sábado, 30 de junio de 2007

La pintura humorística y neurótica de José Lerma




Tumiamiblog

La pintura del boricua-español José Lerma, nacido en 1971 y graduado del Art Institute de Chicago y de la Universidad de Wisconsin, es un ejemplo original de una nueva pintura que examina y negocia el límite entre el arte de la pintura y su propio ambiente (mientras habla de sí, la pintura de Lerma, como tal, se divierte pintando). He leído alguna que otra crítica en la Internet sobre Lerma, casi siempre fácil y descriptiva. Cierto, Lerma es abstracto y expresionista, pero eso no lo hace un expresionista abstracto. Más bien, su arte se caracteriza por un humor personal caprichoso, exagerado, por momentos tachista (en su dibujo caligráfico). Su pintura es de textura suave y amantequillada, de vetas conceptuales que florecen en los títulos y el sujeto mismo (sus instalaciones son muy ocurrentes). Lerma nos presenta una biografía de siglo XXI temprano: autofabricada, humorística y neurótica (en 2006, Lerma participó en una colectiva curada por Gean Moreno en el CCE).

Pink Polo

With Winter Hat and Chewing

Burden

Nieve negra

Halitosis

viernes, 29 de junio de 2007

Blue Monk Moods: Crítica de altura para melómanos

Hablando de música. No se pierdan la reseña de Eliseo Cardona (importante crítico de música de Miami) de la cantante Aimeé Nuviola, en Hoy Como Ayer. El blog de Eliseo, Blue Monk Moods es una gema que todo melómano debiera seguir (a propos, Eliseo escribe para la reconocida revista Down Beat). La crítica de Cardona es al duro y sin guante. Scroll down y vete debajo del post Evocaciones Africanas, dedicado al pianista Abdullah Ibrahim y lee este pronóstico de Cardona del concierto de Isaac Delgado en el James L. Knight Center de Miami: Pero hubo momentos en que la presentación adquirió el color bufonesco de una obra de Armando Roblán (sin ofender al maestro); algo así como "en los noventa la timba revienta". La sagüesera terminó por imponer su estética. Recuerdo que hubo un tiempo en que a Cardona le pidieron la cabeza cuando dijo que Ricky Martín no sabía cantar.

Free-hole Negro



Free-hole Negro blends a bit of understated songo, with under-the-skin funk and R&B. The rap flows cooly; its own onomatopoeic verbiage embroidering political conundrums. The music has a hint of ambiguity (an attitude typical of this particular island); brewing intensity and yet, nonchalant. Enjoy it!

La carrera


Ruth Guerrero

Puede competir con un venado. Sus piernas son fuertes y ágiles. En el campo donde vive tiene mucho terreno para correr y saltar muy alto, más allá de la montaña. Desde aquel día que le dijeron sobre la competencia sólo pensaba en ella. Se levantaba temprano y corría hasta lo más alto de la montaña. A veces competía con los animales ganándoles siempre. Desde aquel día hacía siempre la misma rutina, iba a las clases, en su mente diferentes estrategias de vencedor, y corría hasta la punta de la montaña. Todo lo que hacía era en torno a esa idea: el sentimiento de ganar. Se veía corriendo la pista y rompiendo la cinta que indicaba la meta. Cuando llegó o el día supo que ganaría. Recorrió temprano la misma rutina con todas sus fuerzas y cuando llegó a la casa no se bañó; quiso conservar en su cuerpo el calor de la última carrera por el campo. A la hora de partir se vistió con ropa de ganador y corrió hacia su destino; tan ilusionado que ni tomó el bus y se fue corriendo. Llegó, se masajeó las piernas, el corazón latía acelerado y él miraba a los corredores tranquilos. Cuando sonó el disparo arrancó a correr con todas las fuerzas. Mientras miraba hacia los lados medía las distancias. Corría y corría. Ya veía a lo lejos la cinta amarilla. Un corredor lo aventajaba y él lo veía delante, fijo. ¡Cuánto deseaba llegar! En tanto más se acercaba más lento se sentía. Cerró sus ojos, apretó su cara. ¿Por qué el tumulto corría hacia él con tanto júbilo si él nunca sintió el golpe de la cinta contra su cuerpo? Y la persona que iba delante de él, ¿dónde estaba? Nunca entendió. Desde ese día siempre lo veía corriendo delante de él.

jueves, 28 de junio de 2007

La otra Paris


Rosie Inguanzo




Paris Hilton acaba de salir de la cárcel sin sus acostumbrados ojos azul fulminante. Las costosas lentillas que falseaban su alma (conocemos el refrán), parece que se le fueron por el tragante de la diminuta celda donde cumplió 23 días como reclusa. Paris no es ella sola; Paris hay muchas. Paris es el símbolo de la frivolidad, el materialismo, el consumismo, el voyeurismo escandalizante, la enajenación estupefaciente, el exhibicionismo a ultranza y el postizaje cosmético que caracteriza a gran parte de nuestra sociedad. Salió sonriendo con gesto tímido porque Paris es también una jovencita atrapada en su mito. Aún conserva las extensiones de cabello (postizo de cabello natural que ahí hay dinero para pagarlo), pero sacó a pasear sus lindos ojos color miel; en un gesto de inusitado strip-tease emocional Paris enseña los ojos por los que ha vertido lágrimas, quiera Dios, ya no de niña malcriada a la que no se le niega nada (como la perreta rabiosa que soltó al juez), sino lágrimas de soledad, de desintoxicación del ruido y del dichoso teléfono celular, la TV y los flashes; lágrimas de princesa recluida, raptada de su mundo de fantasías, llorar catártico, lágrimas verdaderas, quizás. Es mucho pedir que la jerga que balbuceara desde la cárcel- mezcla de espiritualismo y contrición extraída de un folleto de autoayuda- evolucione a una declaración con vestigios humanistas (tal vez esta noche en Larry King Live). Pero es ella la que se ha atrevido a dar la cara, digo, los ojos, sin ocultar su mirada bajo los grandes espejuelos parisinos; es así como Paris dicta a muchas mujeres esclavas de los postizos y la cirugía estética, ancladas a una sociedad que antepone la forma al contenido (confundida belleza), que es posible el verdadero mirar de esta otra Paris; una otra filtrada por cierta tristeza, sometido el mirar a un breve retiro involuntario. Vaya mensaje.

