cuba Boudet, de regreso a su patria ocupó el cargo de Maestro de Capilla de la Catedral de Santiago de Cuba; Bousquet, después de concluir sus estudios en París inició una extensa gira por Europa y los Estados Unidos y finalmente se estableció en La Habana. Ambos dedicarían toda su vida a la ejecución y enseñanza del violín. Es a través de estos dos violinistas y el belga José Vander Gutch, residente en La Habana, que llega a Cuba la escuela francesa de violín, la cual llenaría casi un siglo en la interpretación y enseñanza de este instrumento. El Hogar Es en su propio hogar donde Claudio José Domingo Brindis de Salas inhala los mágicos vapores que encienden el genio musical; es su padre quien le muestra la puerta por la que entran los grandes. Excelente violinista su padre. La familia, aunque de raza negra, siempre disfrutó de una posición social relativamente cómoda, muy lejos del barracón, el cepo y el látigo que sufrieron sus ancestros. Por varias generaciones las dos familias, la materna y la paterna, habían estado involucradas con los cuerpos castrenses de la metrópoli lo cual garantizaba ciertas ventajas; sobre todo, y la más importante: el acceso a la cultura y los medios culturales de la época. Así, guiado por la mano maestra de su padre, el niño Claudio José Domingo pasa por las clases del criollo José Redondo y luego por las del belga Vander Gutch; estos estudios le servirían de base para, en fecha tan temprana como el año 1869, a los diecisiete años de edad, ser recibido por el Conservatorio de París donde ya para ese entonces brillaba el sol de la violinística mundial. En París Camilo Ernesto Sivori, quien fuera alumno de Nicolo Paganini, eminente violinista y gran exponente del virtuosismo romántico de la primera mitad del siglo, fue, en el Conservatorio de París, quien guió al violinista de ébano. Todo parece indicar que fue en su clase en la que Brindis perfeccionó el infinito arsenal técnico con el cual asombraría a las audiencias del mundo entero. En París, también tomó clases con el belga Hubert Leonard y completó sus estudios con el también violinista y pedagogo Charles Dancla. En 1871, al culminar sus estudios, Brindis de Salas obtuvo el Primer Premio del Conservatorio de París, galardón que ya para ese entonces habían recibido Henri Wieniawski, Jaques Thibaud y George Enescu. Este premio dio inicio a una veloz y brillante carrera de concertista. Sus aplaudidas virtudes lo llevaron a partir de entonces a los principales centros culturales del mundo y la crítica especializada de la época se rindió ante su exquisito arte. Su virtuosismo impulsaba a los más exigentes a decir... “que una mano oculta arranca al instrumento las más sublimes notas” o que Brindis “... arranca del violín sonidos dulcísimos”. Siete años duró aquella, su primera gira europea, y no fue hasta finales del año 1875 que regresó a América; aquí, continuó su desenfrenado paso por las más importantes salas de concierto y no sería hasta dos años después que su patria lo volviera a ver. En Cuba, luego de debutar en los teatros Payret y Tacón se fue con su música por todo el país y así le seguirá México y otra vez Europa. Una gira por Dominicana En ese vertiginoso ir y venir, el 6 de noviembre de 1895, a bordo del vapor Julia y procedente de San Juan, Puerto Rico, llegó a Santo Domingo el genial Claudio José Domingo Brindis de Salas y Garrido, o Chevalier Brindis de Salas, o Caballero de Brindis, Barón de Salas, o el Rey de las Octavas, o el Paganini Negro, que por todos estos nombres se le conocía. Llegó precedido por lauros y fama y en el momento en que sus virtudes de artista estaban en el punto más alto de su carrera; ya para entonces su vida y obra andaban de boca a oído. El siglo XIX iba llegando a su fin, había sido la centuria de la exaltación del ego a través de los alardes del virtuosismo. La época Romántica había elevado al rango de divinos a aquellos que conseguían de sus instrumentos los más inusitados efectos. Artistas