jueves, 29 de septiembre de 2005

La Calle Ocho está penetrada por todo

Por Marcia Morgado (Tomado de 69: Memorias Eróticas de una Cubano-Americana)

Empecé a ir al Versailles durante mi último año en la Inmaculada. Mayita, mi amiga inseparable, pasaba por casa al amanecer. Nos despertábamos junto al mostrador tomando un café con leche de verdad. El que servían en casa, primero con la leche el polvo del Refugio, a cuyo insípido gusto se aficionaron, tenía como base una versión descremada –según los médicos más saludable— que mi madre adoptó. No era otra cosa que agua blancuza. En el Versailles la leche era como debe ser. Espesa. Color arena bruñida. El café denso. Una recholata el encuentro de ambos líquidos en la taza. Las camareras me conocían y me trataban con cariño: Elsa, pelo cuidado y uñas esmaltadas a la perfección; Mode, ternura maternal, y Patria, dispensando sabiduría entre tanto despachaba. Me sentía como en familia. Entendían mis gustos, como el de espolvorear canela en el café. Tostadas como las de Abuela, café con leche perfumado con canela y croquetas. ¿Existe mejor forma de comenzar el día?

miércoles, 28 de septiembre de 2005

Quiro keiro


Por Alejandro Robles

Quiro, en griego keiro, significa manos. En el medioevo, la quiromancia asume los rigores y la desvelada exactitud de una ciencia que pretende, mediante la interpretación de las líneas caóticas de la mano, vaticinar el destino de los hombres. Era indudable que en las líneas de las manos se inscribían con exquisita minuciosidad, desde el vientre hasta el sepulcro, todos los avatares del destino. En los Evangelios, Cristo, con la sola imposición de sus manos sobre el cuerpo de otro hombre, logra sanar enfermedades incurables, ahuyentar espíritus malignos y levantar los muertos del polvo. Taumaturgia es el nombre de esa ciencia: don que un mago, al que debemos el término simoníaco, quiso obtener a cambio de unas monedas. ¿Estaban inscritos acaso en las manos de Cristo las líneas de otros destinos humanos? En otra dimensión, más humana, más humilde, deberíamos preguntarnos tal vez qué ocurre entonces con la caricia, qué ocurre al recorrer con las manos, con todas las líneas de nuestro destino, el cuerpo desnudo de una mujer.

martes, 27 de septiembre de 2005

Ave encendida




Por Alfredo Triff

Algo infausto en la vida de novela de Ana Mendieta parece salido de una tragedia. ¿A qué se debe que el pájaro nos marca? Ana, híbrido de entretiempo, a generación-y-media del comienzo del arte/cuerpo y el arte/tierra. Ana, accionista de la contingencia y la participación. Tu cuerpo deviene en tableau vivant; recipiente causante. Mendieta, esponja que lo absorbe todo de una manera anárquica e intuitiva. Tu historia empieza en la clase de Hans Breder, tu maestro y amante, con quien aprendiste las corrientes violentas del accionismo vienés de mediados de los 60. Despuntaste con la violación del cuerpo, el abuso doméstico. Cual sacerdotisa que pulsa, ejecuta y personifica el sacrificio de diosa y pájaro, encontraste tu símbolo para todos los símbolos. Decía el mexicano Alfonso Reyes: “Hay vidas que se pierden y otras que iluminan”. Más allá de tu cuerpo ensangrentado, de tus fulminantes siluetas, de la vida y la muerte, del sentido de la obra de arte, más allá del riesgo exhibicionista, tu obra nos ilumina y nos cura del resentimiento, el autismo, la apatía y la inercia.

lunes, 26 de septiembre de 2005

Última noticia

Por Alfredo Triff

No es lo que esperas. Lamento decepcionarte, pero ya no hay novedad en la noticia. Vivimos en un segmento sempiternamente recurrente -o recurrentemente sempiterno. A esta hora, hay millones de gente “masticando noticias” -como diría un historiador ya muerto. Lo último ya fue y el futuro enciernes es un lánguido seguir (suspendido en ese último segmento informativo por venir). Se que necesitas estar conectado. Por tanto, a la pregunta qué pasa en el mundo hoy, respondo por temas e intereses: esto, esto, esto otro y esto y... esto ... ¿Te das cuenta? Hay para todos... lo mismo de lo mismo.

