sábado, 29 de junio de 2013

el patrimonio de guevara pertenece al gobierno cubano


en café fuerte sale esta noticia:
Familiares de Guevara dijeron no haber recibido notificación ni dado autorización para el allanamiento de la vivienda, y manifestaron que las autoridades cubanas tampoco respondieron a las llamadas telefónicas que ellos trataron de hacer. "Están cometiendo una violación", dijo Antonio Guevara, hijo adoptivo de Guevara, en declaraciones a CaféFuerte. "Nosotros somos los herederos legales de todo, incluyendo, como lo dejó escrito en su testamento, de papeles, documentos, bienes y obras de arte".
de acuerdo al artículo, la requisa responde a la decisión gubernamental de declarar "la papelería de guevara" patrimonio nacional.

¿que ocurre?
En la casa de Guevara se conserva un valioso patrimonio en obras de arte y documentos que Guevara dejó en testamento a su familia, un hijo adoptivo y dos nietos. Los bienes están bajo custodia de personas allegadas a la familia, que radica actualmente en México y Estados Unidos.
los herederos están escandalizados por el supuesto allanamiento. 
"Se inventan regulaciones y leyes improvisadas para apoderarse de lo ajeno", expresó Janet Cueto, esposa de Antonio Guevara. "El testamento de Alfredo no menciona a ninguno de ellos, ni a instituciones gubernamentales como herederos de ninguno de sus bienes; la vivienda que ahora registran, porque nosotros no le hemos dado lo que quieren, es propiedad de mis hijos, Claudia y Alfredo".
¿se inventan leyes? la señora cueto discute el derecho a la propiedad de guevara sin rubor alguno. propiedad en un estado donde la "propiedad privada", digámoslo ahora, fue demonizada por el comandante en jefe en su discurso en manzanillo, oriente, el 10 de octubre de 1968 (y no dudemos que aplaudido por alfredo guevara en la tribuna).
(...) suprimir y erradicar la explotación del hombre por el hombre era suprimir el derecho de la propiedad sobre aquellos bienes, suprimir el derecho al monopolio sobre aquellos medios de vida que pertenecen y deben pertenecer a toda la sociedad. (...) Ya no somos solo el pueblo que hace cien años abolió la esclavitud, es decir, la propiedad del hombre sobre el hombre; ¡somos hoy el primero en este continente en abolir la explotación del hombre sobre el hombre!
la política de "ofensiva revolucionaria" implantada a partir de 1968 contra los pequeños negocios constituía un asalto directo contra la propiedad privada, considerada como un lastre del capitalismo occidental.  


luego, sorprende la reacción del cineasta manuel zayas, residente en NY quien alega (de acuerdo al artículo): "Este allanamiento, que se hace según fuentes oficiales para preservar los bienes de los herederos, no es más que una artimaña para apropiarse de toda documentación comprometedora de Guevara".

¿artimaña?

comprendo la ira de los amigos y la familia del fallecido. pero ¿a qué viene el escándalo? ¿están tan desconectados estos supuestos herededos que se creen con derecho al patrimonio de guevara?

propongo seguir el hijo ideológico e histórico del fallecido. guevara fue un arduo partidario de la revolución. no hay nada extraordinario en que el gobierno cubano se abrogue el derecho de intervenir el patrimonio de uno de sus grandes acólitos.  

el artículo 24 de la constitución del gobierno revolucionario estipula:
El Estado reconoce el derecho de herencia sobre la vivienda de dominio propio y demás bienes de propiedad personal. La tierra y los demás bienes vinculados a la producción que integran la propiedad de los agricultores pequeños son heredables y sólo se adjudican a aquellos herederos que trabajan la tierra, salvo las excepciones y según el procedimiento que establece la ley. La ley fija los casos, las condiciones y la forma en que los bienes de propiedad cooperativa podrán ser heredables.
lo señalado en rojo funciona como excepción a un artículo de ley muy débil. pero estamos en cuba y la aplicación de la excepción deja de ser excepcional. en el caso de la colección de arte de guevara aplica la excepción, pues los bienes del difunto ya han sido intervenidos. el gobierno aducirá que "tenencia" de bienes no equivale a "propiedad", o que la propiedad es "transferible", dada su importancia como patrimonio nacional.

veamos: guevara conservaba y traficaba bienes adquiridos mientras fungía como parte de la élite cultural del gobierno, con acceso privilegiado a obras de arte, contactos, prebendas, etc. es harto conocido que gozaba de un poder considerable y que lo utilizó hábilmente para beneficiarse en la tenencia de una importante colección digna de su trayectoria. en este caso cabe aquella sentencia famosa repetida por acólitos, apparatchiks en la propaganda mediática: todo lo que tienes se lo debes a la revolución.

aquí no hay sorpresas. el gobierno cubano no ha hecho nada inusual (que no haya hecho durante 50 años de historia). guevara y su patrimonio son parte integral de esa historia.

volvamos a otro ángulo de la declaración de zayas:
En verdad, estamos ante un asunto de corrupción de proporciones mayúsculas, pues Alfredo Guevara era uno de los mayores coleccionistas privados de pintura cubana, patrimonio con el que traficó durante décadas y era tolerado por la oficialidad por su defensa del régimen.
¿corrupción de "proporciones mayúsculas"? tratándose de un gobierno corrupto, en este caso la proporción sería minúscula. cuando zayas añade: "patrimonio con el que traficó durante décadas",  refiriéndose a guevara, realmente no le hace realmente ningún favor.

y es que la tenencia de dicho patrimonio no está exenta de la misma corrupción que le achacan a los interventores.

el patrimonio de guevara le pertenece al gobierno cubano.

viernes, 21 de junio de 2013

¡HEAT CAMPEONES! 95-88 (con desfile de fiesta popular a través de la calle 8)


miami está de fiesta. estamos en medio de un carnaval de la calle 8, ahora para celebrar la victoria del los campeones de la NBA: los Heat demostraron calibre y resistencia indiscutible.