como Lizt, Chopin, Sarasate o Paganini habían sido adorados por todo el mundo. Los artistas concertantes, con sus malabares, locas gimnasias y desgarradoras melodías hacían del público una presa lacrimógena. En Santo Domingo Cuando El Paganini Negro – así llamado por los italianos- llegó a la capital dominicana, ya era amo y señor de las cortes de Europa; los públicos de Berlín, San Petersburgo, Londres y Madrid caían extasiados ante su genio. Ya en Francia había sido merecedor de la Legión de Honor. Era también, como muchos de su estirpe, un genio trashumante y hedonista. La noche del domingo 10 de noviembre de 1895, enfundado en negro frac y ostentando las condecoraciones ganadas en los cuatro puntos cardinales, debutó el Barón de Salas ante el público dominicano; había llegado con su Guarnerius a embrujarlos a todos. Aquella noche el teatro La Republicana registró un lleno completo y el éxito fue tan grande que pedían a voz en cuello otra jornada, y otra y otra. El jueves 14 y el domingo 17 volvió Brindis a disponer a su antojo de los aplausos del público capitalino. Fue tan resonante su paso por Santo Domingo que el 11 de noviembre la crónica que publicó el periódico Listín Diario afirmó que: “El violín de Brindis de Salas no es un violín (...); es un ser humano, un ser que solloza, que gime, que llora, que ríe, que ama, que ruge, que palpita de amores infinitos (...), que vive allá en las regiones que no han de tomar jamás cuerpo en este mundo”. Por toda la Isla Concluidas sus presentaciones en Santo Domingo, Brindis de Salas fue a derramar su genio por otras ciudades del país. El 30 de noviembre de 1895, el director del periódico Listín Diario, organizó una excursión al poblado de Azua en la que participaron jóvenes capitaleños y que partió por mar a bordo del vapor Júpiter, Brindis de Salas formaba parte de aquella festiva expedición. Aunque sólo duró una noche la travesía, la marejada batió con tanta fuerza al pequeño navío que al amanecer, cuando llegaron al puerto de Tortuguero, todos eran una calamidad. Ya en tierra les esperaba un nuevo contratiempo: una obstinada llovizna que trastornó el recibimiento. Para trasladarse hasta Azua tomaron, el genio negro y las damas, los pocos coches de que se disponía, el resto llegó cabalgando al poblado; pero, a pesar de las veleidades del clima, el recibimiento fue descomunal. Después de su presentación en Azua iría a Baní, San Pedro de Macorís, Santiago de los Caballeros, Moca y Puerto Plata. En esta última ciudad, el día 4 de febrero de 1896, Brindis dio su primer concierto a beneficio de la guerra de independencia que entonces se libraba en Cuba. El paso rutilante del violinista de ébano por la República Dominicana llegó a su fin en los últimos días del mes de febrero de 1896 y fue la ciudad de Monte Cristi, lugar de íntima ligazón con las luchas libertarias cubanas, la tierra que le dio el adiós. Más de un siglo pasó y aun quedan huellas de su andar por estas tierras quisqueyanas. Queda, un programa de concierto; un violín, en el cual según testimonios tocó el Paganini Negro; una transcripción de La abuelita, de Gustav Lange, hecha por Brindis para lucirse con acrobacias y malabares en dobles cuerdas, con pasajes escabrosos, pieza esta con la cual muy a menudo el violinista de ébano concluía sus conciertos. Queda la leyenda. Volver El astro, iba a continuar su camino de triunfos y fama, iba a continuar su trashumancia hasta el final de sus días. Continuó tocando por el camino de su vida hasta el fin, hasta que la esbeltez de su figura de ébano quedó consumida por la tisis. Y fue en América donde Brindis expiró. ¿Fue quizás el capricho de un ser voluble? ¿Fue el postrer deseo de quien se siente enfermo y no está dispuesto a dejar sus huesos tan lejos de la tierra que le vio nacer? El hecho es que El Rey de la Octavas, nacido en Cuba, naturalizado alemán, con familia germánica y aupado en toda Europa, volvió a América con la intención de establecerse por segunda vez