sábado, 24 de septiembre de 2005

¿Qué hacer? ¿A dónde ir? Y algo más

Por Rosie Inguanzo

1. El libro La Odisea del Mariel, de Mari Lauret (Editorial Betania) se presentará el próximo jueves, 29 de septiembre, 7:00 p.m en la Casa Bacardi, Universidad de Miami (1531 Brescia Ave. Coral Gables. 2. Hoy Sábado MAC (MIAMI ART CENTRAL, 5960 SW 57 Ave. Miami, FL 33413/ 305-455.3333), abre la exhibición The forms of silence: CARMEN HERRERA ABSTRACT WORKS, 1948 – 1987. Esta es la primera retrospectiva importante de la artista cubanoamericana. Repasen el web site de MAC para conocer detalles: http://www.miamiartcentral.org). 3. Ayer se presentó Carlos Fuentes en el Museo de FIU (Patricia & Phillip Frost Art Museum), con motivo de la apertura : The Saint Makers: A Living Tradition in American Folk Art. Este brillante izquierdozo mejicano, que supimos a apreciar desde Aura, La muerte de Artemio Cruz o El espejo enterrado, afirma que encarnamos “…algo semejante a un hondo sentido de lo sagrado, un reconocimiento de que el mundo es sagrado: ésta es la más vieja y profunda certeza del mundo indígena de las Américas.” La exhibición es un recorrido por las imágenes de santos americanos donde se produce un sincretismo singular: el arte europeo se manifiesta con la imborrable señal de lo netamente americano. ¿Y qué es el Barroco de Indias? Con la conquista, la exuberancia barroca importada favorece a la expresión chocante de un arte que, en América, ha sido reinterpretando a partir de su circunstancia: la arquitectura colonial lleva impreso códigos de otras razas y culturas que le preceden. En el visage arquitectónico del barroco americano, los ángeles que ornamentan las iglesias tienen plumas de aves americanas o sostienen instrumentos nativos. Lo mismo sucede con los santos católicos que se desdoblan en deidades antiguas americanas, en dioses negros y en derivaciones paganas. El dogma represivo de la cultura impuesta es filtrado por lo que pretende reemplazar: la cultura desplazada haya su manifestación estética, su exudación, apenas disimulada en el tapiz del Barroco de Indias. Nuestra cultura y santos surgen de ahí: de un sufragio estético y cultural, una ansiedad por manifestarse en su singularidad.

viernes, 23 de septiembre de 2005

Todo puede estar perfecto

Por Niurka

Puede estar todo perfecto, todo genial. De pronto, en el momento de concretar, de unir lo cóncavo con lo convexo se produce un desmoronamiento físico... y moral. Primer momento "sorpresa" al que seguirán intentos infructuosos por revertir la situación, serie de maniobras al estilo "aquí no ha pasado nada... dale, sigamos", que lo único que lograrán es aumentar la tensión (mentira que ninguno de los dos se dio cuenta), hasta que finalmente se abandona la causa y él pronuncia la tan ansiada frase: "Te juro que es la primera vez". ¡Jaaaa! Sí, lo primero que hacemos es reírnos por dentro. Puede que él sea sincero y realmente es la primera vez. En fin... la pregunta sería: ¿qué se hace en esos momentos? Porque, convengamos, cuando el amigo no responde, parece venírsenos todo costado estrogénico, ovárico e histérico encima y ellos se convierten en gatas floras peores que nosotras. No hay NADA que les venga bien (Piensan que estamos desesperadas por que se les pare... en cierto modo, verdadero). No se les puede hablar porque piensan que nos hacemos las psicólogas y se enculan. Si nos quedamos calladas y quietas, piensan que no nos importa. Si nos importa y preguntamos, cuestionamos su masculinidad. Si sugerimos algo alternativo como: vamos a bañarnos, durmamos un ratito, miremos una porno, comamos algo... El tema es que esta situación no es solamente complicada para ustedes, los hombres. Nosotras nos quedamos con calentura acumulada. Con las ganitas ahí. Incómodas, sentimos que sobramos. Que nada de lo que hagamos o digamos está bien. Encima cargamos con el fantasma de "y si esto le empieza a pasar seguido...?" u otro que es aún peor, el de "debo haber hecho algo mal; no lo caliento". Por eso convoco a los blogueros masculinos a que nos cuenten qué es lo mejor que una mujer puede hacer en esos momentos. Las blogueras cuenten cómo se sintieron en momentos similares --y si lograron revertirlos en éxito (pasar fórmula).