miércoles, 27 de junio de 2007

Ybor City: Cuna de la independencia cubana




Rafael Fornés

Hernando de Soto, gobernador de Cuba, desembarcó en la bahía de Tampa en 1539. En 1884 Henry B. Plant desarrolla los sistemas de comunicación ferroviaria y marítima al oeste de la Florida y establece una conexión más directa con La Habana. Es por esta época que el magnate tabacalero de Cayo Hueso, Vicente Martínez Ybor, y su socio de New York Ignacio Haya se convencen de la posibilidad de desarrollar esta zona pantanosa en la bahía tampeña. En 1885 finalmente deciden establecer su nuevo imperio en el área. Urbanizan, rellenan lagunas, construyen calles y comienzan a construir factorías y viviendas. Tan sólo cinco meses más tarde empiezan a llegar los torcedores de tabaco desde Cuba a bordo del vapor S.S. Hutchinson a la nueva “tierra prometida” para establecer lo que sería la capital mundial del tabaco. En 1887 Ybor City se incorpora a la ciudad de Tampa. La nueva urbanización se inscribe con el nombre de Cuba Town. Más tarde con el uso popular desaparece esta denominación y se comienza a emplear la actual de Ybor City. A principios del siglo XX existían más de 150 fábricas de tabacos que generaban una producción de 111 millones de tabacos al año. Los cubanos pronto se convierten en el mayor grupo étnico de Ybor City. Son seguidos por españoles, italianos y alemanes. La nueva comunidad prospera con rapidez, los españoles crean el “Centro Español” y el “Centro Asturiano” filiales de los centros de La Habana. Las leyes de La Florida no permitían la integración racial y por esta razón los negros cubanos crean la Unión Martí-Maceo en 1907. Las frecuentes visitas del patriota José Martí le permiten organizar el Partido Revolucionario Cubano. Y los tabaqueros se comprometen a donar el salario de un día a la semana para la causa de la independencia; muchos de ellos regresan a la isla para luchar en la guerra de liberación de 1895. Tampa fue también el cuartel general de las tropas estadounidenses durante la guerra hispano-cubano-norteamericana. Teddy Roosevelt y sus famosos Rough Riders parten de Tampa a la carga de la Loma de San Juan, en Santiago de Cuba, no sin antes inmortalizar el habanero Hotel Pasaje cuando su caballería ansiosa por combatir entró por las arcadas del edificio de ladrillos. El gracioso evento fue bautizado como “la carga del arroz con pollo”.









martes, 26 de junio de 2007

A M E R I C A N C I T I E S

(Via Raffaello Architetto)
FIRST SUMMER SESSION 2007

YBOR CITY’S COMPREHENSIVE MAP BY
~ HAMAD AL-KHALEEFI ~ JUAN CARLOS MORENO ~
~BRENDA CISNEROS ~ ISELLE DELGADO ~
~ CLAUDIA ACUÑA ~ RAQUEL RODRIGUEZ ~ GERMAN GARCIA ~ INGRID LORENZ ~

1215 DICKINSON DRIVE CORAL GABLES CAMPUS
WEDNESDAY, JUNE 27, 2007 FROM 5 PM TO 9 PM

Un héroe del subdesarrollo


Rafael López-Ramos
Arte: Alejandro López

En 1989 Alejandro López presentaba Fundamentos de la Teoría de la Parapsicología del Arte en voz de su personaje Super A. A primera vista, parecía tener más de lunático que de súper héroe, tal vez por ser una perfecta metáfora de lo que fuimos entonces: un tipo peculiar de actor socio-cultural que resistía bajo un sofocante sol de mediodía, en un paraje donde se intersectaban la utopía y el subdesarrollo. Súper A y su invisible Brigada del Intelecto -que acaso éramos todos sin saberlo- recuerdan aquello que escribió Edmundo Desnoes sobre el subdesarrollo y “la incapacidad para acumular experiencia”. Aún cuando la Extraña Oda Retórica (Odd Rethoric Ode) de Super A parezca negarlo con el colorido discurso que levanta sobre una densa variedad de conocimientos (parapsicología, ciencias exactas, teoría de la cultura y astrología), su derroche y exuberancia, más bien disfuncionales, nos hace preguntarnos si realmente ha acumulado alguna experiencia. Porque “Super A es un post estructuralista caribeño”(1), un heraldo del subdesarrollo que percibimos más como un subhéroe que un súperhéroe. Su atuendo tampoco es el típico vestuario ajustado a la anatomía atlética rematado por una capa de súperpoderes. El referente de sus símbolos es un híbrido estético (vernáculo y kitsch) entre el “hombre nuevo” cubano y el artista contemporáneo internacional (alguna vez Super A tuvo a Laurie Anderson como paradigma), en una especie de Golem que mezcla la camiseta y el casco de constructor -coronado por un bombillo iluminado por elevadas ideas- con una chaqueta estampada de flores y cisnes plásticos sobre los hombros, a guisa de charreteras. En su última encarnación diaspórica Super A renace, diez años después, incorporado a una pieza multimediática que Alejandro López define como “escultura viva”; Bunker of Thoughts pone en escena el “bastión del pensamiento” del periódico Granma, que en el escenario del Nueva York post 9-11 cobra inusitadas connotaciones. Una reflexión sobre el Poder que, como Dios, también opera a veces de forma misteriosa.

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(1) Abdel Hernández, Catálogo de “Artists in Trance”, Rice University, Houston, 1997.



lunes, 25 de junio de 2007

“los efectos radioactivos van desde el crecimiento desproporcionado del cabello a la caída del mismo”

Ilustración: Ramón Williams


TVen or not TVen







Jesús Rosado

A eso se ha ido ciñendo el propósito mediático de la televisión local, enfocándose más en el fin -la frivolidad de una estadística conocida por rating- que en el decoro del recurso utilizado. Los que albergábamos la esperanza de que las estaciones establecidas en Miami utilizaran el nutrido talento artístico que sucesivos exilios han arrojado sobre esta comunidad, para transformarse en alternativa a la deplorable producción de las megacadenas de la televisión hispana, nos hemos quedado con los deseos. Es verdad que se han producido curvas ascendentes de simpatía durante la fase debutante de algunos espacios, para a la postre asistir, tristemente, a lo que no ha pasado de ser variaciones o burdas recreaciones de fórmulas decadentes de la televisión norteamericana y española. Salvo raras excepciones, la mayor parte del producto televisivo local con tal de conquistarse foco en el espectador, sucumbe a las influencias de lo más pernicioso de los reality shows y del sensacionalismo barato. Humor de mal gusto y soez, acontecer regodeando irreverencias injustificadas, erotismo maltratado y degradado, consumismo kitsch, rejuegos con el poder y la ausencia de una orientación crítica, factor sobre factor se van sumando para convertir, lo que sería una confortable fuente de entretenimiento para la familia hispana, en un desastroso antifactor. Es desafortunado contemplar tal potencial creativo, tiempo y caudal financiero malgastándose sin considerar que la televisión puede ser un importante medio de comunicación de ideas y valores y que, actualmente, representa uno de los más formidables instrumentos -junto al mundo cibernético- para propagar conocimientos, cultivar la sensibilidad y ampliar el horizonte existencial. Un medio de difusión que después del largo camino recorrido se hace reto para la imaginación del realizador, si de veras desea competir en la opción pública haciendo auténtica cultura audiovisual. En nuestro circuito local hay telemisoras y programaciones más prometedoras que otras. Incluso, hay originales logros que se saborean en el comentario matutino de cada día. Pero, de momento, no deseo comparar. Mejor abrir debate en la comunidad bloguera. TVeo or not TVeo… that is the question.

domingo, 24 de junio de 2007

La pintura contemporánea de Chatchai Puipia


Tumiamiblog


La pintura iconográfica del artista tailandés Chatchai Puipia demuestra la transformación que se viene efectuando en el arte asiático a partir de la reevaluación postmoderna y postcolonislista de la identidad. Puipia cuestiona su propia tradición desde una supuesta visión de factura netamente occidental: Ojo curioso con lo autóctono y la historia del arte del primer mundo, todo pasado por el filtro simbolista de un Gaugin y esa visión Tiki tan popular en los 50 y 60 en Los Estados Unidos y Europa. Se trata de un arte de parodia que investiga y a la vez desmitifica la tradición, lo religioso y lo político con un lenguaje para nuestros tiempos.
Chuparse los dedos es lo mejor (1999)

Unknown Title (1999)

Dedicated to the One I Love (1995)
Across de Eyebrows and into the Ears (1995)

sábado, 23 de junio de 2007

Julián del Casal

El joven gladiador yace en la arena

Manchada por la sangre purpurina 

Que arroja sin cesar la rota vena

De su robusto brazo…
Aglomerada 

Bulle en torno impaciente muchedumbre 

Que tiende hacia el mancebo la mirada,

Y, de las gradas en la erguida cumbre… 

Ostentan su hermosura las patricias

A los ojos de amantes cortesanos

Ávidos de gozar de sus caricias.

