miércoles, 6 de julio de 2011

Wynwood ha muerto

Amílcar Barca

Hace un par de meses saqué el tema en una cena con amigos. Juntando esta mirada y otras que aparecieron en la conversación entre nosotros, se habló de formar un blog sólo exclusivo de crítica de arte en la ciudad de Miami . En el último Wynwood art walk, el día 11 de junio, entre muchas observaciones que hice me acerqué a una galería de renombre y hablé con la propietaria: “Oiga sabe que yo pienso lo mismo que Ud… este no es el Wynwood por el cual yo aposté”.

¿Es en verdad un circo lo que está sucediendo últimamente en este evento? Literalmente se podría decir que sí. Es como una feria de variedades antes de entrar al espectáculo: taquitos exquisitos de Joe's, tiras de pollito con salsa jamaiquina, hamburguesas gourmet de carne de res alimentada orgánicamente, la oscuridad primaveral con bandas de música en las aceras, la conducción amable del coche de policía que con sus lucecitas te da paso en la calle. Me fijé en qué hace el espectador cuando entra en una galería. Con un vaso de plástico en la mano la gente circunvala, es decir, serpentea en pocos segundos el recorrido del espacio, saluda con un efusivo abrazo a sus conocidos y mira el vestido y el look que tienes puestos. Escasísimas son las manos que señalan la composición de una obra para contrastarla o comentarla. Los vocablos que sueltan junto al autor son “lindo”, “cute”, “me gusta éste”, “me gusta el color”, “interesting” y para despedirse: “…oye, nos vemos después en la fiesta de la Playa. Felicidades”.

Hay galeristas que ofrecen incluso Chivas Regal de 18 años junto a miméticas y aburridas obras basadas en el grafiti o el cómic, expuestas como si estuvieran en el Mall de las Américas. Otras en nombre de un supuesto “perfomance” colocan a una joven semidesnuda donde un fotógrafo no para de darle órdenes frente al público para que se insinúe a la cámara. Bajo el manto de gallery, algunas, incluso venden arts and craft (con todo respeto a los artesanos), para que te lleves un recuerdo del día a buen precio. Otros locales ofrecen telas –incluso de destacados artistas cubanos- con el mismo esquema que una tienda de ropa en el pulguero, es decir, abarrotadas y amontonadas entre sí. El domingo pasado leo en este blog una reflexión necesaria sobre qué es una obra de arte -por cierto, me encantó estéticamente el acrónimo (oA) suena como “Oooh Aaaaah ¿esto es una obra de arte?”

Y hoy empecé a leer el semanario cultural número mil del periódico ABC dónde el filósofo español Eugenio Trías reivindica el concepto de “obra maestra” y el crítico de arte Jesús Montes, haciendo referencia a una fiesta que fue donde había más disyoqueis que gente bailando, titula su nota contra el mundo del arte como Todos pinchando. Dentro de su artículo, podemos leer :“Mañana todos seremos creadores. Todo y nada será obra de arte." Entonces será preciso un nuevo término que defina lo que hace al artista-artista. Podríamos caer en la tentación fácil y reiterativa de cada generación que anuncia: “El arte ya no es lo que era, el arte ha muerto”. O, en el otro extremo, la afirmación de Adorno: "La injusticia que comete todo arte placentero y en especial, el de puro entretenimiento, va contra los muertos, contra el dolor acumulado y sin palabra".

Pero ahora sólo queda una bala en la recámara que puede ir dirigida contra mí : “It is my Wynwood, stupid”. Pues bien, podría estar equivocado. Pero intuyo que: o Wynwood se define como un ágora donde la crítica o el diálogo se complementen, o se va a convertir en una hoguera de las vanidades como tan bien describió Tome Wolfe en su novela.

10 comentarios:

Anónimo dijo...

Y como era antes???

Alfredo Triff dijo...

Buen post Amílcar, pero hay más detrás de todo eso, y creo que lo debes abordarlo en un segundo post sobre el asunto.

Anónimo dijo...

buen texto amilcar, me sorprendes, a veces , otras , las mas ,aburres.La verdad es asi mismo como tu la pintas, el arte no pasa de ser condimento para paladares astiados ,me parece muy poco decente en estos tiempos hacer una obra y luego mostrarla en lacalle asi no mas , creo , a lo sumo, en ensenarla a un par de amigos y luego romperla o guardarla para mejor ocasion.

Anónimo dijo...

Era efervescente, genuino, marginal, era eso. Gracias AB, por llamar al orden. RI

JR dijo...