jueves, 22 de septiembre de 2005

La carga de los seres



Por Alcides

1. “El lío no se resuelve con Bacardí, los ejemplos no se retocan en la salita. El cuerpo pide agua y agua le das. Cuando regresas ha recibido su preparación, es parte de una fiesta.” Está llorando. Por suerte puede escribir y llorar. No le preguntes qué le pasa, pues te dirá que a lo mejor es químico y, apuntando al cielo, que la alineación de los planetas lo mantiene dormido “aquí”, despierto “allá”. Es él de todos modos: desde el futuro, desde un aeropuerto que no le ha visto despegar. Este es su testamento cheo: “No me entierres: la cremación sale mejor. Tira la ceniza en la playa, por donde estaba Paco’s Tavern. Ponte algo anaranjado, si te acuerdas, y que nadie diga una sola palabra.” En realidad es el cuerpo el que llora, como si de esa manera pudiera limpiar el porvenir de su dueño. 2. Hasta las manos se le han congelado. Nunca provocó ni sintió tanto dolor. Se despertó en otro mundo, habían arrancado los árboles y los habían vuelto a plantar. Sabe que no es bueno andar postergando las cosas, que un día tendría que ser suficiente para dejarlo todo arreglado y desaparecer; sin embargo repite el dejavú feo, y todavía se sorprende cuando alguien llora por su causa. No ha dejado de mirar hacia arriba, esperando por su castigo. Esta es su conclusión chea: “El miedo es falta de voluntad y la rebeldía te pone vago. La voluntad debe ensañarse con los placeres, siempre que haya chance. Primero con aquellos que no permiten recordar la muerte; luego, si lo que quieres es romper la forma, también con los placeres puros.” Esto es lo que proclama cheamente, para sí: “Hay un placer sobrio que se conforma con mirar. Amárralo, conviértelo en hábito. O la muerte vendrá por ti antes de poner la Heineken en la mesita.”

miércoles, 21 de septiembre de 2005

My kind of town



Por Amílcar Barca

El Loop amanece bajo el desierto del sábado. En la mayor biblioteca pública del mundo (Harold Washington, Thomas Beeby) las lechuzas de bronce en el tejado protegen la sabiduría de las calles. Fuera, a la orilla del Michigan, los atletas reciben --mientras corren-- la mañana, el sonido de las bolsas de plástico en el aire y una alfombra de hojas en el suelo. Hay un Chigago donde la piedra, el cristal o el acero tienen una lectura propia: la casa Robie, de Frank Lloyd Wright; uno de los primeros rascacielos del mundo, The Rookery; el barrio residencial de Oak Park, las pequeñas mansiones de la calle Astor, en Gold Coast, el Crown Hall de Mies Van de Rohe... En la calle Adams se encuentra el clásico restaurante Berghoff con su madera noble en el interior y su cerveza rubia en las jarras. Está Hopper con su “Nighthawks” y su barra de bar vacía, “Ceci n'est pas une pipe” de Magritte, las vistas brumosas desde el Támesis de Monet, la instalación de caramelos de Félix González Torres; todo perfectamente articulado en el Art Institute. Frente al hotel, el pabellón Pritzker de Gerhy y la excelente instalación de Jaume Plensa en el Millenium Park.. Incluso Bird, esta increíble ave de la noche, es homenajeado en el festival de Jazz mientras una mujer en la hierba, inkieta y desconocida para mí, le pide Lover Man al escenario. Ya respira el domingo y regreso. Desconozco el gentilicio de los hombres y mujeres que ocupan esta tierra, pero sé, sin duda alguna, que aman en profundidad la arquitectura que les protege y el viento que la habita.

martes, 20 de septiembre de 2005

¿Compraste vela?


Por tumiamiblog

The question of the hour is... ¿viene o no viene? ¿Estás preparada? ¿Compraste vela? ¿Tienes reverbero? !Que prenda prendas el mechón! Una buena botella de Merlot, queso, uva y baguette… !y que soplen los vientos!

lunes, 19 de septiembre de 2005

Buenos lunes


Por tumiamiblog

Buenos lunes, Blogolandia. Otro tifón se avecina a Miami (pa’allá pa’allá Rita). Harto con Katrina --cuyo embate catastrófico priorizó otras reflexiones para nuestro convulso país. ¿Nos convoca la naturaleza? Bloguero háblame tú, mientras reflexiono en esta trémula vida, cortejada por la errante sombra de lo extraño y el escarnio de lo insólito.

sábado, 17 de septiembre de 2005

¿Miami o tú?