Sacudiendo el cansancio del vencido

—¡Arriba, gladiador, una voz grita,

Que para ornar tus sienes han crecido 

Los laureles del Arno!
—¡Lidia y triunfa que, a más de tu rescate,

Dice el edil, cual don extraordinario,

Pondremos en tus manos un tesoro

De sestercios!
—Si vences todavía,

En mi litera azul, bordada de oro, 

Juntos iremos por la Sacra Vía,

Murmura una hetaira.
—¡Y en mi lecho 

Perfumado de mirra, al punto exclama

Otra más bella, encima de tu pecho 

Extinguiré de mi pasión la llama

Que en lo interior del alma siento ahora,

Y, aprisionado por ardientes lazos,

Cuando aparezca la rosada aurora

Ebrio de amor te encontrará en mis brazos!
Al escuchar las voces agitadas, 

Levanta el gladiador la mustia frente,

Fija en la muchedumbre sus miradas,

Muéstrale una sonrisa indiferente

Y, desdeñando los placeres vanos

Que ofrecen a su alma entristecida,

Sepulta la cabeza entre las manos 

Viendo correr la sangre de su herida.

Afán de utopía



Tumiamiblog

La utopía no se origina como una visión hacia el futuro, sino una vuelta al pasado, al Edén. Toda utopía occidental lleva en su gene la fusión de la mitología griega con el génesis bíblico. El Edén de occidente comienza con La república de Platón, luego con Agustín y se cocina a fuego lento medieval hasta el siglo XIV, con Juan Mandeville y luego Moro. Llega el descubrimiento y la Jerusalén física, tierra de peregrinación, “ombligo del mundo” pierde relevancia. El Dorado es ahora la verdadera síntesis de la ciudad terrenal y celestial. Topografía urbana en la que el ser humano renacentista se convierte en amo de la naturaleza. La utopía fue (y es) también un plan de contingencia para un posible fin del mundo (toda utopía es algo distópica). No es casualidad que después de la reforma, los reyes católicos reevaluaran el nuevo mundo como exilio ideal para la supervivencia de la fe. En el contexto pos 9-11 de hoy, la voluntad utópica se explica con el resurgimiento del fundamentalismo cristiano y su variante binladenista; maneras diferentes de volver al Edén. ¿No será que necesitamos la utopía para paliar un mundo cada vez más impredecible y amenazador?

Diseño para el cenotafio de Newton por Etienne-Louis Boullee (1784). Boullee personifica la instrumentalización del espacio, la cientificación de la idea; el génesis de la tecnología omnipresente.

viernes, 22 de junio de 2007

Quientusabes


Ramón Williams

Debido a ciertas imprecisiones en el sistema de vigilancia del hospital, un vesánico escapó. Pasados los meses, cuando la dirección dio por vana la búsqueda, el hombre regresó por su cuenta. Apareció en una nube de polvo con el pijama ripiado, descalzo y fétido, hecho un asco pero con el semblante iluminado por el brillo de aquella radiante barba rala. “Estoy curado” –dijo-. Nadie hasta entonces había reparado en el parecido que ahora se mostraba a los ojos de todos, abierto y patente como una amenaza. El Comandante O, director del hospital, fue el primero en emerger del pasmo. Guardó al hombre de las miradas curiosas y fue directo a Quientusabes. “Hay que ver éso” se dijo Quientusabes. Temerario, haciendo gala del legendario arrojo, evadió la vigilancia de su guardia y allá fue… El espejo era perfecto. Sólo Quientusabes conociéndose como se conocía, podía descubrir bajo el azogue los estigmas de la locura. Le divertía. Así que para no contrariar la simetría decidió llamarlo por su nombre. “Bueno, Quientusabes, cuéntame tu vida”. Quientusabes era tan prolijo en palabras como Quientusabes en sus mejores días. Lo ajustado de las inflexiones y la cadencia del acento asombraban a Quientusabes. Quientusabes sonreía igual que Quientusabes, discreto y arqueando las cejas y estirando los labios un poco, así, antes de soltar suspicacias sin fin. Quientusabes por inercial diversión devolvía la risa y empezaba un heráldico gesto de las manos que Quientusabes repetía. Por supuesto que cambiaron las ropas y los puestos. -Tengo la impresión de haber sido tú toda mi vida –confesó melancólico Quientusabes. -Me pasa igual-respondió Quientusabes, poniéndose serio-. Demos un paseo. Tomaron el largo Mercedes para el paseo largo. Quientusabes conducía y Quientusabes hablaba de fantásticos proyectos. Así pasó el tiempo y pasó un Kamá ruso que no pasó del todo sino que se interpuso. Quientusabes no frenó a tiempo y Quientusabes resultó muerto. Al día siguiente, un poco dolido, aspirando en el viento miles de voces como quien aspira el perfume de un campo de rosas, Quientusabes pronunció un discurso que marcas mundiales dejó. Por la noche tuvo un sueño raro, inspirado en un cuento popular.

jueves, 21 de junio de 2007

Aimeé Nuviola, diva de Miami

Foto: Pedro Portal

Voz de mezzo trajinada por el humo, de dulce vibrato al final de cada respiro. Su garganta ampara un canto gustoso; agravio sutil de palabra y melodía, frase y cadencia. Mientras, en sus ojos y en su risa queda el ardid de una historia de amor desamparado.

Mejor no hablar



Alfredo Triff

No hacer daño. Verdad poderosa, pero vacía. El diario vivir es contrario a ese precepto. Creamos ribetes complicados para no tener que aceptar tan amarga verdad. 

Se habla de prevenir el daño haciéndolo primero. Buena fórmula, pero demasiado adventicia. La gente vive en constante sobresalto. Se vive marcado y torcido. El mundo puede ser hostil. El destino nos golpea, nos maltrata como perros. Algunos se tornan modestos y piadosos, otros se convierten en cínicos.

En el cinismo hay un poco de piedad; uno se jacta de lo que es y nos lo restriega en la cara con orgullo. Pero en el fondo, de tanto jactarse, uno se está lamentando. Y el piadoso a veces no tiene en cuenta que de tanto querer educar se separa de su condición miserable, y se hace blanco de sus propias exigencias espirituales. 

¿Quién puede acarrear el peso de la piedad sin violarla? Para ser ejemplo hay que estar en el fango. ¿Volverse nihilista? Un entregarse al vacío de los impulsos esperando el cambio. Esa persona sabe que su vida está perdida, pero la sigue viviendo con un cierto coraje. No se jacta como el cínico. Simplemente acepta su condición, sus impulsos oscuros. A veces salen cosas buenas. Hay momentos felices. Cortos pero poderosos. De ahí salen fuerzas para seguir. Uno se cultiva y se mejora. 