en Buenos Aires. Ya en 1889 la ciudad rioplatense le había servido de varadero. Llegó a ella pobre y con el recuerdo de sus glorias. Sus riquezas diluidas y nubladas por una personalidad que vivía a manos llenas. Que se bebía el mundo en una copa. Y la sociedad porteña lo vio triunfar y él volvió a verse en las alturas, aplaudido y con riquezas. Dos años duró su gira por Argentina entonces, y triunfó en todas las ciudades que visitó. Llena la bolsa y restablecido el ego volvió a Berlín. Probablemente, Brindis quiso intentar nuevamente la fórmula que antes le dio tan buenos resultados. Llegó a Buenos Aires, por segunda y última vez, a bordo del vapor Patricio de Saratrústegui a fines del mes de mayo de 1911. Venía de España donde había dado su último concierto en el teatro Espinal, en Ronda. El genial Claudio José Domingo Brindis de Salas y Garrido, apodado por los italianos El Paganini Negro llegó a la ciudad sudamericana después de veinte años de ausencia, venía solo, deshecho y tísico. Se hospedó en una pobre posada de la calle Sarmiento en el número 357 y a nadie dijo su nombre; estuvo allí por dos días y, errante hasta el fin, se mudó después a otra tan pobre como la primera; era la posada Aire dei vini, en el Paseo de Julio 294. De ella salió en coma el 31 de mayo rumbo a la Asistencia Pública. Para atenderle, tuvieron que quitarle los harapos que vestía, y debajo, como última prenda de orgullo, encontraron un corsé mugriento. En los bolsillos había un pasaporte y un programa de concierto. El pasaporte decía: Caballero de Brindis, Barón de Salas. El potador murió en la madrugada del 2 de junio de 1911. Sus restos fueron depositados en una fosa de pobres en el Cementerio del Oeste gracias a la generosidad de algunas personas que se sintieron en el deber de honrar los lauros de tan magnífico artista. Pero su alma peregrina no se iba a detener aun. Su nombre volvería a la palestra seis años después. La Dirección de la necrópolis que había acogido sus restos anunció que, ajustándose a las normas, se vería en la necesidad de arrojar los despojos del Paganini Negro al osario común. La prensa y las fuerzas vivas de Buenos Aires reaccionaron de inmediato. El día 11 de junio de 1917, el diario bonaerense La Razón, bajo el título de: Brindis de Salas al osario común, publicó: “Es muy triste cosa que la posteridad no sepa dónde descansan los restos mortales de uno de los más excelsos artistas, de los más privilegiados temperamentos musicales y es triste cosa que lo hayamos abandonado así”. Estos pronunciamientos de la opinión pública argentina originaron todo un movimiento que consiguió que los restos descansaran en el mismo sitio hasta que el gobierno de la República de Cuba se hiciera cargo de ellos. El 2 de junio de 1918, en el aniversario de su muerte, distinguidas personalidades de la vida política y cultural bonaerense, así como la colonia cubana residente en la ciudad, homenajearon al artista y sus despojos fueron cubiertos de flores. Su vida y obra fueron vueltas a elogiar. Doce años después en La Habana, el 26 de mayo de 1930, era bajada del vapor Sub-cubano la urna conteniendo las cenizas del gran violinista. Luis Perlotti, el famoso escultor, modeló la pieza que luego fue fundida en bronce en el Arsenal de la Guerra de Buenos Aires. El mismo día 26 la Academia Nacional de Artes y Letras de Cuba se reunió en sesión solemne para honrar a Brindis de Salas y a la mañana siguiente fue depositada la urna cineraria en le Panteón de la Sociedad de Músicos Cubanos. Sin embargo, no sería aquella su última escala en el viaje sin fin del gran violinista. Años después, fue trasladada a la antigua Iglesia de Paula, en La Habana Vieja, donde por mucho tiempo permaneció empotrada, tras un cristal, en una de sus voluminosas paredes. Según está proyectado, la dicha iglesia será pronto reacondicionada como sala de conciertos, un auditorio que llevará por nombre Esteban Salas y allí, definitivamente, reposará el legendario artista.

