sábado, 30 de julio de 2016

Susan Sontag y el disparo de la cámara

Exodus 94 / Fotos: Willy Castellanos

 "La fotografía es como una cita, una máxima, un proverbio"—Sontag 

Rosie Inguanzo

Dice Sontag: “La cámara no viola, ni siquiera posee, aunque pudiera presumir, interrumpir, traspasar, distorsionar, explotar, y extendiendo al máximo la metáfora, asesinar […] Todas las fotografías son memento mori.” (On Photography, 1977)

Tengo por regla general no reaccionar a la muerte de un familiar o amigo expuesta en Facebook, mucho menos respondo a la fotografía de un anciano atado a una cama de hospital con tubos repiratorios y sueros enterrados en el brazo, o a un bebé prematuro e inconsciente dentro de una incubadora. ¿Con qué derecho se les presenta así ante el mundo? ¿Cuánto mal gusto se necesita para publicar en Twiter la muerte de la madre? ¡Qué indecencia subir algo tan íntimo tan privado a la intemperie! Precisamente porque no soy insensible al dolor ajeno el exhibicionismo de este tipo me produce malestar. La desgracia familiar, la degradación física de una persona ameritan una solemnidad (para dolerse) y la expresión de duelo.

El dolor de los demás existe. Y hay una pobreza moral en exhibirlo a expensas de otros, un abaratamiento una trampa un ahogo. Sontag dice que la representación de la realidad a través de la cámara debería siempre ocultar más que revelar. Qué buen consejo para los que en eventos públicos o privados disparan su cámara indiscriminadamente (hoy todos tenemos una) —y hasta amenazadoramente contra los infelices que desautorizamos la agresión.

Inmersos en la cultura del espectáculo, muchos se dejan llevar por lo que promueven los medios y la televisión basura, mostrando el aspecto mórbido de nuestra naturaleza humana. Está la mentira cosmética de la homogenización de la belleza que enmascara nuestras diferencias y fealdades, nuestros defectos, pero igualmente nuestras virtudes, nuestra individualidad. ¿Por qué quisiéramos parecernos a los demás? ¿Acaso para estar menos solos ante la muerte? Si el canon dice que hay que tener el trasero de Kim Kardashian (epítome del mal gusto), el peinado de Jennifer Aniston y afeitarse hasta las nalgas, usted pudiera disentir de ello. Tal vez como desertor del canon hallar una sinceridad prudente ante la imposición de la (in)cultura y su realidad aumentada. Ah, esa miserable realidad aumentada. La hipertrofia y lo superfluo sustituyendo la armonía natural y la experiencia profunda. No se llame a engaño, ver al mundo como un set de fotografías potenciales no es vivirlo.

¿Recuerdan la escena de Blade Runner (1982) donde someten a un replicante a la prueba Voight-Kampff (especie de examen poligráfico) y este falla porque es incapaz de empatía? Ante la pregunta de qué haría si andando por un desierto viera una tortuga patas arriba, León no sabe reaccionar. Frustrado por las preguntas para las que no tiene emoción ninguna el replicante termina disparando a quien le interroga. Hay una ironía en que hoy por hoy se hayan invertido los papeles y en muchas instancias seamos los humanos incapaces de empatía. 


Acaso nos anestesia, nos priva de conmovernos ante la desgracia ajena la saturación de información en forma de bombardeo de imágenes, sin detenernos a interpretarlas ni leer la reflección escrita que acompaña la foto noticiosa —reconozcamos que a muy pocos les interesa leer. "Su superabundancia (de imágenes) mantiene la atención en la superficie, móvil, relativamente indiferente al contenido", dice Sontag. Luego matiza sus propias ideas de 1977: "La gente no se curte ante lo que se le muestra [...] ni por la cantidad de imágenes que se le vuelcan encima. La pasividad es lo que embota los sentimientos." (Ante el dolor de los demás, 2003)

Foto: John Kifner (un miliciano serbio a punto de dar un puntapie a la cabeza de una musulmana moribunda) 

En la misma línea de Sontag, Jorge Luis Borges definía el arte como la inminencia de una revelación que nunca llega. Y es que la imágen más efectiva no revela todo lo que hay. Exodus 94 de Willy Castellanos teje muchas historias alrededor de la crisis de los balseros cubanos. Otro ejemplo de ello es la célebre fotografía de Nick Ut de la niña desnuda que huye quemada por napalm en Vietnam, 1972 (soy incapaz de reproducirla aquí). ¿Qué oculta el relato de esta imagen? La historia que le precede y la historia que le sobrevino. 