¡somos campeones por dos años consecutivos!

miami está en la calle: niñas, mujeres, jóvenes, viejos en plena comparsa interminable de autos, muchos de los muchachos luciendo t-shirts del equipo, otros con el pecho al aire, sentados encima del capó, muchas maduritas rotundas --y algunos de la tercera edad-- todos rumbeando a golpe de sartén y claxon retumbante. una multitud desbordada a lo largo de la arteria principal de la pequeña habana.  

los Heat brindaron un juego inolvidable. solo en el primer tiempo --y brevemente-- los Spurs anotaron una ventaja de 11-4 (pero el Heat anotó 6 puntos en los últimos segundos). hay que hablar de los tiros largos del equipo, y de los 24 puntos de wade, a pesar de sus lesiones en las rodillas. por otra parte no queda duda que Spurs es un equipo formidable. parker, ágil y grácil, green el tirador certero, el eficiente kawi leonard, quien anotó 19 puntos y por supuesto, la bestia: tim duncan, para quien wade tuvo estas palabras: "... duncan es uno de los grandes jugadores de todos los tiempos... un verdadero guerrero" (duncan anotó 24 puntos y 12 rebotes y cuatro steals).


una lección para esos que ya estaban listos para presenciar una posible derrota de los Heat. nuestro equipo ha ganado su segundo título consecutivo y lebron james es la estrella indiscutible. lo que habla del enorme atractivo del Heat, su poder aglutinador. lebron es el antihéroe del momento en medio de una trama estelar. esta semana un artículo del times magazine comentaba "el genio" de lebron: "un visionario del baloncesto que rompe toda clasificación". eje de potencia, sutileza, generosidad y limpieza en el juego.

presenciar esa victoria y ese desfile de alegría en la calle 8 es aleccionador. somos un experimento único llamado MIAMI.

lunes, 17 de junio de 2013

ciudadella y el amour-fufú



om ulloa

yo que ando pateándome la cubanía exaltada que me abrazó serpentina.mente con el des.embarque de la meno.con.pausa me siento menos cubana que nunca cuando bajo a fisgonear.me en los espejos silentes de la mini.patria, esa pequeña gran ciudadella que llaman mi.ah.mi. medio.cubanita ñona mi sucia yanquiadorable girliewhore mi latinabitonga que reclamo al pesar o tal vez al pasar. y quizás hasta a la deriva que no es lo mismo que derivarse. y es que aunque yo la ame, a retazos, mi ciudadella no me recl.ama. bóbicagobiante en su dizquemagia, quiere siempre costuras sin parches, ignorante que la vida es zurcir y zurcir pedazos rotos.

es un desgarrado amour-fufú el nuestro. lo sabemos, pero seguimos intentándolo cegadas ambas por la fantasía textil y vaporosa —hijas de un ayer de guinga, encaje, tul y tafetán— que se interpone en la realidad de décadas idas y venidas en vanos remates del hilo frágil que hacemos del mar. y siempre, después del apasionado beso de bienvenida, revolcadas en la playa con arena y salitre en los labios, tras cada consecuente y lenta penetración de mis pies en su jungla urbana siento resurgir el despecho. se nos raja el dobladillo con tal animosidad que, el coito inicial desbaratado por el runrún del tráfico de la Collins, le digo que tengo hambre. ciudadella me mira con disgusto-de-yo-no-soy una cajita mimi-mágica rellena de croquetas gourmet. entonces me quejo yo, quemada de sol bajo su cielo abierto, esperando milagros descender de él o al menos una guagua que llegue a tiempo. ciudadella me mira perpleja en la distancia, chata aunque ya con frecuencia vestida de rascacielos de torpes reflexiones, blanquinegra esclava a pesar de sus coloreadas torres libertadoras, pirata tuerta de artísticos buques, que ya ni naves ni galeras del olvido. amplia ella, mi vida y tan estrecha yo, mi cielo.

por eso, de tan desmemoriada conmigo mi ciudadella es cruel. me lo explican sus aromas de mujerzuela que suda pestes tanto como perfumes mientras me bamboleo en sus transportes leves y tardíos. le tarareo sus frecuentes cambios de camisa. del poliéster sesentero al rayón setentero al algodón ochentoso, bordadas con esmero o de refilón, allí, en la gran pequeña factoría de sueños y rabias hoy como ayer me grita su malolor en tintulares que corren como sangre negra en sus canales y desagües. pero hoy como mañana me espolvorea aroma miel azahar en el brillo del atardecer desde el cayocayne, ella galán de noche como si fuera apenas ya futuro, por fin. o como cuando aún nos éramos fiel, yo norte y ella sur sin esperar nada más que el medio para crecer. luego, sin titubeo a pesar del desliz, me adentro en su centro a robarle esencia y zas, me lanza al rostro la plasticidad resistente de su gente silicona y flotadora salvavidas y yo, indecente, queriendo ser sólo carne y deseo profundo. así fue. siempre, así.

