lunes, 30 de mayo de 2011

Gil Scott-Heron - New York Is Killing Me



La poesía tiene también sus perros callejeros. Gentes como Bukowski, Roger Wolfe o el argentino Raúl Núñez.  Talentos que expelen su orinas en los guardacantones de la gran ciudad, repitiendo las urgencias del Neardhental entre asfaltos iluminados por el neón. Gil Scott Heron es otro tigre que creció equivocado de lugar. Otro animal incómodo para los devotos del confort y los trademarks. Se despidió para siempre este fin de semana derrotado por el SIDA mientras se bailaba al ritmo del hip hop en Ocean Drive. Y funeral y fiesta hallan su razón común en la ascendencia de Heron sobre el bramido inconforme de la horda urbana. Su música y su discurso se alejan de los aromas Dove y el narcótico publicitario. Sus letras suenan a sirena dramática que pulula en la nueva selva. Textos poéticos que han sobrevivido desde Woodstock relatando desencuentros hasta apadrinar la insolencia del rap. Escoger una pieza de Scott Heron más que una elección es un compromiso con una antología contestataria. Nos decidimos finalmente por esta versión de New York is Killing Me, intervenida por el inglés Jaime xx. Llegamos a ella por su calidad, donde el artífice del remix crea un set sonoro ideal para la garganta de seis pistones de Gil, reforzando el rugido trasnochado del afroamericano. Pero, sobre todo, porque la producción del remixer demuestra el culto que le profesan los nuevos talentos a ese genio  insobornable, furiosamente demonizado por el conservadurismo aristócrata. Una voz prodigiosa que en Manhattan pasaba de largo por las vitrinas de primera clase para detenerse a orillas de las cloacas. (JotaeRre)