Luciano Michelini: La conquista de la luna

jueves, 28 de julio de 2016

desinflando la modernidad (quinto de la serie)

alfrEdOtriFf

el desinfle de la modernidad continua en el quinto post en maimi bourbaki.

ahora criticamos el hiper-objeto. 

¿qué es un hiperobjeto? un objeto devorador de objectos. M (la modernidad) es eso exactamente.
El problema de M es de montaje, de la metodología utilizada por teóricos. Estas teorías se propagan y legitiman sin una crítica inmanentes adecuada que apele a normas de referencia, de poder explicativo y de predicciones futuras. Hemos hablado ya de conclusiones teóricas de M que simplemente no son viables, por ejemplo: la Eme-normatividad, la axiomática de Hegel, el presentismo modernista, etc. Ahora nos enfrentamos con el mismo problema con otra metodología fundamental de M: la hermenéutica.
¿qué le pasa a la hermenéutica? que es redundante. no hay más que ir a la definición quye abre el Ser y el Tiempo de Heidegger donde el filósofo alemán reconoce lo siguiente:
El "círculo" del entendimiento pertenece a la estructura de significado, y este último fenómeno tiene sus raíces en la constitución existencial de Ser, es decir, en el entendimiento de quien interpreta. Una entidad para la cual, como ser-en-el-mundo cuyo ser es en sí su problema, confronta, ontológicamente, una estructura circular. (ST, 17)
el hyper-objeto aparece precisamente por una falta teórica de método. tratar de entender el mundo no desde un criterio más allá del entendimiento del ser, sino en un conocimiento que se refiera al mundo desde un criterio de verdad sobre el mundo.

es obvio que lo que entendemos no es necesariamente cierto, a no ser que la verdad sea independiente de lo que creemos y entendemos.

presentamos un ejemplo de hiper-objeto, M:
... es un conjunto de procesos que acumulativos que se refuerzan entre sí: (a) la formación de capital y la movilización de recursos, (b) el desarrollo de las fuerzas de producción y el aumento de la productividad del trabajo (c) la centralización del poder político y la formación de las identidades nacionales (e) las formas urbanas de la vida, la educación formal así como la secularización de las normas y así sucesivamente (las letras son mías). (PDM, 2)
pasamos ahora a una crítica de M en tanto que hiper-objeto.


he aquí las preguntas:

* ¿Cómo puede este conjunto de procesos seguir siendo el mismo a través de los cambios que perdura en tanto que proceso? (llamamos a este el problema del cambio sobre la persistencia)

* Si el cinjunto de procesos es una especie de actividad, ¿cómo emerge desde sus partes? (llamamos a este el problema de la actividad sobre la sustancia)

* ¿Cómo puede M definirse como un "conjunto de procesos," en tanto que debe referirse a los procesos para definirse así misma? (llamamos a este el problema de la constitución)

ahora bien, no se bota una teoría porque tenga problemas. M tiene aspectos válidos. la descripción de M como hiper-objecto es cuidadosa. ¿qué hacer entonces?

sugerimos mejorar a M desinflándola. esta idea no es muy diferente a la idea deísta muy en voga durante la Ilustración que justificaba la idea de dios, solo un dios mucho más limitado.

proponemos lo siguiente:

* al igual que cualquier otro período histórico, desinflamos el límite futuro de M. es decir, M tiene fin. solo que el fin de M no será más ese disparate llamado "el fin de la historia."

* la teleología autoimpuesta por M es puro colesterol metafísico.

* la auto-normatividad y la Eme-normatividad es un cuento de hadas. desde un punto de vista normativo, M o cualquier otro período histórico tiene que estar conectado con el pasado. toda  normatividad es trans-epocal.

* en vez comenzar desde la altura teórica del hiper-objeto, recomendamos bajar al primer piso y tratar de entender cada cosa constituyente  a fin de realmente entender, no decretar disparates.