pero ciudadella prefiere no recordar mi joven sombra devota por los portales de sus casitas sagüeseras, delineando mis dedos caricias primerizas sobre aquellas palmitas inclinadas en movimiento de brisa pasajera, envolviendo aquellos números deco-cha-chá que tanto mentían indicando dirección.hogar, estabilidad, aunque creíamos ser sólo pasajeros. todos se quedaron y la tomaron, a la fuerza. yo no. la abandoné y la fui tomando a intervalos miedosos. cabal hasta le pedía permiso, le recuerdo ahora, y de lejos nunca apresuré el amor por temor al desamor, sabiéndolo siempre amenaza distante. en la distancia la quise menos o más, exagerándola, ambientándola e iluminándola como ambiciosa peliculita de escuela de arte, actuándola con malas actrices vestidas y desvestidas para la ocasión, salpicándose sus cabecitas rodantes en bañeras y peceras mientras pasaban los trenes sobre resbaladizos rieles de hielo y luego en los peldaños viciados de sus pirámides invisibles, sus esmaltadas uñas tomato-red arañando la flor y nata de la papaya verde y prohibida. y ciudaella, femme fatal al fin, permitía la manipulación de la camarógrafa y directora dramaturga con todo el femielenco. juraba que le gustaba tal adulación y a cada quien daba lo que quería tomar, dadivosa y viciosa, egoísta y generosa, maldita mendiga elegante lista para cada baile, para cada transformación, para cada burbuja de ilusión. y dándose a tantos la perdí en la lejanía, otra vez. y en las bolas de cristal de mis horizontes inciertos como viejos fotingos aceitados con falsos elogios no se veían gables ni groves ni glades ni mi sombra acariciándola toda entera. así regresaba a veces en la memoria a recuperarla urgente, añorándola por fea, pérfida, pero tal vez mía, quién sabe si única.mente.mía.

por eso hoy la camino, como siempre, con lentitud y buenos modales. soy un bicho raro sobre su carapacho ajado. o una lenta tortuga ajada sobre su eterno carapacho. me lo grita alguien desde un descapotable —motorízate, coño— y me exaspera, yo caminante casi virtual. los veo pasar en sus carros, carritos, carrozas y aún hoy no comprendo el constante carnaval. y mucho menos la prisa a ningún lugar. pero sigo, la extra.vagante que se bajó de la guagua helada para pasearse entre las higueras coralwayanas bambanyanas como quien ansía derretirse aquí y convertirse en macizo tronco después, para quedarse petrificadarraigada a la fuerza. y ciudadella lo sabe porque voy mirándola como se mira a una vieja amante. con cariño y débil deseo. la conoces de punta a cabo y ella ahora no quiere ni verte. las pupilas, sin embargo, cargan la memoria y agradecen el instante que fue silente.divino.adecuado en cualquier street, road, avenue, place, court o sinsabor cartográfico inspirado bajo flamboyanes morados y playas tibias. nosotras solas entonces en la terraza del cardozo antes del desborda.miento del Hudson y sus epidemias al sur, ciudadella y yo y los fantasmas en un piano donde la mora cantaba boleros. o ciudadella en los cuartos del carlyle las noches de años nuevos ya tan viejos. desenvuélveme, exigía mi ciudadella y sus fantasmas gritando sáquenme de este cartucho de falsa moralidad.

por eso, poseídas por el mutuo despecho, hoy nos dedicamos maldiciones que emanan con saña de su asfalto.cubre.corales hacia las suelas de mis chancletas. no importa, le digo, son suelas gruesas como las paredes de la memoria, donde habitas. ciudadella salivea con rabia que por qué me caminas y no me ruedas, por qué me miras y no me admiras. ruge enojo porque me sabe necia, persistente conocedora de sus errores. impaciente mi.ah.mi ciudadella, le digo. y la calmo con sonrisitas torpes. se alisa con gravedad de mujerzuela que quiere ser dama seria-con-feria-de-libro-internacional-y-todo, mírame. artística-con museos-en-la-bahía-turísticos-y-todo, mírame. deportista basquebolera-pelotera-futbolera y hasta derbyjinetera, mírame. y la miro, la admiro casi, casi, le digo. mi respuesta no le gusta. es celosa, posesiva, ciudadella poco liberal en eso de compartir amores. o eres de aquí o eres de allá. porque aunque no me quiera, ciudadella me quiere devota, pendiente de sus antojos, sus pecadillos aceitunados y constante arroz con mango y empellitas grasientas de su mentalidad insular. me salivea lo de las geografías y su politiquería a mí que sólo quiero achicharrarme en sol y ser solo eco crujiente y pasajero como una mala indigestión. a mí, tan grosera con ella, cubarde con ella tan envalentonada. a mí tan densa y mi ciudaella tan transparente en su lo-que-ves-es-lo-que-hay.

