sábado, 16 de agosto de 2008

Una familia abierta por los cuatro costados


Ramón Alejandro (de su libro inédito Adua la pedagoga)

La Biblioteca era un enorme mueble de caoba maciza de gran monumentalidad, y el edificio entero rezumaba una solemnidad muy castiza que contrastaba diametralmente con el buen humor y el relajito generalizado que animaba a sus numerosos huéspedes. Allí, algo amontonados, estaban viviendo Néstor Almendros, y el mulato Echegaray, que era un cuarentón con un par de ojazos azules de una gran belleza, y sus bolsillos siempre bien guarnecidos con los pitos de marihuana que compartía generosamente con el genial pintor Acosta León. También vivían Julio y Gloria Herrera Zapata, y Tomás Marais, Paco Castro, Guy Cuevas (más conocido por María Teresa) y su amiga inseparable, la inolvidable mulatica Isolda, quien quizás predestinada por su mismo nombre, terminó por desaparecer en Alemania secuestrada en vida por un enamorado oriundo de esas frías e ignotas extensiones continentales de mas allá del río Rhin y de los antiguos limes del Imperio Romano. Tampoco me olvido a aquellos dos prietos muy serios y estudiosos que eran hermanos jimaguas e hijos de un famoso campeón de boxeo cuyo nombre en este justo momento se me ha ido de la memoria. Y también venían de paso, muy a menudo, Severo Sarduy, Jorge Cagancho, y un sinfín de otros visitantes aleatorios y residentes fugaces que rebotaban y seguían de largo hacia otros destinos con el mismo ímpetu con el que llegaban. Ya sea porque hubieran tenido la suerte de conseguir acomodo por tener relaciones acogedoras en la misma ciudad. O que se fueran definitivamente a la Florida o a España, o porque se disolvieran en algún amor corrosivo como le sucedió a Isolda de cuyo destino nunca nadie supo nada más. Sin embargo, siempre permanecía constante cierto número de aquellos que se quedaban varados por largos años en esos parajes, aunque el número de los que rebotaban y seguían su camino por su propia cuenta fuese bastante mayor. Y eso era lo que creaba, afectivamente, un caldo de cultivo muy fecundo. Aquello era como un familión un poco descosido. Una familia abierta por los cuatro costados y extendida hasta el infinito virtual de toda una etnia en plena dispersión.

19 comentarios:

  1. Chisme aparte, vacilo el estilo de Ramon Alejandro.

    ResponderEliminar
  2. No pude entrar abajo en el reportage de Ingeborg Portales, por eso escribo aqui. Excelentes fotos. Tendriamos que rescatar el teatro a como de lugar. Muchas gracias por dejarnos saber que existe un teatro cubano en tan malas condiciones.
    AM

    ResponderEliminar
  3. me meto
    por el hueco de la cerradura
    parisina
    húmeda
    gris
    y
    ¡qué bueno
    que siempre nos acompañe el choteo!

    ResponderEliminar
  4. Un poema apropiado para tu escrito lo encontre sin buscarlo, am

    La Lluvia
    de Jorge Luis Borges



    Bruscamente la tarde se ha aclarado
    Porque ya cae la lluvia minuciosa.
    Cae o cayó. La lluvia es una cosa
    Que sin duda sucede en el pasado.

    Quien la oye caer ha recobrado
    El tiempo en que la suerte venturosa
    Le reveló una flor llamada rosa
    Y el curioso color del colorado.

    Esta lluvia que ciega los cristales
    Alegrará en perdidos arrabales
    Las negras uvas de una parra en cierto

    Patio que ya no existe. La mojada
    Tarde me trae la voz, la voz deseada,
    De mi padre que vuelve y que no ha muerto.

    ResponderEliminar
  5. Ramon estaba en el medio de la salsa.... toda esta aventura de Adua, quien es? me parece muy divertidos... el unico famoso que conozco es Sarduy. y alguno que otro de oidas (perdonen mi ignorancia).

    ResponderEliminar
  6. El chisme mientras mas bretero mas interesante.

    ResponderEliminar
  7. "Aquello era como un familión un poco descosido. Una familia abierta por los cuatro costados y extendida hasta el infinito virtual de toda una etnia en plena dispersión."

