martes, 22 de marzo de 2011

Qué es la "soberanía" para el Susodicho


Ahora mismo, mientras los aliados de la OTAN bombardean las posiciones castristas/kadafistas, se escucha el tronar de voces, se discuten argumentos, se prescriben recetas, acápites, párrafos, artículos, apartes.

La-diplomacia-hecha-farmacia

Sale y brilla el tema de la soberanía. Vayamos a la definición par excellence de un castrista/kadafista, la defendida por Tomás Hobbes en su Leviatán.

Hablamos de Soberano (ahora Susodicho) como poder absoluto frente al súbdito. En el Libro 2 Capítulos 17-19 Hobbes define los derechos del Susodicho (castrista/kadafista) como sigue (y resumimos los 12 puntos de Hobbes en 8) :

1) Los súbditos le deben lealtad exclusiva al Susodicho,
2) Los súbditos no pueden ser liberados de sus obligaciones por las acciones del Susodicho,
3) El Susodicho no puede ser injusto, (acaso un desliz que Hobbes se permite, es muy difícil que un Susodicho lo sea, pero cabe la posibilidad)*
4) El Susodicho no puede ser condenado a muerte,
5) El Susodicho establece normas tanto legislativas como judiciales,
6) El Susodicho es comandante-en-jefe,
7) En tanto que comandante-en-jefe, el Susodicho elige sus ministros, oficiales, etc, etc, etc,
8) Al Susodicho le cabe el poder absoluto tanto de recompensa como de castigo...

Hobbes, en teoría castrista/kadafista, deja claro que el Sosodicho es fundamento de todo conocimiento verdadero. El soberano representa el poder encarnado. Patriarcado.

El objetivo supremo del compacto es la paz civil (Hobbes presupone que el poder absoluto soberano salvaguarda la paz). Pero queda un acápite anti-castrista/kadafista pequeñísimo, casi sepultado en el Libro 2, entre los Capítulo 29 y 30, donde se sugiere que el oficio del soberano está diseñado para “procurar la seguridad de los súbditos”, y que cuando dicha responsabilidad no se cumple, “el alma ha desaparecido del Leviatán... solo queda un esqueleto”. Es ahí cuando Hobbes parece más consecuente con su primera verdad, la garantía de la paz. Entonces estipula que el Pacto quedará disuelto si ocurriera una guerra civil entre (las distintas) facciones. Es en ese momento que el oficio del Susodicho cesa, y automáticamente los súbditos tendrían el derecho de retornar al estado anterior al Pacto, al estado de naturaleza.

Por supuesto, ni Kadafi ni el viejo Jotavich estarían de acuerdo siquiera con ese piccolo acápite. No, pues todo castrista/kadafista se siente con un derecho mucho más allá de las ideas pro-soberanas de Hobbes.

Y es que no existen argumentos que puedan justificar la soberanía castrista/kadafista como no sea una y solo una: El oficio divino.

El voluntarismo que estipula que solo UNO puede hacer lo bueno malo y lo malo bueno. Que quede dicho: Ese no es otro que el Susodicho.
___________
*Hobbes parece decir que el soberano no puede romper el Pacto porque no es parte del mismo, es decir, no es un participante. El soberano encarna el Pacto (puede estar limitado por el mismo).Es como si el soberano no pudiese nunca dañar al súbdito: Por otra parte, tal parece que hay elementos que se contradicen,

A saber:

1. El soberano no es parte del Pacto. 2. El soberano no puede romper el Pacto. 3. El soberano no puede dañar al súbdito. 4. El soberano no puede ser acusado justamente por el súbdito de daños. ---> Se infiere que el soberano no puede ser acusado nunca de romper el Pacto -o de dañar a sus súbditos- pero a la misma vez, los ciudadanos pueden romper el Pacto sin daño alguno al soberano puesto que este no es parte del mismo. ¿Redundante?

4 comentarios:

Ni lo afino dijo...

Demoledora asociación,limpia puntada. Hilo fino ensarta textiles éticos de turbantes y guayaberas.

Anónimo dijo...

Hobbes era de la seguridad del estado.

Anónimo dijo...

De pinga.

Anónimo dijo...

Hobbes hijoeputa!!!