miércoles, 19 de agosto de 2020

el huevo del cuco marxista en el nido ideológico del cubano liberal progre

 

alFredoTriFf

El cuco es un pájaro parasitario que coloca su huevo subrepticiamente en el nido de un ave de otra especie. La "madre postiza" no se percata y encuba el huevo creyendo que es de ella hasta que el pollo bastardo sale del cascarón y procede a eliminar metódicamente a todos sus "hermanastros" lanzándolos del nido. La madre postiza, ahora sola con el cuco (más grande que ella) adopta su nuevo rol de zombie y lo alimenta como si fuera propio.  

Ese resultado bizarro común en la naturaleza es exactamente lo que hace el marxismo en el nido ideológico del cubano liberal progre. 

¿Cómo puede llegar a ser "progre" un cubano liberal? 

Ese cubano liberal común, no marxista, brincó el charco hacia EE. UU. no por razones económicas, sino por razones políticas. Experimentó en carne propia los cantos de sirena castrista por la igualdad. Sufrió el abuso y la corrupción del socialismo castrista. ¿Nos repetimos acaso? Es un hecho diáfano que el castrismo es venerado por los progres del mundo. 

Paradójicamente en 2020, ese mismo cubano está listo a aceptar el marxismo, pero no en tanto que marxismo, claro que no (el cubano liberal progre sospecharía mi uso de esa palabra viciada por teorías conspirativas de derecha).  

Sucede que el marxismo llega agazapado con una nueva personalidad, via identatarianismo (no la ve venir).

¿Habrá que comprender que el cubano liberal progre, por razones de solidaridad (por raza, género, preferencia sexual, o simplemente lo que en inglés llamamos "peer pressure"), deje penetrar su sistema liberal hasta que este queda carcomido y sin saberlo, termine traicionando los principios que lo trajeron a este país? Como la madre postiza del cuco, no se percata que se ha traicionado a sí mismo.    

¿Qué hay en el nido antes que aparezca el huevo falso del cuco? Lo que el cubano trajo con él/ella hasta aquí: los principios americanos expresados en Teoría de la justicia, de un liberal de pura cepa como John Rawls. 

El liberalismo defiende dos principios. Primer principio: Los derechos naturales del ser humano, observados en la Constitución americana: Libertad política, de expresión, de asociación, de conciencia, de pensamiento y libertad de propiedad privada. 

Se respeta y promueve el capitalismo liberal. Solo que ese capitalismo debe estar chequeado por el Segundo principio de la Economía política liberal. Trata de cómo resolver el asunto de la desigualdad social: 

Buscando el mayor beneficio de los menos aventajados a partir de un estado de derecho donde cada individuo tenga la misma igualdad de oportunidades. 

Menciono tres ejemplos destacados de ese principio en nuestro país: El New Deal (1933), de F. D. Roosevelt, La ley de los Derechos civiles (1964) y La gran sociedad (1964), bajo L. B. Johnson.  

En la economía política liberal queda prohibido "diseñar" la sociedad, desde arriba, a partir de igualdades "alocativas". No funciona. ¡Los 60 años de desastre socialista castrista lo avalan! El desarrollo de un país radica en la riqueza. En el liberalismo está fuera de lugar crear un sistema de impuestos tan oneroso que destruya la libertad individual capaz de producir esa riqueza. Ese sistema de impuestos oneroso se llama socialismo.

¿Igualdad "alocativa"? Es el principio central de la política social progre: la igualdad de resultados.  

Las igualdades de resultado no funcionan jamás. Y no funcionan porque tiran por tierra al Primer principio. A más interferencia del gobierno más injusta y desigual se hace la sociedad (algo que no tendría discusión alguna para un liberal del corte de Bill Clinton). 

Una cosa es gozar de igualdad de oportunidades y otra es imponer igualdades arbitrarias. Sencillamente el ingenio, la capacidad y la libertad humana se interponen. Pongo un ejemplo: Si Juana y Pedro aplican para un empleo, Juana (sea negra, latina, lesbiana, minusválida, o transgénero) debe ganar solo si es más calificada que Pedro para desempeñar ese trabajo. Sin discusión.  

Ahora cuco sale del cascarón. El marxismo vestido de identatarianismo, penetra el cerebro del cubano liberal via la matriz de dominación y es aceptado ciegamente. Da un salto de fe rechazando su propia experiencia bajo el pretexto de la nueva circunstancia social de justicia (el conocido ad novitatem). "Hay que ser justo", se dice. "Debemos luchar por una sociedad con más igualdad", declara. "Este es un país de leyes", alega. 

De nada vale. Se ha producido una transformación natural en la que el cubano comienza a traicionar sus ideas liberales haciendo caso omiso a cada llamado de la razón. Resulta que ha perdido la fe en el liberalismo americano. Donde antes veía progreso y esperanza ahora ve maligna injusticia. Es YA un progre 100% avergonzado de los valores que inicialmente lo trajeron a este país. 

Comprendo que el cubano progre esté en completo desacuerdo conmigo. Y es que no espero que lo esté. Sencillamente no podría estarlo. 

6 comentarios:

El parque trillo dijo...

AT, te refieres a los demócratas? Coño está duro eso.

GilFYera dijo...

Magnífico artículo, Alfredo Triff. Yo escribiría “progre” siempre entre comillas porque en realidad son socialmente retro (demostrado históricamente). Siempre digo que esos “progre” son el combustible del fuego donde van a quemarse. Gil Fernández.

Alfredo Triff dijo...

Querido Parque Trillo. No necesariamente. Hay cubanos demócratas liberales, de centro y de derecha, más moderados, que rechazan el aspecto "progre" identatario (incluso aunque no sepan qué es exactamente).

Alfredo Triff dijo...

Gracias GilFYera: Tendré en cuenta tu sugerencia. En el post pasado que escribì del asunto usé las comillas.

Manuel Ballagas dijo...

Ese liberalismo murió. Ha sido reemplazado por el identitarismo divisionista y por doctrinas igualitaristas trasnochadas.

Alfredo Triff dijo...

Ese liberalismo murió. Ha sido reemplazado por el identitarismo divisionista y por doctrinas igualitaristas trasnochadas.

Sí, este año fue su entierro. Gracias, Ballagas.