Por tumiamiblog

Me sorprende a veces la relación de la gente con su entorno. “Tu mundo y tus humores”, la frase de Unamuno que apunta a la mala fe de cogerla con las cosas (como si el entorno no estuviera colorado de nuestras propias ansiedades). ¿Mi punto? El lloriqueo constante de algunos de mis queridos amigos, su miseria básica con Miami: “es una mierda,” “no la resisto”, “es un pueblo de campo”, “los cubanos apestan”. Bien, de principio acepto el teque de la crítica, pero prefiero el juez que construye a la inflexible voz torquemada. Vives aquí... cambia las cosas, no te la pases berreando como un niño cerril. O vete a Europa (la sofisticada, civil y edificada), el New York frío y cosmopolita o al México profundo y colorido. Te escribiré una postal felicitando tu movida. Pero si regresaras a Miami de nuevo --por esas cosas de la vida-- por favor, ahórrate la monserga y descubre, por primera vez, tu íntimo desamparo.

viernes, 16 de septiembre de 2005

GWB: Discurso atropellado

Por Nancy García (condensado de su version original)

Solo. Leyendo atropelladamente. Un discurso rápido, resumido, estricto, unidireccional. Promesas sin detalles sobre los castigos para la ineficiencia federal anterior. Conclusiones precipitadas: Poner en manos de la armada y los militares este asunto tan delicado de la seguridad de nuestras comunidades. La realidad es imposible de matizar con discursos pomposos. La fe, el espíritu, las buenas intenciones y la promesa de edificar una costa del Golfo nueva y mejor que la anterior no son suficientes. Lo mejor del discurso fue lo anterior, apelar a la fe y al espíritu, pero el peligro es que nos hemos enterado que FEMA y Homeland Security van a concentrar los billones asignados por el Congreso, los billones donados por el mundo entero, precisamente de ahí en adelante, surge inevitablemente la duda y la desconfianza. ¿Cuánto dinero quedará en manos de los burócratas? ¿Cuánto ganan por minuto los ejecutivos que canalizan y administrarán esta ayuda? El presidente tiene problemas de memoria. Si no hubiera sido por la negación del gobierno federal durante años, esos diques no se hubieran roto. No fue la naturaleza, fue el gobierno federal que priorizó otros proyectos, como lucha contra el terrorismo y a la empresa privada antes que a los más pobres y necesitados. Creo que ha sido osado de su parte decir que la armada y los militares estarán al frente de estos problemas y que el gobierno tendrá una comisión para investigarse a sí mismo. ¿Dónde estuvieron los militares y la armada durante los días de agonía de New Orleans? Los discursos elocuentes, ausentes de cifras, de detalles sobre la seguridad ciudadana no son efectivos después de esta catástrofe. Los elitismos, el ostracismo político, los silencios evasivos y las puertas cerradas apelando al enemigo han demostrado una vulnerabilidad mucho más peligrosa que el posible ataque terrorista. El gobierno tendrá que rendir cuentas. Los ciudadanos esperan algo más concreto, no palabras.

Preámbulo para dar cuerda al reloj


“Piensa en esto: cuando te regalan un reloj te regalan un pequeño infierno florido, una cadena de rosas, un calabozo de aire. No te dan solamente el reloj, que los cumplas muy felices y esperamos que te dure porque es de buena marca, suizo con áncora de rubíes; no te regalan solamente ese menudo picapedrero que te atarás a la muñeca y pasearás contigo. Te regalan —no lo saben, lo terrible es que no lo saben—, te regalan un nuevo pedazo frágil y precario de ti mismo, algo que es tuyo pero no es tu cuerpo, que hay que atar a tu cuerpo con su correa comoun bracito desesperado colgándose de tu muñeca. Te regalan la necesidaddad de darle cuerda todos los días, la obligación de darle cuerda para que siga siendo un reloj; te regalan la obsesión de atender a la hora exacta en las vitrinas de las joyerías, en el anuncio por la radio, en el servicio telefónico. Te regalan el miedo de perderlo, de que te lo roben, de que se te caiga al suelo y se rompa. Te regalan su marca, y la seguridad de que es una marca mejor que las otras, te regalan la tendencia a comparar tu reloj con los demás relojes. No te regalan un reloj, tú eres el regalado, a ti te ofrecen para el cumpleaños del reloj.” – Julio Cortázar

