domingo, 9 de junio de 2013

notas de cuando el jazz y el rock debutaron como amantes



En 1968, el rock se había adueñado de clubes y plazas, por lo cual parecía que el jazz estaba destinado a languidecer  ante la nueva ola acústica. La audiencia jazzística se mostraba desconcertada por esos días. Incluso ya se podían notar las deserciones. Pero ocurrió entonces que el baterista Tony Williams tuvo la idea feliz de poner en manos de Miles Davis un disco de rock para que lo escuchara. Lo que ocurrió entonces fue un acto de amor y es posible escucharlo parcialmente condensado en este material que colgamos en Tumiami. La nómina que consagraría la mezcla sagrada en In a Silent Way la integraban:
Miles Davis - trumpet
Wayne Shorter - soprano sax
Chick Corea - electric piano
Herbie Hancock - electric piano
Joe Zawinul - organ
John McLaughlin - guitar
Dave Holland - bass
Tony Williams – drums
Talento de sobra para lograr un pacto que tan solo puede caducar cuando la muerte lo disuelva. Solo que la música, a diferencia de los amores terrenales, nunca ha dado fe de morir.

El álbum In a Silent Way, con su dosis sideral, ha sido el pionero de una infinita saga del jazz fusion. (JR).