jueves, 30 de diciembre de 2021

Dos Plinios, un destino

                                                                J. M.W. Turner, Monte Vesubio en erupción, 1813

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Plinio (no el viejo) cuenta los minutos 

                                        fue maestro, comandante del ejército rebelde 

                                                                                                                 y alzado del Escambray

Mucho se ha preguntado:

¿Cómo  fue posible?

Con dicha pregunta Plinio (el viejo naturalista) referíase a la creación del mundo

que llamó globo perfecto

Plinio (el maestro de inglés) piensa en 

                                                                    1/1/1959

El viejo sabio declaró ha mucho: 

                        a lo no posible 

todo le es negado 

                                            Por ejemplo: 

no es posible 

que un cuerpo no tenga extensión

que un triángulo tenga cuatro lados

que haya solo una mano izquierda en el universo

¡Oh

(añadiría el villaclareño)

que esta revolución recién triunfante tan anhelada por el pueblo 

fuese buena!                                                                                                                                     

Plinio el maestro de inglés cavila:

N

puede lo malo ser bueno 

                           es contradictorio

La revolución fue y es 

                                un hecho 

¿pero imprescindible? ¿buena?

¡No! 

en esto lo real no conoce el acaso                                                                       

                                                                   pero aún

 puede engañarnos

Plinio (el villaclareño) cuenta los minutos

Ha sido condenado al paredón de fusilamiento

                        las posibilidades van de un cabo a otro:

si no hubiese sido por la delación de Félix Hurtado (oficial de la guerrilla de Plinio)

si hubiese llevado consigo su Colt cuando lo detuvieron en Cumanayagua

si hubiese dejado de conspirar cuando su madre se lo pidió entre lágrimas 

se trata                                                             N

                    de posibilidad 

                                                                                        (sino el entendimiento propio de la misma)

Plinio (el viejo naturalista) cuenta los minutos

Atraviesa la Bahía de Nápoles en dirección opuesta a todo el mundo 

que escapa

Se dispone a rescatar a los que no tienen escapatoria 

Su sobrino (y testigo de los hechos) escribiría: 

del cielo caían cenizas y piedras encendidas ... el vapor de azúfre lo cundía todo 

¿Cómo puede el viejo naturalista navegar en pos de la muerte?

¿y el libre albedrío qué pinta?

En Naturalis Historia Plinio declaró:

La Natura ni vacila ni fracasa

es eterna                                    

solo pasa  

¿Puede un mismo destino repetirse?

(esta pregunta preocupó mucho a los antiguos)

En Augustinus un herético moderno 

                                                    Cornelius Jansen

resaltaba la diferencia entre necesidad interna y restricción externa

¿Cuál aplica a cada Plinio?

En la ergástula el maestro de inglés evoca al poeta estoico

no te des por vencido ni aún vencido 

no te sientas esclavo ni aún esclavo

(un ideal jamás tiene contradicción a no ser consigo mismo)

Plinio (el villaclareño) cuenta los minutos

los verdugos se acercan

se mofan:

¿sabes que vas a morir como un perro?

El maestro de inglés lucubra ensimismado:

si te postran diez veces te levantas

otras diez, otras cien, otras quinientas 

Un testigo presencial del fusilamiento 

el Padre Olegario, alegó

fueron colocados frente al pelotón de milicianos, los cuales hicieron la descarga con metralletas en la noche del 12 de Octubre, 1960

Plinio (el viejo) también murió fusilado por una lluvia de cenizas y piedras encendidas 

Antes de que el fuego y el mar devoraran las playas de Estabia Plinio declaró: 

La fortuna favorece a los valientes

                                                        (empero la fortuna es también un hado)

Cúmplese entones la sentencia de Leucipo de Mileto:

el sino no es 

sino uno 

y no puede devenir distintamente de como deviene

sábado, 11 de diciembre de 2021

el ocaso del acaso

Odilon redon, Les Origines, 1901

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El tiempo es un ente carente


Ni aporta

ni se traga nada

Su flujo 

                no decide 

Dijo Jenófanes

No hay fracaso en el acaso

Pues sometido está 

De un cabo a otro


                                                (y  

luego

no haya nada decisivo) 


Si la necesidad elimina el acaso

Nes 


Entonces 

la salida, 

sino renuncia de cualquier salida


                                                                                                                                                            El acaso                                                                         

es

caprichoso

Un sin propósito 

De acuerdo 

A Demócrito                     

Tampoco ahora 

es

            posible

El acaso

incluso

cuando más 

cerca se hace

y no resta sino una posibilidad

y cuando deviene posibilidad 

(aún

no 

ES 

posible)

martes, 7 de diciembre de 2021

carta de un alumno escéptico

Francisco Sánches, el escéptico.

