viernes, 27 de junio de 2014

¿Puede "lo feo" llegar a ser bello?

via BOOM

alFredoTriF


Presento al pintor Seth Alverson.

Lo que ven aquí ilustra un tema difícil en el arte. Apunta ... ¿cómo decirlo para retomar esa palabra en desuso? Lo feo.

¿Qué es lo feo?

Lo feo se ve, dicen algunos. He aquí la redundancia: lo feo puede que no sea un hecho. La mano deforme de seis dedos de Alverson ¿es fea de hecho?

Y si lo anormal es feo, ¿cuál es la razón?

Hablo de esa parte del brazo humano localizada debajo del antebrazo, que se usa para agarrar y que comprende la muñeca, la palma, cuatro dedos y un pulgar opósito y prensil. 

La mano de Alverson, eso sí, es polidáctil. 

Otra pregunta no capciosa: ¿cuán "anómalo" es lo anormal? 

Wikipedia, bajo el tópico congenital disorder reconoce algo sorprendente: 

la mayoría de la gente tiene anormalidades menores si se examinaran cuidadosamente.


Arriba tenemos la mano de seis dedos (observe que el sexto dígito entre el anular y el índice, tan simétrico que se hace imperceptible.

Lo "anómalo" posee ya una cierta normalidad. O mejor, el proceso de normalización deberá aceptar un sesgo de anormalidad no incluida.  

Aquí está Smashed Face.

Smashed Face, 2013

No sabemos si "aplastada" es una expresión literal o peyorativa. Alverson halla remanso en lo teratológico

No olviden que "cara aplastada" es arte. 

Un juego a ser otra cosa. Smashed Face es una especie de als ob, o como si fuera, la figura retórica preferida de Hans Vaihinger.

En el universo de caras normales "cara aplastada" parece "como si fuera"... ¿qué? 

Suave, "como si fuera" de poliespuma; entre ridícula y lastimosa.

La normalidad requiere consenso. ¿Pero los hechos? No creo.

Imaginemos a cara aplastada en ese lugar llamado Twin Earth

Allí las caras de la mayoría son "aplastadas" (ellos no lo ven así). En la tierra debe pasar algo similar. 

Immanuel Kant (feo él, dicen) se metió en el asunto. 

Lo que sigue es una exploración rápida del tema.
Para decidir si algo es bello o no ("lo feo") relacionamos la representación por medio del entendimiento (Verstehen) del objeto aprehendido por el conocimiento (Wissen). Lo que provoca el sentimiento de placer (lust) o disgusto (unlust) está relacionada por medio de la imaginación combinado con el entendimiento. (CoJ, 203)
Feo no es un hecho, aunque eso necesita explicarse. Cuando decimos eso es "feo" no expresamos un hecho, tampoco expresamos un sentimiento de tipo moral ( feo no puede ser reducido a lo moral, como si dijeramos: 

lo feo es malo.

El placer estético consiste en una avenencia (Stimmung) entre la imaginación y el entendimiento. ¿Qué es la imaginación? Es facultad creativa de la mente. Tiene la habilidad de transponer ideas y de cambiarlas. Es facultad de entretener y crear nueva ideas que no están dadas en la experiencia. 

Vean esto:

La imaginación se le escapa a la realidad. 

Cuando contemplamos lo feo sentimos una sensación de disgusto. Y damos por sentado que podemos justificarlo. Pero mi justificación no es irrevocable. Alguien puede estar en desacuerdo y apelar a su propio gusto. 

Tengo una alumna querida que odia a Picasso ("esos garabatos puedo hacerlo yo"). A mi prima Odette le repugna el brócoli ("parece radioactivo"). Es el gusto de ellas. Un crítico estimado odia el mango. No menciono la fruta en su presencia. 

Les presento el "juicio del gusto"(Geschmacksurteile). Hay que darle vueltas a esto.  

¿Cuando apelo a mi gusto, no prejuzgo ya un estándar que me sirve de constante anterior (y acaso basado en el consenso? 

Es lo que se llama tradición. 

Pero hay un problema. Si la verdad se funda en el consenso, habrán tantas verdades como consensos sean posibles.

No hay ningún 97% de consenso de nada. Kant sale de la trampa con una transacción conceptual "a tierra": 

Todo juicio del gusto es a la vez particular en su sentir y universal en su alcance. 

Universal en su alcance. Kant le puso sensus communis.

El otro día en Versailles dos muchachas americanas me preguntaban qué era eso (apuntando unos pasteles de guayaba). 

"They're guava patties". 

"¿Guava? ARRGH", la americanita se estremeció con cara de asco.

¿Mi reacción? "It's pretty good". 

Soy fan del pastel de guayaba porque me crié en eso. Para la americanita era un sabor feo. 

Otro pasaje kantiano: 
El gusto por así decirlo causa una transición de las delicias del sentido al interés moral. La razón es que se representa en la imaginación, la cual, en su libertad, es afín al  entendimiento. (CoJ, 354)
No es que el gusto tenga contacto con lo moral, sino que el primero provee una transición, "como si lo fuera" (especie de símil conceptual). 

Kant añade que el arte tiene una dimensión "moral" en tanto que la finalidad del arte sea placentera (independientemente de todo interés). 

¿No discutimos temas estéticos "como si fueran" morales? Aquí tienen un ejemplo. 

El arte puede presentar lo feo como bello... y viceversa.

Otro kantazo:
(...) el arte de la escultura ha excluido de sus creaciones cualquier presentación directa de objetos feos, ya que en su obra casi se confunde con la naturaleza. En cambio, ha permitido que lo feo sea presentado como alegoría --por ejemplo, la muerte de una bella doncella, y por lo tanto ha permitido que sea representado de manera indirecta por medio de una interpretación de la razón más por un poder meramente estético del juicio. (CoJ, 178)
Ahora llega el asco (Ekel) asociado con lo feo:
(...) Sólo hay un tipo de fealdad que no puede ser presentado de conformidad con la naturaleza sin destruir todo gusto estético y por lo tanto la belleza artística, es decir, la fealdad que despierta asco(CoJ, 172)
ella se cree bella, ¡oh! esos labios

¿La geta de arriba da asco?

Yo diría que esa belleza ha sido apabullada por la exageración labial. 

Gustav Doré explorando la belleza de lo malévolo

¿Puede Satanás ser bello? Lucifer lo era. 

La moral y la belleza son reacios compañeros de viaje. De ahí el interés de Kant de resolver el problema del juicio estético (Geschmacksurteile).

La mujer bembona de la foto no parece posar para la foto; no sería suficiente para salvar el escollo kantiano de que el arte no aparenta tener "finalidad".

El arte produce la intención de ser acompañado con el placer.

¿Podría dicho placer ir acompañado de fealdad?
... De ahí el carácter definitivo que el producto de las bellas artes sea intencional, aunque pueda tener la apariencia de no serlo. Es decir, la obra debe ser presentada como si fuera naturaleza, aunque sepamos que es arte.
Lo bello no puede conocerse. Simplemente se siente. 


Useless Foot, 2014

¿Podría considerarse lo feo como un modo menor de belleza? 

(Platón nunca resolvió el dilema).

1 comentario:

Iván dijo...

Estaría bien una expo con un mano a mano entre Seth Alverson y Erwin Wurm. Pintura y escultura; y realismo "distorsionado". En esa línea Lucien Freud, me gustaba también Jenny Saville, pero la he perdido de vista. Saludos tumiameros.
IváN