Otra posibilidad es no hablar. Mantener la disciplina, pero quedarse mudo. Hay mucho valor en luchar por ser mejor desde el anonimato. Que no vean qué eres, qué has hecho, qué bien has traído al prójimo. Vivir en la sombra, no para nadie, sino para uno mismo. Nadie te conoce. Es duro. Hay quien no puede seguir esa ruta. Lo vería como algo demasiado separado de la prédica, aunque esa prédica se arrope en la idea de ayudar al prójimo. Y me pregunto si eso no es más que una excusa para que te vean haciendo algo y brillar un poco. 

Sea como sea, seguiremos viviendo en el deseo, el dolor y el silencio.

miércoles, 20 de junio de 2007

Múltiple moral cubana


Rosie Inguanzo

Si en Memorias del subdesarrollo (1968), Gutiérrez Alea explora la nueva economía “socialista” que nacionaliza todas las esferas sociales y la consecuente burocracia que la hace más disfuncional, en Fresa y chocolate (1983) presenta el hecho consumado y su fracaso; pero la reflexión viene en boca de un personaje dogmático, David o "el hombre nuevo", ejemplo de la jerga revolucionaria que alienta la idea de que el fracaso se debe al bloqueo norteamericano. No nos engañemos, Alea "parece" desgranar las contradicciones de una revolución que promulgaba al “hombre nuevo” a expensas de avasallar lo que no servía a ésta y en discordancia con el modelo (el caso de Diego, el homosexual marginado). La revolución, atrapada en su propio mito -"parece" decir la película-, es sometida a examen crítico pero nunca descartada por “sus errores”. Más bien, la discriminación institucionalizada, la falta de libertades civiles, la miseria, el mercado negro, la injusticia social, son presentados como problemas que podrían ser "subsanados". El punto más débil del discurso cinematográfico gravita en que la película, al igual que todo el cine que se hace en la isla, fue subvencionada por el gobierno. ¿Podemos hablar de sinceridad? ¿Es casual que FyC pueda apreciarse desde cualquiera de los ángulos revolucionario y contrarrevolucionario? ¿Funge como arma ideológica? ¿Es el filme una crítica constructiva a la revolución o hace gala de una doble/ múltiple moral oportunista? Provechosamente, a todos los involucrados en el filme les conviene el doble discurso de Diego y David; discurso que es eco de la moral que, substanciosamente ambigua y fomentada por la censura estatal, es rasgo distintivo de la política e idiosincrasia revolucionarias. Repugnante ambigüedad (ADN de nuestro espíritu), porque no está en función del arte sino de utilitarias componendas con el poder: David: -¡Los errores no son de la revolución. Son parte de la revolución que no es la revolución! / Diego: -¿Y a cuenta de quién van? ¿Quién responde por ellos?.

martes, 19 de junio de 2007

Siete gotas negras



Alcides Herrera

Basta con que aparezcas una, dos veces,
para que llenes el disco duro de un día.
Casi no pienso: voy revisando los fenómenos,
me quedo en el impulso de catalogar.
Mi madre y Dios lo dicen:
para pensar se necesita algo que no me dieron.
Llenas la sala en que solía esperar al Visitante,
vacío como un buey, con una cerveza por los hombros.
Recuerdo los objetos que nos acompañaron,
cómo lograban resurrección propia,
una semana más tarde, en manos haitianas.
Ahora inventa platillos que sobre todo llevan tuna,
envuelve regalos con el papel que sobró de san Valentín.
Me asombra sentir amor puro, conocer la resaca y abandonarme, preferiblemente,
al mundo que viene después.
Se orienta por el cielo:
te olvida tanto que no te conoce.
Frente a mis ojos cayeron siete gotas negras.
No estaba más allá sino más acá.
Hay cosas que sólo se explican en un tren,
viendo pasar los campos. He aquí la marca de tu camino:
si algo quedara sin cuadrar aquí regresaremos
a repasarlo aunque nos acusen de aparición,
o nos den muchos nombres.
Mientras los seres vienen por mí, lanzo los dados
y me acerco una estrella roja a la boca.
Hablo del mundo desde el que fue lanzada
esta manera de representar.
Allí se escucha el ruido de la invocación,
al aire lo surcan unos canales.
La vuelta del mercado, frente a mis niñas,
mientras los seres vienen por mí, canta con sobriedad
a la cabeza, a la cerveza, a siete gotas negras.

lunes, 18 de junio de 2007

Vida, delicia indiscutible

Adalberto Delgado

¡Qué impaciencia! ¡Qué jodienda! Decía yo, y que me perdonen las damas del blog, pero estaba perdido en un mundo... me sentía solo. Sin embargo, Piedmont Park, en el medio de la ciudad, era el paraíso de los hippies. Ahí me ligué a una ex-jeva de Jimmy Hendrix y hasta me regaló una camisa de él cuando me fui de Georgia. Llevo gratas memorias de Piedmont Park y sus alrededores (hoy Midtown Atlanta).Vayamos allí: las luces del auditórium se apagan; comienza el concierto con Iron Quincy Tate que abrían para Altman Brothers. Yo esperaba mi date, una rubia divina de Atlanta quien andaba sin zapatos, con vellos debajo de los brazos y pelos en las piernas. Una delicia indiscutible para un hombre de esa época, sin pretensiones ni complejos. Nótese que hablo de Georgia, la capital del racismo. De pronto un policía me toma por el brazo y me lleva a un cuarto donde me revisaron de pies a cabeza sin encontrarme nada; cinco minutos más tarde estoy en un van con rejas en camino al tanque. Le pregunto al oficial que manejaba "¿Qué hice?", y me contesta muy campante: "Te llevan por borracho". Le respondo que no he tomado y él me responde con una sonrisa: "Yo no te arresté, fue el oficial Davis. Ese es su problema". ¡La gracia me costó la jeva, perderme el concierto y estar metido cuatro horas en el tanque de los borrachos con un tacho hasta la mitad de mi espalda! Enseguida que entré sentí gritos de "¡Están poniendo una jeva en la cárcel"! Me cagué y pensé que iba a perder entonces mi virginidad anal. Pero aunque hippie, yo era criado en La Paloma, donde aprendí toda la guapanga callejera. Así que tuve un pequeño encuentro con un redneck y luego los niches me brindaron protección al ver mi coraje contra el blanquito. Moraleja: En este país siempre han habido abusos con el poder policíaco y en esa época de sueños se veía bien claro.

domingo, 17 de junio de 2007

Nos vamos con moderación hasta nuevo aviso

Matricularte es muy sencillo: 1. Vete a la página Google, pincha Gmail, 2. En la siguiente página abajo a la derecha pincha donde dice Sign Up for Gmail, 3. El próximo paso consiste en matricularte creando tu cuenta con Google. Sigue los pasos indicados con tu nombre (que puede ser ficticio) y el desired log in name, que es el nombre con que firmas tus comentarios. Sugiere tu password, acepta y estás listo para comenzar. Dale, te esperamos.

vivir una eternidad estéril



Rosie Inguanzo

Una tiene la velada para salvarse. Acaba de empezar la noche y si no dices cualquier cosa repentina que nos salve, si no convocas una música que suba hasta mí voy a morir de frío en el bacón del once piso. He encendido un cigarrillo negro y aspiro hasta las rodillas y aún sé que este ritual puede costarme la vida. El estéreo entona una partida francesa. El perro infeliz del vecino ha ladrado todo el día y toda la noche cegado de quejido y soledad. Fugacidad e inadvertencia. Los vecinos son crápulas sumergidos en el autoengaño y la mediocridad. Me limpio el día en el cielo pleno de la noche; urdidas mentiras contra el rostro. Y rastreo en las nubes el sentido de la vida. Es necesario que nos afanemos por algo... que no nos conformemos a encuentros vacíos -digo. Me acaricias la cabeza: nuestra excitación es vida leve diluida en taciturna alegría. Deberíamos contagiarnos del vigor del mundo nocturno -digo. Cavilo, profundamente ungidos de tinieblas, seguros de nuestra mortalidad.

sábado, 16 de junio de 2007

Welles y la maldición china



Bannister (ya agonizando): Sabes querida, para ser una mujer tan hábil debiste dejarme con vida... vas a necesitar un buen abogado.

