domingo, 11 de septiembre de 2011

September 11


La historia se nutre de la rutina no doméstica de la sociedad. Pero también del dato inconcebible. Aquel 9/11, por ejemplo, el día estaba corriendo como cualquier otro martes hasta que fue sacudido por los impactos gemelos que inauguraron una nueva era del miedo. Sería difícil rastrear otro suceso nefasto tan precedido por la ausencia de premoniciones y pronósticos.

El día de los ataques al World Trade Center, Gerhard Richter viajaba hacia New York con su esposa para asistir al opening de una exposición. Mientras volaba sobre el Atlántico, escrutando los azules del día, poco podía imaginar que su biografía se conectaría horas después a la tragedia que cambiaría el rumbo contemporáneo. Ignoraba que, aterrizado ya en medio del drama, sus ojos se anegarían de polvo y se agitarían dislocados entre la imagen mediática de la embestida y la orfandad del skyline newyorkino. Toda la bruma abrasiva del momento quedaría entonces registrada en la sensibilidad del artista.

Luego, transcurrirían años de distanciamiento luctuoso que velaron la corporeidad de aquellas visiones. Y cuando Richter decidió algún día emancipar el desgarramiento, se topó con que el peso de lo inimaginable lo arrojaba a un limbo. Su obra September se debate entre la necesidad del testimonio y la fuga hacia la amnesia. La visión se problematiza al redefinir la nitidez con energía simultáneamente borrascosa y forense, donde la incontinencia subjetiva fluye en smudges neblinosos hacia la intención abstracta. Es evidente el empeño por desapasionar la memoria y centrarse en la filosofía de la angustia a través de la difuminación. No en balde el artista prolongó la inmediatez de la crónica durante años. El desvanecimiento emocional habría de aprovecharse como recurso. Al revisitar lo apocalíptico, Richter cuaja la alegoría de la amenaza y la vulnerabilidad recreando una imagen repetida millones de veces para espanto del mundo. Pugna con la remembranza. Lo asume con la perspectiva vivencial a media ruta entre intelectualidad y evocación, explorando las tensiones del poder aniquilante de la violencia ya consumada frente a la imperiosidad de exorcizarla. Por ese camino, Richter llega hasta ese lienzo espectral que proyecta la esencia del dato terrible, discernido como a través de un lente nevado tras el cual se percibe confusamente el rostro del ángel perverso.  Para mí, September es uno de los comentarios postraumáticos más eficaces hecho por un artista a esa atrocidad aún inaudita para el conglomerado humano. (JotaeRre)

12 comentarios:

Anónimo dijo...

gracias JR, por una memoria dentro de otra. 9/11 tiene su momento de horror y desconcierto para cada uno de los que lo vivimos de cerca. RI

JR dijo...

Rosie, no he hecho más que cubrir la jornada. Justificar el rol de Tumiami. Pero quiere que te confiese algo? Cuando Adita y yo hemos repasado la cobertura documental del History Channel sobre el nueveonce, hemos quedado sin palabras. Richter sabía que era preferible la distancia ante el suceso. Después de lo que hemos visto hoy, verificamos que la fatídica fecha marca el primer golpe de estado lanzado contra Dios.

IváN dijo...

Y Norman Mailer decía que había que esperar 10 años para poder escribir sobre eso... Bueno esto sobre Richter.

R.W dijo...

"Sería difícil rastrear otro suceso nefasto tan precedido por la ausencia de premoniciones y pronósticos." tal vez no sea exacto. Acá, sin edición, mi sobresalto hacia mayo del 2001:

http://www.youtube.com/watch?v=Moy1frZnOqk

R.W dijo...

Linda selección, bestia el Richter.

Anónimo dijo...

si, apreto el aleman

JR dijo...

Gracias, IváN. Muy bueno lo tuyo en tu blog. Por cierto nos prestamos involuntariamente el término "forense". Nada, que ojalá no fuese este tipo de cosa terrible lo que nos hiciera coincidir. Prefiero un bombardeo de hielo y un tsunami etílico.

JR dijo...

Gracias, RW. Vi lo tuyo y certifico que es premonitorio, pero no significa que no hubiese sido una proeza rastrearlo. El texto te motivó al youtubing...10 años y medio después.

Anónimo dijo...

JR, qué bien y siniestro lo has dicho...
Teresa.

R.W dijo...

Cómico lo del certificado....
Difícil ser rastreado cuando, en lugar de mostrar a voz en cuello, uno tiende a encajonar y posponer los rastros bajo la presión de rastros nuevos, cojeo del cual probablemente Ritcher y otros grandes prolíficos no padecieron nunca o dejaron de padecer a tiempo. Totalmente el texto me motivó al youtubing,tu buena selección para el tema.Gracias.

JR dijo...

Palidísimo, Teresa, ante lo siniestro del hecho cierto. RW, certificar: Asegurar, afirmar, dar por cierto algo, pero te comprendo, lo cómico lo encuentras en lo burocrático, y nosotros los cubanos nunca cesaremos de reir, padecer y morir de burocracia.

Anónimo dijo...

Yo estaba impresionado con la forma en que expresa sus pensamientos acerca de Blogger: t u m i a m i b l o g - Post a Comment. No puedo creer que alguien puede escribir una historia asombrosa , como Thet acerca de que el amor Blogger: t u m i a m i b l o g - Post a Comment.