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Recibo esta carta de un ex-estudiante del Honors College en Miami Dade College y asistente en mi clase hace dos años. Manuel (es un nombre ficticio) acaba de graduarse de una universidad de conocida reputación en Estados Unidos. Uno se siente a gusto con este muchacho inteligente, estudioso y de carácter jovial que le gana amigos. Manuel conoció a su futura novia en mi clase (una de sus tres cartas de recomendación era mía). 

Aquí un extracto (en traducción) de la misiva: 

Profesor, me cuesta trabajo admitir que Ud. tenía razón cuando me alertó que no tomara Environmental Science como curso principal. Recuerdo aquel aviso: "la ciencia del medio ambiente es una ciencia blanda. Busca una ciencia fuerte que te de conocimiento verdadero".  

En la escuela al principio todo era muy bonito. Me encantaba el campus. Expediciones al campo que llaman "field learning", estudios en grupo. De la noche a la mañana me hice de buenos amigos. Pero poco a poco comencé a darme cuenta que mi concentración tenía poco de ciencia y mucho de activismo político.

Lo primero que me sorprendió fue que mi profesora ____ de Environmental Science tuviese un PhD en Antropología y una Maestría en Historia. ____ , jefe del departamento de graduados tenía un PhD en Educación y su Maestría en Alemán. ¿Y las ciencias, dónde estaban? En las clases mis preguntas molestaban, y no eran preguntas sin sentido. Tenían que ver con los resultados de las conclusiones que discutíamos.

Las conclusiones traídas por los pelos, sobre todo los modelos computarizados que se usan como instrumentos de predicción. Observé que en varias ocasiones que se acomodaba la data al algoritmo y no al revés. En una ocasión  cuestioné un algoritmo de predicción de radiación y el profesor me llamó la atención. "Manuel, stop it. This is settled science". Le respondí, "pero profesor... eso no es más que un programa con inputs de un programador". Mi actitud ya empezaba a caer mal. Un par de amigos me comentaron que algunos compañeros de la clases se referían a mí como "Mr. Science Denier".

Siempre recordé su consejo del escéptico Francisco Sánches: "suspending judgment is always better than a false belief". 

A veces cuando se abría la clase con la noticia del día (fuese un incendio, un huracán, o un evento de ciclo natural) increpaba al profesor: ¿Pero estamos hablando de temperatura (el evento del día a día) o de clima (el average de meses o años de la temperatura)? Su respuesta fue: ¡Manuel, todo es clima! Me deprimía pensar que mis compañeros aceptaran sin discutir conclusiones basadas en falacias. En el tercer semestre _____, profesor de Human Society and Environmental Change, me llamó a su oficina y me pidió que dejara de hacer preguntas. "¿Ud. cree en la ciencia?" Le dije que por supuesto. Respondió: "Manuel, me parece que Ud. está en el lugar equivocado". Eso ya me lo dijo todo. Fue un trago amargo. Mi decepción fue total. Pasé semanas con una depresión fuerte. No me quedaba más remedio que cambiar mi concentración a Geofísica, la ciencia más fuerte del programa. Al principio no fue fácil, pero con el esfuerzo de mi familia y mucha fe en Dios me acabo de graduar con muy buenas notas. He decidido hacer mi PhD en Física. Algo me dice que Ud. estará de acuerdo.

Adónde hemos llegado que en una universidad de prestigio de Estados Unidos se reprima y castigue el pensamiento crítico. 

¡Y qué falta le hace a esta gente leer Que nada se sabe de Sánches!   

martes, 30 de noviembre de 2021

la memoria y el episodio en la historia

Salvador Dalí, La persistencia de la memoria, 1931


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Estudiante: ¿Quién eres? 

