domingo, 10 de octubre de 2004

El amor de una mujer

Por Alfredo Triff

La mujer sigue sentando pautas y marcando momentos transcendentes. Y puede que algunos de nosotros logremos apreciar qué significa todo eso. Mas no del todo. Es difícil –siendo hombre. Más difícil es entender la distancia de ese algo cercano y desunido. Un doble otro, amante, objeto sexual, hermana, amiga, partera mayor. Siempre entre sombras y ensueños imposibles. E imagino una señal que redima esa inútil disputa de lo “genuino” o “legítimo” del amor de una mujer, pues ella siempre cumple. Y su promesa desafía todo cómputo siniestro: Lo amargo y lo dulce se escapan a una enramada de razón y lo dulce se torna amargo y al revés. Lo que nunca cambia es esa certeza de que el amor de una mujer no podrá nunca ser medido.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Lindo que resaltes estos temas, tan dejados de lado por la tonta creencia de que ya eso está superado o por temor a los cartelitos.
Ah, cuánto falta.
En una de sus entrevistas Elfrede Jelinek (sólo 9 mujeres han ganado este Nobel) declara:
Acabo de leer que "esta vez una mujer ha ganado el premio". Pero no debería siquiera sorprender, porque más de la mitad de los escritores son mujeres, y mucho más de la mitad de los lectores. ¿Por qué es algo raro que una mujer reciba el Premio Nobel?
Ojalá, Alfredo querido, muchos hombres aprecien por fin esa otra mitad del mundo con otros lentes, sin tanto condicionamiento cultural heredado por siglos. Por el momento, la mujer sigue siendo percibida como "ciudadana de segunda" a pesar de tantos pasos dados en 111 años. Apenas nada, si comparamos con los 2004 de vida "civilizada".

En cuanto al amor... ¿no deberíamos terminar la disputa (inventada por nuestros ancestros, no real), como dices, entre lo "legítimo y "genuino" de los dos o de ese número dos (digo, para extenderlo a todas las parejas del planeta) en eterna fricción?
:-)
NG

Anónimo dijo...

Te copio, Nancita. Tienes razón, y tu nota tiene un sabor social que la mía descuidó. Solo que en la madrugada (entre humo y alcohol) un hombre halla el coraje de tramar un párrafo que le ponga la cabeza en orden. La mujer es un sagrado misterio...
AT

Anónimo dijo...

Acabo de discutir
con la partera mayor
y, aunque me duele el dolor,
no lo voy a dividir.
¿Vivir es eso? ¿Pedir
lo que no te pueden dar?
Aunque me quiera zafar,
que dos se convierta en tres,
voy a pasar este mes
con ella, mirando el mar.

(patada lateral)

Anónimo dijo...

Hacia unos dias queno entraba. Estuve en Orlando paseando a la vieja, la mujer y la suegra. Muy a proposito con el tema de hoy. Mi vida ha sido regida por mujeres, y de casi todas puedo sentirme orgulloso. Felicidades, veo que la cosa cambia y mi nombre esta entre los famosos. No como Patada lateral... oye mi socioooo le diste la patada! Me gusta tu estilo de poeta belicoso (cuando le llevas la contraria a Triff)... o belicosa. Va y eres mujer y quedo despretijiado.
El penoso

Anónimo dijo...

Triff, despues de esto hay que hacerle un post al hombre, aunque solo sea por mantener la apariencia. Si no me voy a creer que estas parcializado con otra escritora feminista de este blog. Igualdad caballero!
El sin piedad

Anónimo dijo...

Welcome back, Penoso. Cargaste con un montón de mujeres pa’ Orlando. Te imagino en el auto (de chofer) con tu mamá cantando a coro con las otras las canciones preferidas de cuando eras niño. Vaya... como quién dice una verdadera prueba de nervios. Sin piedad: me parece que Patada lateral es del género masculino (si lees bien su post). Aunque es sólo una conjetura. No veo el desprestigio por ninguna parte, a no ser que te creas demasiado lo que dices. Pero lo dudo... te imagino un tipo afilado, con una bilis temperada para esos con la pluma pesada. Sigue tirando...
AT

Anónimo dijo...

Ciento por ciento contigo. Que vivan las mujeres!
Ojo pinta