entonces, harta de mí, salvaje me truena y relampaguea como buena bruja de tempestades que es y me empapa de burla fría que, aunque refrescante, no es lo que yo ansío de mi.ah.mi eterna ciudadella.

sábado, 15 de junio de 2013

¿Estetización o vaciamiento? En torno al ícono Martí en la cultura popular cubana (segunda parte)

Estatua de Martí en el Parque Central, La Habana

Antonio Correa Iglesias

Noble en sus bondades, la República vio construir en torno a la figura de Martí una suerte de veneración. Sin embargo, el sentido de adoración republicano fue sustituido por una adoración, ahora desde el desconocimiento y la derogación de cualquier referencia al pasado. Pero sobre todo desde el desconocimiento de lo que se adora. Este sentimiento es precisamente el que se inaugura con el proceso político de 1959.

Toda la narrativa asociada a José Martí, va a pasar necesariamente por el refuerzo visual y conceptual puesto en función del discurso político. La divulgación de la obra martiana, estará solo en función de un criterio político que mutila su contenido y “pone” de manifiesto el sentido teleológico del proceso político cubano. Recordemos aquella socorrida pero recurrente frase-expresión-consigna “te lo prometió Martí y Fidel te lo cumplió”.

Lo interesante no solo es la parcialización y manipulación a que es sometido un discurso, sino cómo se va escamoteando un contenido que, al paso del tiempo, desaparece, una vez que se mimetiza. Es precisamente este elemento el que comienza a moldear la arcilla de las futuras representaciones iconográficas. Si en la República el carácter escultórico monumenturio es el vehículo para socializar una percepción en torno a Martí, con la revolución este desaparece y da paso a una acción performática que, revestida desde un criterio de masificación cultural, garantiza una apropiación personalísima del ícono. La referencia a Martí desde este contexto, no es más que un puñado de citas y frases que, descontextualizadas, tienen el solo propósito de refrendar un discurso político.

Escultura basada en un dibujo de Martí, Vedado, La Habana

Discurso que “desacredita” lo que Rafael Rojas ha llamado “conglomerado textual que se forma con la escritura y la oratoria” . Son muy pocos los que verdaderamente hoy leen a Martí hoy en Cuba y sí muchos los que se contentan, no sé si consciente de ello o no, con el busto o la pintada callejera.

La ontología asociada a este proceso vertebra la experiencia del vacío.* De ahí la tesis del vaciamiento del ícono Martí en la cultura popular cubana. El vacío o la experiencia del vacío, razón tenía Heidegger cuando afirma que hay experiencia de vaciamiento, una vez que hay un espacio a partir del cual el sistema funciona y las instituciones se reproducen y desarrollan pero por inercia en el vacío, sin adherencias ni sentidos.

La instalación de esta estructura simbólica o al menos, de este entendimiento simbólico generado desde la manipulación, ha establecido un conjunto de códigos que han devenido formas canónicas en los modos de representación. Lo preocupante de este procedimiento no solo es que se modela una percepción del icono que adolece de referencialidad simbólica, sino que establece una direccionalidad hacia objetivos pre-establecidos. Ahora, ¿por qué ocurre esto con el icono Martí y no con otros iconos también referenciales en la cultura cubana? La respuesta es “evidente”, Martí representa a Cuba. Lo curioso de este esfuerzo esta dado en la desnaturalización, reciclaje y resignificación de un icono fundamental en la cultura cubana, en función exclusivamente de un discurso político, necesitado de legitimación. Esa es la razón por la cual Martí prolifera en cada esquina de la isla, en cada rincón derruido, en cada portal apuntalado, en sitios inimaginables. Estas apariciones, dan cuenta de cómo algunos cubanos entienden a Martí o, si se quiere, de como un gobierno compulsado por la necesidad de legitimación iconográfica y política hace proliferar en cada esquina sus deseos de legitimación.

Busto de Martí en el "rincón martiano"
 Pero es precisamente este Martí el que se edita y desfigura una y otra vez. No es ese el Martí que aseguro que en su “(…) determinación de no contribuir en un ápice, por amor ciego a una idea en que me está yendo la vida, a traer a mi tierra a un régimen de despotismo personal, que sería más grave y difícil de desarraigar, porque vendría excusado por algunas virtudes, establecido por la idea encarnada en él, y legitimado por el triunfo”. No, no es ese el Martí al que tiene acceso el cubano, ese es precisamente el Martí que se desconoce por solo citar un ejemplo. Pero es precisamente este sentido escatológico el que se constituye en bandera política. Las otras formas de leer o representar a Martí, no son más que formas edulcoradas o amaneradas que no entran dentro de la discursividad política. Si pueden ser negadas mejor. Ejemplo de ello es la obra de los origenistas y particularmente de José Lezama Lima y Cintio Vitier.