Historia: Soy la historia. 

E: ¿Y qué eres? 

H: Soy la que da de sí: deíctica. Me doy a los sentidos. 

E: ¿Y cómo? 

H: Muestro lo que doy y soy. Tú me percibes por tu intelección y tu sentir. Tú también das. 

E: Es algo confuso. 

H: Para nada. Tú eres real. Mi sentir y yo somos reales en tu intelección. Cuando me ves, aparezco como algo “más allá”, distinta a lo que esperabas. Nunca apareceré como suficientemente “real”. 

E: ¿Será un defecto de fábrica?

H: No, es un asunto de composición: la realidad es dura, la memoria, un tejido de aproximaciones. 

E: ¿Qué relación hay entre ambas? 

H: La historia es la memoria de la realidad que ya NO ES.   

E: ¿Y el presente?

H: No existe historia en lo instantáneo. Pero hay un AÚN que flota y desde ahí se asoma la dualidad. La incongruencia del momento es que continúa irrepetible.

E: ¿No decía el sabio Heráclito que todo cambia?  

H: La historia no puede ser cambio continuo por encima de la realidad, pues entonces no podría haber historia. 

E: ¿Se repite la historia? 

H: Se repite en su generalidad. Y toda generalidad es ciega a los detalles. 

E: ¿Cómo organizo todo eso?

H: Es muy sencillo. La historia es una y se abre en épocas. Llamamos “época” a una secuencia de episodios. El episodio (del griego episodión) consta de dos momentos: “epi”, encima de, y “sodos”, hacia dentro.   

E: ¿Qué tiene el episodio? 

H: El episodio no contiene la realidad propiamente, sino su informe en la memoria. La memoria y el episodio son oblicuos. 

E: ¿Y qué hay en esa memoria? 

H: La memoria de la historia es el archivo total de todas sus versiones. No hay memoria sin un ancla en la realidad. Empero, la memoria es susceptible de desgaste, extravío, distorsión y pérdida. Y ahora se me hace tarde. Dejémoslo para la próxima. 

(continuará)

sábado, 27 de noviembre de 2021

la posibilidad hueca

Odilon Redon, Araña sonriente, 1881

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E
l tiempo avanza

no se detiene 

Lo presente se aleja hacia el pasado 

lo venidero 

entra 

por la puerta ancha de lo actual
  
Entre tanto 


Lo posible se ha hecho efectivo y no admite equivocaciones

Atrás 

quedará 

un sinfín de posibilidades huecas

(imposibles  

condenadas a la nada) 

Tanto el sabio como el tonto discurren esa posibilidad hueca que 


pudo ser 

exactamente  

no puede ser 

carne y hueso con el presente 

El círculo de lo posible se hace 

más estrecho con cada nuevo peldaño

y deviene por encima de lo ya devenido 

No se cierra el círculo 

a no ser 

su mismo inamovible devenir

jueves, 25 de noviembre de 2021

La contingencia

Giorgio de Chirico, The Rose Tower, 1913


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Han dicho los antiguos: 

"contingencia es la posibilidad del no ser" 

)pero éste no es de ninguna suerte el caso( 

Lo contingente puede 

                                   ser efectivo 

en compañía de su archienemigo 

lo imposible 

¿y no es este último absolutamente inefectivo? 

Contingencia es incertidumbre del ser

 ¿no decía Aristóteles mañana habrá una batalla naval o no la habrá

La contingencia solo niega la necesidad del ser necesario 

caprichosa e indiferente a lo efectivo e inefectivo 

Contingencia 

es 

posibilidad sin recurva 

(indiferencia que no coincide jamás con la posibilidad) 

"acaso" donde no impera necesidad alguna 

El ser posible ¿qué decide? 

                                (sea efectivo o inefectivo) deja a ambos abiertos en 

                                                                                                                        un "acaso" 

Contingencia

no es

                          libertad 

                                                                                    contingente es también lo no libre 

                                                                                                                y libre también lo no contingente 

Contingencia ni siquiera 

es 

                                                                                    espacio para una posible libertad 

(en tal espacio tendría que reinar la indecisión) 

¿no es el "acaso" ya una decisión?

