jueves, 5 de enero de 2017

Formas de sumisión para consumo de hombres


Rosie Inguanzo

La conversación con los amigos se torna jocosa cuando se pasan de uno en uno el teléfono celular con la imagen de la chica en bikini que baila en la televisión. Llega hasta mí y compruebo que está toda "hecha". Pero admirar la "belleza" deformada de X es meterte un cuento, digo. Un cuento hiperbólico y macabro. La hipertrofia que exhibe la joven es en muchos sentidos lamentable.

Primero, su "belleza" conlleva varias operaciones quirúrgicas y mucho material de relleno artificial —cuando no tóxico. Lo que va en detrimento de la salud de la chica. A saber, rinoplastia, estética dental o electrólisis, botox y fillers para agregar volumen a los labios y a los pómulos… implante de senos de silicona, liposucción e inserción de grasa en la zona glútea o rellenos de plástico en la zona glútea (debajo de los músculos), etc. Segundo, ella avasallaría su atributos únicos, digamos naturales, y lo haría para encajar en una canon estético deformado en el que ella vale lo que el tamaño de su trasero y el volumen de sus senos. Digamos que lo haría para el consumo de los hombres (y mujeres) que premian este estado de cosas.

Entonces, ¿cómo dejar a un lado lo que a todas vistas es hipertrofia perceptiva y baja autoestima? ¿Por qué a mis amigos no les causa el mismo malestar moral que a mí? ¿Por qué se autoengañan hasta el punto de verla "bella" (y no grotescamente deformada como la veo yo)?

Supongo que mis amigos tienen la visión atrofiada por la realidad aumentada donde lo mismo consumes una Coca-Cola X-large (y todas sus calorías de azúcar nocivas para la salud), que admiras el trasero desproporcionado de Kim Kardashian —modelo de belleza y seso hueco para estas jóvenes. Pero resulta que a mí me duele que las jóvenes ansíen ser vedettes como máxima aspiración para sus vidas. Sobrecoge que se desfiguren persiguiendo una imagen ridícula y distorsionada donde la norma es la hipertrofia. El paradigma es devastador.

Porque si no deseas lo mismo para tu hija ¿por qué lo celebras en estas chicas que se contonean semidesnudas en el televisor?

Luego vamos a TAP 42 y las camareras llevan unos shortcitos negros súper cortos y súper apretados —dentro de la (in)cultura machista lo micro sólo aplica a las prendas de vestir femeninas. Dice mi marido: "Pero está bien, ellas se sienten sexy vestidas así…"

No, no y no. ¿Por qué los camareros están vestidos normalmente? El shortcito es un requisito que no se exige a los chicos. ¿Por qué a mis amigos intelectuales no les salta a la vista la degradación de la mujer en tantos aspectos de la (in)cultura?

Celebrarlo es otra manera de fustigar socialmente a la mujer. Rebajadas a lo que mis amigos varones sobreestiman sin el menor resquicio de conflicto. Que no se lo hacen ellos, que se lo hacen ellas mismas, no me lo creo. Hay un deber moral con el 50% de la humanidad en desventaja social. Al macho predador heterosexual no le causa ningún conflicto ético, claro. Pero estas chicas no están emancipadas. No hay motivo de júbilo.

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