lunes, 15 de septiembre de 2008

la catástrofe... la política... (o cómo cambiar de casaca sin admitirlo)


Hace poco más de un año se suscitó una discusión entre blogueros: que uno en contra, que el otro a favor. El moderador de un conocido blog de asuntos cubanos defendía detalladamente, punto por punto, ese estado cincuentenario, vegetativo e inerte que se ha dado por llamar "E". Como es de esperarse entre cubanólogos, la tesis blandía luengos párrafos didácticamente subrayados (en colores, incluso) probando lo improbable, discutiendo lo indiscutible. Ahora, ante los nuevos cambios "coyunturales", la perogrullesca especulación de antaño cambia de-palo-pa-rumba a otra muy similar* -en términos de extensión y equívoco (ojo cuidado, que se mencionan filósofos de peso). La nueva tesis arroja de modo axiomático e ineluctable la relación cardinal entre política y catástrofe.
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* De acuerdo con la nueva versión, la política es, y no es, una ciencia; prevé fenómenos meteorológicos, se autodefine, es don, sociología, profecía y hasta filosofía. No en balde el autor concluye que hay “grandes y mediocres políticos”. El link al post de mayo (2007) parece haber sido afectado por condiciones biosféricas. ¿Coincidencias?