martes, 27 de abril de 2010

Cuán desesperado puede estar un preso

Claudia Cadelo en Octavo Cerco:

Dile que deje la huelga, por favor, al gobierno no le importará que muera.

Me asusté un poco al principio ¿Quién les había dado mi número? Le pregunté y me dio una lista de desconocidos. 

El hombre estaba preocupado, sentí vergüenza de mi propia desconfianza. ¿Hay algún problema?, preguntó. No, ninguno, dime qué pasa y veré qué puedo hacer.

Lo que me contó fue esto: El preso Alexandre de Quesada Martínez , condenado desde el año 89 por atentado, está muy enfermo de los riñones y le niegan atención médica. Hace seis días se cosió la boca y dejó de comer, el personal de la prisión no le hace el menor caso y su deterioro físico es muy evidente. Su amigo estaba muy inquieto, me pidió ayuda.
¿Cuán desesperado puede estar un preso para llamar a una desconocida en el otro lado del país y pedirle socorro? 

Dile que deje la huelga, por favor, al gobierno no le importará que muera –no pude pedirle que también se descosiera la boca, era demasiado horrible.