viernes, 31 de octubre de 2008

Tratamientos



Alcides Herrera

Yo, que vi las coristillas de los átomos y también a Jesús, hoy devuelvo unas llaves. Sin las palabras (“el hijo del hombre no tiene dónde reclinar la cabeza”), sin el mareo de uno de los sótanos de la realidad, camino un paso. Las marcas que te hacen, el odio acumulado por generaciones, son mi heredad. Aún nos castigan por echar margaritas a los puercos y aun así las echamos, siguiendo el ejemplo de nuestros padres, que nunca acaban de morir. Yo sé que estas imágenes se borrarán y que veré de nuevo las gotas de agua rodar por las hojas del cedro, el verdadero brillo del mundo. Se aprende poco: no va a destacarse la aprensión más que el amor. Sin la visión pura, se hace difícil devolver unas llaves sin comentar la vejación doméstica, la puerta cerrada para siempre. Amor no es pedir llaves; odio tampoco es: sólo la consecuencia burda de unos tratamientos. Jesús no dijo algo, pero alabó la circunstancia de ver de nuevo, en su presente encarnación, a Juan de Yépes -en el baño de un motel de la 42. Las dejo encima de su mesa y dejo que mi estómago se despida, pues el corazón hace mucho se despidió, la mente estaba en otra parte. Son las cositas por recordar, cuando haya pasado el tiempo del “amor” y el cuerpo no sea deseable y “la persona” se conforme con los recuerdos de tres humillaciones (básicas) que sería feo mencionar. Yo, que he visto el futuro, la muerte pareja, hoy devuelvo unas llaves. Ya no echaré margaritas a los puercos; no abriré puerta alguna.

14 comentarios:

Unknown dijo...

Hola Alcideeeees. Pobrecito. Si quieres te adopto.
:)

Anónimo dijo...

Oye Alcides no me gusto el final de tu descarga con la pobrecita gevita. La llevaste muy recio.

Anónimo dijo...

Llamé a Alcides y le pregunté sobre el poema. Dice que va a empezar a escribir con nombre de mujer para que no concluyan que cada cosa que escribe es autobiográfica. Que en lo adelante se llamará Sedicla Arerreh y vivirá en un shelter de Tallahasse. También añadió que Tallahasse es el futuro del mundo, opinión que decidí no compartir aunque no conozca el pueblito ese.

S. G.

Anónimo dijo...

Abusador, sinverguenza, mal pario, mira ver si tratas mejor a las mujeres!

Lalo K. Marina

Anónimo dijo...

Cafeina, adoptame a mi! me encantan las facturas argentinas con cafe con leche, los asados, las ensaladas rusas, te prometo que limpio y cocino cosas sabrosas, hago laundry, please, please......

Yosin Casa

Anónimo dijo...

Alcides thrieves on hearthache.

Manuel Sosa dijo...

Un ejercicio para comenzar el día: traducir el dolor.


I, who saw the sparkling of atoms and Jesus altogether, am set to returning some keys. Stripped of words (“the son of man has no resting place”), stripped of the vertigo that comes from one of the cellars of reality, I take a step. The scars you get, the hatred that grew with each generation, have become my inheritance. We still get punished for casting daisies before swine and yet we keep casting them, following the trail of our elders, who resist to die. I am certain that these images will not be erased and that I will get to see again the dripping cedar leaves, the true glow of the world. You can’t learn much: fear will not outshine love. Without a pure vision, it is hard to return some keys without alluding to the domestic vexation, the door closed for good. Loving is not asking for keys; neither hating: just the coarse consequence of some remedies. Jesus did not say a thing, but he praised the fact of seeing Juan de Yépes again, in his present incarnation, lodged in a motel room. I place them on her table and let my stomach bid its goodbye, since my heart has been long gone, the mind was somewhere else. It’s the little things left to be remembered, when the time of “love” will pass and the body ceases to be desirable and “the person” accepts the remembrance of three (basic) humiliations that I could not mention now. I, who have seen the future, the balanced death, am set to returning these keys. I will no longer cast daisies before swine; I will not open any door.

Anónimo dijo...

Otro hijo de Dios chupa, masca traga, promete, aplaza, goza, mete con la cara, le es inevitable la vida en forma de literatura. El arrepentimiento sincero es La garantía y la garantía de un exceso renovado. La virtud se disfraza de si misma y se larga por esa puerta de la que guardan llave el padre, la mujer, el socio y un ejército de desconocidos de manera intercambiable. La compasión abusada convierte a la victima en victimario. Algo se salva entre la canción y la poesía más allá del resto de las verdades pero hay que joder con cuidado.
Y son estas palabras del hombro que y alienta regaña sin mucho caso de las lágrimas.
Nos vemos en Hamelín con y sin máscara, esa vieja definición de persona.

Anónimo dijo...

Manuel, y si le ponemos musica esta seria la version Blues:

I saw the sparkling of atoms and Jesus together.
The true glow of the world.

The door closed for good.
I will not open it.

Since my heart and mind have both been long gone,
There’s little left to remember.

The door closed for good.
I will not open it.

Anónimo dijo...

wow! tremenda pluma bestia. Un abrazo! Se me olvido escribir tu numero de telefono.

Ana hortensia

La Mano Poderosa dijo...

AT
Me estas poniendo Palin tantas veces, que me estoy quedando celoso. Tendre que hablar con Rosie, porque estas muy concentrado en Palin. Acuerdate que el odio se puede convertir en amor. Vamos confiesate, te gusta esa jevita, no?

A.B dijo...

Qué ilusión me hace poder hablar de tus escritos Alcides. Sí! estoy aquí a pesar que escondes la cabezs bajo el ala de esta ciudad. Ya no sé de ti ni de tu teléfono y sólo puedo decirte que tu exjefe Rolando te envia "bendiciones" con él estoy batallando el libro que voy a publicar.

Yo te hice una promesa y como catalán lo voy hacer: la edición y publicación a dos manos de nuestros escritos.Y que conste... y lo digo públicamene que voy a ser yo el honorado de estar junto a tu literatura.

Un abrazo

Amílcar

Alfredo Triff dijo...

Bienvenido, Alcides

Anónimo dijo...

Dejo la puerta abierta no tengo nada, todo es ofrecido a quien corresponda. Te regalo el árbol, La loma del ángel, la casa.