viernes, 13 de mayo de 2011

la herida de una nota

Rosie Inguanzo

Erik Satie es intolerable. Frédéric Chopin, en mi corazón no hay nada como los Nocturnos. Pero Satie ya me había quebrado. Chopin no existe para Satie. Satie contrae el vientre del escucha, galopa salvaje en los oídos, aboca al desasosiego. Sobre la lápida mohosa, la hora de la muerte. Un neoclásico que describe la pantomima crucial, un desorden emocional –en la vocación clásica, un existencialismo antes del Existencialismo.

¿Entre Chopin y Satie? Un tris se desangra. 
Satie es cine, es la fábula en la bruma. Es el misterio del horror, el humo de la guerra, el amante abatido, y lo que desaparece de la mirada para siempre. El pozo de los candores. Los edificios imaginarios -que Satie guardara en una vitrina, sus cápsulas sonoras. 

Chopin es la complejidad de mitad de siglo, polaco desterrado y activista –casi un cubano, dice A., disecciona el dolor que la tiene a una, les temps perdu, el cromatismo de la escala, la herida de una nota, la lágrima en la nieve. Tos intermitente y corcheas mojadas de saliva sobre el pentagrama.

Vivir y componer fuera del aire, ese es Chopin.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

chevere esta nota musicosensorial... eso de satie es intolerable esta estupendo.

Anónimo dijo...

ULTIMA HORA
El poeta Alejandro Fonseca, miembro del coletivo de NeoClub y asiduo de La Otra Esquina de las Palabras, representa a estados unidos en Festival de Poesía Palabra del Mundo, una acción poética planetaria en favor de la paz mundial, auspiciado por la Asociación de Escritores y la Dirección de Cultura Comunitaria de la UNEAC y el Festival Internacional de Poesía de La Habana.
Para una información más completa de los invitados y organizadores, ver el siguiente enlace:
http://ogunguerrero.wordpress.com/2011/05/10/festival-de-poesia-palabra-del-mundo/#more-144

Anónimo dijo...

Precioso Rosie (Ms.) ;-)
Jenifeer

Anónimo dijo...

Yo, Alejandro Fonseca, no pertenezco a ningun Festival ni a otras cofradias harto conocidas en Miami. Gracias por recordarme que soy un hombre libre.
A. Fonseca.