La contingencia se parece a la necesidad 

(no se la distingue de ella en la vida) 

Hueco negro en el destino

que abre la puerta a la libertad 

Véase lo contingente como lo efectivo que no es realmente necesario

O

sea 

no se busque en la razón de una cadena de causas

pues

Toda necesidad carece de razón de ser 

Su peldaño principal descansa en una razón suficiente 

                                                                                        donde NADA es necesario     

Por último

No se busque la razón suficiente del mundo en Dios

                                                                                    pues Dios mismo se convertirá 

justo al ser la primera razón de todo

en lo contingente

lunes, 22 de noviembre de 2021

lo actual

Edward Much, Madonna, 1894

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El futuro abre un horizonte 

de instantes 

solo uno devendrá actual.

Lo actual 

no puede 

no ser. 

Apareciendo este y 

(la posibilidad de su negación) 

desaparece.

Cada momento de una vida es una posibilidad no realizada de una muerte. 

Si la negación de algo deviene actual 

(la posibilidad de su afirmación)

desaparece. 

Lo que es ahora 

fue 

y es posible. 

Y posible también es aquello que

                                                                                 es

o será actual. 

Ser actual 

es 

más probable que ser posible 

                                                (pues es innegable). 

Ser necesario es más exigente que ser actual 

                                                (pues es indispensable). 

La antípoda de lo actual es lo imposible.  

El pasado está cerrado 

el futuro siempre abierto. 

El presente sencillamente 

es 

amenazante

apremiante. 

domingo, 21 de noviembre de 2021

eterna detención del pasado

August Egg, Pasado y presente #3 (1858)


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Lo efectivo 

ya no puede 

no ser. 

Es lo que es, 

así, 

Ahora 

hecho para toda la eternidad 

aun cuando haga mucho que ya no sea efectivo en el futuro.

Esa dureza  

ley de lo inconmovible 

                             de lo fugaz y efímero, 

                                                     retención de lo indetenible 

inmovilidad que 

                                        siempre se aleja sin cesar.

Igualmente, 

lo que no devino efectivo

en su momento quedará para toda la eternidad inefectivo, 

                                  aun cuando debiera devenir efectivo acaso en el futuro.

viernes, 19 de noviembre de 2021

el tiempo y lo sucedido

P.B. Rubens, Saturno devorando su hijo (1636)
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El tiempo continúa por encima de lo sucedido 

haciéndolo

desaparecer en el seno de lo que deviene de nuevo

el devenir no es 

un ablandamiento del ser 

No 

es

sino su forma categorial 

La corriente del ir y venir temporal disuelve lo ya sucedido

tan sólo en 

cuanto presente  

en 

el momento posterior es, justo, lo pasado 

pero no lo anula en cuanto ente en su momento 

y su orden real dado 

una sola vez 

Lo presente se hunde en lo pasado 

y entonces ya 

no

es

presente

pero el pasado lo sujeta y ya 

no lo suelta 

y

Anulándolo 

lo hace precisamente imposible de anular.

martes, 9 de noviembre de 2021

Por qué la modernidad no es moderna (2do de la serie)

Caspar David Friedrich, El caminante sobre la niebla, 1818.
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(Remito al lector al primero de la serie aquí)

¿Qué es la modernidad: (1) una época, (2) un discurso, o (3) las dos cosas? 

Vayamos por parte:

La modernidad como tiempo

Si la modernidad es una época debe tener comienzo y final, aunque ya sabemos que "hallar comienzos" es un arte a posteriori, de cuidadosa aproximación. 

Me adhiero a la teoría bautismal de los románticos alemanes, quienes descubrieron (y se descubrieron) en una (su) época. ¿Qué es des-cubrir? 

Dijo Kant: atreverse a conocer. 

Que conste, la modernidad no tenía nombre aún (en efecto, un niño puede nacer sin nombre). Se trata de una concientización que marca un corte epocal. En el caso de los románticos es saberse inmerso en un momento al que le toca un futuro. Equivale a poder mirar a un pasado (ya fuera de sí) como algo distinto. Si este hecho fuese crucial para la constitución de la modernidad, lo quisiera traer más tarde como un signo posible de su desenlace.

