jueves, 16 de diciembre de 2004

París en Coral Gables

Por Amílcar Barca

Hoy salí a la calle casi de madrugada. Ponce de León estaba hermosa... tanto que parecía una de las muchas de Rayuela al amanecer. Quizá hoy, este paseo, fuera un auténtico boulevard donde las baguettes esperarían crujir y el cafè au lait descansara en las manos de alguna Maga que desease su compañía en cualquier terraza del barrio latino. Quizá junto al Lion Video hubiera una parada de metro que me llevara a algún marchè aux puces, no lejos de donde vivo, mientras dejaba que este domingo exquisito se despertara sin apenas hacer ruido y mis películas sobre Truffaut retornaran religiosamente al altar de esta tienda (no pude dejar de pensar que Ramón Alejandro no está). Hoy París no adquiere la connotación de adoquín ni de trío amoroso --tal y como lo dejó expuesto Bertolucci en su última película The Dreamers. París está en este silencio hermoso a 54 grados Farenheit que Coral Gables exhala, perfumado con las pocas flores blancas de sus jardines y la arquitectura Disney en su downtown. Hoy, quizás con discreción, me coma una papaya en su honor; ingiera su pátina y el hermoso caviar que contiene y piense, una vez más, que alguna vez esta urbe burguesmente provinciana no sólo puede despertar en la esquina con Einstein Brothers sino en miles de cafés a lo largo de la zona. Adiós amigos.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Que fue lo que le paso a Ramon Alejandro???

Anónimo dijo...

Ramon Alejandro se fue a vivir a Paris a principios del otonio. Tenia que hacerlo por su apartamento.
Informante

Anónimo dijo...

Amilcar: Me gusta como te expresas... se ve que tu nostalgia por Paris es fuerte. No se porque la gente no vive donde quisiera vivir, en lugar de hacerlo donde se sienten mas miserables. A mi me parece que vives aca porque no te queda mas remedio. Asi hay muchos. Yo vivo en NY y quisiera estar en Miami. Pero eso es otra cosa. No tengo el don de la palabra. Lo mio es la ciencia, aunque puedo expresarme para salir del paso. Felicidades... aqui hace un frio para quedarse en casa.
Alejandro Ferreira

Anónimo dijo...

Alejandro Ferreira se equivoca. No es querer estar, es querer recordar (que me perdone Proust). Amilcar trae a mi mente esa cita bella en Rayuela:"En París todo le era Buenos Aires y viceversa" ... que es un poco lo que sentimos todos, desde nuestras ventanas de la memoria. A mi me hinca la soledad aunque tengo comania... con ustedes en este maravilloso blog.
Un ignorante de pacotilla

Anónimo dijo...

Amilcar, en la pelicula The Dreamers no queda claro la posicion politica deseable lo que me parece muy bueno de parte de Bertolucci. El desencanto del joven americano con la posicion ficticia de los hermanitos burgueses parisinos... hay un dialogo que no recuerdo, pero deja claro que los ideales se han ido a la mierda. Creo que por ahi van los tiros... darse cuenta uno que el Paris tuyo lo llevas dentro... imaginate a gente como Proust caminando las calles del Paris de hoy. Sencillamente volverian a la tumba.
Un ignorante de pacotilla