martes, 3 de mayo de 2011

Sí, matamos a Dillinger, pero...


La muerte de Bin Laden es sin duda una victoria importante, sicológica y política porque cercena la cabeza principal de Al Qaeda -aunque hay otras-, y le da al presidente una estatura militar de consumo interno que él necesita. El ataque sospresivo indica que Obama tenía un plan preciso de perseguir a la organización responsable del 9/11. Ya Donald Trump, el abucheado magnate en la cena de la prensa del otro día en la Casa Blanca, y la zorra de Cheney, han felicitado al presidente.

No olvidemos que Bin Laden es la causa de las guerras tempranas que abren el siglo XXI. No olvidemos que Bin Laden diseñó una estrategia guerrillera terrorista para la cual él no era imprescindible. Al Qaeda inicia una perversa dinámica asimétrica de la post-Guerra Fría en la que el terror se nutre de la fuerza del terrorizado. Todo dependía de la respuesta del poderoso. EE.UU., la primera potencia del mundo lo convertiría en el hombre más famoso de la década. Al Qaeda ha sobrevivido y se ha multiplicado. Incluso, bajo la más férrea persecución.

Lo que demuestra que, por casi toda una década, la estrategia de EE.UU. estuvo equivocada. La guerra de Iraq fue absurda por ilegítima: no habían tales armas de destrucción masiva. La de Afganistán peor, por ineficaz: Bin Laden escapó espectacularmente. Puede discutirse que en 2001 habían razones morales para atacar un país soberano que protegía abiertamente a un terrorista que acababa de planear el 9/11.

Inmediatamente después de la invasión y la escapada de Bin Laden de Tora Bora, Afganistán pasó a ser un abceso incómodo y arcaico. Invadir es fácil, pero EE.UU. no sabía qué hacer después. Por años, mientras Bin Laden subía videos a las web yijadistas, la potencia despilfarraba cientos de miles de millones de dólares y miles de sus soldados morían combatiendo sublevaciones contra la invasión en Iraq. Ahora mismo estamos enredados en una guerra de atrición contra los talibanes afganes -que francamente no son peores que los príncipes y cortesanos de la casa Saud. Bin Laden logró lo que se proponía: El establecimiento de una organización global, amorfa, parásita de los excesos repulsivos del poder distribuída en regiones específicas del planeta.

Sí, matamos a Dillinger, ¿pero termina el asalto a mano armada? El asesinato de Bin Laden en este momento parece desfasado -y con ello la celebración de victoria. En 2011 el maestro del terrorismo se había vuelto sombra de lo que fue. No debido a EE.UU., sino por la vuelta implacable de la historia. Es la ola revolucionaria árabe lo que lo hizo irrelevante.

Celebración aparte, ojo cuidado: las condiciones para el terrorismo persisten. En la coerción del complejo religioso/militar que florece en Pakistán y gran parte del Medio Oriente, en la falta de libertad social y política que ahoga la región, en el interminable conflicto israelí/palestino, y en las perversas relaciones económicas de EE.UU. con Arabia Saudita y demás virreinatos petroleros del Medio Oriente -que cuentan entre los más explotadores de la tierra. (AT)

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy XXX-tra jodido y complejo el tema pero, igualmente bueno este artí-culo. Sospecho que el asesinato del bulímico, chivudo, cavernícola Os-ama no es “des-fasado”, antes por el contra-rio, este homicidio (nada culposo) es una estrategia crucial para activar las legislaciones USA Patriotic Act I y II.
El presidente O-bomba continua la política de Bushiit y en febrero extendió estas patrioteras leyes. Leyes que probablemente servirán para matar: rabia, pulgas y en lo posible a los mismos perros . Hay que exterminar a esos revoltosos caninos…:
!“Sindicalista”, “vociferante de los derechos humanos ,“lector de libros peligrosos”, “indocumentado”… cuidadito con corte de glande o con la muerte aunque seas inocente !
¡Bien muerto está Os-ama; muy vivo se encuentra O-bomba!... ¡Azúuuucar!.
Saludos, Judith G.

Anónimo dijo...

cierto, cierto... la fiesta esta es la de nunca acabar... pero venga, que me encanta eso de "la zorra de Cheney"... para completar el zoologico repu que nos heredo la pista, os falto la burra de Bush, el arenque de Bernanke, la chochaperdiz de Rice, el timbo de Limbaugh...

Anónimo dijo...

No soy tan pesimista, pero en todo caso Obama no es mejor presidente por haber matado a Bin Laden, sigue siendo un presidente divisivo cuyo mérito es ser el primer presidente negro de los EEUU, y cuyas políticas han reforzado el radicalismo ideologico de los partidos. Mejor que Bush(después de Irak y los impuestos corporativos) es cualquiera, eso no es mérito. ¿Pero cuál es el plan de Obama para contrarrestar el radicalismo republicano, y ahora con el congreso en manos de los republicanos y la ideóloga demócrata más puritana que Fidel Castro? Después de todo lo eligieron para gobernar a los americanos, incluso a los republicanos. La muerte de Osama era difícil, pero tocaba, le iba a caer a alguien. La solución de la crisis política, que determina a la económica, es otra cosa. ¿Y qué tal Irak, y cómo nos vamos de Afganistan y ya?

Anónimo dijo...

Con Bin Laden muerto se termina la guerra de Afganistan. Vivir por ver.

Anónimo dijo...

¿ana cumpanas?