miércoles, 6 de junio de 2012

la crítica frente al espejo, circa. 1976



el "programa encuentro con las artes" de la tv española presenta un panel moderado por paloma chamorro que reúne a santiago amón, dámaso santos amestoy, simón marchán fiz y andrés trapiello (los primeros dos ya desaparecidos). crítica dice santiago amón, es "formular un juicio en torno al arte", trapiello interrumpe y parece que tira sin puntería, le molesta esa función elitista del crítico. simón marchán inmediatamente apunta los aspectos ideológicos que rodean la empresa. amón entonces aclara que esa formulación de juicio requiere un "criterio" que se separe de la mera "subjetividad de turno" (esa idea fácil de que la crítica es una empresa solipsista). dámaso santos sugiere la misión social de la crítica. como él la llama, "una división del trabajo" de la misma.



la discusión bordea temas comentados en tumiami recientemente. lo interesante es que esta discusión toma lugar a fines de los 70 en españa, lugar aislado realmente de los trajines del mercado de arte del momento. muy diferente a la situación de totalismo de mercado que vivimos hoy en día.

escribía santiago amón en el país en 1976:
La interna problemática de la obra nueva, su inserción en el área de un pensamiento que la justifique y la necesidad de un vocabulario que la traduzca con alguna precisión..., han terminado por aglutinar y definir restrictivamente el «trinomio» (artista-crítico-minoría) en unos límites harto concisos o con unas fronteras de difícil acceso. Fuera de él, los conceptos y los términos, en el caso de que trasciendan, pierden su vinculación íntima con las obras en el supuesto de que éstas merezcan alguna ajena atención. El circulo se cierra paulatinamente, el arte se mira a sí mismo y sus premisas cobran todo su sentido en su propio cotejo y desarrollo.
nada mal. el panel está al tanto de la problemática y la amplitud del trabajo crítico de fines de los 70. hay cosas que han cambiado mucho en estos 40 años y es la implosión si no tanto de la crítica, del discurso crítico en ese sentido defendido por santiago amón de "criterio" que se distinga de la mera masturbación intelectual ("lo poético", como le dice algo irónicamente marchán).

5 comentarios:

Anónimo dijo...

No sé, todo esto puede ser una muy buena pesquisa, pero creo que será efectiva en tanto ponderación. Pensemos que aquellas aguas trajeron estos lodos, el atraso relativo de una cultura o país no lo excluye de un proceso universal. La crítica como objeto depende también de la consistencia del otro objeto al que se subordina, y que es el arte mismo; antes de que la crítica se hiciera inconsistente le tocó al arte mismo hacerse inconsistente. La falacia del impresionismo en la crítica justificó todo como arte, buscando (sí, canson) hacerse relevante ella misma otorgando relevancia a cuanto se le sometiera, como la inmensa mayoría de los artistas alternativos. Que una cosa es la vanguardia y el experimento hasta naiff, y otra muy distinta la falta de criterio discriminatorio. Regreso al punto de la democracia cultural y la razón moderna, todos no son iguales; la gente se diferencia por sus intereses, que no son mejores unos que otros sino en la arbitraria casualidad de la relevancia y la visibilidad mediática. Probablemente sea eso lo que habría que corregir, y es un problema existencial. No tendría por qué ser un problema, al César lo que es del César, y al makret lo que del market es. Uno mismo comenta en anonimos para no llamar la atención de los desagradables arribistas; esa semi clandestinidad de asombrosa catacumba es otra experiencia estética; el arte (y su crítica) no muere, se transforma y evoluciona. Cuando la toma de Mont Segur ya el tesoro cátaro se había ido, y hoy su leyenda es más grande, y también probablemente su siniestro poder efectivo.

Salut!

Alfredo Triff dijo...

La crítica como objeto depende también de la consistencia del otro objeto al que se subordina, y que es el arte mismo; antes de que la crítica se hiciera inconsistente le tocó al arte mismo hacerse inconsistente.

excelente punto ano. sigue entrando y puntualizando. se aprecia.

IváN dijo...

Hay un momento en la lectura de Wilde, Huxley o Greenberg en el que sólo queda la escritura. Más allá del dictamen, la judicatura, la admonición. ¿No es eso crítica? ¿No es crítica ese punto en el que la obra crece como literatura?

Alfredo Triff dijo...

iván, buen punto. pero ¿buscaba wilde o diderot o greenberg hacer "literatura" o explicar lo mejor posible que tenían delante?

Anónimo dijo...

Asi me gusta; mantenganse al margen de la literetura y dejen al un lado las artes visuales que el tema les queda muy grande. Pero si, Sr. Triff or Triza? puede usted continuar con su musica de los peos discordantes, usted es todo un maestro.