* hacer a M menos hiper-sintomática y más predictiva.

* para evitar la redundancia recurrente de hiper-objetos debemos subordinarlos a los objetos.

lo importante de esta crítica es que podemos extender las preguntas de M a cualquier otro hiper-objeto, por ejemplo, el capitalismo, hiper-objeto favorito y muy conocido.

sábado, 16 de julio de 2016

Gruppo Di Improvvisazione Nuova Consonanza - Niente



El Gruppo di Improvvisazione Nuova Consonanza era un grupo de improvisación libre vanguardista considerado como el primer equipo de compositores experimentales de ejecución colectiva. El piquete estaba encabezado por el compositor italiano Franco Evangelisti, quien lo creó en Roma en 1964. El resto de los miembros eran: Mario Bertoncini (percusión piano), Walter Branchi (contrabajo), John Heineman (trombón, violonchelo), Roland Kayn (órgano Hammond, vibráfono, marimba ), Egisto Macchi (percusión, celesta), Frederic Rzewski (piano) y, queridos amigos, el entrañable Ennio Morricone (en la trompeta). El Morricone que nos ha entregado una obra monumental en innumerables soundtracks. El sonido alámbrico que rige la pieza es producido a partir de la frotación rítmica premeditada del acero a carbono templado de las cuerdas de piano, cuya ductilidad propicia la manipulación de su sonido más primitivo.(JR)

martes, 12 de julio de 2016

¿Es el microteatro el McDonalds del teatro?

Il Tartufo de Molière

Rosie Inguanzo

Microteatro es al teatro lo que un cortometraje es a un largometraje. La convención cinematográfica de más de cien años estima que un filme ha de durar al menos 60 minutos de modo que pueda desarrollar una narrativa. Una relación similar se da entre la novela y el cuento —considerado éste último un género menor, lo que no quiere decir que no se escriban cuentos magníficos y novelas malas.

Igual sucede con el teatro; éste necesita una gama dramática que se consigue con tiempo. Tiempo de preparación y progresión dramática para desarrollar personajes y todos los elementos que componen una obra. El teatro no puede hacerse en 15 minutos. Evaluado desde el punto del vista del teatro, el microteatro es ejercicio de estilo.

Un argumento a favor del microteatro es que atrae a un público sediento de consumir cultura y lo expone al "teatro". He visto microteatros buenos. Aunque éste es un género menor debido a las limitaciones intrínsecas del medio; a saber, la ya mencionada brevedad y la demarcación espacial.

"Las otras", Microteatro

Otro argumento a favor del microteatro es que se presentan textos inéditos. Sí y no. Dar oportunidad a nuevos dramaturgos es válido, pero no confundamos la originalidad con lo inédito. Un texto inédito no se ha escenificado antes; un texto original aporta algo nuevo y relevante al estilo que le precede. Siendo el texto el punto de partida, es fundamental que se exija calidad. Lo inédito solo no garantiza una buena puesta ni fomenta una nueva dramaturgia.

El rigor dramatúrgico vendría dado por un comité seleccionador calificado y con experiencia, que planteara recomendaciones al escritor novato. La brevedad y la agilidad rotativa del medio no están divorciadas de la calidad; ejemplo de ello son las obras cortas de Molière u Osvaldo Dragún (que generalmente se presentan agrupadas). Es lamentable que microteatro no acepte obras breves del teatro clásico y de autores contemporáneos reconocidos.

Al microteatro se acercan de vez en cuando actores de probada carrera (por razones económicas más que artísticas), aunque atrae a más actores mediáticos sin entrenamiento técnico ni dominio del instrumento actoral. Pero el buen arte no es facilista y el actor que se respeta no se la debe ver fácil. Porque el talento por sí solo no hace a un buen actor; el entusiasmo tampoco. Un actor necesita formación — palpable desde que proyecta la voz hasta su presencia escénica— por respeto al público.

Microteatro

El mismísimo Centro Cultural Español de Miami parece cuestionarse su papel en todo esto como sede del microteatro, cuando apuesta a la formación de actores. Me consta que el CCEMiami promueve un programa formativo; participé en un taller cervantino excelente impartido por José Luis Arellano y su asistente Andoni Larrabeiti. De manera que un mejor microteatro hipotético, además de promover el desarrollo profesional sostenido de actores y teatristas (que lo ha hecho), debe seleccionar mejor a sus actores.

