jueves, 1 de enero de 2015

por qué la normalización se merece un capítulo

¿quién puede negar la aplastante realidad geopolítica entre cuba y EEUU?


alfRedO tRifF

desde los anuncios simultáneos de obama y raúl castro sobre la normalización de relaciones diplomáticas, se han vertido opiniones a favor y en contra del deshielo. una buena pieza "en contra" es la de andrés reynaldo titulada los regalos de obama, para diario de cuba.

reynaldo abre con esta salva:
El restablecimiento de relaciones con EEUU puede haber asegurado la transición dinástica de la dictadura, que ya tiene posicionadas a su segunda y tercera generación en los puestos de mando de la política y la economía.
sin duda. la dinastía va en camino, pero eso viene andando hace rato, e independientemente del reestableciemiento de relaciones con EEUU. claro, reynaldo implica que lo que ya existía ahora se afianza. pero esta afirmación es un espaldarazo a la historia: nada puede haber "asegurado" más medio siglo de dinastía castrista que el permanente diferendo cuba/EEUU. 
Por más de medio siglo, la renuencia de EEUU a aceptar la dictadura castrista marcó una posición condenatoria en la arena internacional. De esa raya en la arena se aferró la oposición interna y externa frente a las habituales indiferencia de Europa y el compadrazgo de la mayoría de los gobiernos latinoamericanos.
ni internacional ni necesariamente condenatoria: descontemos a europa occidental, que desde los 60 siempre estuvo incómoda con el embargo norteamericano. ¿áfrica y asia? aliados de cuba en la organización de países no alineados. queda américa latina, que repudió a cuba en foros internacionales durante los 60 (no así desde fines de los 80 en adelante). la resistencia eran EEUU en solitario y el exilio cubano, pero ser los copilotos de EEUU en la guerra fría nos hizo perder mucha legitimidad internacional. por supuesto que hablo desde el futuro de esos eventos. ¿había otra opción para el exilio? posiblemente no.

continúa reynaldo:
El modelo raulista es de una represiva perfección cleptocrática. Sus iguales no están en las dictaduras colegiadas de China y Vietnam, ni siquiera en la mafiosa Rusia de Putin, sino en las dinastías postcomunistas de Africa: Angola , República del Congo, Guinea Ecuatorial, por citar.
¿cleptocracia? definitivamente. pero la china no se salva de ese defecto de fábrica. empero, traer el modelo africano a colación ignora un aspecto fundamental del asunto que nos toca, es decir, el comercio entre cuba y EEUU es una realidad de proximidad geopolítica. yo diría, un destino geográfico. 

está el factor exilio que reynaldo -incluso- apunta:
... una amplia red de agentes de influencia, poderosos empresarios (algunos de ellos cubanoamericanos) y líderes congresionales en Estados Unidos. Cuenta, además con ... los grandes intereses de Washington y el ala izquierda del Partido Demócrata. Unos lavan sus crímenes en nombre del progreso y otros en nombre de la distensión.
debiera mencionarse que hoy por hoy las remesas del exilio cubano pueden ser la segunda fuente de riqueza de cuba. y eso dice algo muy importante a favor de la normalización. esa entrada de dinero miami-la-habana ocurre, pese al embargo y las tarifas abusivas del régimen y sin un intercambio legal y normal de oferta y demanda para ambas partes.

¿por qué descartar la posibilidad de un socio comercial tan natural como el exilio cubano?

si bien es cierto que el comercio es adepto "lavando" crímenes, no olvidemos que esos crímenes de que hablamos han tenido lugar sin comercio alguno. reynaldo insiste en lo que yo llamaría falacia asociativa: el comercio y el abuso de poder no implica que el primero cause el segundo. asociación no implica causación.

el abuso del poder, la corrupción, el compadrazgo, no son problemas necesariamente económicos, sino estructurales del castrismo. puede discutirse que en un contexto de normalización los consabidos excesos castristas parecerían más obvios (por mucho que la maquinaria del sistema trate de evitarlo). con canales abiertos de frenos y balances en las transacciones internacionales es más difícil obrar como si cuba entera fuera una finca privada.

lo que me lleva al punto moral y eje central de la pieza de reynaldo.
En el exilio, la categoría de los celebrantes no permite dudas de estar viviendo un humillante y retrógrado punto de inflexión en nuestra historia, preñado de desmemoria, deshonor y codicia. (...) Estamos enfermos del pusilánime prurito de ser tolerantes frente a un mal radical. (...) Hemos sido así de mansos y obtusos que hoy son esos mercaderes de la reconciliación quienes se presentan ante el mundo como los legítimos representantes de una "diáspora" ansiosa de complacer a los verdugos de la nación.
¿"categoría de celebrantes"? ¿"tolerantes frente a un mal radical"? no excluyo que reynaldo habla sinceramente, incluso con razón (si se encara la realidad de una historia de medio siglo llena de injusticia y dolor). el peligro está en la hipérbole del párrafo anterior que intoxica la discusión con una retórica -vale apuntar- no muy ajena al discurso del otro lado. es cierto: la historia está ahí, no puede desahacerse, pero el futuro también está ahí y queda por construirse.

reynaldo sabe que 62% del exilio está a favor de una normalización. calificar ese porciento de "enfermos", "pusilánimes" es apresurado, incluso injusto. no hay argumento para decretar que alguien a favor de la normalización sea "obtuso". "normalización" no implica en lo absoluto "reconciliación" o ablandamiento con el régimen. EEUU tiene una embajada en moscú y sin embargo putin ha tenido que enfrentar sanciones de EEUU por su política expansionista en ucrania. ahora la popularidad del autócrata del kremlin está en peligro.

en un post anterior en tumiamiblog, a raíz de la noticia del deshielo, traté de explicar por qué la normalización tiene sentido: 1- la posibilidad de un cambio económico en la vida del cubano de a pie es importante inlcuso para el debilitamiento paulatino del castrismo. 2- el símbolo de la lucha antiimperialista (bandera diaria del castrismo para justificar su opresión interna) quedará muy debilitado. la normalización hace más difícil "la incertidumbre del mañana", que con tanta eficacia el castrismo usa para consumo interno.

ahora quisiera extender esa conclusión pragmática al punto moral que reynaldo desarrolla en su interesante artículo. precisamente por esa deuda histórica, por el dolor, por la injusticia y por el reclamo desoído, es que la normalización se merece un primer capítulo.

2 comentarios:

Andrés Reynaldo dijo...

Farid, gracias por tus opiniones, siempre iluminadoras. Dos observaciones: 1) Las opiniones tóxicas también forman parte del debate, de hecho, hasta pueden ser catalizadoras. Siempre cabe la pregunta: ?tóxica para quién? 2) Me opongo a satanizar una respuesta radical contra un mal radical. La historia demuestra que, lamentablemente, a veces sólo una respuesta radical puede acabar con un mal radical. Más aún, a veces el mal radical no deja otra opción moral que una respuesta radical. Por tanto, no se debe descalificar la respuesta por ser, en efecto, extrema. El desembarco de Normandía fue la respuesta radical al mal radical del nazismo. Mi abrazo de siempre.
Andrés.

Alfredo Triff dijo...

Más aún, a veces el mal radical no deja otra opción moral que una respuesta radical. Por tanto, no se debe descalificar la respuesta por ser, en efecto, extrema.

interesante respuesta, me gustaría que desarrollaras esa idea del mal radical. gracias, andrés.