domingo, 10 de septiembre de 2006

Memoria extraviada


Por Rosie Inguanzo

“En apariencia, la gente no es consistente, se conforma con poco […] El cubano no puede sufrir mucho rato sin echarse a reír… ¿Fidel será así? No me parece, pero…No quiero volverme a engañar. Cuando más puedo ser un testigo. Un espectador.”

Memorias del subdesarrollo (1966), de Tomás Gutiérrez Alea, está basada en al novela del mismo nombre de Edmundo Desnoes. Valga citar a José Antonio Evora en su libro Tomás Gutiérrez Alea: “Las virtudes de Memorias del subdesarrollo deben buscarse fundamentalmente, en la capacidad de la película para desentrañar no sólo el conflicto de un pequeñoburgués en medio de la una revolución, sino el de toda una sociedad sacudida por esa circunstancia”. Memorias aborda el tema de los que se fueron y los que se quedaron; filme representativo de la transición social acaecida con el despunte del proceso revolucionario cubano. Es un clásico, monólogo interior en imágenes y música. El protagonista reflexiona sobre su circunstancia para recuperar una idea oscilante de sí mismo. ¿Qué puede agregarse más que la experiencia personal del filme? Me lleva a La Habana de su tiempo (nací en el mismo año, 1966). El apartamento de Sergio es parecido al que teníamos en Miramar; lo mismo sucede con la idiosincrasia de los personajes (burgueses venidos a menos y humildes igualados), y los inicios de la opresión social y la simplificación policial salvaje. Malas semillas de lo cubano: la muchachita (Deysi Granados) pasa, de inocente-calentica-aspirante a actriz, a manipuladora histriónica sacudida por el interés y arrebato solariegos. No son las grandes convicciones ideológicas las que mueven al protagonista sino una gran inercia. Quizás una remota esperanza de salvación. La desidia contemplativa de Sergio, su abulia pequeñoburguesa me remiten a mi madrina detenida en el tiempo en una casona de Miramar (hasta hoy en día come con cubiertos de plata), circundada por la chusma rampante y la miseria oficializada. También está la sensualidad del filme. Hay una escena en que su mujer sale del baño, enmarcada en ese ambiente de siesta citadina, el desnudo en el espejo... hasta la incomunicación se maneja como componente erótico. La música de Leo Brower es vehículo estelar, en total sintonía con ese mundo perdido (la bella ciudad, extraviada en el exilio que miramos con nostalgia y embriaguez).

6 comentarios:

La Mano Poderosa dijo...
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jr dijo...

Efectivamente, Rosie, como bien tú afirmas, Memorias del Subdesarrollo es un clásico. Lo es por su calidad formal y por su sórdida exposición conceptual. Una estampa desvaída del estupor, del desconcierto y del miedo ante un proceso que sigue provocando idéntica animosidad. De modo que la fórmula Desnoes-Titón- Ramón Suárez-Corrieri ha conservado su vigencia para explicar los inicios de "la maldita circunstancia". Con la diferencia de que en 1968, el perfil de Sergio lucía simplemente como el de un vacilante personaje pequeñoburgués y hoy, casi cuarenta años después, se muestra como un portavoz premonitorio de una época infernal. Hace menos de una década, cuando yo desandaba por las calles de mi querida Habana y advertía la miserable catadura moral del legado fidelista, la ausencia de los afectos escapados de aquel paisaje ruinoso y el peso de una cotidianidad estéril, de pronto me percaté que en mis zapatos salpicados de remiendos caminaba fatigosamente un monólogo interior bastante semejante, aunque más proletarizado, al de aquel memorable personaje de Sergio.

machetico dijo...

Vaya temita el de aujourdui. Para que no me pase como a Vizcaino, voy desayunar primero (mas bien un brunch tardio ya) y voy a buscar luego algo que he leido del Desnoes actual, liofilizado y pasteurizado luego de largo exilio en no se donde y que encontre en la prensa electronica cubana hace alrededor de un par de anos. Yesterday nos vimos muchos en el excelente show de Monsieur Le Compte en la muy alemana galeria Kunsthaus del barrio boricua de Miami. Tengo que hacer mencion de la bella Naomi, a quien no veia desde su nacimiento. See ya later, caimanes.

jr dijo...