Si la modernidad es una época, entonces no puede ser ella misma tiempo.1 ¿Cómo? Toda época tiene principio y fin, y está por tanto acotada, dentro de cierta duración. La modernidad supone un estado de cosas durante cierto tiempo. 
 
Sin embargo, no se presenta jamás ella como durando. Por el contrario, se presenta como entorno espacial (malas lenguas dicen que todavía está aquí, con otra cara).

Una cota que es a la vez antes-que y después-que. Y cada intento generacional de rechazo, sean los decadentes, las vanguardias o el postmodernismo, no han hecho más que reconocerse dentro de esta cota. 

¿Cómo ocurre?

G.D.F., Destrucción en el mar de hielo, 1823.

La modernidad es dura, es decir, no dura. 

La modernidad no es moderna en sí, porque no dura. No dura porque su discurso le es ajeno. No le encarna. No es ella hablando de sí; es ella, como si fuera otro, hablando de otro.

Dicho en términos morales: La modernidad no es moderna porque no hace lo que dice. La modernidad nos engañó a todos. Peor, se engañó a sí misma. Hay un precio, cómo llamarle desde lo romántico... sentimental (de ahí el ressentiment moderno, que dejamos para un segundo post).

Esta es nuestra primera respuesta provisional al título del post.

¿Y no será que lo que sostiene a la modernidad no es una sustancia, sino un símbolo?

La modernidad como discurso 

J. Habermas es de la opinión que la modernidad persiste en tanto cualquier desarrollo posterior la rechaze o la abrace. Algunos apuntan que esto es una falacia de ipse dixit. Otros aceptan a regañadientes. De ahí la hipótesis de Peter Berger: la modernidad despoja al individuo de subjetividad, alienándolo, y convirtiéndolo en "vagabundo mental". 2
 
Y por ello la post-modernidad vive colgada de la modernidad cual adorno passé.3 

La tesis nos interesa. No podemos tratar de seguir resolviendo los problemas que la modernidad presenta sin (de algún modo) volver a ella. Los post-modernistas cayeron en la paradoja de la media unidad; zafarle al muerto con el muerto a cuestas.

El punto más revelador de la tesis habermasiana es que lo que sostiene a la modernidad es un discurso

Habermas no lo dice explícitamente: la modernidad existe en tanto que ofrezca una esperanza. Por ello podría existir -incluso- aunque no se sienta su efecto como antes. Hablando como los antiguos: Schiller diría que Goya se equivoca cuando dice que la razón produce monstruos (se equivoca porque también los puede matar).

La modernidad puede estar en cuidados intensivos, pero sigue ahí, indeleble.

G.D.F., La abadía entre los robles secos, 1810.

¿Cómo sabemos que la modernidad está moribunda? 

Para comprender qué le queda como reserva, debemos ir atrás al momento de toma de conciencia.

De la misma manera que una generación es capaz de identificar el principio de una época, otra puede y debe ser capaz de descubrir su final. 

¿Qué le ofrece la modernidad a esa generación romántica? Kant y Schiller proveen dos tesis fundamentales: primero: la modernidad nos hace crecer y segundo, nos hará libres.  

Cito a Kant de su famoso tratado Qué es la ilustración:
La ilustración es la salida del hombre de su condición de menor de edad de la cual él mismo es culpable, tal condición es producto de cierta ignorancia, La minoría de edad es la incapacidad de tener que depender de otro. ¡Sapere aude! ... la pereza y la cobardía son las causas de que la mayoría de los hombres permanezcan con gusto como menores de edad a lo largo de su vida, por lo cual le es muy fácil a otros el erigirse en tutores. ¡Es tan cómodo ser menor de edad! (mi itálica)
Ser menor de edad no saber cómo, y no se sabe pues no se tiene el lenguaje con qué leer los signos de la época. Ser menor de edad es carecer de herramientas para forjar una época. 

Kant prosigue:
Ellos, después de haber rechazado el yugo de la minoría de edad, ensancharán el espíritu de del valor propio, de la vocación que todo hombre tiene. La de pensar por sí mismo.
Para Kant hay una diferencia entre naturaleza y libertad (no así para Schiller, quien ve en la naturaleza como un reino de las cosas).4

La tesis central de Schiller en sus Cartas sobre la educación estética del hombre es la siguiente:  

... para resolver en la experiencia el problema político, es preciso tomar el camino de lo estético, porque a la libertad se llega por el camino de la belleza (Carta 2, p. 12)

Es decir, tratar de resolver el problema político del humano. 