Anónimo dijo...

ñof.... ciclopedico, asere

Anónimo dijo...

Mano, no firmaste?
Pie Poderoso

Anónimo dijo...

I tenemos Trompetistas CHIVATONES,HUELE CULOS,ARRASTRADOS,
MALA LECHES,COBARDES..UJC,PCC.

Nina Hagen Return

Anónimo dijo...

Buena biografia, pero Enesco y Thibaut no son contemporaneos con Brindis. Por cierto, mi querido maestro Radosvet (un bulgaro afrancesado que murio hace meses en Cuba) estudio con el segundo.

Anónimo dijo...

se jodió esto caballeros, llego Nina

Anónimo dijo...

Nina, afloja. Ok?

Anónimo dijo...

Las delgadísimas y largas falanges desteñidas hurgaron nerviosamente entre una variedad de frascos, ámpulas y jeringas, dejando atrás una sinfonía de sonidos acristalados que empaparon el silencio con una antiséptica sensación de laboratorio intemporal. Al fin, el dueño de las manos, no menos escuálido y tembloroso, hizo contacto con el objeto de su búsqueda y a pesar de su premura de náufrago desesperado, logró canalizar la morfina por unas venas prácticamente inexistentes debajo de sus pellejos de rocín flaco y galgo corredor… Aliviado, se desplomó en un butacón en la penumbra y echó mano al violín, un antiguo regalo de cierta decadente casa real europea. En segundos, las notas comenzaron a desplazar a los sonidos ampulosos de los tubos de ensayo y elermeyers, y tomaron forma en una melodía que llenó todo el recinto y se escapó por la ventana. Abajo, en la calle, Watson, que llegaba en ese momento en un coche de alquiler, se registró el bolsillo, se percató de que ya no le quedaba ni un penique, y emprendió el regreso a pie entre la densa neblina de la ciudad junto al Támesis.
Bassethound

Anónimo dijo...

No tan triste, querido. Éste fue sólo un perído de depre de H&W. Años más tarde Sherlock fue cuarto bate de los Yankees de Nueva York y Watson director médico del Jackson memorial. No importa lo jodío que uno esté si siempre se levanta.
El perrito orejón

Anónimo dijo...

Jaaaaaaaaaaaaaaauuuuuuuuuuuuuuuuuhhhhhhhhhhhhhhhhhh!!!!!!!!!!!!!!!!

La Mano Poderosa dijo...

La Tortuga y un Violin?

A AMADO NERVO

La tortuga de oro camina por la alfombra
y traza por la alfombra un misterioso estigma;
sobre su carapacho hay grabado un enigma
y círculo enigmático se dibuja en su sombra.

Esos signos nos dicen al Dios que no se nombra
y ponen en nosotros su autoritario estigma:
ese círculo encierra la clave del enigma
que a Minotauro mata y a la Medusa asombra.

Ramo de sueños, mazo de ideas florecidas
en explosión de cantos y en floración de vidas,
sois mi pecho suave, mi pensamiento parco.

Y cuando hayan pasado las sedas de la fiesta,
decidme los sutiles efluvios de la orquesta
y lo que está suspenso entre el violín y el arco.

Ruben Dario

Anónimo dijo...

Jesus Rosado. Yo creo que tu eres el que tenia un centro espiritista alla en 100 y Boyeros.
Esoterico

Anónimo dijo...

Si empiezan con las herejías habra que avisar al Padre Luigi.

Anónimo dijo...

El padre fue llamado urgentemente a la santa sede, despues de varias quejas. Parece ser que se descubrio que tenia una aficion, digamos, secreta...
Malas lenguas

Anónimo dijo...

Es bu.. o ma.., quiero decir, que si la afición del cura es buena o mala?

Anónimo dijo...