jueves, 15 de septiembre de 2005

La prueba


Por Alfredo Triff

“¿Me amaste alguna vez?” Hurga en sus recuerdos; historias vagas, trágicas, inefables. Imágenes confusas, fragmentadas, borrosas, mezcladas, recompuestas. Nada agota la cuestión. Qué significa el reclamo, dónde buscarlo. El que responde algo debe preguntárselo. Una pregunta es siempre más de lo que admite. No se dice que antes de ese convencimiento uno se debate en una atmósfera viscosa, un vacío enorme que asocia organismos por sintonía. Los recovecos no pueden forzarse; lo que se descubre es tan raro que no se puede traducir. “¿Me amaste alguna vez?” Un vacío donde la pregunta se confunde con la respuesta. Después de eso, un “sí” o un “no” carece de sentido. No es posible construirse nada que merezca una respuesta. ¿Podrá decírselo? Se culpa y se pregunta cómo puede uno quedarse en blanco. Pero un recuerdo no se exige descomedidamente, sino que se rescata con algo familiar, y eso ahora se resiste. “¿Recuerdas aquella noche, junto al mar?” Vienen noches sin ella, con otras, con nadie. Noches en que no quiso vivir; noches de angustia. “¿Pensaste en mí cuando estabas con ella?” No responde. No se trata ya de memorias; no alcanza a comprender qué significa amar. No es que no lo sepa (recuenta lo que ha dicho en situaciones parecidas, y ve gente diciéndoselo a él, y gente decirlo a otra gente) ¡Se aman tantas cosas! Amores filiales, eróticos, platónicos, altruistas y perversos. Amar no es tan sencillo como escoger entre dos camisas --lo cual, puede ser muy difícil. Mira sus ojos achinados azabache y sabe que, o le responde ahora, o algo trágico puede ocurrir. ¡Qué difícil es buscar la verdad! Ella quiere una prueba, y decirle "no sé," es inadmisible. Respira profundo... y la respuesta no se hace esperar. ¿La adivinas?

miércoles, 14 de septiembre de 2005

Reconstruyendo a New Orleans




Por Rafael Fornés

En un viaje reciente durante la primavera a New Orleans, mi clase documentó partes de la ciudad de Nueva Orleáns; ciudad de trazado francés pero de arquitectura hispana (con conexiones con La Habana). Las tres fotos mías muestran: (1) La Maison Lapetre de arquetipo porticado del Vieux Carre. (2) Lower y upper --las direcciones se refieren a la corriente del río Mississippi. (3) Arriba, el Convento de las Ursulinas --el único edificio que conozco auténticamente francés.

martes, 13 de septiembre de 2005

La tortuga



Alejandro Robles 

Nuestras perversiones rara vez son comprendidas, no suelen tener explicación. Las perversiones deben ser aceptadas sin más; justificarlas anularía su condición de secreto y su naturaleza licenciosa. En una ocasión, en la que mi mujer estaba ausente, comencé a masturbarme viendo una película pornográfica. De pronto, sin que yo lo advirtiera, mi mujer llegó a la casa, entró a la habitación y me halló masturbándome frente al televisor. Mi primera reacción de elemental supervivencia, fue cambiar de inmediato el canal de televisión. Apareció entonces un programa ecológico sobre el nacimiento de las tortugas. Tenía ante mí (y a toda pantalla) una tortuga con su enorme sexo dilatado y enrojecido, desovando huevos por su vulva como por una cañería obscena, despidiendo lentamente una sustancia viscosa y traslúcida. Mi mujer dirigió una mirada al televisor, pero no dijo nada. Para desviar su atención -y excitado como estaba por la película pornográfica- la poseí en la sala de televisión con un fervor y un frenesí (debo reconocerlo) del todo inusuales en mí. Nunca hablamos de aquel extraño incidente; me avergonzaba confesarle que me masturbaba con un pellejo (como suele llamarse vulgarmente a las películas pornográficas), pero seguí masturbándome en su ausencia. Años después, cuando nuestra relación sexual comenzó a declinar dramáticamente, mi mujer llegó una tarde con un obsequio para mí. Me había traído de regalo una tortuga.

