domingo, 2 de marzo de 2008

Bitongo: "La pared" (versión libre)



Tumiamiblog

(Bitongo es un muchacho apagado, retraído, huérfano de padre e hijo de mamá. "La pared" transcurre en la Habana de la década del 80). 

Bitongo se la pasa encerrado en su cuarto (en un solar de la calle Dragones), mirando muñequitos rusos y tocando la guitarra. El padre de Bitongo, miembro de FEU, había sido asesinado por elementos contrarrevolucionarios en el año 1962. Sola y sin otra familia que su hijo, Azalia, la madre de Bitongo, se convierte en testigo de Jehová. El muchacho crece aislado y desafecto al régimen, su único escape es el rock y las pajas. En la escuela Bitongo se la pasa garabateando y escribiendo poesía concreta. El muchacho no se sabe el himno nacional y su postura jorobada al saludar la bandera parece irrespetuosamente afeminada. Un día le hacen un consejo de disciplina a Bitongo, le confiscan los dibujitos y lo obligan a leer sus poesías cacofónicas delante de todo el colegio. Estamos en los 80. Vemos a Bitongo durante "la castroika", hecho un rockero "friki" y enamorado de una muchachita taciturna (contratada por los compañeros del G-2 para que le lave el cerebro a Bitongo). El muchacho ha sufrido una metamorfosis: Todo lo que hace es mirar la serie "En silencio tenía que ser", comenzando a construir una metáfora sólidamente revolucionaria en forma de pared. Un 26 de julio Bitongo sueña que "los gusanos" le comen el cerebro. Para contrarrestar la influencia de "la escoria" nuestro protagonista construye un altar imaginario al partido del pueblo, se rapa la cabeza (nace su alter ego comunista). Bitongo es ahora "coordinador" de una brigada de respuesta rápida que reprime a los frikis. El sopor revolucionario termina dominándolo: Bitongo es llamado para que sirva de testigo en un tribunal perez-troiko. Inexplicablemente el juez cara-de-culo declara que ante la nueva situación perez-troika que atraviesa el mundo, la pared metafórica de Bitongo ha de ser derribada. (Arriba, dos escenas fundamentales de Pink Floyd: "La pared". La escena de las flores y la del juicio con cara-de-culo).

14 comentarios:

  1. Esta es la version cubiche de Pink Floyd. Me cuadra.

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  2. Bitongo. Adjetivo. Provincialismo andaluz.

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    En Santa Clara, un vecino del barrio que se había puesto una gorra en la cabeza me llamó 'niño bitongo' cuando yo tenía trece años. Ni él sabía a derechas lo que significaba la palabra ni yo tampoco. Yo hubiese adivinado entonces que 'bitongo' significa 'bilingüe' porque los de mi grupo escuchábamos discos de Paul Anka.

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    En esta historia, Bitongo parece ser retrasado. Estaba en el colegio entre los 25 y los 30. Esto se deduce de que le hayan matado al padre antes del 1959 y de que le hicieran el consejo de disciplina en la década de los ochenta.

    O mejor, para hacer la historia más picante, el muerto no era su padre. La madre lo concibió más tarde.

    Bito se refugia en el silencio porque es difícil conseguir paz y tranquilidad en el solar cuando se quiere tocar la guitarra y escribir poesía. Por eso construye su metáfora sólida y se enamora de una mujer taciturna. Esta parte me gusta mucho.

    Bito sueña. Luego vive su faceta comunista. Why not? Un juez le pide que deshaga su pared onírica. ¡Coñóoo! ¿Y qué pasa después? Esta parte me intriga, a.t.

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  3. Jack: Suponte que Azalia tuvo a Bitongo a fines del 58. En los 70 Bito termina la secundaria. En los 80 se hace rockero (en 1988 cumple 30). Has visto The Wall? Wl film no es muy explicito sobre que pasa con Pink despues que derrumba la pared.

