domingo, 5 de junio de 2011

Julio Cortazar - El Perseguidor



Ningún escritor ha amado más el jazz que Julio Cortázar. Nadie lo ha hecho soundtrack del revés de los días como él. No se pudiera concebir Rayuela sin el jazz. En la época en que Cortázar escribió El perseguidor estaba en el ojo de la tormenta del boom latinoamericano. Al igual que Charlie Parker -Johnny- cuando recreaba años atrás Out of Nowhere estaba en el ojo de la adicción. Ojo más ojo, aunque a destiempo, se convertirían en mirada a los vericuetos del vividor. Contemplación extasiada. Insomnio extasiante. El relato surge del binomio improvisador. Crónica de cazadores de nocturnidades inextinguibles, de vicio hecho ejercicio indispensable. Propuesta subversiva para los aprendices de vida. Para esos que tímidamente solemos asomarnos a las madrugadas. (JotaeRre)