Una vez que triunfa la revolución, toda la historia de la Cuba republicana es negada. Uno de los argumentos para esta negación es que tras la muerte de Martí, el Partido Revolucionario Cubano y el Ejército Libertador abandonan el proyecto martiano, abandono que, para 1901 se había convertido en traición a un ideario. La “revolución cubana” refuerza y engalana todos los días la tesis del olvido, al tiempo que “recupera” para su legitimación política la figura de Martí. No nos llamemos a engaño, esta es una de las razones que fundamenta el carácter teleológico adjudicado desde el poder al proceso político cubano. Esta es una de las razones por las cuales en el año 2002 el gobierno cubano afirmó que el carácter socialista de la revolución cubana era irreversible. Aunque parezca absurdo y paradójico este es el fundamento a partir del cual funciona la lógica del poder en Cuba. ¿Cómo derrotar a un sistema que es inevitable?

(continuará)

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*La noción de “vacío” de Gill Lipovesky, expresada de cierta manera en La era del vacío: ensayo sobre individualismo contemporáneo.

jueves, 13 de junio de 2013

¿Estetización o vaciamiento? En torno al ícono Martí en la cultura popular cubana

Martí Antiimperialista del escultor Andrés González

Antonio Correa Iglesias

Recordar una vez más de Martí, puede resultar un gesto agotado ante tanta manipulación política, literaria y cívica. Lo cierto es que, las imágenes que hoy quiero compartir no dejan de perseguirme. ¿Qué forma ha venido adquiriendo el icono Marti en la cultura popular cubana? ¿Cómo se ha modelado esta figura en el imaginario de las últimas cinco décadas?

I

La presencia y la figuración del ícono Martí en la cultura cubana, no ha dejado morfología incólume en tanto esfuerzo por resaltar los valores y la presencia del prócer de la independencia de Cuba. La teodicea representacional que cubre estas morfologías, estuvo muy tempranamente signada por la ambigüedad propia que supuso este esfuerzo simbólico. ¿Cómo representar al hombre que al amparo de la República iba a tener un espacio de veneración? La primera República (1902-1933) es el espacio donde el carácter cívico de la representación martiana va a revestir un romanticismo que colinda con una primera, pero justa idealización. En muchas ocasiones Martí aparece estilizado, con una mirada perdida, como quien ve, “como se distancia un esfuerzo colectivo”. Los bustos comienzan a proliferar y Martí adquiere una pose de arcano, matizado por una frente amplia y una mirada “caída por la vergüenza de tanta energía dilapidada”.

La temprana presencia de Martí en el imaginario popular, lo demuestra los resultados dados a conocer por el periódico El Fígaro el 28 de mayo de 1899. Lo cierto es que, a la memoria de José Martí se le consagra la primera estatua, razón que resume las aspiraciones nacionalistas de la República independiente. Esta primera apropiación simbólica está inscrita en la necesidad constitutiva de un discurso histórico, discurso que comienza a establecerse desde el reconocimiento del panteón nacional. De aquí el carácter mítico pero también genésico y oficial que cifra el nacimiento de la República y toda la épica asociada.

El hexagrama simbólico que gravitó en torno al pedestal que ocupaba la reina de España quedó resuelto el 24 de febrero de 1905 cuando Máximo Gómez deja inaugurada la obra del escultor José Vilalta Saavedra. José Martí, ahora de mármol y con gesto epígonal pero noble, vino a corroborar su primera existencia en la esfera simbólica y semiológica de la República. Una existencia que viene marcada por una heroicidad política pero que también conjetura un discurso integrador ante la necesidad de superar las antinomias de la racionalidad moderna .

La voluntad de exégesis y apología que se comienza a vivir la República a partir de la incorporación «oficial» del ícono Martí en la cultura nacional, ratificó el carácter epifenoménico que alcanzaría esta entidad simbólica. De aquí que el temprano emplazamiento de la escultura de José Martí sea un recordatorio del drama épico de un hombre de vida ejemplar ante el nacimiento de nuestra primera república.

El manejo simbólico a que ha sido sometido el ícono Martí, ya sea en un imaginario u en otro ha sido una de las zonas menos exploradas en la cultura cubana de la isla. Paradójicamente, pues Martí es el fundamento de todas las cosas. Para Jorge Mañach, Martí fue el Apóstol, apóstol de un martirologio prematuro, un martirologio atrapado en la disyuntiva que traza una disquisición geográfica: Yara o Madrid. Un martirologio prisionero de su pasión, una pasión expresada en el sentido poético de su vía cruxis. Para otros, Martí fue el autor intelectual de sus actos, deseo irrefrenable por vindicar, una aspiración personal de protagonismo y puja histórica, que muy a desmedro, tenía en Martí posibilidad real de vindicación. La responsabilidad moral de esta hipostasia, ha quedado evidenciada en un discurso que, como escarnio, rememora una y otra vez un pasaje cuyo único objetivo es subrayar el carácter mesiánico y teleológico de un proceso político. Razón tenía entonces Lichi Alberto cuando asegura que –de cierta manera- estas son las “personalidades redentoras de nuestro destino” encarnadas en el drama raigal de la historia de Cuba, una historia expresada desde una nación “inventada a la medida de sus convicciones”. Al mismo tiempo, para Cintio Vitier Martí ha sido “Ese sol del mundo moral” que asume desde el patíbulo a la cultura cubana, para Don José Lezama Lima Martí es “el misterio que nos acompaña” y el “dios fecundante, un preñador de la imagen de lo cubano. Llegó por la imagen a crear una realidad, en nuestra fundamentación está esa imagen como sustentáculo del contrapunteo de nuestro pueblo”.