Escrita, producida y dirigida por Orson Welles, Lady from Shanghai es un film osado y magistral donde el crimen y la traición adquieren proporciones maquiavélicas. Filmada después de la segunda guerra, LFS es la respuesta de Welles a un mundo edificado sobre la ambigüedad moral. La voz de Welles (Michael O’Hara) acusa un tono existencialista a-la-Camus: “No supe cuando ni por qué me metí en éste laberinto torcido, lleno de sombras.” O'Hara es el capitán del yate alquilado por Bannister (Everett Sloane), un rico abogado en Los Ángeles. Su esposa Elsa (Rita Hayworth) es tan hermosa como recóndita (al comienzo del film O'Hara había salvado a Elsa de un asalto). Después de mucho cielo, mar y desidia, O'Hara termina implicado en un asesinato que no cometió. LFS incluye escenas inolvidables, como la del encuentro apasionado con Elsa en el acuario de San Francisco, seguida por el famoso clímax dentro de la “casa de los trucos” (que el experto en Welles, Jaime Christley llama “deliberadamente kitsch”). Acaso LFS prefigura la propia vida de Welles. Harry Cohn, comandante en jefe de Columbia (quien adoraba a Hayworth), le exigió al director que LFS fuera reeditada y remusicalizada antes de su lanzamiento (la película fue un fracaso taquillero que condenó al Welles al ostracismo... ¿fue Cohn el Bannister de Welles?). LFS fue filmada a bordo del Zaca (yate insignia de Errol Flynn). En el primer día de rodaje uno de los ayudantes de cámara muere fulminado de un ataque al corazón. Otra noche, un insecto exótico pica a Welles en el ojo (que se hinchó peligrosamente). Aunque el célebre matrimonio iba en picada, se dice que la Hayworth trabajó incansablemente en la película (¿pagó la cuenta el arte por la vida privada de Welles?).

viernes, 15 de junio de 2007

El estudiante



Ramón Williams




No dudaba: su nombre se perdía. Era un saber a la escucha de voces aéreas. Revoloteando las voces denostaban y él no podía dejar de sentirse aludido. Eran inflexiones, tonos acentos diversos; sucios refinados, o con ricos adornos, pero siempre bordeantes e inequívocos. Después de las voces sin cuerpo, creyó ver en lugares y libros borrarse las letras de su gracia, hudirse en naves de motes. Nunca más embarcó. Para llamarlo solamente los compinches serviles repetían el nombre devenido ajeno. Al escucharlos a veces volvía el rostro en dirección del llamado, a veces respondía, a veces nada más. Los compinches le preguntaron y él se confesó. “Se me ha perdido, lo he olvidado, lo hemos olvidado millones y yo. De lo contrario, son demasiado los enemigos”. Los compinches lo creyeron enfermo, fueron al África y trajeron bangalas del alto congo: Hijo de ángel, descuide – dijeron los bangalas-, enemigos perifrásicos no son enemigos; lo protegen a usted de espíritus malos. No bastó. Los compinches trajeron indios objeb wayes. Grandenombrado -le explicaron los indios- sepa que repetir su nombre real lo achica a usted. Así que pierda cuidado y olvídelo. Desoyó a todos y se burló. Tales consuelos eran argucias, artimañas del olvido. Largos años alargaron la infinita angustia de su inquietud. Versos apostrofados rindieron poetas bermejos en todas las tierras sin saber su nombre (aquel que un agónico escribió en una puerta con sangre). Los últimos compinches murieron y dejaron a los nuevos el misterio por legado. Pero los nuevos envejecieron y olvidaron y también murieron. El hombre visitó vagamente pospostmodernos magos. En el ocaso del tiempo sintió la tristeza del ser más desconocido y solo en el mundo. Surcó entonces las extensiones de su reino. Subió al pico más alto donde, equivocado, pensaba que todo había empezado. Allí junto a las nubes, el innombrable invocó al cielo con un nombre que también le pareció el suyo. Con todas las fuerzas de su alma preguntó: ¿Qué habré hecho a los otros, Señor, qué para ver perdido mi nombre? La bóveda celeste apenas se abrió. Durar –dijo temblorosa la voz del Señor.

jueves, 14 de junio de 2007

Erich Kleiber



El fuerte de Erich Kleiber eran Beethoven y Bruchner, pero Kleiber fue también un defensor de compositores modernos como Schönberg, Janáček, Britten y otros. Para la fecha del video clip (1949, Praga), ya Kleiber se había marchado de Cuba, donde había fungido como director de la sinfónica nacional entre 1943-1948. Se rumora que la estadía de 5 años en Cuba tiene que ver con una parada accidental que hace el director en un viaje desde la Argentina. Por supuesto, “los cuentos de Kleiber” eran preciosos en la sinfónica de La Habana. Recuerdo anécdotas de músicos que tocaron con él, como Deogracias Moncada (por ese tiempo ayudante del concertino de la orquesta), Mario Bencomo (luego el primer trompa) y Domingo Aragú. Moncada me comentó una vez la memoria increíble de Kleiber (quien ponía la partitura en el atril pero nunca la leía, lo que intrigaba mucho a los músicos cubanos). Kleiber proyectaba un aire aristocrático que inspiraba admiración y respeto. No había la menor duda que te estaba dirigiendo uno de los grandes.

Arturo Toscanini



Arturo Toscanini (1867-1957) fue considerado el mejor director de orquesta de su época. El maestro italiano era admirado por su estilo de brillante intensidad y agitado perfeccionismo. Toscanini no sólo tenía un oído asombroso para los más mínimos detalles, sino que poseía una memoria fotográfica impresionante, con la que se construyó un vasto repertorio. En el video clip Toscanini dirige la overtura de La Forza del Destino de Verdi; ensayo esmerado de verismo romántico. Después del rápido y palpitante motivo inicial de las cuerdas (“el destino”), emerge un lánguido tema (belcanto reducido a su más mínima expresión), como si saliera con el primer rayo de sol de la campiña. La batuta del maestro obliga bloques de perfectas coincidencias; cada nota y frase convoca una síntesis sonora, magistralmente expresada.

miércoles, 13 de junio de 2007

Cioran por él mismo


1. París: insectos comprimidos en una caja. Ser un insecto célebre. Toda gloria es ridícula. 2. Esta es una de las pocas cosas de las que estoy seguro; la única razón que tienen los hombres para vivir en común es la de atormentarse, hacerse sufrir unos a otros. 3. ¿Por qué se agravan con la edad los defectos y los vicios? Porque se desgastan menos que las virtudes y, además, son más propios de nosotros, más individuales, mientras que estas últimas parecían -y son, por lo demás- más impersonales, más abstractas y más convencionales. Los vicios y los defectos llevan la marca del atributo universal del hombre. 4. Sólo es subversivo el espíritu que pone en tela de juicio la obligación de existir. 5. El odio conserva: en él, en su química, reside el "misterio" de la vida. Por algo es el mejor tónico nunca encontrado, tolerado además por cualquier organismo, por débil que sea. 6. La naturaleza, buscando una fórmula que pudiera satisfacer a todo el mundo, escogió finalmente la muerte, la cual, como era de esperar, no ha satisfecho a nadie. 7. El fondo de la desesperación es la duda sobre uno mismo. 8. No se pide la libertad, sino apariencias de libertad. Por tales simulacros el hombre se esfuerza desde siempre. Por lo demás, dado que la libertad no es, como se ha dicho, más que una "sensación", ¿qué diferencia hay entre "ser" libre y "creerse" libre? 9. El escepticismo es la fe de los espíritus ondulantes.-- Ediciones Tusquets. Traducción: Carlos Manzano.