De acuerdo con AT. El declive hacía falta exponerlo, pero hay que hurgar más en lo qué ha ocurrido. Esperamos la saga, Amilcar.

Anónimo dijo...

No se cómo era Wynwood antes, pero a juzgar por este ensayo ahora cuenta con el acercamiento de un público diverso, diríase que popular. Eso es algo positivo porque pareciera que se trata de un público que hasta hace poco era reacio y ajeno a expresiones culturales y espacios sociales “consagrados” y elitistas. Los artistas e intelectuales de Miami deberían estar alertas a este interesante fenómeno y aprovechar dicho acercamiento para regresar el arte al lugar que corresponde, es decir: a la gente, a la comunidad. El arte auténtico es propiedad común de todo un pueblo y no de los coleccionistas, bóvedas de bancos o de un grupúsculo o clase. De paso, me parece extraordinario que la brutalidad policial de la que personalmente he sido objeto ahora muestre, aunque sea en esa parte de la ciudad. un rostro ciudadano.
Por otra parte, es fantástico que se vendan taquitos de pollo y carne orgánica, ojala que los criadores de animales de Florida, mucho de ellos indocumentados, tengan la oportunidad de ir a tan interesante lugar y degusten el producto de sus trabajos alrededor de obras de arte vanguardistas. Uff! Y que lindo sería que un día todos los humanos se convirtieran en creadores. De cualquier manera, sigo preguntándome ¿Por qué apreciar la “belleza” de un urinario o una latica con excrementos en un particular edificio me ha de reconfortar en silencio y hacerme más culta ? ¿Será que me imponen o me impongo un amañado gusto o comportamiento?
Saludos, Judith G.

Anónimo dijo...

Bien, disculpen no abrí la polémica porqué hoy he estado fuera de la ciuad y no he tenido acceso a Internet.

1) al editor del blog: es verdad después de leerlo otra vez: el artículo podría decirse: Wynwood ha muerto...pero quiero dejar constancia de otra posibilidad con la coletilla "mywynwood ha muerto". El titulo original era "Wynwood ha muerto o mywynwood ha muerto". ( No lo cambies porque el derecho de editor es necesario y justo. Gracias.Alfredo".

2 - He omitido "deliberadamente· en este artículo nombres de galeristas, artistas, obras, curadores y críticos, porque no se trata de abrir la caja de Pandora tan pronto. Pero creo que hay que hacer ya un cambio de ciclo y según como abordemos este tema a partir del siguiente Basel habrá que hacer cambios de posición en esta ciudad sobre el asunto de nuestros creadores visuales.

Amílcar

Anónimo dijo...

Caballero parece mentira! Wynwood es la nueva feria carnavalesca del arte. Pero k es Miami (y siempre ha sido) sino una feria carnavalesca, desenterada, irracional e inculta a cuanto arte se refiere, donde abunda el mercadeo, la planchadera y el mal gusto. donde la gente se deslumbra por nada y la moda mal gusto los inspira. no es asi el caso con britto? y con muchos otros dis que mularistas? seguimos (miami) queriendo imitar a NYC, lo cual nunca va a pasar, porque el elemento humano que se necesita para ser ese tipo de ciudad no existe! Asi que dejense ya de comer tanta mierda, hablando mierda y opinando mierda, que esto es todo una ilucion. los unicos que salen ganando son los artistas representados por LA GALLERIA, que todos sabemos y britto, que les ha vendido la pomada a los del gobierno local y a unos cuantos mas. De ahi en adelante, paren de contar!
Cariñosamente,
Artelario

Anónimo dijo...

Come on, honey! … todo lo que describes en este ensayo es sencillamente la manera como nosotros, mestizos latinoamericanos, nos relacionamos con el mundo. En los procesos sociales y en la naturaleza en general nada muere, todo se transforma… es posible que Wynwood finalmente se ha transformado en un espacio democráticamente visual… Posiblemente se trata del natural proceso de hibridación de esta urbe (que, afortunadamente, jamás será NY) y lógicamente hay desgarramiento y fusión. Es lo que Garcia Canclini denomina "desterritorización de lo simbólico". No hay que ponerse a llorar por eso, ni guardar luto, sino entenderlo como la dinámica del fenómeno social urbano que bien vale la pena revisar y aprovechar inteligente, estética y políticamente.
Saludos Judith.

Anónimo dijo...

muy bien Amilcar, y has hecho bien en no hablar de los criticos y de los curadores porque ahí si la decadencia va al fondo.