Ahora tenemos dos polos: uno epistemológico, el otro político. ¿Resolvió la modernidad este dilema? La respuesta no es tan fácil. 

Decir NO, es caer en algo tan moderno como Marx. 
Decir SÍ es vivir de espaldas a la realidad. 

La solución sea un en parte. Y automáticamente pasar al siguiente capítulo.

No caigamos en la aporía post-modernista que aún cree resolver el problema político atacando a la modernidad como si esta tuviera un plan macabro con la humanidad (de ahí salen las rabietas "modernas" de Žižek). 

La modernidad nos convenció del cuento. Las generaciones modernas vivieron engañadas toda una época (acerca de la época). Y en esa tumba enorme siguen enterrándose tanto apologistas como combatientes internacionalistas.

G.D.F., Tumba enorme a la orilla del mar, 1806.

Es tiempo de cerrar el capítulo. Salir y respirar aire fresco. 

Los románticos nos pueden dar una mano. Podríamos compartir el entusiasmo de Hölderlin en su poema El joven a sus juiciosos consejeros:
Es inútil: esta época estéril no me retendrá. Mi siglo es un azote. Yo aspiro a los campos verdes de la vida y al cielo del entusiasmo. Enterrad, oh muertos, a vuestros muertos, celebrad la labor del hombre, e insultadme. Pero en mí madura, tal como mi corazón lo quiere, la bella, la vida de la Naturaleza.
(continuará)

_______________  
1 Si la modernidad fuera tiempo no pudiera ser época. No transcurriera. Cuando hablamos del barroco nos referimos a una época entre el siglo XVI y XVIII. El tiempo, en tanto que tiempo, no transcurre. El tiempo hace cambiar las cosas.  2 Peter Berger, The Homeless Mind: Modernization and Consciousness (Random House, 1973).No es que la post-modernidad sea moderna consustancialmente. Calinescu habla de "caras" pero nunca establece qué es una cara.

 3 Sobre Schiller escribe su amigo Eckerman:
Miraba hacia el mediodía, de manera que podía seguirse, a varias horas de distancia, la hermosa corriente del río, interrumpida a veces por el boscaje y las curvas. Se dominaba un horizonte muy amplio. Se podía observar muy bien la salida y puesta de los planetas, y había que confesar que el sitio no podía ser más adecuado para inspirar la parte astronómica y astrológica del Wallenstein. (Vea, Johan Meter Eckermann, Conversaciones con Goethe. Barcelona: Ed. Océano, p. 522).
  4 De acuerdo a Habermas, esta es precisamente la posición de pensadores como Nietzsche y Heidegger.

miércoles, 8 de septiembre de 2021

EL TRATADO DEL BESO


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Aquí un raro texto. E
l tratado más largo que se conozca consagrado al beso Opus Polyhistoricum. . . de Osculis, del sabio alemán Martin von Kempe (1642-83), compendio de 1,040 páginas llenas de citas y fuentes clásicas, bíblicas, legales y médicas, entre otras, tras el empeño de publicar la enciclopedia del beso. 

Son más de veinte los tipos de besos listados por Von Kempe (entre ellos): 

1- el beso de la veneración, 

2- el de la paz, 

3 - los dados por cristianos a imágenes y reliquias, 

4 - besos paganos a sus ídolos, 

5 - el beso sobre el pie del Papa, 

6 - el besuqueo entre superiores y subalternos, 

7- el baiser de las ceremonias académicas, 

8 - la carantoña lujuriosa de los amantes, 

9 - el chupetón adúltero, 

10- el babeo de las parejas, 

11- la felación (también llamada en el argot adicción chambelona)

12- el muá de la conciliación, 

13- el beso del contagio (covid de por medio), 

14 - el beso hipócrita,  

15 - el beso de Judas. 


