sábado, 19 de septiembre de 2009

Sette Uomini D’oro (1965)



Jesús Rosado

La inspiración de Armando Trovaioli recorrió los soundtracks de los más representativos filmes de la Commedia all’ïtaliana. Sus composiciones se articulaban sobre puro hormigón jazzístico, decorado a la postre con aquellos sonidos pasteles de reverberación mediterránea que aportaría el boom de los instrumentos electrónicos durante la almibarada década prodigiosa -los irrepetibles 60- en el Viejo Continente. Se puede llegar a afirmar que Trovaioli es paradigma del pop art europeo (que no debe confundirse con el europop), cuya tendencia en lo musical estilizaba las expresiones populares y tradicionales o, en sentido inverso, incorporaba componentes de la denominada música culta en el gusto amplio. Y ese two way, Trovaioli lo confronta con las nuevas tecnologías que la música devenida en industria iba introduciendo. Muchas de sus piezas de los sesenta corren como una suerte de comic musical, por su aire desenfadado y caricaturesco y se puede hablar, desde entonces, de una "personalidad Trovaioli" que irá contagiando a otros autores de la época. De su musa en el cine se memorizan scores como los de Matrimonio a la italiana, Casanova 70, Perfume de mujer o aquella inolvidable Siete hombres de oro (video que ocupa el post de hoy), que nos dejara a más de un cubano con los apetitos por una bóveda de banco bien surtida, condición imposible en el precario sistema bancario del Susodicho. Hoy día Trovaioli continúa activo y ha colaborado en algunas de las recientes producciones de Tarantino. En Sette Uomini D'oro (1965), el compositor italiano se apoyó fundamentalmente en las virtudes de la agrupación vocal Cantori Moderni del multiintrumentista Alessandro Alessandroni, cuyos elaborados performances estuvieron considerados como la clave sonora de los backgrounds de Cinecitta durante el coqueto sesenteo.

5 comentarios:

Alfredo Triff dijo...

Buenísimo post, JR. Uno de mis héroes de la onda Cineccitá. Me cuadra mucho como Trovaioli incorpora el sonido "ba-da-ba" que ya habían hecho famoso los Swingle Singers. El sonido suena fresco y honesto, no manipulado y retro (como suena hoy). Y además ¡cuántas veces vi ese film!

Gracias por ese post.

Laberintos dijo...

Jesús y después Mina inspirada en Trovaioli y en la musiquita de la época hizo una revisitación de ese sonido en varias de sus animadísimas "a cappella", veáse http://www.youtube.com/watch?v=FKK2feMnZRI&feature=related

mantilla dijo...

Que lindo.Cuantas colas tuve que hacer para ver esta pelicula mas de una vez siendo una adolescente.Y me recuerda a mi querido cine de barrio,el cine mantilla, que se quemo y mas nunca lo reconstruyeron.Con ese tipo de musica se formo nuestro gusto,habia momentos que nos sentiamos mas europeos que caribeños

Anónimo dijo...

Me acuerdo de la pelicula y de la musica... la Podesta estaba buenisima.

JR dijo...

Son tantos los buenos compositores de esa época, AT!
Laberintos, Mina es una diva que merecerá un espacio en Tumiami en su momento.
Mantilla, eras una niña o una adolescente? Mmmm...habrá que rectificar fechas de nacimiento.
Anónimo, la Podesta transitó frecuentemente por la mano de preferencia de nosotros, los chicos púberes de entonces.