En una u otra zona del discurso o del imaginario, Martí ha sido objeto de adoración, reliquia, resguardo, punta de lanza, tablero de Ifa señalizando los cuatro puntos cardinales, argumento socorrido y frase maltrecha. Una de las razones de este proceso debe encontrarse en el sentido de iconización que fue cobrando cuerpo tempranamente. Recordemos que el albacea de José Martí, Gonzalo de Quesada, trabajo para editar los primeros volúmenes de las Obras Completas entre 1900 y 1915 y ya en este primer esfuerzo sistematizador, vamos a encontrar los rasgos que van a prevalecer en el “entendimiento” común y político. Si este primer imaginario proviene de una vida ejemplar como habíamos dicho, la primera recepción textual opera en el orden simbólico una comprensión que va a reforzar el aspecto mítico del entendimiento. Sin embargo, la prevalencia en torno a este imaginario no siempre está asociada al acceso y comprensión del texto martiano . De aquí que su apostolado, su santidad, su calvario, su inmolación, su magisterio, el martirologio, la soledad, son solo algunas de las condiciones de necesidad que comienzan a ser visible en el entendimiento epifenoménico de este hombre ahora esculturado.

Si en la primera Republica (1902-1933), va a prevalecer este modo de entendimiento, en la segunda República (1940-1952), es el temprano conocimiento de su obra el que comienza a “sustituir” este sentido de adoración casi mesiánico por una comprensión más orgánica y secular de su narrativa y su pensamiento. Pensamos sino en toda la obra desarrollada por Orígenes, Jorge Machach, Felix Lisazo etc. Pensemos en la secularidad que los Origenistas reclaman en el entendimiento de Marti:
(…) Comprender no es bastante; amar y admirar son peligrosos. Hay que ir con tiento, a freno tenso, para que los caballos no se lancen a la carrera del entusiasmo. Y al mismo tiempo el ardor y el ímpetu deben estar presentes, porque no se trata de estudiar o dísecar un cuerpo muerto sino de ver las palpitantes entrañas del ser vivo y las trémulas alas del espíritu.*
(continuará)
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*Eugenio Florit. “Mi Martí”. Pág. 47-48. Revista Orígenes, No 33, 1953.

domingo, 9 de junio de 2013

notas de cuando el jazz y el rock debutaron como amantes



En 1968, el rock se había adueñado de clubes y plazas, por lo cual parecía que el jazz estaba destinado a languidecer  ante la nueva ola acústica. La audiencia jazzística se mostraba desconcertada por esos días. Incluso ya se podían notar las deserciones. Pero ocurrió entonces que el baterista Tony Williams tuvo la idea feliz de poner en manos de Miles Davis un disco de rock para que lo escuchara. Lo que ocurrió entonces fue un acto de amor y es posible escucharlo parcialmente condensado en este material que colgamos en Tumiami. La nómina que consagraría la mezcla sagrada en In a Silent Way la integraban:
Miles Davis - trumpet
Wayne Shorter - soprano sax
Chick Corea - electric piano
Herbie Hancock - electric piano
Joe Zawinul - organ
John McLaughlin - guitar
Dave Holland - bass
Tony Williams – drums
Talento de sobra para lograr un pacto que tan solo puede caducar cuando la muerte lo disuelva. Solo que la música, a diferencia de los amores terrenales, nunca ha dado fe de morir.

El álbum In a Silent Way, con su dosis sideral, ha sido el pionero de una infinita saga del jazz fusion. (JR).

miércoles, 5 de junio de 2013

El miedo al negro, un arma de la Revolución

Jesús Rosado

Son múltiples los factores que han intensificado el reciclaje del racismo en Cuba. Si bien con la llegada al poder de la revolución castrista de 1959 se emprendió desde el estado un proceso de eliminación de las barreras categóricas de segregación, los efectos de la separación implícita nunca serían superados por dos razones. La primera, porque la nueva administración se apoyó en los argumentos de la lucha de clases para maniobrar políticamente relegando la cuestión racial por considerarla “resuelta” con la movilidad de las minorías a través del espacio social, albedrío que no incluyó jamás escalar los niveles de jerarquía. ¿Acaso esta posposición de una integración plena fue negligencia política o resultado del acuerdo tácito en el seno de la franja mayoritariamente blanca del poder?