________

Añado apuntes triviales:

El beso debe ser polisémico, otorga deferencia, obediencia, respeto, acuerdo, reverencia, adoración, amigabilidad, afecto, ternura, amor, superioridad o inferioridad. ¿Eh?

El besuqueo puede ser unilateral -o recíproco.  

Se cuenta que los romanos eran besadores empedernidos, algo que heredan los primeros cristianos, quienes aportaron el "beso santo", ritual de la ceremonia eucarística. 

El beso puro de amor. De ser Paris en el siglo XXI le diría esto a mi Elena: 

Antes de partir Elena/ deja que estampe en tu frente/ un beso puro y ardiente,/ como del ángel la fe.

¿No dejaron de besarse los protestantes en el pío siglo XVI? 

El beso ilumina. Uno de mis poetas menores favoritos, Amado Nervo, escribe:

Yo ya me despedía... 

y palpitante cerca mi labio de tus labios rojos,

"Hasta mañana", susurraste; 

yo te miré a los ojos un instante 

y tú cerraste sin pensar los ojos 

y te di el primer beso: alcé la frente 

iluminado por mi dicha cierta.

El beso ha perdido su carácter chamanístico para ganar en erotismo. 

Especulan odontólogos que la odontología (y su triunfo sobre la halitosis) ha convertido a los labios en una zona erógena. Non ci credo. 

Nada más antipolíticamente correcto y covidiano/vigésimo-primero, hoy por hoy, que un beso con lengua, largo y sabroso.

lunes, 6 de septiembre de 2021

la hawaiinización de la felicidad

curandera, ale de la torre, 2020

alFredoTriFf

Vivimos tiempos pesimistas. 

¡Van tres generaciones futuras, la milenaria, la Z... hasta la ALFA, que se la pasan de llanto en queja! 

A coro vociferan: 

¡Al mundo le quedan doce años! 

Un escritor trendy: Andy Martin alimenta el fuego: 

Es menester crear una filosofía contra la felicidad.

El pesimismo es una pose de quejicos ansiosos. 

Master E.S. ars moriendi, alto medievo.

felicidad lost in translation,


La felicidad se le escapó a occidente en algún cuarto oscuro donde un escriba borracho trastocó una traducción de Avicena de Aristóteles por un tratado de Plotino. 

Llega el siglo XIV con la Peste negra y acaba. Los flagelantes, ars moriendi, el barroco del siglo XVII es un éxtasis por la felicidad en los cielos.     

Con la expansión naval europea hacia el nuevo mundo, a partir del siglo XVIII, la felicidad vuelve al tapete. La obra El nuevo mundo descubierto por Cristobal Colón, de Lope de Vega, provocó discusiones apasionadas en los círculos cultos de la época. 

¿Es el sueño de Lope la anticipación del goce, y no así la ingeniosa respuesta de Calderón, en opuesta regresión escolástica?

¿Qué es la vida? Un frenesí/¿qué es la vida? una ilusión/ una sombra, una ficción/ y el mayor bien es pequeño/ que toda la vida es sueño/y los sueños sueños son.

Asómase la felicidad en pleno siglo XVIII, durante el apogeo naval inglés, ahora convoyada con la aventura (del francés aventure: chance; o mejor, accidente). 

facsímile de la primera edición de Las aventuras de Robinson Crusoe, Daniel De Foe,

Robinson Crusoe de Daniel Defoe ejemplifica: al final de la novela, el héroe pasa revista a 20 años de su vida perdida en una isla desierta. ¿El saldo? La aventura valió la pena.

Louis-Antoine de Bougainville en Voyage autour du monde (1771) confiesa, con visos de escepticismo, que la razón de sus viajes...

... no es descubrir... sino alcanzar la felicidad. 


daguerrotipo de Schelling, 1848

La felicidad del novecento se debate entre el positivismo y la naciente sicología. Si fuese física la felicidad se haría redundante definirla. La alegría permanente es imposible. Si se prolongara tal estímulo terminaría agotándose (la condición bipolar de nuestros días). 

En el volumen II de su Filosofía Positiva (1895), Augusto Comte dedica a la felicidad siete menciones. Una de ellas: 

... la felicidad del hombre depende de la armonía entre sus facultades y el sistema de circunstancias que gobierna su vida.

romántico eres y el polvo volverás

El romanticismo le canta a la naturaleza mientras predica un desdén por la vida (caterva de poetas, pintores y compositores geniales, amén de tuberculosos y sifilíticos). 