    Es la pura esencia que somos asi... descosidos. Y por el hoyito sale toda la mierda.

    ResponderEliminar
  8. Qué se ha hecho del autor de a la Manera de Arcimboldo?. Yo lo creía fuera de la ciudad.

    Amílcar

    ResponderEliminar
  9. Triff: siempre metiendose donde no lo llaman.

    ResponderEliminar
  10. Ano, 7:58pm: ¿No será que desdeñas el repique de la discusión? No veas enemigos donde no los hay.

    ResponderEliminar
  11. La mediocridad de Ramón Alejandro trasciende su pintura. Sus crónicas sobre Néstor Almendro publicadas en Penúltimos Días consagraron su condición de personaje gris que sólo puede darse a conocer a través de sus bajas pasiones contra sus amigos talentosos y exitosos en sus vidas y obras. Si Néstor Almendro hubiese estado vivo, Ramón Alejandro no se hubiera atrevido a tal bajeza como los de “Adua la Pedagoga”. Así mismo hizo contando de García York, porque García York no puede defenderse. Lo mismo hace, con mucha sutileza, con el pintor Julio Herrera Zapata (www.juliozapata.com) de quien se refiere de este modo: “...Julio y Gloria Herrera Zapata...”, cuando debería decir Gloria y Julio Herrera Zapata, ya que ambos apellidos son los del pintor, y Gloria no es siquiera su viuda. Sólo un mediocre puede buscar atención publicando la vida privada de quienes fueron sus amigos y de quienes hay tantas virtudes como seres humanos y como artistas que contar, estudiar e investigar.

    ResponderEliminar
  12. el especialista en pintura para ser el unico tipo verdaderamente claro aqui. R.A no tiene otra forma de lograr notoriedad que a traves de esos otros seres que estuvieron a su alrededor ... pobreza de ser y espiritud, no entiendo donde otros ven genialidad ...

    ResponderEliminar
  13. LA genialidad en R.Alejandro radica en la manera prodigiosa de reproducir su obra en giccle hasta la saciedad...o el choteo.
    Esa es la cosa,el verdadero choteo esta en la venta de fotocopias sobre tela de sus cuadros.Piensen, si no respeta su propio trabajo,como puede respetar a colegas que ya no estan conosotros?
    Palomo.

    ResponderEliminar
  14. De acuerdo totalmente con Canciobello y el especialista. Con plumas tan afiladas como la de A.T. y J.R. en este blog, nunca entendi como se le da tratamiento de "genio" a un pintor que no ha creado nada original, que no sabe dibujar, que no sabe transformar la pincelada en una sombra, en un claro/oscuro misterioso, que no ha aportado absolutamente nada a nuestra plastica, tan rica en pintores y artistas que de verdad han revolucionado la pintura. Y para colmo, escribe mal y con un contenido vomitivo, como vieja chismosa y envidiosa, lo unico "interesante" que dice es las intimidades de sus amigos.

    Cuidense en este blog, si alguien le ha contado una intimidad que no quisiera fuera publica. Si se lo esta haciendo a sus amigos artistas de su generacion, una vez que mueren, quien le dijo a uds. que no se los hara si les sobrevive a alguno de aqui?

    Seria bueno que el ojos critico de A.T. y J.R. escribieran realmente sobre la pintura de Ramon Alejandro, no como amigo, sino una critica seria a su "pintura", a ver donde estan los elementos en que se basan para volver la mediocridad en "genialidad..." Porque es una gran ofensa para quienes saben apreciar el arte. Y una ofensa, a los buenos articulos que aqui se leen.

    ResponderEliminar
  15. Con respecto a Ramón Alejandro, dejad que el tiempo diga la última palabra con respecto al pedagogo. Que le guste o no meterse en líos es algomuy propio de los artistas. Que tenga un ego enorme no es algo que él mismo niega.

    El pudoroso

    ResponderEliminar
  16. Excelente Ramon. Cagancho debe ser el aburrido de Jorge Camacho, pintor que solo ha podido vivir de las royalties de la obra de Reinaldo Arenas. Como sabe medio mundo.

    ResponderEliminar
  17. Ramon: Mediocre o genio?

    ResponderEliminar