Lo acontecido desde entonces deja traslucir –y esta sería la segunda razón para que no envejezca la invisible división racial- que el dirigente blanco “revolucionario” adoptó solapadamente una estrategia de antirracismo utilitario a partir de las disposiciones y leyes emitidas que supuestamente eliminarían de modo radical la discriminación. Había que aprovechar la gratitud del negro hacia el abolicionismo cordial de aquella mambícracia de siglo XX cuando, en realidad, la mentalidad étnica de los gorras verdes nunca se despojó de la herencia del supremacismo blanco que se erigiera en la identidad insular desde el genocidio de los primitivos moradores, pasando por la plantación esclavista, hasta convertirse en filosofía doméstica con los aportes de la ilustración eurocubana decimonónica y la eugenesia republicana.
Al establecerse como máxima autoridad, la generación Castro estrena la trata ideológica del negro, una modalidad de negociación que convoca a la prostitución política de la raza subvalorada a cambio de educación dogmática pero gratuita, ofertas de trabajo improductivo, medallas deportivas más pacotilla convoyada, carnaval sin restricciones, alguna sobra del banquete autocrático y un hipócrita “compañerismo”. La modalidad no es nueva en la trayectoria de la gestión castrista. El propio dictador ha admitido en alguna ocasión la “utilidad” de reclutar elementos marginados en la consecución de fines políticos.
A cambio, el sector negro encontrará en la ausencia de la desplazada aristocracia la apariencia de una equidad conquistada, ofreciendo su apoyo irrestricto a la intención totalitaria sin caer en cuenta que, tras el discurso populista, el pináculo de la política territorial no ha hecho más que mutar a un grupo oportunista que lo suma como base de apoyo. Pero en la conversación de muro adentro para el blanquito fidelista el “compañero nichardo” seguirá siendo el ágil ladrón de gallinas o de bases en un juego de pelota, el pendeciero al que hay que aliarse para eliminar al rival, la carne de presidio, o de cañón si de campañas africanas se trata, el colector de trofeos en podios deportivos, el que mejor toca el bongó ante los auditorios europeos o el mayor consumidor de pergas en un quiosco de cervezas.

Con los testimonios ya palpables de que ha sido víctima de una empresa de consumada demagogia, con la partida forzosa de amplias porciones de población blanca desafecta, y tras el envilecimiento material y ético que ha representado el castrismo luego de medio siglo, el sector negro se halla atrapado en una trampa etnopolítica, viviendo en su mayoría en condiciones de extrema pobreza debido al escaso acceso a las remesas del exterior y la consabida incapacidad del régimen para resolver sus necesidades primarias habitacionales y de ingresos. Dicha incapacidad de solvencia sabemos que es, a escala de sistema, más funcional que racista, sin embargo ello no desdice para nada el favoritismo silencioso que disfrutan los estratos blancos en cuanto a posibilidades de empleo en el circuito donde fluye moneda dura.
Con el recrudecimiento de la distopia criolla se han acentuado las diferencias de estatus entre grupos étnicos, al punto de que se hace cada vez más común para los analistas relacionar la precariedad cubana con la noción de “haitianización”, asociación dolorosa porque alude a las condiciones de miseria del negro insular comparable a las de sus semejantes en Haití.  Cuando a estas alturas se suponía que por “bondades” del castro-leninismo la sociedad hubiese entrado en una fase post-racial he aquí que nos encaminamos en marcha de gigantes hacia las márgenes del Níger colonial. Un retrorracismo abocado a la violencia. Constatable en los índices poblacionales de la comisión de delitos o en la demografía carcelaria.  Verificable al presenciar el castigo despiadado que recibe un disidente negro o mestizo de parte de turbas y esbirros o el que irracionalmente el negro procastrista propina al opositor de tez clara. Un punto de incivilización donde la tiranía aparenta ignorar pero sabe lo que hace.

Si bien los teóricos castristas remiten toda esta recidiva discriminatoria al debate de élite en los recintos académicos, la cúpula del apparátchik no desdeña sus ventajas y la usa de manera disfrazada como recurso guerrillero a su favor. La retórica contra la división de razas se delega a los medios de difusión y a las instituciones, pero la confrontación interracial se necesita para prorrogar el sometimiento manipulando temores ancestrales. Los dos viejos pánicos sociales en el escenario vernáculo: el miedo recíproco entre negro y blanco, los miedos de ambas razas al represor. Ni qué decir que para los declives totalitarios el racismo instintivo es antídoto ideal contra la amenaza de transformaciones pluralistas. No puede haber democracia ni justicia social con racismo. Ni se erradica el racismo sin posibilidad de apertura política. Por tanto, razones hay suficientes para que la Revolución mantenga el miedo al negro en su arsenal indispensable.

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Ilustraciones: obras de Alexis Esquivel

- Mitochondrial Democracy, acrílico sobre tela 114 cm x 146 cm, 2009
- Carlos Manuel de Céspedes y la libertad de los negros, óleo sobre cartulina. 72 x 48 cm, 19
- Ciudadano del futuro, acrílico sobre tela, 146 x 195 cm, 2009

martes, 4 de junio de 2013

el problema racial en cuba y su discurso invisible


¿le hubiera molestado "lo afro" a martí?


¿Porqué no han de tener los negros derecho a organizarse? ¿Qué se pude esperar a favor de la justicia que deseamos si seguimos como vinimos hasta aquí? Que se nos hable de concordia pues es palabra bonita muy fácil de decir y ardua de practicar". -- Rafael Serra y Montalvo (carta a Juan Sardiñas y Villa, circa 1907).

sábado, 1 de junio de 2013

los colores del ressentiment


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me cae en las manos un libro del filósofo alemán max scheler, otro olvidado del siglo XX. su título: Das Ressentiment im Aufbau der Moralen --simplemente Ressentiment.

advierte scheler: "No usamos la palabra 'Ressentiment' por una predilección especial por el francés, se trata que no hemos logrado traducirla al alemán. Nietzche la ha convertido ya en un terminus technicus".

con este post no pretendo resumir el libro, que apenas he comenzado. más bien es una invitación al lector a seguir más de cerca el pensamiento de scheler.