We'll be back in a second...

martes, 12 de junio de 2007

Reflexiones y trompeta china


Jesús Rosado

Haciendo acopio de tolerancia para descifrar la jerigonza del achacoso dictador y sorteando las perrunorías del Randy Alonso, me he zumbado la copia completa del interviú asainetado de días recientes para intentar alguna lectura de toda esta diatriba senil sobre Viet Nam, derivada del encuentro con Nong Duc Manh. La primera reflexión (ejercicio caviloso tan de moda en la mediática castrista) es la confirmación de una circunstancia irrebatible: el "Barba" no está gobernando para nada en la isla y la batuta ¡zas! se la han volado de las manos entre las intermitencias anestésicas de sus dolencias. Nada, que al tipo lo han puesto a pijamear y gargajear incoherencias para que se entretenga. Pero, atención, la segunda ponderación me lleva a un guión astutamente deslizado ante sus ojos -como el que no quiere las cosas- para que se lo crea propio y lo dispare espontáneamente en su legendaria incontinencia verbosa, dorando los propósitos de la oculta confabulación que le rodea. Un contubernio que trata de maniobrar dinámicas solapadamente reformistas y cuya orientación es el modelo de Beijing, pero antes, la treta es pasar por los logros de Viet Nam, hochiminizándole el proceso al Fifo y sus adeptos, al menos mientras quede algo de lucidez. En definitiva, Viet Nam ya es caso políticamente aprobado hace tiempo por el Departamento de Estado, elemento importante que empalma a otra meditación en torno a la intriga de estos penúltimos días del faraón caribeño: ha de doblegarse subrepticiamente su antinorteamericanismo, la fórmula astral que fue clave en la cultura del caballo. La que le granjeó el liderazgo tercermundista, la que proveyó el amamantamiento koljosiano y petrolero de los Soviets, la que aún provoca orgasmos en la izquierda newyorkina. Hay que menguar tal espíritu de confrontación en el comandante jubilado elevándole las dosis de Parkisonil y aplicando… mucha, pero mucha pomadita vietnamita. Ello serviría, de paso, para eludir el hegemonismo del repulsivo Chávez. Conclusión: el Castro segundón, una perserverante comadreja sucesoria, parece haber decidido definitivamente utilizar los despojos del mito para tocar trompeta china en el nuevo carnaval de la autocracia.

lunes, 11 de junio de 2007


Alfredo Triff

Ensangüichada entre una pizzería y Marakka 2000 (y al cruzar la calle de la difunta Maxoly), está el nuevo espacio Contemporánea Fine Art (1555 SW, 8 Street), dirigido por Lily Martin. Es como un pequeño oasis en una calle 8 que se ha ido maleando demasiado con la nostalgia que nos embarga. El sábado pasado se inauguró Naturaleza y música, de Víctor Varela, curada por Silvia Dorfsman. Varela, el conocido teatrista y creador de “La cuarta pared”, se inició en Miami con Simbiosis, una pequeña muestra en el cuartico del segundo piso del World’s Arts Building. Aquel experimento proponía un paisajismo abstracto, bordado con formas sutiles, mínimas; algo se cocinaba. No así la actual exhibición, que parece realizada por dos artistas distintos (uno de ellos aún promete). Creo que el problema arranca con el propio Varela, quien en una nota para el show, que me parece presumida, declara: “Sospecho del ejercicio de estilo en la pintura que se aferra a ciertos sellos hallados y los repite hasta el hartazgo”. Acaso por esa “sospecha” Naturaleza no despega (¿y la curadoría qué?). Son dos muestras en una: Un cluster de obras pequeñitas semi-abstractas, la obra anterior de Simbiosis y su continuación temática (ahora con telas más grandes). Pero lo peor es esa sección de pinturas de músicos callejeros, ejecutado con la factura vernácula típica de un mercadito del Cuzco, Perú. ¿Para qué pelearse con el “sello” o el “estilo” a estas alturas, cuando aún no se tiene ni sello ni estilo? Cuando Varela admite, “me interesa la continuidad” se contradice: Para dejar de ser uno, hay que primero llegar a serlo. El fuerte de Varela no está en ningún realismo manido, sino en la ambigüedad, en su búsqueda fuera de lo trillado. Varela debe zafarle a toda mención literal (sea silueta rupestre o la "f" de un violín) y refugiarse en su “cuarta pared”. Entonces (después de mucho taller) pueda comenzar a agenciarse, sino un “sello”, al menos una mejor “continuidad.”

domingo, 10 de junio de 2007

Consumida por el deseo del pene no



Rosie Inguanzo

Hélène Cixous, en su Le rire de la Méduse, no insta a la trascendencia de lo femenino y la igualdad de la mujer, sino a explorar las posibilidades desde la diferencia. Exhorta a escribir desde el cuerpo (écriture féminine), “la verdad de la carne”, y a “tenderse desnuda sobre el texto”. Que la mujer se explique en el lenguaje inventando su habla desde “adentro”. Cixous contrapone esta práctica a la escritura del hombre común, donde se impone la lógica y la oralidad de relaciones “anticuadas”, el falocentrismo y la máscara: “Es imposible definir la escritura femenina ... que nunca podrá teorizarse, enclaustrarse, codificarse –lo que no quiere decir que no exista”. Dice que las posibilidades para la transformación del canon (donde reina el falocentrismo), se expanden cuando, al deshacernos (violentamente desde la escritura) de la ley impuesta por el padre (en términos psicoanalíticos), la mujer se enfrenta a lo infinito (de lo inconsciente), a lo desconocido. Su gesto es temerario, irreverente y lúcido: radica en demostrar que existe una epistemología femenina, rescatando a la mujer de la invisibilidad. Discípula de Lacàn, Cixous critica a Freud y a Lacàn en cuanto a que “el objeto del deseo surge de una carencia”, de un estado en falta (falta de pene, emoción de castración). Dice que la mujer se rige por otras leyes infinitamente más efectivas que emanan de su cuerpo como leche, menstruación, maternidad, formas de vida, de abundancia, de apertura, de la riqueza infinita de su constitución individual, de su inconsciente. Denuesta contra el “continente oscuro” freudiano, argumentando que este tipo de mitificación de la mujer le conviene al hombre para mantearla aislada, desatendida, oprimida y ...excitable. El aura de misterio genera ardor, libido muy a propósito de la reafirmación del pene que necesitan los hombres, desde el miedo masculino a la castración, a ser mujer. (Les fascina creer que la mujer vive consumida por el deseo del pene.) Coge cartera y guantes la Cixous con el delicioso tono de trascendencia falocentrista con términos como “frigidificadas”, “palabra cuerpo”, “la mujer es una dadora”, “libido cósmica” o “la mujer va a inclinarse hacia lo imposible”.