lunes, 12 de septiembre de 2005

Reseña amorosa


Por Carmen Díaz

Vivió cincuenta años con su mujer. La amó a su manera, la cuidó hasta su muerte. Tuvieron dos hijos, dos nietos y dos biznietos. No sabía hacer nada si no era en pares. Tenía setenta años y de pronto tenía que enfrentarse a la unicidad del ser, a la diablura de la soledad. Entonces visitó la familia en la isla infinita. Y la conoció, mulata, veinte años más joven, sin marido, mujer de trabajo, amorosa. Escribía cartas con pasión. Lo único que quiero es vivir a tu lado, cuidarte, hasta que la muerte nos separe. Nunca he encontrado un hombre a mi medida. Entonces volvió a la infinita, una, dos, tres, cuatro veces. El amor ardía. Velaré por ti, tú eres lo que siempre esperé. No tengo riquezas que ofrecerte, soy un hombre pobre. No importa, sólo me importas tú, eres mi amor verdadero. ¿Vendrás? ¡Iré! ¿Serás mi fiancée? Seré cualquier cosa con tal de vivir a tu lado. Entonces la visa, el papeleo, la ilusión renovada. Tres años de soledad quedarían atrás. Traería a su mujer nueva, amante hasta que la muerte, compañera al fin. Llegó. Las flores se ajaron con un vuelo retrasado y el tiempo insoportable entre aduanas y papeles de inmigración. Llegó y al punto comprendió, todavía pisando la alfombra morada del aeropuerto, que estaba viejo. O eso dijo. Ni siquiera se había dado cuenta que roncaba, pero le bastó la primera noche cuando trato de dormir el cansancio del viaje. En la isla era diferente, aquí seré tu amiga. Pero, ¿no me amabas? No sé, estoy confundida. Tengo que buscar trabajo para ayudar a la familia que dejé. Eso es lo más importante ahora.

domingo, 11 de septiembre de 2005

¿Qué pinga te pasa?


Por Eslinda Cifuentes

No me sorprende que Juan Abreu, para entrevistar a Pedro Vizcaíno, recurra a la chea táctica de tirarle a Miami. Y paseé. Apreciación desfasada del que no la vive. Me pregunto si tu recurrente arremetida (desde la ficción –Cinco cervezas--o desde el púlpito del entrevistador), responde a una agenda política. Te pregunto Juan: ¿Te conviene escribir así en Barcelona? ¿Es más fácil publicar si se le tira a una ciudadela que, ni tan saludable todavía, lucha por abrirse paso? Otra pregunta me arde en las venas: Tu Miami, el de la antología de cuentos desde Miami, despliega la perspectiva de quince machitos geniales, a veces densos por cierto; pero, ¿sólo dos mujercitas hablaron sobre la maldita ciudadela? O tú estas anestesiado por tácitos intereses y oblicuas machonerías, o el bello mundo alardoso y terrible de esta ciudad soleada y tormentosa no te alcanza? Pues aprieta al culo y dale a los pedales Juan, o te quedas atrás...y sería una pena.

sábado, 10 de septiembre de 2005

Pintura de axioma









Por Alfredo Triff

Hijo de la vieja R.D.A, Neo Rauch es uno de los mejores pintores del momento. Una reunión de amigos en que la modernidad saluda al realismo socialista y la scuola metafisica, a ritmo de martinis con diseño interior de dacha. Madre natura emponzoñada con ciencia-ficción tóxica y distópica.

