domingo, 4 de marzo de 2012

Verde verde, antes de madurar el culo

Carlos Caballero y Héctor Noas en Verde verde, de Enrique Pineda Barnet, ICAIC 2011
Eslinda Cifuentes

La presentación del cabaret nos remite a los marinos erotizados de Tom of Finland, al desparpajo ambivalente y testosterónico pasolinesco en algunas escenas de Accattone (circa 1961). La atmósfera tiene la banda sonora de Juanito Piñera, cuajando en la superposición de los dibujos de Rocío García como marco estético, telón de fondo escenográfico y psicológico, para un sabor homo erótico en la línea de los dibujos en Le livre blanc de Jean Cocteau. Homosexualidad y crimen para decir otras cosas. Verde verde trae ecos lorquianos para anunciar la muerte que impregna ese color. Verde alude lo prematuro, lo cerrado de un culo virgen, y también, el fruto verde antes de madurarse —ablandándose en culo jugoso. El filme, lo mejor y más sincero que he visto de cine cubano por largo rato, es una bofetada sangrienta a la machonería isleña. Esos hombres bellos en el tome y daca mariconil —qué hermosura: Héctor Noas (Alfredo) tan papirrico, tan entero, tan más allá del bien y mal, dialoga con el hombre que hay en una, el maricón que nos habita; Carlos Caballero (Carlos) es el macho cubano que se debate entre su instinto básico y la mojigatería machista, maricón que se niega a sí mismo, y por ello altamente peligroso, potencialmente letal. Mamadera y músculo, el pasaje al filme es la circunstancia gay. Pero a un gustazo un trancazo (nunca mejor empleada la metáfora), porque cogerle el culo a un “hombre” puede costar la vida. La secuencia en el bar es el inconsciente de Cuba —todos los hombres cubanos son maricones (he sostenido tantas veces), porque en la escena pública se la dejan meter por Castro(s), para después, en la cama con sus mujeres, cual gorilas de la (in)cultura, no dejarse tocar las nalgas. La doble moral es nuestra marca de identidad. En la Cuba de hoy está la cama tendida: G hacia arriba, subiendo hasta 23, decenas de muchachos hambrientos de la Cuba maricona, abierta en dos a partir de la 11pm, en la escalinata de Simón Bolívar manoseándose entre canabis, tragos, trova y rap, dan la medida de lo que puede ser la libido nacional, la capacidad del cubano de montar y ser montado, ensartado por el culo a modo emergente, terapéutico. Resplandeciente escondrijo. A los cubanos nos han dado tantas patadas por el culo que nos han aflojado el músculo. Tanto, que le hemos cogido el gusto a la puntada de la bota guerrillera sobre nuestros anos rosaditos. La contrapartida del agresor es igualmente lasciva: a patada por el culo se ha adueñado de nuestras vidas, y nuestras indecencias lo enaltecen. La vejación es centrífuga: el puntapié lo hace dueño del culo del destinatario. Luego pobre el que no asuma su culo como fuente de poesía. A estas alturas del partido (también en doble sentido), se hace altamente recomendable que nos la dejemos meter por el culo para un relajamiento delicioso, que invierta la relación entre opresor y oprimido. Verde verde es una fracción de esta fiesta de perchero interminable a la que nos arroja la represión ciudadana, orgía metamorfoseada de una carencia fundamental. Habituados a la metatranca, metiendo el pie, dando el culo. Aunque siempre propensos al relajo, el cubano exhibe en el plano político lo que reprime su inconsciente. Su culo es un cúmulo de metáforas insalvables: sexo al duro, un culo rojo y humeante como una antorcha encendida. Nada más maricón que un pueblo humillado, interiormente vejado, abierto de cuajo a un tirano.

15 comentarios:

JR dijo...

Excelente, Eslinda! Que manera tan aguda de captar la esencia de una película. Por cierto, un filme que es no solo verlo, sino saberlo leer

Anónimo dijo...

Buena reseña Rosie. Dónde puede verse eso. Lo que tienen en youtube es un avance. Avisen por favor.

Anónimo dijo...

Pregunten en las tiendas de ventas de películas en Miami, algunas ya cuentan con la copia

Macholiti dijo...