¿ressentiment?
(...) el envenenamiento de la mente (...) una sistemática represión de ciertas emociones y afectos ... que nos lleva a ciertas "ilusiones" de valor que determinan juicios morales. la emoción y los afectos principales que le tocan son la venganza, el odio, la malicia, la envidia el impulso de detractar, y el asco. (p. 4. traducción al inglés de lewis coser, university of wisconsin, 1994).
¿por qué scheler? 1- un filósofo de la sociología único de principios del siglo XX. 2- pese a su importancia local, scheler ha quedado desconocido. por supuesto, ser "desconocido" es una alternativa fructífera a lo demasiado conocido. 3- miembro del círculo fenomenológico de munich, amigo personal de husserl, con el que muchas de las veces no estuvo de acuerdo,* 4- scheler presenta una conexión a explorar entre simmel (su maestro) y heidegger (aunque ya había leído el ser y el tiempo, que heidegger le dedicara en 1927, su muerte súbita en 1928 le impidió procesar una respuesta o posición al mismo), 5- era un pragmático no confeso (admiraba a william james). 6- no era judío pero al triunfo de hitler todos sus libros fueron condenados a la hoguera. 

scheler tiene un ojo fino para la sociedad. este párrafo es para el siglo XXI: 
... ressentiment se da en una sociedad como la nuestra, donde existen cierta paridad de derechos políticos que son públicamente reonocidos, lo que va de la mano de las diferencias que existen, sea poder, educación, o dinero. mientras cada cual tiene el "derecho" de compararse con los demás, en realidad no ocurre así. independientemente de las experiencias individuales de cada cual, se acumula entonces una potente carga de resentimiento en la misma estructura de la sociedad.
en tanto que exista una diferencia entre los derechos constitucionales de un grupo y la satisfacción de los mismos, se produce la supuración del ressentiment. a menudo la humillación es tan intensa que este sentimiento adquiere la forma de "un destino". entonces nada parece solucionarlo. sin embargo, ressentiment no es solo un fenomeno social. es fundamentalmente un hecho emocional y contradictorio. una energía emocional violenta acumulada que parece no poder sublimarse. ¿es acaso una debilidad? scheler parece admitirlo.

se apunta a una especie de "desorden de los valores del sentimiento" (Gefühlszustände), desorden en la "preferencia de valores" que equivale a una anomalía en la fábrica moral del individuo. lo difícil a conectarse o canalizar el ressentiment está dado en el fenómeno intrínsico a su propio rechazo.
(...) Ressentiment forma parte del desarrollo histórico del juicio moral del ser humano, y se inscribe por tanto en la vida diaria. Pero debemos ahora introducir una ley de tipo sicológica: La tendencia a pasarle por encima a la tensión entre el deseo y la impotencia, es decir, despreciar o negar las dos caras del asunto.
por momentos scheler sufre la propia tensión que critica. por ejemplo, en el capítulo 3 del libro se analiza al cristianismo como ejemplo histórico de ressentiment.  la pregunta ahora es: ¿qué es sacrificio? 
(...) el sacrificio adopta una renunciación libre de la abundancia vital del ser humano. cada individuo tiene un instinto de simpatía por los demás lo que aumenta la cercanía y la similaridad de uno mismo. De ahí que el sacrificio no está exento de egoísmo, es decir, se pensaría que presupone intereses y metas en donde el cálculo la inteligencia y la reflexión se imponen después. Es decir, tenemos una necesidad del sacrificio antes que podeamos saber por qué y para quién
que el sacrificio sea presa de su propia meta ha sido materia de amplia discusión en la problemática de renunciación del bhaghavad gita, i.e., la renuncia es una forma de deseo. pero scheler pone al sacrificio en piloto automático. y ahora viene el scheler más directo: "Todo deseo altruista es realmente una forma de odio a uno mismo situándose como su opuesto". 

volviendo al ressentiment cuando un sentimiento de valor --cualquiera que sea-- aparece impotencia, dicho sentimiento pierde su propio valor. de ahí que scheler exhibe la fina percepción en el análisis del llamado "arrivista":
... no es alguien que persigue poder, honor o propiedades de manera persistente o desmedida. no merece su nombre en tanto que piensa en términos de un cierto valor intrínseco. la meta del arrivista no es adquirir riquezas, sino ser más estimado que los todos los demás. lo que sucede es que usa la riqueza como algo indiferente para sobreponerse al complejo de inferioridad que le aqueja y que resulta precisamente de ese "compararse" con los demás.
(continuará)

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* la fenomenología de scheler que podría llamarse emotiva, es diferente en que no se basa, como la de husserl en un apriorismo lógico. lo crucial es abrir la conciencia a una investigación subliminal. es decir, 1- la fenomenología debe investigar "la intuición" (la palabra es Wesensschau) como parte del fenómeno a investigarse. 2- la conciencia presupone el ser de la persona. 3- la intencionalidad emotiva es la base de la acción humana.  4- la realidad no es más que una resistencia (punto este muy rico de la filosofía de scheler).