viernes, 9 de septiembre de 2005

Hablemos de sexo

Por Niurka

1. El sadomasoquismo - exploración erótica del dolor o "sexo radical" - ha llegado a institucionalizarse en la sociedad moderna, aunque aun las manifestaciones sádicas y masoquistas son vistas como comportamientos anormales, perversos. El término sadismo (acuñado en honor a Sade) expresa la crueldad como medio para obtener gratificación sexual. Y sabemos que en el masoquismo la persona experimenta placer sexual cuando se la humilla o se le hace daño. Ambas se combinan. Las prácticas graves sadomasoquistas pueden derivar en severas injurias físicas o/y culminar con la muerte, algunas veces, por acción traumática directa, otras, en forma refinada e indirecta, inducida por actividad psicológica. Freud lo conceptúaba como neurosis severa y argumentaba que el masoquismo nace del sadismo, vuelto contra la propia persona, bajo la influencia del sentimiento de culpa oculto en el inconsciente. Me pregunto, si todo empeño sadomasoquista persigue el dominio absoluto, la omnipotencia, cuanto de eso hay en el acto común y corriente. ¿Acaban estas prácticas mutilando nuestras funciones físicas y espirituales? 2. Técnicamente, el acto de que una mujer use su boca o lengua sobre el pene de un hombre se le conoce como "felación". El hecho de que un hombre use su boca o lengua sobre la vulva de una mujer se le conoce como "cunnilingus"... bueno, bueno, cosas del sexo.

jueves, 8 de septiembre de 2005

Legión


Por Manuel Sosa

Vuelven a pedirme el nombre como ayer, pero esta vez el enviado se hace acompañar de una turba menos heterogénea. Parecieran salir todos de la misma lámina: brillante, dadivosa, plácida. De una lámina arrancada al mensuario, vocero de una prometida redención. En vez de cerdos han traído ovejas por ser un símbolo más eficaz. Entre ellas han de repartir mis muchos apelativos. El propio enviado es pulcro, ha aprendido el sutil arte de los gestos. Denota tanta confianza en sí mismo que me desconcierta por un instante. "Dame tu nombre", me repite, y la multitud aguarda su milagro, pues han sido entrenados para reaccionar con euforia ante los hechos del dómine. Y aquí, junto al pilar que persiste en las afueras de la villa, éste que soy sonríe levemente y suspira en la comodidad de lo ostensible. ¿Cuántas personas soy, y cuántos nombres me dan? Pues pudiera escoger entre tantos: el que un día se atrevió a jugar con las palabras y fue silenciado, el que siempre prefirió un color indiviso, el que mostraba sus manos a un círculo secreto, el que vino a reconocer su casa y encontró un espejo, el que dejó todo atrás para asir la popa de un barco inmóvil, el que a solas azotaba su carne, el que lloraba ante ciertos libros, el que se mofaba de sí mismo. ¿Cuál de ellos prefiere la congregación para que al fin se efectúe el milagro? Y como todo estaba predicho, hago mutis esta vez y no por contrariar la profecía, sino para redefinir los poderes. El enviado sabe que mi nombre es Legión y que no he de pedirle llave alguna. Esa legión debe repartirse mi entidad (fragmentos como vísceras lanzadas al barro negro). Pero hoy es mi único caudal, y nadie, ni siquiera el enviado al mundo, podrá arrebatármelo.

miércoles, 7 de septiembre de 2005

Habana Blues


Por Jesús Rosado

Cabe preguntarse si Janis Joplin viviera (y viajara a esa Habana de inicios de siglo) cuál sería su agenda íntima. Esta es una de otras cuantas reflexiones que pueden devariar de Habana Blues, la reciente película del español Benito Zambrano, una mirada poco más al oeste de la intención folclorista (la cual ya circula en DVD por las videotecas de Westchester). Remontando la obsesión ibérica por la fonética criolla de la palabra pinga (pronunciada alrededor de ochenta y nueve veces a lo largo de más de dos horas de metraje), se puede lograr entrar en sintonía con una Habana underground, convulsa y estertórica, repleta de oscuridades y de trastornos bipolares. El submundo del rock habanero en sus diversas variantes es el escenario donde se monta una historia, que siguiendo los pasos de los últimos sucesos de la expresión artística cubana desde La Nada Cotidiana de Zoé Valdés, continúa destapando de manera impúdica los hedores de la vida nacional. Ambigüedades emocionales, ambigüedades éticas, ambigüedades ideológicas e, incluso, ambigüedades ambiguas, permean los procederes y los sudores de la supervivencia insular. La poesía, cínica y cáustica, ha calado en el heavy metal del barrio para desafiar mordazas y desconstruír, finalmente, el mito de la Nueva Trova. Llega a conmover la imagen de Zenia Marabal, la última novia del teatro vernáculo, rockabueleando para acercar generaciones antes divididas por los hábitos y ahora unidas por el hambre. Los conflictos, aderezados con rockandson, rap del patio y un blues amulatado atravesando las misericordiosas azoteas, se mueven entre el pragamatismo escapista y el altruísmo también escapista. Nada parece tener salvación sino es yéndose. En cierto momento hay una convocatoria a la libertad y la diversidad. Eso es válido. Lo insoportable es el antimiamismo injustificado, ya no el antimericanismo. Como si Janis Joplin, de ser posible, no hubiese estado dispuesta a descargar, entre aguardiente y piedra, un bolero en la Calle 8.