sábado, 9 de junio de 2007

Saturday in Miami



Roberto Poveda

Saturday en Miami. 3:00 pm. La televisión está que arde y yo ando por la calle a cincuenta millas de velocidad -a cuenta y riesgo de mi insurance. En el Stratus del 97 (regalo de mi brother) cruzo el Julia Turtle Causeway, con Jimmy Hendrix sentado in the back seat contándome la historia de Lola. Mientras me bajo en Biscayne Boulevard y le paso por delante al Trump -que ya está casi listo- se escucha a todo meter: “¡Lola you’re so good to me!” Mientras, en el horizonte, la ciudad se extiende y la luz brilla por encima de los árboles. La carretera se conecta e interpone con mi estado de ánimo. Se disuelve y materializa en virtud de un acuerdo tácito. Así y todo, Little Havana está a un paso y todo se convertirá en casitas de papel ajadas por la lluvia. Síndrome diluviano, (unreal expectations) las horas son en spanglish y como diría Danny: “Para mí es lo mismo un expressway que un supermarket”. La cabeza se me llena de paisajes marinos y palmas tropicales. Ideas repetitivas: parte de un sistema de engranaje social. La bancarrota real sobreviene cuando muere la pasión por vivir. Voy a mil, y mientras manejo entre la velocidad y la publicidad, intuyo el verdadero sentido de la vida. Voy bajando en la salida de la 8. En los oídos resuenan los sonidos de la Orquesta Nervio de la Ciudad, una radiografía musical, humana, un documento inalterable de ciudadanías, un rompimiento con el Eclesiastés de lo clásico. De repente, veo las luces de la fiana encima de mí y la realidad me cae encima “con el peso de lo que vendrá después”. Un traffic ticket que no bajará de 150 mameyes (más las horas comunitarias, más los puntos a la American bureaucracy, que dicho sea de paso, nos ayuda a modernizarnos en el sentido materialista del término). Mas aquello y lo otro, lo de más alla, más acá, abajo… en fin… esto es Miami.

viernes, 8 de junio de 2007

¿Podría la letra “A” ser roja?





Tumiamiblog

Wassily Kandinsky pensó alguna vez en la siguiente relación: Amarillo – Triángulo – Alto intelecto; Rojo – Cuadrado – Orgullo; Azul – Círculo – Espiritualidad. El pintor ruso no fue el primero en ponderar el fenómeno conocido como sinestesia de mezclar actividades sensoriales (sueño afín a Baudelaire, Schönberg y Nabokov, por nombrar sólo algunos). Pero lo que para aquellos fuera una ficción poética es ahora un fenómeno demostrado. Incluso se conoce la proporción de los elegidos: 1 entre 25,000 (más mujeres que hombres, más zurdos que derechos). Individuos privilegiados... que escuchan colores, huelen palabras y pueden “palpar” figuras geométricas. Vuelvo a Kandinsky: “¿Qué significa un sonido amarillo?” fue una pregunta que le ocupó alrededor de 1911, cuando el pintor le manifestó a Schönberg su deseo de teorizar sobre un “nuevo renacimiento interno” (Kandinsky había leído otros sinestesistas como Benoist y Millet, quienes a propósito, no sustituían color -u olor- por sonido, sino que hablaban de “visiones táctiles”). El furor comenzaba en el siglo XIX: Mientras los simbolistas mezclaban sensaciones con sabor a opio, Wagner le daba forma a su Gesamtkunstwerk (o arte total) y Scriabin musicalizaba su “Prometeo, poema de Fuego” soñando con la posibilidad de plasmar sonidos coloreados (lo que más tarde inspiró a Schönberg a empujar el cromatismo hacia el atonalismo). En el ahora de la pos-posmodernidad (instante global, híbrido, sincrético, espectacular y heterogéneo), la gesamtkunstwerk tiene más vigencia. ¿Por qué no imaginar un arte que nos permita realizar el preciso matiz de un nombre, el aroma de un plan arquitectónico o incluso la tonalidad de la temperatura? La pregunta de Wittgenstein en su “Tratado sobre el color”, parece menos quimérica: “¿Podría la letra “A” ser roja?”

jueves, 7 de junio de 2007

Memorias del subdesarrollo


Amílcar Barca

Magistral, serena, dura en ambas direcciones de la cubanía, existencial como el momento mismo de filmarla. Un suicido en vida. Un asesinato social a la par. Una matanza a todo: a una localidad, a un país, a una revolución. Gutiérrez Alea salva el poema en el guión: la historia de Sergio, la historia de un desengaño y una decrepitud. Ser escritor despierta la necesidad de fluir enamorado, de vivir la tragedia haragana en cada acto. De ponerse en una fila, hasta que te reciba la meretriz en su lecho sucio y húmedo. De faldas levantadas cerca de unas cortinas que se airean a la adolescencia. Y a la brisa que penetra en un balcón, regalarle un pájaro muerto en una jaula. “Es la hora de partir. ¡Oh! Abandonado como los muelles al alba... todo en ti fue naufragio”, dice Sergio mientras lo lanza cadáver a la calle. La Habana de este film son dos habanas paralelas que parece que se pudren con nadie y sin todos. La sutileza de los grises puros en los planos, el montaje a modo de diapositivas de sus amantes (Elena soy Amílcar... yo también escribo). El cinema veritée de la cámara en mano, muy a lo Antonioni. La dirección magnífica de los actores secundarios, la pereza existencial del protagonista. Todo el imaginario de un pueblo que vivió el deceso de un sueño y una venganza a modo de guerra civil silenciada entre lo “burgués” y el “pueblo”. Al final basta una barba de dos días, un apartamento tasado por los funcionarios y un regreso a la mirada del malecón para decir adiós a una ciudad y a sí mismo.

miércoles, 6 de junio de 2007

Sí, por supuesto... su entrevista por televisión, su voz, su barba, su labio inferior saliente, sus flemas, su sin sentido (y otras cosas nefandas)



Alfredo Triff





Desde que surge su nombre (es decir, imagen e historia), comienza a repetirse. Sin eso, no sería lo que es; esa no-identidad consigo misma que nos remite siempre a lo mismo. El nombre del padre... flota y reaparece. Pero ¿acaso se dejó de existir alguna vez?—Jacques Derrida



Se trata de hallar sentido a la infinita repetición de su nombre, que más que apodo, título, calificativo, genealogía, atributo anímico, fábula e identidad nacional, biografía individual o condena legitimadora, se convierte en esa incansable y absurda propensión al “eterno retorno”, la multiplicación iterativa -primero áspera y luego seductora- de lo mismo: Nombrarlo, escribirlo, soñarlo, especularlo... referirlo para luego advertir la mortificante desazón y en el peor de los casos, pavor melodramático de simplemente no poder conseguir... prorrogar su nombre, que es claramente una manera de eternizarlo en su nube platónica. De ahí la secuela febril de mala fe, simulación e hipocresía al pretender rechazar (a la vez que afirmar) nuestra autoflagelación, nuestro masoquismo ontológico, nuestro obstinado deseo erótico de ser sintetizados, significados y connotados con (y por) su nombre.