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  4. En mi adolescencia, el grupo de pepillos emergentes admirábamos a Octavio un mulato rancio hippie que hiciera de las chancletas mete dedos, los jeans ripiaos y el t-shirt con el emblema de la paz, verdaderos iconos codiciados por todos nosotros. Durante años disfrutamos de su estoicismo ante la fiana, de sus diatribas anticomunistas y de su liderazgo rockero. Los cederistas y los chivatos le pusieron el mote de Octavio el mercenario. Y él para contrarrestar pintó su ropa con los tonos del camuflage ranger. Al paso del tiempo se supo que Octavio fue uno de los agentes que ayudó a a desarticular el movimiento de jóvenes contestatarios de finales de los 60 en La Habana. Y cuando yo salí de Cuba, en 1996, ya a aquel falso hippie, cuando se le mencionaba, se le llamaba oficialmente el coronel Octavio.

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  5. Como es Santa Clara?

    Un bitongo es un hijo de mama, espejuelos, cara de bobo sin serlo, le dieron teta hasta los 6, lo llevan a la escuela hasta que llega a secundaria. Un verdadero guanajo mimado. Pero a veces de bobo nada, mosquita muerta es lo que son.
    Pa'que lleves carta.

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  6. Yo era niña bitongo.

    Son de la loma

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  7. ¿Donde he leído algo así?
    Parece una historia de énfasis intercambiable y con disímiles desenlaces literarios (y también históricos), tantos como intérpretes o testigos le dediquen de su seso y vivencia a semejante personaje: ¿Es Dédalus, el protagonista del Retrato del Artista Adolescente, bitongo-bitongo, lo es el nieto del presidente de alguna república familiar?
    Este cuento pudo ser el imán de alguna buena novela de los noventa en La Habana, A.T. Y se agradece.

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  8. Que historia tan alucinante la de Bitongo! Como hace dos annos le regale un video del Wall de Pink Floyd a una querida amiga. Un mes mas tarde me explico que a ella le habia encantado, pero no asi a su marido (jiji).

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  9. No hay nada malo en ser niño bitongo. Yo soy el único varón, pero la bitonga en mi familia es mi hermana. A ella le regalaban todo, no hacía nada mal, acababa con el mundo y yo salía con la culpa. La ironía del destino es que ahora que estamos crecidos el bitongo de los viejos soy yo.

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  10. Un novio que tuve era bitongo, se hacia pipi en la cama hasta que cumplio 10.. Un muchacho bien complicado. Pero me enamore de el como una perra (he was the best kisser).

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  11. La isla entera fue siempre una pared.

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  12. @Anonymous: Vamos, chico(a), identifícate que eso no es como quitarse la ropa o confesarse.

    Si lo que dices, anónimo, de la relación entre el bitongo y la teta tardía, la criada de mi casa fue la causante de mi bitonguismo.

    Santa Clara era una ciudad anidada a ambos lados de la Carretera Central. Tenía un malecón sin agua, un aeropuerto, una estación de autobuses nacionales, una carretera circuncidante y algún prostíbulo--yo jamás visité los putisferios porque la criada me quería mucho. Los clubes de mayor nombradía eran el Tennis y el Deportivo. Los Maristas, las Teresianas y las Hermanas Cuesta(s) tenían colegios en el centro de la ciudad. Los cines más famosos eran el Cloris, el Silva y el Teatro Caridad. El nightclub mejor conocido era el Valencia, propiedad de un vecino mío, Roberto Cabrera. La estación de trenes se llamaba Marta Abreu. Los Carmelitas tenían una vieja iglesia, llamada La Pastora, y había una más nueva llamada El Buen Viaje. A todo el mundo le llamaba la atención la Loma del Capiro, una de cuyas laderas daba al portal de mi casa.

    @a.t.: No, no he visto The Wall. La historia de Pinky parece tener substancia...

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  13. Jack: Gracias por la definicion.

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