¿Qué haría al microteatro mejor? Menos banalidad y más bagaje. Aunque la banalidad puede darse en el kitsch o en una farsa deliciosa, la banalidad no debe ser un accidente sino una búsqueda estética consciente. Asimismo, el microteatro se beneficiaría si todos los involucrados participaran de una dinámica crítica exigente. Un mejor microteatro hipotético debería existir en relación a una labor crítica seria. Es lamentable que lo que se observa hoy es mucha publicidad y poca crítica. Hace falta crítica separada de la publicidad. El crítico está en el deber de decir lo que no está bien y lo que no le gusta, justificando por qué. Quede claro, la función de la crítica es mejorar la profesión; la función de la publicidad es atraer público.

Concedido que el microteatro es un género menor (y muy válido); pero pudiera ser un gran género menor que acrisolara a la comunidad teatral de Miami.

Erik Johansson y las tampas de la imagen


el arte surrealista de erik johansson tiene un atractivo inmediato: la imagen está hecha para denotar lo imposible. pero no imposible en el sentido que podía serlo cualquier imagen del barroco o el renacimiento; aquellas representaban un centauro entre humanos como algo absolutamente posible; éstas en cambio deliberadamente representan lo imposible. por supuesto, hay grados: arriba un joven se plancha él mismo.


ahora el agua del embarcadero se desborda de las dos dimensiones del cuadro hacia la habitación.


lo imposible aquí es derramar todo el café de una taza y que este reproduzca el mapa del mundo sobre el mantel de linóleo.

sábado, 9 de julio de 2016

Micro Teatro de Miami: ¿arte o entretenimiento?




Laura Pérez

Atendiendo la invitación de unos amigos, hace unos días fuimos al Micro Teatro de Miami. Parece ser que es una novedad cultural por cuanto son presentaciones que duran 15 minutos y se llevan a cabo en unos contenedores donde escasamente caben quince personas por función. Mis amigos y otros con quienes nos encontramos allí (incluyendo a un crítico teatral) expresaban su “contento” porque al fin había una forma de acceso de las clases populares a la alta cultura (aunque aún no sé exactamente qué significa este término para ellos). Bueno, siento decepcionar a los amigos y simpatizantes, pero ni teatro ni “alta cultura”. Obviamente, esto no es agradable para quienes están involucrados en este movimiento, al cual se le puede otorgar el crédito de lo simpático que es meterse en unos contenedores y jugar al teatro; también hay algunos buenos actores de televisión, buenos comediantes al mejor estilo de la Stand Up Comedy, y en general resulta, repito, una simpática forma de entretenimiento. Pero, TEATRO, no creo. Las propias limitaciones del medio no califican. Quizá en mi natural rebeldía, siempre he creído que el arte debe intervenirnos, atravesarnos, partirnos, aliviarnos, dolernos. El teatro castiga nuestros sentidos porque nos enfrenta al mundo, despierta nuestra sensibilidad y por ello creo que nunca podemos salir ilesos o incontaminados cuando nos encontramos con él. Porque el arte es telúrico, debe conmovernos, hacernos temblar hasta derrumbar las defensas de nuestros sentimientos, creencias, principios…de nuestra lógica. Más que nada, el teatro no es el trasvase de patrones televisivos a las tablas… o cajones… o plazas… o cualquiera sea el escenario que se adopte. Estoy consciente que no todo lo que se hace sobre las tablas es teatro, y también de que no todo el teatro puede llegar a ser arte. Sin embargo, y como bien lo dijera nuestro amigo Immanuel Kant, una parte del conocimiento a priori del mundo proviene de una estética, entendida ésta como una “sensibilidad” que nos permite estructurar nuestro mundo, nuestras percepciones, nuestros significados y sentidos del mismo. Esa estética, esa sensibilidad no estaban allí en los contenedores la noche que fuimos. Finalmente, quiero aclarar que mi postura no implica que lo que allí se hace sea malo o mediocre, no; sólo que no es teatro sino show, espectáculo, entretenimiento bastante mediático y comercializado.

jueves, 7 de julio de 2016

Desinflando la Modernidad (primero de una serie)

uuuuu por ahí viene el fantasma de la Modernidad a comerte 

atRifF

En m.bourbaki he presentado un post que intenta desinflar la idea de Modernidad. 

