jueves, 29 de abril de 2010

50 años de absurdo


Escuchaba ayer a dos alumnas latinoamericanas conversar con un profesor de Ciencias Políticas en la Universidad de Miami sobre el tema cubano. Dentro del asunto, a veces uno no se percata de cómo se ve el problema desde fuera, las razones se deshacen frente a la fuerza bruta de la realidad.

"El descontento y el desencanto son de esperarse. ¿Cómo puede alguien soportar ser gobernado por la misma persona por 50 años?"

La verdad incuestionable me hizo ponderar el absurdo, eso que es pero debiera no ser.

14 comentarios:

Anónimo dijo...

Bueno, ¿nunca has escuchado? si la gente estuviese verdaderamente descontenta, ya lo hubiesen tumbado. Saludos.

MI

Anónimo dijo...

Por qué en vez de quejarte tanto y tan seguido, no haces algo realmente productivo para acabar con el absurdo. "No hay problemas, solo soluciones".

No será que tú y muchos otros se merecen este prolongado absurdo?

JR dijo...

Devoción o miedo. No importa la distribución porcentual. Medio siglo es mucho tiempo para argumentarlo con la irracionalidad.

Anónimo dijo...

Los absurdos son los que los sopartan.

Esmi

Anónimo dijo...

JR, Devocion ES absurdo.

JR dijo...

Te comprendo, anónimo. Sé que es difícil aceptar que alguien venere al Susodicho, pero en verdad hay quienes darían la vida por él. Lo sensato es asumirlo y ello explica junto al terror de la mayoría la perdurabilidad del unipersonalismo.

Pedro F. Báez dijo...

Desde afuera todo es fácil. Desde afuera se tiene perspectiva y derecho a tener perspectiva. Desde afuera sentimos correr el tiempo con más premura. Desde afuera el cambio resulta demasiado lento, demorado. No cuadra con lo que sucede en el resto del mundo ni con nuestros intereses personales, benignos o no. Desde afuera podemos sentirnos capacitados, informados, educados, titulados, omnipotentes y archiperplejos. Desde afuera. Sólo desde afuera. Pregunto, quiénes de nosotros, desde adentro, podría sostener este intercambio, este diálogo, esta diatriba , estas opiniones altisonantes y divergentes en un foro del cual no conoce siquiera la existencia el 95% de la población en un país que por 50 años ha vivido en un limbo temporal bajo la bruma de más selectivo "news blackout" por parte de las autoridades y sometido a un proceso diario de desinforamción y "ablandamiento" psicológico. Campean allí aún por sus respetos los espectros de la "agresión imperialista", de la "pérdida de la identidad y el patrimonio nacional", de los "incomparables logros de la revolución", del culto a la personalidad paternalista y mitificada de Fidel Castro y todos los "héroes" de la revolución , amén de todo el aparato represivo que a diario vigila y suprime la mayoría de los intentos y manifestaciones "disidentes" con asombrosa sincronización y eficacia... y la abrumadora, la acuciante necesidad del diario vivir que se convierte en una odisea cotidiana por vestir calzar, transportarse, llevarse algo de comer a la boca, mantener la salud sin medicinas, bañarte sin agua o sin jabón o sin ambos, educar los hijos lo mejor posible en medio de tanta restricción y de tanta miseria; buscar un lugar donde la promiscuidad familiar o de vecindario no sea obstáculo para siquiera echar "un palito" de dos horas y "desconectar"... ¿Queda tiempo en Cuba para pensar en cambios, en protestas masivas, en nuevas revoluciones, en lo oprobioso y lo absurdo del sistema, cuando sólo existen recursos y energías para lidiar con el instante que se tiene delante como presente y básica unidad de tiempo? Desde algún lugar y de alguien adentro vendrá el cambio; pero sólo al paso que puedan dar con lo que tienen todos esos cubanos "de a pie" que cuelgan de un estribo en la ruta 27 o se apuran para marcar en la cola de todo un día para coger seis huevos y de ahí correr a marcar a otra cola... Desde afuera, tendremos que esperar. No hay tal absurdo... Sólo hace falta más paciencia...

A.B dijo...

Yo caí al principio en la "causa revolucionaria" que enarbola a todo joven por cambiar sus ideas. Y no voy a negar que aspectos de las "intenciones" que una revolución conlleva las comparto. Pero cuando ves la realidad y la "alienación" de un pueblo sometido como el pueblo cubano por un tipo salvapatrias psicotizado me tra como un sentimiento lírico de melancolía insoportable. Pero tambíen soy de la opinión -visto desde fuera- de lo que dice MI, "si la gente estuviese verdaderamente descontenta, ya lo hubiesen tumbado". Saludos.

Amílcar Barca

Alfredo Triff dijo...

Buen punto, MI. El Suso tiene apoyo. Pero es cuestionable. Es decir, si me gusta Cocacola porque me lavaron el cerebro, ¿me gusta realmente?

Alfredo Triff dijo...

Claro Ano, muy soluble, tú y yo y él y ella.

Alfredo Triff dijo...

JR: Estás claro. Pero 50 años es mucho tiempo. Eso te hace irracional.

Desde afuera todo es fácil. Desde afuera se tiene perspectiva y derecho a tener perspectiva. Desde afuera sentimos correr el tiempo con más premura. Desde afuera el cambio resulta demasiado lento, demorado.

Buen punto, Pedro. Comparto tu opinión. Gracias.

AB: Tú eres de los nuestros.

Anónimo dijo...

A.T.

Que conste, mi comentario fue siguiendo el hilo del absurdo. Es algo que me han dicho personas no cubanas, y en más de una ocasión, durante debates tocantes a Cuba. Saludos.

MI

Anónimo dijo...

MI,
A veces uno tiene que oir la verdad de bocas estranjeras.

Esmi

Anónimo dijo...

Esmi,

A estas alturas del partido, me parece que todos sabemos cuán maleable es la verdad. Mira el ejemplo que trae Alfredo con la Coca-Cola. Para muchos, es la pausa que refresca, y para otros, es un destupidor de inodoros "congestionados" (Evo Morales et ál, Bolivia, 2010):-). Aquí mismo, el Sr. Pedro F. Báez habla muy elocuentemente sobre cómo apreciamos e interpretamos las cosas de acuerdo a la perspectiva.

Volviendo al objeto del "absurdo". Algún día aquéllo será, por larguísimos años, materia de estudios e investigaciones para dilucidar tamaño experimento social.

Off-topic. Puede ser que me encuentre atrás, como el rabo del perro, pero una amiga catalana me envió una novela titulada La elegancia del erizo por Muriel Barbery (su segunda novela). Está güena. A lo mejor algún@ expert@ en la materia, en residencia de este gran espacio, podría regalarnos su opinión. Saludos.

MI