Frases de Sergio en la novela de Desnoes:
Hasta los sentimientos del cubano son subdesarrollados: sus alegrías y sus sufrimientos son primitivos y directos, no han sido trabajados y enredados por la cultura"…"el cubano se olvida fácilmente del pasado: vive demasiado en el presente" (p. 23).
Esa es una de las señales del subdesarrollo: incapacidad para relacionar las cosas, para acumular experiencia y desarrollarse" (p. 33)
"Todo el talento del cubano se gasta en adaptarse al momento" (p. 34).
"Para eso solamente sirven los países atrasados, para la vida de los instintos, para matar animales salvajes, pescar o tirarse en la arena a coger sol" (p. 36).
"Aquí todo madura y se descompone con facilidad" (p. 67).
"cada vez que leía una novela francesa me daba cuenta de nuestro atraso social y sicológico. Cada nuevo producto que aparecía en el mercado norteamericano me hacía consciente de nuestro atraso científico, técnico, industrial... Éramos una factoría, un pueblo de consumidores. Ahora no tengo punto de referencia para nada; no vienen libros ni productos de los países capitalistas" (p. 50)
“prefiero los objetos a las personas" (p. 15)
"sé lo que me pasa, pero no puedo evitarlo" (p. 28)
"el único refugio que tengo está en mi cabeza" (p. 56)
"si la sombra de alguna novela está detrás de Memorias es El extranjero de Camus" (p. 128)
"yo siempre he preferido la comodidad a la verdad" (p. 62)
"yo pienso lo peor de este régimen. Es la ruina de Cuba" (p. 25)
"la Revolución, aunque me destruya, es mi venganza contra la estúpida burguesía cubana, contra mi propia vida cretina" (p. 26)
“Los odio (a los burgueses) tiernamente. Me dan lástima..." (p. 18)
"si alguna ilusión me podía yo hacer, fabricar o inventar, sobre la contrarrevolución, se fue ya para el carajo. No tienen pensamiento, ni dignidad, son gente sin espinazo; los burgueses aquí son una especie de merengue a la puerta de un colegio. Sí, eso mismo: un merengue a la puerta de la Revolución" (p. 24)
"todos son unos ilusos. La contra, porque vive convencida de que recuperará fácilmente su cómoda ignorancia; la Revolución, porque cree que puede sacar a este país del subdesarrollo" (p. 19)
“Nadie se integra; el hombre es, será siempre un desarraigado" (p. 51)
"El artista, el verdadero artista (...), siempre será un enemigo del Estado" (p. 51).

neri dijo...

Esto es el eterno divagar.Los polos entre el intelectual pensante y distanciado y el afan de protagonismo historico y rendicion de cuenta que corre paralelo entre todos nosotros.
les recomiendo lean a Desnoes en el tema del Stadio de la Mirada, un ensayo publicado en la revista Apertura por los inicios de los 80's.

neri dijo...

Siempre que veo Memorias me recuerdo mi asombro por descubrir una cinta hecha en Cuba,estoy hablando por los finales de la decada de los 70, yo estudiaba en la Universidad y buscaba mis raices cubanas en cada cosa que encontraba.
Me identifique con el personaje al mismo tiempo que revisitaba con las imagenes de la cinta una Habana que habitaba en mis recuerdos.Antes de irnos de Cuba ya habia visto La Muerte de un Burocrata y no me habia gustado, detestaba a Salvador Wood y aquellos papeles que hacia de revolucionario medio guajiro, era muy pequena para comprender a profundis todo aquello que construian y destruian a mi alrededor.
Gracias Rosi, por escribir sobre el filme y recomiendo tambien de Edmundo Desnoes su ensayo sobre el Stadio de la mirada. publicado por la revista Aperture.