Me apoyo en la definición del conocido libro de Jürgen Habermas El discurso filosófico de la modernidad. La definición de Modernidad de Habermas en el capítulo 1:
El concepto de modernización es un conjunto de procesos cumulativos y que se refuerzan entre sí: (a) la formación de capital y la movilización de recursos; (b) el desarrollo de las fuerzas de producción y el aumento de la productividad del trabajo (c) el poder político centralizado y la formación de las identidades nacionales junto a la proliferación de derechos y la participación política; (d) las formas urbanas de vida y de la educación formal, la secularización de las normas y así sucesivamente (las letras añadidas son mías).
Trato entonces de demostrar que la definición de Modernidad (M) arriba no resiste un análisis riguroso. Mi argumento procede a demostrar que el conjunto de procesos (P) que Habermas menciona puede darse en cualquier otro momento, por ejemplo, la antigüedad. A seguido presento contraejemplos históricos que revisan la idea de P como causa de M.
Veamos el asunto desde la metodología más rigurosa de las ciencias. Imagínese P ser el conjunto de procesos cumulativos y que se refuerzan entre sí y un evento general llamado M (Modernidad). El teórico ahora intenta conectar P y M, pero simplemente presenta a P como causa de M sin un análisis detallado de dicha conexión. 
Sugiero tres errores de inferencia:
1- reducir M en términos de P, sin un análisis contrafáctico serio, 2- suponer (sin probar) que P explica M y 3- suponer que P causa M.
(para más detalle visitar m.bourbaki)

lunes, 4 de julio de 2016

anthony braxton y su cuarteto en montreux 1975



la agrupación arriba es posterior al formidable experimento llamado circle.

esta pieza titulada "40 M" de anthony braxton y su cuarteto en montreux 1975 representa una variante más formal del free jazz. más formal, si se compara con otras manifestaciones del momento, como el free emocional de archie shepp, pharoah sanders o incluso la variante free de cecil taylor. músicos: anthony braxton (as) kenny wheeler (f), dave holland (b), barry altschul (d).

sábado, 2 de julio de 2016

Tres poemas de Judith Ghashghaie

Judith Ghashghaie

El libro, el hijo, el árbol

Las páginas de mi Libro son alas de moscas
El Hijo envía un email o llama al celular en los días de fiesta
De mi Árbol caído aún cuelgan varias pasiones muertas a picotazos
Vivo en un mapa con países en ninguna parte
Millonaria en miserias
ostento un trueno sin ruido
un alfabeto sin letras
una brújula sin norte
También tengo dos cisnes
uno decapitado
el otro con cuello nuevo (posee un tic nervioso)
No sé cuál de mis joyas es la más costosa
tal vez sea mi ardor apagado
que a veces despierta o bosteza como poema por entrega.
O quizás, el beso impreso en papel que súbitamente se convierte en boca.


Miami

Este amanecer
de alas en un cielo de espuma
reclama, sin duda,
al verdiazul vaivén de mar
y un deslizar de pez
que escapa de la red

o de la maldición del pescador
Tengo que mencionar
la brisa
que trasfigura la palma en arco
su sombra
Las huellas de humanos y otras aves desconocidas
En síntesis:
Hasta lo imperceptible del paisaje marino es mío
Pero, uno de estos días, lo perderé.


Plegaria de la mañana

Si Dios está conmigo ¿Quién contra mí?
Si Dios está contigo, no está conmigo.
Si Dios no está conmigo ¿Contra quién estoy yo?
Plegaria del mediodía
Si Dios está conmigo ¿Quién contra mí?
Si Dios está contigo, estoy sola
el buey solo bien se lame
¿Habrá una lamedora eléctrica?

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Judith Ghashghaie nació en Caracas. Hace 28 años que vive en Estados Unidos. Estudió Artes Plásticas e Historia del Arte en el Instituto Pedagógico de Caracas y en La Universidad Central de Venezuela.