martes, 6 de septiembre de 2005

Música de fondo para tu martes



Por Alfredo Triff

Dicen que la música de películas es un género menor en función de la imagen. Falso. Hollywood demostró que la "música de fondo" vale. Aquí van cinco propuestas/soundtracks: 1- Si eres noctívago y jazzicólico, consíguete el CD North of Hollywood con la orquesta de Alex North. Que te llegue ese sonido tipo cincuenta laxo, de saxo gimiente con cornetas asordinadas a golpe de bajo lánguido. Oye "Magnolia" y "Floozie". 2- ¿Te acuerdas del género blaxploitation? La música de la película The Mack es una joya. La historia cuenta que cuando al grupo Sisters Love le ofrecieron un cameo en el filme, el gerente se volvió loco con las mulatas y sugirió incluirlas en el soundtrack. El experimento dio como resultado una de las mejores música de películas de los 70. Escucha "Brothers Gonna Work It Out", un clásico del funk (otro caso en que la música supera el film). 3- A veces buscas la bola rara e inconexa. Oye entonces el score de Wolf (película mediocre en la que trabajan Nicholson y Pfeiffer), pero Morricone es excelente en el sonido. El viejo mezcla intriga y suspenso con belcanto italiano. Hay maestría en la orquestación vaporosa y algo que pocos tienen: control. 4- La melodía te puede llevar a cualquier parte de la psiquis. Imagina humor de luz débil, silla reclinable Saarinen (vodka/martini en mano). Lo ideal es John Barry. El CD The Film Music of John Barry tiene lo inolvidable de las cinco primeras películas de mi 007 preferido: Sean Connery. Y Goldfinger con la voz de Shirley Bassey: Te mata. 5- No eres muy amiga de los musicales, pero vacilas Singing in the Rain con Gene Kelly y Debbie Reynolds. Te deleitas "Cantando bajo la lluvia" y eres (de pronto) Kelly, bailarín enamorado, haciendo piruetas maravillosas bajo un aguacero.

lunes, 5 de septiembre de 2005

El emperador y su ropa vieja -- Marc Andries Smit

domingo, 4 de septiembre de 2005



¡Trabajar! ¿Y para qué? ¿Trabajar para más trabajar? ¿Producir para consumir y comsumir para producir, en el vicioso círculo de los jumentos? – Miguel de Unamuno

sábado, 3 de septiembre de 2005

Siesta


Por Rosie Inguanzo

En el agua de su ojo cayó una muerte hasta el fondo: Los sueños a veces son siniestros verdugos, hieráticas prácticas futuras. Parajes absolutos. Despertó. Un viento de lluvia, la acariciaba. Salvó a un pequeñísimo animal de ahogarse. Miró el ritual de los otros, el augurio tibio de la vida. Se dio un baño al aire libre y se vistió de desnudos. Ella, tantas veces yo, reconoció a Dios en los demonios del viento.

viernes, 2 de septiembre de 2005

Porno


Alejandro Robles

Todas las noches veía películas pornográficas y se masturbaba hasta desfallecer. Al día siguiente escubría ante el espejo las bolsas que se habían formado bajo sus ojos, bolsas repletas de todas las visiones que lo habían colmado la noche anterior: imágenes de vaginas, falos, culos, senos, pezones y semen; bolsas inflamadas por las imágenes del vicio. Para mitigar la delatora hinchazón, se ponía pequeños cubos de hielo bajo los ojos.

jueves, 1 de septiembre de 2005

¿Impío?

Por Alfredo Triff

Katrina maceró. ¿Cómo se reacciona adecuadamente ante algo así? ¿Estupor, recelo, compunción, pésame, depre, “la culpa es de”, amargura, despojo, esperar que no ocurra, “así es la vida”, “somos polvo”? Nada de eso zanja. No me duele (tanto) y eso... me punza.