Nota aclaratoria: Pedimos disculpa a nuestros lectores por la densidad del post de hoy, pero se hace necesario, tratándose del tema en cuestión.

lunes, 4 de junio de 2007

Otra época, otro Miami, otra vida.


Adalberto Delgado

Recién llegado a Miami escuché el concierto de The Doors en el Dinner Key Auditorium, en el Coconut Grove Convention Center. Tuve que brincar la cerca con unos amigos para disfrutar del evento (¡Jim Morrison se masturbó en el escenario y se lo llevaron preso!) Dinner Key no era la única plaza… mi favorito era el Miami Jai Alai frontón. Cuando terminaba la temporada del juego de pelota vasca, se podían disfrutar grupos de música: Emerson, Lake & Palmer, Yes, Ten Years After, Cream, Hendrix etc. La entrada: $8. Claro, nosotros como "refugiados" y (además) hippies, no contábamos con ese capital. Por el "look" nos colábamos por la puerta backstage saludando al security guard, como si fuéramos del clan. Pirates World presentaba conciertos de rock. En el Indian Reservation tuvieron un mini-Woodstock, donde vi a Janis Joplin, Canned Heat, NRBQ y muchos otros. Si te aventurabas en un viaje de casi dos horas al West Palm Beach Music Festival, llegabas, y como nosotros, plantabas una casa-campaña con banderita cubana y todo. Recuerdo el Image (repleto de bean bags estilo California) donde disfruté de Mike Pineda y los Blues Image, Evil People. Haven (en la calle Ocho a dos cuadras del Versailles) y The World, que ofrecía conjuntos como Frankie & the Seven of Us, The Collections y otros. En un bar llamado The Place (sin tragos, pero mucho de otras cosas que ustedes se imaginan) se reunían los grupos locales: Queens Kids, Kracker, Newborn y otros, que tocaban top-40’s, pero se vacilaba un montón. Muchacho: si no conociste ese Miami fuiste "cheo" o "niñito bitongo". Muchacha: si no usabas "bajichupas" o pañuelos amarrados como blusa, eras una "Cheita." Otra época, otra ciudad, otra vida.

domingo, 3 de junio de 2007

Citas fulastres (2)


También creo que uno de los motivos de la circuncisión es aminorar la cohabitación y mitigar el órgano, a fin de restringir su acción dejándolo en reposo lo más posible (...) Que la circuncisión atenúa la incontinencia y hasta disminuye la voluptuosidad es cosa que no admite duda, porque si desde el nacimiento se hace sangrar a ese miembro, quitándole la cobertura, quedará indudablemente debilitado. Los Doctores afirmaron expresamente: «La mujer que se entregó al amor con un incircunciso, difícilmente podrá retraerse de él». Tal es, a mi juicio, el motivo primordial de la circuncisión. ¿Y quién fue el primero en practicar ese rito? ¿No fue Abraham, tan celebrado por su castidad? Así lo aseveran los Doctores a propósito de este pasaje: «Mira que sé que eres mujer hermosa» (Gn 12,11).--Maimónides, Guía de perplejos.

sábado, 2 de junio de 2007

Algo de vagabundo

El fantasma de Nietzsche

"Quien ha alcanzado la libertad de la razón, aunque sólo sea en cierta medida, no puede menos que sentirse en la tierra como un caminante, pero un caminante que no se dirige hacia un punto de destino pues no lo hay. Mirará, sin embargo, con ojos bien abiertos todo lo que pase en el mundo. Asimismo, no deberá atar a nada el corazón con demasiada fuerza; es preciso que tenga también algo del vagabundo al que agrada cambiar de paisaje. Sin duda, ese hombre pasará malas noches, en las que cansado, hallará cerrada la puerta de la ciudad que había de darle cobijo. Tal vez incluso como en oriente, el desierto llegue hasta esa puerta, los animales de presa dejen oír sus aullidos tan pronto lejos como cerca; se levante un fuerte viento y unos ladrones le roben su caballo. Quizá la terrible noche será otro desierto cayendo sobre el desierto y su corazón se sentirá cansado de viajar. Y cuando se levante el sol, ardiente como un dios airado, puede que no vea en los ojos de sus habitantes más que suciedad, bajeza e incertidumbre, como si el día fuera peor que la noche. Pero pronto llegan las deliciosas mañanas de otras comarcas, otras jornadas en las que desde los primeros resplandores del alba, verá pasar entre la niebla de la montaña a los coros de las musas que le rozan al danzar. Sereno, en el equilibrio del alma de la mañana antes del mediodía, verá caer a sus pies desde sus copas una lluvia de inesperadas sorpresas como regalo de todos los espíritus libres que frecuentan el monte, la soledad y que son como él, caminantes meditabundos. Nacidos de los misterios de la mañana temprana, imaginan qué es lo que pueden dar al día, entre la décima y la duodécima campanadas del reloj, una faz tan pura, tan llena de luz y de claridad serena: la conciencia de la mañana."


viernes, 1 de junio de 2007

La Habana (circa dos mil veintipico)




Yaislesdi González-Ripoll (reportera del canal Habana-13)

El nuevo alcalde de La Habana, Yosvani Pérez-Santiago, afirmó ayer: “La población habanera ha madurado... queremos ahora demostrar al mundo, sin complejo de ninguna clase, la historia de nuestro país.” En una entrevista al canal 9 de la televisión habanera, el presidente Elmisnavi López-Menéndez anunció “una nueva era para Cuba” (mensaje gastado que hemos oído anteriormente). ¿Será por la crisis económica de los últimos tres años... la dolarización, los precios abrumadores de la gasolina, más la congestión citadina causada por la fiebre de bienes raíces en el Vedado, Centro Habana, El Cerro y Alamar? Figura también el llamado “problema migratorio” de los Haitianos y Jamaicanos que siguen entrando por Baracoa, lo que ha provocado el surgimiento de las llamadas “brigadas de respuesta rápida” que aterrorizan a los inmigrantes de las ciudades orientales. La población no se explica la proliferación de “milicianitos” (gangas de jóvenes vestidos de verde olivo, armados con palos y piedras), responsables del vandalismo en la BMW del reparto Miramar el año pasado. Nos llamó la atención que los residuos del destartalado yate Granma (abandonado en el malecón durante la revuelta popular, después de la caída del triunvirato Roque-Alarcón-Espín, aquel fatídico noviembre de 2020), fueran transportados al nuevo Parque Histórico de La Habana (otrora Parque Lenin), donde se conservan todas las cabezas y bustos de los héroes de sesenta años de castrismo. El reconstruido yate (con piezas traídas de California), reposa ahora sobre una enorme base de mármol donada por la embajada italiana. La Habana capitalista post-postmodernista del “período de transición” de la segunda década del siglo XXI, parece pasar por un período de sentida nostalgia. Imaginen que en el carnaval habanero de este año desfilarán comparsas como “Los Pioneritos de 23”, “El partido de Coco Solo” y “La Nueva Juventud Comunista de los Sitios”. Es como si la nueva generación del postcomunismo cubano se olvidara de sesenta años de dictadura. Para rematar, una réplica de aquella enorme foto del Ché de la antigua Plaza de la Revolución (ahora donada por la embajada Argentina), ha sido colocada sobre la fachada del hotel alemán Achat Centro-Habana, en el antiguo Parque de la Fraternidad de Galiano.