martes, 2 de enero de 2007

Lecturas (y un poco de historia en el medio)


Ramón Williams

El broncearse, platearse, dorarse o tostarse pueden ser adictivos (jamás contagiosos). La madre de mi padre (diabética ella), cantaba los primeros blues, recogía algodón por su cuenta y preparaba dulces para Manuel Suárez (quien trajera la bolita a Ybor City, Tampa) en los días en que Martí luchaba la plata para los fusiles con los zapatos boquiabiertos y la palabra fácil para los tabaqueros. A la madre de mi madre (asmática ella), se le hizo polvo en un escaparate de Buena Vista una chaqueta de Maceo (de quien recibiera abrazo de cuerpo y mente, más allá de las edades). Entre sus arrugas, escudriñaba yo de niño las partículas de bronce. “Nadie rema hacia el sur” me resultó un aguaje de contrariedades que corre sobre el papel de los tiempos -cual tinta rápida en el gran solar cibernético. Manierista a las dos manos, dialéctico neutrino, protestante iconofílico, supramoderno, tu estilo hinca el diente intelectual en las rutinas teóricas recientes y mueve la espina en las aguas de pípol-en-español, no sin santocarse con los Viajes de La Condesa de Merlín a La Habana. Sobresalen un derretido de Derrida sobre techos de los condados innobles de acá, las reverencias a Reyes y a reyes del Kitsch de la salsa (ensombrerado todo en un Lezama que les ama y lima asperezas entre lo consabido y lo indecible por medio de exaltarlas). Respiré vientos de Retamar y escuché ecos de Eco. Es un texto pingú y pueril a la vez en su retórica de paparazzi letrado, de sátiro latin boy con vuelo galante sobre la mediocridad y la injusticia de cualquier geografía. La importancia de llamarte Ernesto es que no eres, de momento, El Papa y nadie te soltará los perros por revisarle las costuras y los pactos a los grandes frívolos, a los negros profetas del Rap o por llamarle diablo al demonio. Pero de seguro erizarás la piel de las gallinas más reaccionarias o desinformadas de la granja y levantarás la moral de los absortos en la cebra del exilio (eternas víctimas de los pedos lacrimógenos de problemáticas con canas más que glorias).

2 comentarios:

La Mano Poderosa dijo...

Remar???? Existen aviones... Si me voy para el sur, por sierto, no sera Cuba! Solo ire si estoy invitado para cagar sobre las tumbas de los dictadores Raulina y Fidel el infiel.

Alfredo Triff dijo...

Feliz An~o, Inkie!