Rosado: No conozco mucho de Diaz Albertini, se que Saint-Saens le dedico su famosa Havanaise y que cuando muy joven toco ante la Reina Isabel II de Espanya. Creo que compuso para el violin. Sabes algo?

Anónimo dijo...

a boniatillo le gusta el sonido del violin, el del chello, el del bajo...pero el violin, no se, llega hondo. TRIFF no toca musica clasica como cuando estaba en CUBA? tendre que ir a verlo la proxima vez que toque.
puedo afirmar que todos los musicos cubanos son buenos. y no me caigan encima por decir eso. miren la lista y despues tirense conmigo/ boniatillo

Anónimo dijo...

Apurense a crear y tener hijos,que el Mundo esta llegando a su Final.Como voy a aflojar en abrir la boca? Despues del Holocausto el mundo cambio y desde entonces vivimos con la rapidez mas espantosa,una rapidez por miedo a que nos toque vivir la 3 Guerra Mundial,y nos coja sin poder terminar nuestros planes.A crear hijos,y pintar mas agresivo que nunca.Alfredo VIVA la LIBERTAD de EXPRESION y abajo La CENSURA en CUALQUIER PARTE!!!!!!

Nina Hagen La Intolerante

Anónimo dijo...

Padre Luigi,confiesate tu,por lo menos no soy tan mentiroso como usted,y prefiero pintar y educar a una niña a pintar aviones y trenes y taxis antes que hacerle un catalogo a Puig y copiar a Bedia

Nina Hagen Return

Anónimo dijo...

Nina, no cambias, definitivamente no tienes remedio.
Tu ex-marido, Flavio

Alfredo Triff dijo...

Lo siento, ese "copy" and "paste" de Nina Feria, mal puesto no tiene que ver con el tema de hoy. Caballero a regular un poco el ruido.

Alfredo Triff dijo...

A propom, bienvenido padre, le extranabamos.

Anónimo dijo...

Es verdad apoyemos a los padres y a la iglesia,si Andres Serrano entrara en el Blogg,le daria la razon a Nina Feria,y descubriria lo oscuro del padre luigi y las grandes mentiras en nombre de la Iglesia,que al fin y al cabo es otro PODER MENTIROSO.

Nina Hagen La Intolerante

Anónimo dijo...

El hombre sin espíritu musical y que no se conmueve con la armonía de dulces sonidos, es capaz de todas las traiciones, insidias y latrocinios.
Shakespeare

Anónimo dijo...

Shakespeare se refiere a Fidel Castro.

Anónimo dijo...

Papo, ven deja el blog y dame calorcito.
La Chuly

Anónimo dijo...

Ve al coño de tu madre a buscar calorcito.
El Chulo

Anónimo dijo...

Metafora: Vizcaino=Mediocre

La Mano Poderosa dijo...

Vizcaino,
Has hecho un retrato de tu hijita?
Aprovecha este tiempo de disfrutar de su primera etapa de la vida y hagas unos buenos dibujos de ella. Cuando sea una mujer, seran su tesoro.

Anónimo dijo...

permitan que Vizca-Nina descargue que psiquiatricamente lo necesita, las pastillas para los nervios solamente no le resuelven

Anónimo dijo...

Y al final de la jornada se olvidaron del violin!

La Mano Poderosa dijo...

Un dicho antiguo holandes,
"Mi tio toca un violin!"

La Mano Poderosa dijo...

"Voor de kat zijn viool".
Literal Translation: "For the cat's violin."
Meaning: "For no purpose, useless."

La Mano Poderosa dijo...

Para los franceses del blog!
"C'est comme pisser dans un violon !"
It's like peeing in a violin !

Anónimo dijo...

Yo soy fanático a los conciertos de arpa con tumbadora.
Arcjak desde Groenlandia.

La Mano Poderosa dijo...

Ok, ya el ultimo!
“The difference between a violin and a viola is that a viola burns longer.”
Victor Borge quotes (Danish born American Comedian and Pianist, 1909-2000)

Anónimo dijo...

The End