domingo, 9 de marzo de 2008

Where is My Romeo? de Abbas Kiarostami




Jesús Rosado

Todo el amor del universo habita entre los párpados de la mujer. Por su mirada o por sus lágrimas corren todas las razones por las cuales existimos. Por ello, la vida es una trama con argumento femenino.

11 comentarios:

Anónimo dijo...

gracias, muy bello y halagador

Anónimo dijo...

Alguna oración del siglo once de Hermannus Contractus refleja lo que has dicho.

Salve Regina, Mater misericordiae:
Vita, dulcebo et spes nostrae, salve!
Ad te clamamus,exules filii Evae.
Ad te supplicamus, gementes et flentes in hac lacrimarum valle.


Y el puertorriqueño la llama: "azuquita pa'l café".

boniato dijo...

boniatillo no puede estar mas de acuerdo contigo ROSADO...........que ojos que almas.......

Feminista dijo...

Ayer fue el día de la mujer. ¡Felicidades a todas nosotras!

mantilla dijo...

yo tambien agradezco,me hace sentir protagonista

wikipedo dijo...

Abbas Kiarostami (en persa عباس کیارستمی) nació el 22 de junio de 1940 en Teheran, Irán. Se le considera uno de los cineastas y fotógrafos más influyentes y controvertidos del Irán posrevolucionario y es uno de los más consagrados directores de la comunidad cinematográfica internacional. Kiarostami pertenece a la generación de cineastas que creó la renombrada New Wave, movimiento del cine iraní que comenzó en los ’60 y se popularizó a partir de 1970. Esta corriente creó filmes artísticos innovadores con un alto contenido filosófico y político; algunos empleando realismo, otros mediante metáforas. También es poeta; publicó una colección de sus producciones en 1999. Tras sus primeros largometrajes (¿Dónde está la casa de mi amigo?, 1987; Close up, 1990; Y la vida continúa, 1992, A través de los olivos, 1994), le llegó el reconocimiento internacional con la Palma de Oro del Festival de Cannes de 1997 por El sabor de las cerezas. Desde entonces ha continuado su obra cinematográfica (El viento nos llevará, 1999; ABC África, 2001; Ten, 2002; Five, 2004), además de participar en instalaciones museísticas y exposiciones de su obra fotográfica. En 2006, con motivo de la exposición Correspondencias: Víctor Erice y Abbas Kiarostami presentó instalaciones como Durmientes (2001), Mirando el Ta'ziye (2004) y Bosque sin hojas (2005). En 2006 ediciones del oriente y del mediterráneo publicó, en edición bilingüe, su poemario Compañero del viento, traducido por Clara Janés y Ahmad Taherí (Madrid, ediciones del oriente y del mediterráneo, 2006).

Anónimo dijo...

Gracias madre por nuestra vida, y muerte.

Daína Chaviano dijo...

Ah, Shakespeare! He vuelto a llorar escuchando en off la voz de Julieta clamando por su Romeo ya muerto. Pero es imposible no llorar siempre con esa versión de Zefirelli, aunque ni siquiera veamos la imagen. La Julieta de Olivia Hussey es inolvidable. He visto la película decenas de veces, y siempre termino igual... Gracias a Dios por Shakespeare y por la maravilla de los sentimientos que compartimos. Cuando el arte es real, nos toca a todos, en cualquier tiempo y en cualquier lugar. El rostro del amor también es universal, como lo demuestran esas lágrimas que corren bajo los velos del Medio Oriente.

MC dijo...

Beautiful las imagenes! Estoy de acuerdo contigo Rosado que la vida es una trama con guion femenino.

dolphinviajero dijo...

AGUA MUJER

¿Qué me copiaste en ti,
que cuando falta en mí
la imagen de la cima,
corro a mirarme en ti?

Juan Ramón Jiménez

Anónimo dijo...

D,
And yet you express that tears that are true are only shed by women, the sacred few?
The tears that burn our soul within, are those that are not heard or seen.
You imply that visual expression matters more?
Yet such are also the implements of a whore!
Cannot the invisible be an honest chore?
For I thee implore, alas, that the unforseen drip of salty lagriment thus flow from a masculine core.
Do you not sense this radiant lite, which urges thee to take flight?
Truth is a power beyond our grasp, which can grind as raw as a sharpened rasp.
I sense in you a self destructive trend, that will lead you to a lonely end.
Yet, a word to heed by this foolish being, which, "saith a rhyme in time", do not become an enemy lead by greed, for your end will be justly, yet lonely indeed.

Bill of Stratford upon Avon