El desdén determinista está en la propia naturaleza que le llega al joven Federico Schelling. Tiene que haber en la naturaleza una relación precisa entre la causa de las cosas en el mundo cognoscible. Lo negativo (infelicidad incluida) depende de cosas particulares operando sobre la vida humana.

El joven Schelling lo anuncia: 

... la tragedia es la reconciliación de la libertad.  

¿Tragedia? Ni felicidad ni infelicidad. La felicidad romántica es una idea maltrecha, siempre cambiante, casi eléctrica, desprovista de teleología.

Por otra parte, el "exotismo" satura la conciencia europea de finales del siglo XVIII. Síntoma que alcanza plenitud en pleno siglo XIX, cuando el paraíso vuelve a la tierra. 

la hawaiinización de la felicidad

La pregunta: ¿fueron Adán y Eva felices en el jardín? es explorada en en siglo VI en la apócrifa carta de Bernabé. Jesús presenta el paraíso como una segunda creación: 

... he aquí que hago las últimas cosas como las primeras. 

La salvación está en regresar al paraíso, pero ¿cuál? 

Les presento a Paul Gaugin, preclaro simbolista que buscó el paraíso no en "esta capital (París) enferma". La tierra prometida está al otro lado del mundo.

la felicidad de Gaugin era de orden estético (De dónde venimos, qué somos, a dónde vamos, 1897)


El trayecto de Gaugin sugiere dos hipótesis: 

1. La apriorística: 

Si la felicidad existiera como a priori ideal fuera de la experiencia, no hay contradicción alguna en imaginarla sin sufrimiento. Tal conclusión es imposible para un artista maldito como Gaugin. 

2. La aposteriorística: 

La felicidad que coexiste con el sufrimiento es un vaivén gelatinoso indefinido (no el balde las teodiceas de patricios como Agustín de Hipona  e Ireneo de lyon la prohíben terminantemente). Para Gaugin es una cobardía abrazar la infelicidad por el mero maltrato de una felicidad abortada. 

Gauguin, el sifilítico fideísta, móntase en el barco anti-moderno buscando el bon sauvage de Rousseau y descubre lo inusitado. 

Aquí un telegrama de Gaugin casi al final (nunca enviado desde Tahití a su confidente Camille Pisarro): 

Soy miserable en esta isla de mierda. 


frontispicio de Civilización y sus descontentos, primera edición, 1931, Viena

En Civilización y sus descontentos, Sigmund Freud detalla tres razones para nuestra miseria, cada una tiene que ver con expectaciones truncadas: 

1ro, la religión, por defender la idea de una vida en el más allá; 
2do, los viajes del siglo XVIII que he referido arriba; 
3ro, ¡el propio sicoanálisis! confusión de síntoma por dolencia es suficiente para increpar la tácita hawaiianización de la felicidad.  

¿Dónde está tu Hawaii?

lo insólito de la eudaimonia

¿Por qué todo uso termina en abuso? La historia distorsiona el sentido original de eudaimonia. No se trata de algo pretérito y sobrenatural. 

Aristóteles nos trae buenas nuevas.

Primero, con tenerla es suficiente. Segundo, es propia de un comportamiento tan extraordinario como simple llamado carácter. Hacer lo debido en cada momento en cada situación.

¿Soy feliz?

Pregunta vacua (responde Aristóteles acariciándose la barba).

Si soy feliz no tendría manera de saberlo (someter la eudaimonia a un intercambio de valores no resuelve el asunto). Siempre uno se halla en falta.  ¿Qué tal si soy feliz desde ayer? Nadie puede ser bueno instantáneamente sin un punto de comparación. 

Dogen Kigen en su apoZento

Es como si eudaimonia y el wu-wei Zen se dieran la mano. 

Aparece el maestro nipón Dogen Kigen, imperturbable desde su insilio en el monasterio Eihei-Ji. 

Un discípulo le pregunta: ¿Maestro Dogen, qué es el Zen? Dogen responde con cara imperturbable: 

nada en particular.