Si Castro es el bugarrón de Cuba, dónde quedan los heterosexuales. Hago la pregunta inocentemente.

bolleur dijo...

ay, si esta Eslinda fuera hombre, ella y yo, tortilla invertida en tremendo flujo comunal, yo debajo de mi rubio Eslindo SIN ninguna humillacion, con tremendo galope arrebatado ella/el agarrado a mi calva soleada y yo palpitando en frances, como la loca de ramona alejandra. ya tu sabe, Esli, avisa cuando termine tu transicion a macho habanero cien por cien, que te estare esperando

y no he visto la pelicana, que una amiguita me va a prestar una copia pirata, asi que de eso no opino, pero quiero aclarar como loca homosexual feliz y maravillosa que soy que eso de coger por culo no es NINGUNA humillacion, no se de que hablan tanto ramona con su trance humillame-papi-que-si-no-NO-me-goteo como eslindo y la metafora humillada raja nacional. a mi me parten el culo cuando me da la gana y yo lo parto cuando me dejan y gozo como sapo en charca inmunda y sin ningun trauma. duele pero como dice el sabio Esli, pa un gustazo un trancazo. abur, muchachitas. he de volver cuando vea el culobron toleton. besitos.

Anónimo dijo...

Culo,culo antes de madurar el verde

Anónimo dijo...

En el ensayo queda claro que hay una doble moral del macho cubano (hasta aquí vamos bien). Pero, la película (o el ensayo) no va tan bien cuando el omnímodo poder del gobierno cubano se contrapone a la actitud pasiva de sus ciudadanos y se compara con prácticas anales y, consecuentemente, homosexuales (una metáfora de ese calibre va en detrimento de los homosexuales e implica un juicio de valor). No hay nada equivocado con ser joto, pato, mariposa, marico, maricón o mariquita uf que los ha habido muy activos, aguerridos y valientes.. Saludos, Judith.

Anónimo dijo...

Mi querida Judith, qué mujer tan aguda eres. Solo tú notas el menudo punto álgido. Consciente estoy. No obstante, para el macho cubano esto es relevante: espécimen que monta y no se deja montar, y si se deja, lo oculta, lo falsea. Todo lo demás es evidencia. Ahí está el reinado falocéntrico de 52 años. Tal vez muchos, no sé, algunos, sabemos que un gran palmo de vejación hay en el encuentro sexual de cualquier tipo, para agregarle ricosura, nada peyorativo en ello; los machos cubanos ni remotamente lo reconocen, mucho menos lo reconocen intercambiable.
Cito: “...dan la medida de lo que puede ser la libido nacional, la capacidad del cubano de montar y ser montado, ensartado por el culo a modo emergente, terapéutico. Resplandeciente escondrijo.”
Creo que entro y salgo por la puerta de los símbolos. No condeno. EC

Anónimo dijo...

bolleur, no hay humillaciOn, hay goce; Eslinda lo dice. Me gusta tu descarga performativa; sigue entrando. EC

mantilla dijo...

Que bien Rosie, en el centro.En esa clave anda la idea de Pineda Barnet

Anónimo dijo...

Ano de las 4:47, el punto es que, precisamente, los heterosexules no son tales. A ver, son metafOricamente penetrados (vaya, con cucharita). Saludos, EC

Anónimo dijo...

http://www.cubaencuentro.com/cultura/articulos/maduro-274671

dovalpage dijo...

Qué artículo tan interesante y bien escrito. Me ha gustado mucho, y sin dudas da qué pensar. ¿Es cierto que los hombres cubanos no se dejan tocar el trasero en la cama? (Ya se ve, mi experiencia en esos asuntos es poca, perdón por la incultura.) Buscaré la peli aunque sea pirateada porque aquí en el verde, o más bien carmelita, culo del mundo donde vivo sí que no va a llegar.
Saludos desde Taos,
la Te

sonora y matancera dijo...

he visto VV y no me gustó, too lofty in pretentions that are too homo narrow, pero este blingblablá de la RI o EC sÍ me gustó. o seas, rubia, que le haces un gran favor creando interés en la gente por verla. saludos.

Anónimo dijo...

Te pasaste mi'ja. Pero asi se habla. Tu madre