viernes, 27 de noviembre de 2009

Cura de espanto


Wendy Guerra
Ilustración: Atul Dodiya

Y que cierre la herida y que no quede cicatriz ni quejido cuando haga
el silencio que la noche ordena.
Ovillo de seda
Cuna concha cuchara balance o nido vacío
Nocturno de Chopin arpegios simples
En acertado tempo de un tranquilo andante
Yaquis que se clavan en el paso inquieto de tus pies cubiertos
Hijos duermen Padres descansan en paz Hombres viven lejos
Deja que la noche sane no encientas aparatos en lo oscuro
La madrugada esplende y viola el goteo de esa cuerda rota
Transcribe el insomnio en una mujer con ojos negros
Afloja la cuerda de tu cabalgadura despójate y regresa
Cuida la luz no te avives más que la luna del espejo
Que la noche calme la inclinación abstracta
Ese amargo sentimiento del que huyes
Traga insomne la fluorescencia más leve
Agua pura en vaso de toda la vida
Cura espiritual al alba cerrando culpas
Abriendo el cielo en una iniciación desconocida
Que se llama como tu país
Que se llama como te nombran con acento propio
Que se llama como te han llamado en sueños los más claros desconocidos.

6 comentarios:

  1. Que la noche calme la inclinación abstracta

    Me gusta esa frase que trae ese poder femenino que alimenta y promueve y depura la fuerza masculina de abordar lo impersonal.

    ResponderEliminar
  2. cada verso es como la cuenta de un collar
    collar de perlas maleconero
    que resplandece en lo oscuro

    RI

    ResponderEliminar
  3. ..que bien...Alfredo gracias por darme tu opinion de la musica que estoy haciendo...jajaja

    ResponderEliminar
  4. Esta muy sentido tu poema.HLM

    ResponderEliminar